El campamento seguía igual que como lo dejásteis la última vez, gente entrenando en los campos, mercenarios descansando...
Hanson os llevó un poco más dentro, hacia el centro del campamento, al fondo se podía ver un edificio construido en su totalidad con listones de madera bien tallados y cortados, era el edificio más nuevo del campamento. Los dos pisos de los que disponía el edificio estaban llenos de pequeños agujeros en los listones a modo de ventanas.
Una vez en el centro del campamento formasteis un pequeño círculo, esperando las palabras de Hanson.
Hahasiah caminaba lentamente, mantenia una distancia de los demas, para poder respirar el aire puro del bosque, al llegar al campamento y formar el circulo, el elfo decide sentarse y comienza a revisar su caraj con flechas y comprobar de que todo este en orden, para no tener ningun imprevisto en alguna batalla.
Sixta se sentía ya un poco mejor, aunque comenzaba a dolerle un poco la cabeza no le prestó mucha atención a esto y continuó su camino, siempre cerca de Hanson para ser la primera en elegir un arma.
De vez en cuando miraba a Aditus con desprecio, el arquero parecía un idiota caminando según lo que pensaba Sixta.
Por otro lado, el elfo se había alejado un poco del grupo, pero a la guerrera no le importaba, ignoraba completamente cualquier otra escena, estaba concentrada en el fundador y el momento en que los dotaría de nuevas y mejores armas.
Vaya, parece que las gans de vomitar han cesado. Aquí se respira aire puro, sí señor. Este bosque me gusta...
Rápidamente, consigo desprenderme de gran parte de la borrachera, pero aún me quedan algunos picores en la cara, que a veces giro de golpe como si hubiera oído algo. Obviamente, no oigo nada, es efecto del alcohol que he tomado. También tropiezo en ocasiones, pero consigo seguir en pie.
Menuda juerga nos hemos pegado hoy... necesito dormir, no puedo con mi espalda. Pero no importa, he de seguir caminando hasta el campamento. Me pregunto que armamento nos espera allí, a Hanson se le ha dibujado una sonrisa en el rostro cuando las ha mencionado. Oh, vaya, Hanson. Menuda impresión debe haberse llevado de mi. Quizá sería necesario que me disculpara... Debería saber que no soy así normalmente, que el alcohol me transforma y confunde.
Me adelanto unos pasos, caminando suavemente sin hacer el menor ruido hasta Hanson pero, al acercarme, me paro en seco y sigo mi camino por otro lado.
Voy a demostrarle con hechos, y no con palabras, quien soy yo. Aditus Zerpa.
Cuando llegamos al campamento, me limito a esperar las palabras de Uzzer en pleno silencio.
Hanson carraspeaba con fuerza.
- Bueno, ya estamos aquí, ya conocéis el campamento. Así que no tengo que explicaros nada, el edificio ese del fondo -señala al edificio de listones de madera- es la residencia, ahí dormiréis mientras estéis aquí, hablad con el encargado y os preparará unas habitaciones, yo iré mientras a por las armas, para que podáis estrenarlas. ¡Suerte!
Hanson se alejaba hacia la tienda de armas.
Perdonad que no posteara, pero ya sabéis que los fines de semana y los días cercanos, como vivo en dos sitios diferentes y en uno no tengo acceso a internet voy con un poco de retraso. ._.
bien chicos, creo que este seria un buen momento para ir a conseguir esa habitacion... luego tras hacer un gesto de cortesia y agradecimiento, comienzo a andar hacia el edificio para hablar con los encargados...
¿El resto qué hacéis? Vais también al hotel, investigáis un poco por el campamento, sacáis las armas y empezáis a cargaros a todo lo que se mueva... :__
Sixta entra en la posada de golpe y enseguida le dice al encargado con algo de rudeza propia de ella ¡quiero una habitación!, luego observa a los demás y agrega ¡y más te vale que sea para mí sola!
listo;) creí q todos íbamos a la posada
vaya Sixta que desilusion, yo que iba a pedirte de compañera de cuarto...por favor dese prisa nos gustaria descansar.
