Partida Rol por web

Kerr da un par de pasos hacia atrás. Sonríe con sus huesos bucales y mira a los dos.

Lo que proponéis no es del todo legal. ¿Qué sacamos Schyferr y yo de todo esto?

Kerr ha sido parco en sus palabras, pero él mismo no cree que deba añadir nada más.

Sarreck se sorprende ante la tentativa de Terl; en verdad lo que pretendía era algo grande y a la vez peligroso. Cuando vio en los laboratorios a todos aquellos humanos nunca imaginó que pretendía algo así.
La idea le resultaba interesante y gracias a ella podría sacar mucho partido.

-No tengo el menor interés en que me manden a vivir a alguna escombrera peor que esta -dice la psyclo-. Si como dices esto se va a la mierda, puede ser una buena idea. Pero, ¿qué seguridad tenemos para que nadie se entere? Tarde o temprano alguien investigará esos laboratorios que tienes o incluso alguna de esas comadrejas podría irse de la lengua, y entonces creo que que nos enviaran a un mundo exterior sería nuestra menor preocupación.

Sarreck deja de hablar y sopesa la situación unos minutos. Finalmente una sonrisa maliciosa se dibuja en su rostro.
-¿Podrías concretar un poco más esa compensación económica?

¿Ortneg? - Se extrañó Terl ante la pregunta de Schyferr. - Veo que no estás al día de lo que ocurre en la colonia. Orneg apareció muerto en los hangares, al parecer unos mecánicos le mataron por un tema de apuestas. Ya los mandé ejecutar, tras verlos culpables.

Miró a Kerr algo enfadado.

¡Ya se que no es del todo legal, sino se lo hubiera dicho al jefazo! - Se tranquilizó un poco. - Lo que obtendréis es el billete a casa. Con grandes riquezas para vivir como reyes el resto de vuestras miserables vidas.

Al escuchar la pregunta de la psyclo respondió directamente.

Para cuando la gente los descubra ya estarán entrenados y serán muy eficientes. A los que no valgan los mataremos y los válidos harán que nos enriquezamos. ¿Cómo? Las ratas son de mi propiedad, por lo que si el jefe quiere usarles, tendrá que pagar. El 50% a mí y el otro 50% a vosotros. Hablamos de muchísimos créditos, creedme.

Lo que obtendréis es el billete a casa.

Lo que obtendréis es el billete a casa.

Lo que obtendréis es el billete a casa.

Las palabras retumban en el fondo del cráneo de Kerr. Es lo que lleva deseando desde que llegó a este planeta. Unido a ...

Con grandes riquezas para vivir como reyes el resto de vuestras miserables vidas.

Con grandes riquezas para vivir como reyes el resto de vuestras miserables vidas.

Kerr es incapaz de pensar. Se encuentra mareado. Terl sabe que tiene muchas deudas en Psyclo y que vino aquí a trabajar para pagar dichas deudas. No puede evitarlo.
El suelo se vuelve más blando cuando avanza un paso hacia Terl y nota el aire caliente y casi un poco pesado cuando le extiende la garra con las zarpas abiertas.

De acuerdo. Cuenta conmigo para esto. Pero recuerda cumplir tu palabra sobre lo de volver a casa pronto y ricos.

Miro tanto a Kerr como a Sarreck. Luego de nuevo a Terl y, al igual que ellos asiento con la cabeza.

Está bien. Contad conmigo.

De acuerdo. Hablado está. Hasta que no tengamos todo listo no diremos nada a nadie.

Les muestra la puerta.

Necesito que entre vosotros dos, - dice señalando a Schyferr y Kerr, - aleccioníes a las ratas en el uso de una máquina perforadora. Elegir al más fuerte. Ya habla nuestro idioma. No le enseñéis más.

Mira a la pschyclo con fuerza en la mirada.

Necesitaré que evites que el jefazo se enteré de nada, se que hablas amenudo con él.

Les obliga casi a salir de su despacho.

Debo ir a dar de comer a los esclavos... Humanos, creo que se llaman.

Miro a Kerr y le hago un gesto hacia fuera

¿vamos? te invito a un trago. Creo que mañana nos esperar un día duro

Mientras nos alejamos

Tendremos que darles fuerte a esas ratas para que aprendan rápido, y tener cuidado. Si Terl dice que tienen algo de inteligencia, habrá que andarse con ojo. No me gustaría perder el otro

Digo mientras le doy un codacito y me río con mi gracia

Terl con el intercomunicador pide a un operario que lleve una vaca de esas que los psyclo matan por diversión para alimentar a los humanos y agua abundante.

No puedo permitir que mueran aún.

Elige a un psyclo sobre el que pesa busca y captura por asesinato en Psycho. No dirá nada de más.

Después se dirije a la cantina.

Terl se va a las jaulas al día siguiente, tras descansar en su habitación.

Cuando Terl se dirige hacia su despacho se encuentra con Sarreck que iba a su encuentro.

Por favor, sígueme a mi despacho.

Al cabo de un pequeño recorrido llegan hasta el despacho del jefe de seguridad.

Sientaté, quería hablar contigo en privado.

Antes de poder continuar llaman a la puerta.

Kerr y Schyferr llaman a la puerta.

¡Adelante! dice Terl.

Al cruzar la puerta ven a Terl sentado y a Sarreck en otra de las sillas, parecían estar hablando de algo importante.

¡Oh! Bien, ¿ya habéis regresado? - Terl sonríe. - ¿Que era exactamente la emergencia en el este?

Indica con la mano las butacas.

Os he llamado para preparar el adiestramiento de los ¿humanos?, creo que se llaman.

Deberéis instruirles para manejar maquinaria de extracción de mineral. Sarrec, quiero que tú manejes el instruccionador y vosotros dos les ayudéis a averiguar como optimizan los trabajos y vigiléis que no escapen.

Saca un mapa de un cajón de su escritorio.

Iremos a esta zona. Es apartada y no nos molestarán.

El jefe de seguridad carraspea.

Kerr y Schyferr id allí a preparar la zona.

Mira a la hembra.

Quedate, debo hablarte del aleccionador.

Mira a Kerr y Schyferr.

¿Alguna pregunta?

Sarreck asiente y se sienta en una de las sillas del despacho mientras espera que los demás abandonen la sala.

Una vez a solas se dirige a Terl: -Has hecho que me llamen, quieres que averigüe todo lo que sepa de los humanos si no me equivoco, ¿algo más? -dice. Había algo que le sonaba extraño en esa situación, algo que no le inspiraba demasiada confianza a la psyclo.