Sigo a Hanson por el campamento, ansioso de poder usar las nuevas armas que va a darnos.
- Eh, Hanson! Si no te importa, vengo contigo a la tienda de armas, jeje...
Bueno, no hay más que rolear xD
El elfo se dirige hacia el dichoso edificio donde dormirian y pide una habitacion para que al volver no tenga que esperar a que la arreglen. Luego regresa al lugar donde estaban y busca un arbol cerca para sentarse y reflexionar un poco.
Aditus Zerpa va corriendo hacia donde ha ido Hanson, mientras tanto, vosotros os dirigís al edificio de la residencia.
Una vez dentro, a la derecha, encontráis un gran mostrador, con un enano detrás. El edificio está decorado de manera muy rústica, aunque no podéis esperar nada mejor de un campamento. Las paredes eran iguales que vistas desde el exterior, láminas de madera. El enano, de un salto, cruza el mostrador.
- ¿Vosotros sois los nuevos? Seguidme, seguidme, Hanson me ha dicho que os dé una habitación, pero... ¿sólo cinco? Juraría que me había dicho seis... En cualquier caso, seguidme, seguidme, por aquí, ¡vamos!
El enano salió corriendo por las escaleras que subían al piso de arriba.
Sixta sigue con impaciencia al enano que parece tomarse su tiempo para subir las escaleras date prisa! le apura la guerrera pensando que Aditus no está en el grupo y que seguramente se adelantó a buscar las mejores armas mientras ella apartaba su habitación. Todos podían escucharla gruñir y decir cosas por lo bajo.
Para lo pequeño y rechoncho que era, el enano corría como un condenado, subió las escaleras en un abrir y cerrar de ojos, saltando de dos en dos los escalones, cuando quisisteis daros cuenta, el enano había doblado la esquina de la escalera del piso de arriba.
Una vez vosotros arriba, ni rastro del enano, un largo pasillo de habitaciones se extendía ante vosotros, con 4 habitaciones a cada lado, a juzgar por la cercanía de las puertas, las habitaciones no serían muy amplias. Al fondo, el pasillo se dividía en dos, izquierda y derecha.
¿Qué hacéis?
Sixta se dirige a la primera puerta a la izquierda y tira de la manija con mucha brusquedad, impaciente por apartar su habitación, tomar la llave y largarse a buscar su nueva arma, nadie le ganará en su determinación.
maldición... piensa que está perdiendo el tiempo mientras que... argh... gruñe por lo bajo
Sixta abre la puerta con brusquedad, nada más abrirla, una corriente de aire frío os recorre todo el cuerpo, la habitación era pequeña. Individual, la cama copaba el centro de la habitación, a la derecha de la misma había una pequeña mesa de madera tallada, con un cajón. Justo en frente de la cama, un pequeño banco y un arcón, probablemente para dejar ropas y otros útiles. La ventana de la habitación estaba abierta de par en par.
Sixta entra de golpe en la habitación, cierra la ventana y deja su bolsa encima de la cama. Luego de esto sale, cierra la puerta y procede a gritar ¡ENANOOO! ¿dónde están mis llaves? date prisa!!! Sixta está tan impaciente que no le interesa quién o qué se interponga en su camino, debe llegar pronto o se quedará sin la mejor arma
En la lejanía se escucha la voz del enano.
- ¡Demonios! ¡Pero mira que sois lentos! ¡Estoy aquí!
Tirad todos 1d20 de dificultad 14 para ver si escucháis de donde viene la voz del enano. xD
Vamos a darle un poco más de juego a los dados a partir de ahora.
Sixta ecucha un ruido a lo lejos, pero no logra descifrarlo, por lo que repite una vez más enanooo!!!
Tirada: 1d20
Motivo: escuchar al enano
Dificultad: 14+
Resultado: 2 (Fracaso)
ufff, que feo ese resultado
Buf, como hagas todas las tiradas así... xD