Partida Rol por web

Tabaco y comida. Tenía que haberme hecho también con una lata de refresco.

Pienso mientras fumo y como el pan recién horneado. De vez en cuando les ofrezco pan a las dos jóvenes mientras las escucho, sonrío y asiento con la cabeza a todo, total, no tengo otra cosa que hacer, una de ellas ha cerrado con llave...

Desde luego, este idioma que usan suena la mar de raro con esas entoncaciones cantarinas.

Debería conseguir algo para rellenar este pan, aunque sólo también está bueno, voy a preguntar a las chicas para ver si me indican donde conseguir unas salchichas para el bocata

En un momento dado, por un azar del destino después de que Aicha diga...

Cita:

...kanaka aprovecha para preguntar por hot-dogs con su habitual sonrisa:

¿Jodó?

Solo que la pronunciación es totalmente incomprensible y por supuesto no viene a cuento de la conversación de las chicas

Miriam se contenta con el anaranjado aura que intenta desprender Eva, de ser así, así sería…! además, ya habían perdido unos valiosos y larguísimos 2 o 3 minutos, pero en comparativa y sobre el pastel… de donde ella proviene, la escuela se trata de una temeraria competición de padres por ver quien estresa con menos edad a su hijo… y ahí estaba Paquito, como una muestra y revelación mas de que en España todo se hace tan cómodamente del revés. – Del levés, toooodo del levés – responde con sus cosas en la cabeza. Aquí podría tener los hijos que le saliesen del chumino, por ejemplo.

Luego, o casi al momento, se ve obligada a dar unos pasos hacia atrás, pues el basto macho ibérico de parla extraña pedía que le cobraran la fruta, Mauricio, ex-reponedor. También se aparta (mas) cuando el chico del carricoche entra pitando – ala, ala… cuanto trafico-tlafico, vais a despeltal al baby, copón!! – dice, …y además, el chicarrón rubio y presumido dejaba de pasear para dirigirse a la propia Sholi, por lo que Miriam le lanza un kiss a Eva y se escabulle del amago de overbooking silbando disimuladamente, con su carrito de patatas, claro…

Escasos minutos después… la chica avanzaba tranquilamente por la zona de las bebidas, quizá en dirección a la pescaderia en busca de algún cliente con actitud sospechosa (como el peligroso barrilete caminante), al menos… hasta que un berrido de Joel interrumpe en su totalidad la peliaguda concentración que Miriam invertía en hacer agujeritos a los packs plásticos… - ui ui ui ui ui!! – dice sacudiendo las manos, para acto seguido… conducir su carrito hasta los reponedores, Iker y Joel – Hii chicos!! ¿Me echáis un cable? Pleassssse - junta sus manos.

Había logrado su objetivo y asustó a Rigoberto. Para ella era una broma hilarante, pero su sobrino no se veía muy contento y ella no comprendía la razón.

Cuando él habla con el cliente, Asunción simplemente le sonríe y le hace una señal con la mano de despedida para luego guiñarle un ojo de forma coqueta. Esperaba que su natural sensualidad hicieran que el cliente olvidara tal incidente.

- Vamos, pero si no has cambiado nada. Sólo eres más alto, pero por lo demás, te escabulles cada que vas a comer o a masturbarte... - después de decir eso, pone una mano en su boca asustada y le sonríe apenada a Rigoberto. Sus mejillas se  sonrosaron y lo mira para decir - ¡Oops!, disculpa. Te invito a unas cervezas al terminar, ¿Sí? - hace un gesto de despedida y sus sensores de suciedad se activan una vez más. Alguien la había mencionado, por lo cual corre a toda velocidad hasta Lourdes, se aparece por detrás de ella y le dice - ¡Hola! ¿Me llamaste? ¿Ratas? ¿Insectos? ¿Alguna alergia cutánea de la cual deba encargarme? -.

Mientras le dedicaba a La sholi lo que el creía que era una sonrisa picarona apareció de la nada la mujer asiática que perseguía a los clientes cual perrito faldero ¿Pollo con almendras? su mirada paso de alegría a confusión en un instante,al darse cuenta la miro con chulería y mientras hacia un gesto ondeante con la mano le respondió -Uuu tia no te me sulfures- negó con la cabeza y miro hacia otro lado ¿Fus fus? ni que fuera un gato.

Al escuchar a la muchacha raruna de la otra caja sonrió -Claro,la Morticia tiene razón.Mas que aquí no se aprende,haber de que oñe me va a servir saber hacer la raíz cuadrada de 34- Vaya vaya con la Adams revolucionaria,me pregunto si le ira el Minecraft.

Cuando se acerco el pijo le echó una mirada asesina,estaba claro que a ese le gustaba La sholi,si no fuera porque estaba claro que ella pasaba de el le partiría la cara,seguro que le preocupaba mas que su pañuelito no se manchara que de esquivar los golpes Que ascazo.Antes de que saltara como un resorte Joel comenzo a hablar a lo lejos,le miro con parsimonia y respondio con chuleria -Acho si me saco mas en un recreo que tu trabajando tres días- era cierto,esto de estar cerca de un barrio de niños ricos le hacia las cosas mas fáciles,cuando no le quitaba el reloj a uno le quitaba la chupa o los 20 euros que llevaba en la cartera a otro y con eso iba tirando.

El Matas, recién recuperado de su última crisis,dedica una mirada inyectada en sangre al hombre de la silla de ruedas (el mote depende del día):

-Qué pasa, Serrano- Saluda con voz estrangulada-Ya ves, aquí me tienes, corriéndome la juerga padre con mi ancilostoma pulmonar, la rabadilla crujiente o lo que coño sea que diga el médico.

Hace una pausa para secarse el sudor y añade a modo de explicación: -Pero, claro, tres cartones de Ducados semanales que me clavaba durante la campaña del Sahara...para mantener la calma y tal.Oye, Serrano, si no te importa que te pregunte ¿cómo fue lo tuyo?¿Accidente?¿Enfermedad?¿Hostia con el coche? Tengo un cuñao yo que fue a colgar un cuadro y se rompió una pierna...

Un destello luminoso aparece en el borde de mis ojos cuando Joel se mete en el rol Treky conmigo. Por un momento, el rubor y la vergüenza abandonan su habitual lugar en mis mejillas para dar paso a una amplia sonrisa que le dedico a mi compañero reponedor, sin palabras para poder contestarle a causa de la excitación de pensar en las innumerables posibilidades que interpretar ambos ese rol todos los días abren de cara a mi futuro en este nuevo lugar.

Por un momento.

Pues un instante después, Joel lanza el grito acusador para apuntar el comportamiento vago e irresponsable de algunas de las cangrejitas compañeras nuestras. Como un resorte, me agacho tras el están de las mermeladas mientras mis mejillas se ponen tan rojas que casi se me puede confundir con los tarros de confitura de fresa que tengo a mi espalda.

Por un segundo guardo silencio, con los ojos bien abiertos, un nudo en la garganta y el corazón en un puño. Armándome de valor, me alzo un poco y lanzo una risa floja hacia Joel mientras miro vigilante a mi alrededor.

- La hostia macho, ¿así ligáis por aquí? - Pregunto medio en broma medio en serio.

Sin que tenga tiempo a contestar, a nuestra espalda aparece Miriam pidiéndonos echarle un cable.

- Otra cosa te iba a echar yo... - mis ojos se pierden desnudando con mi mirada su menudo cuerpo.

Pero por supuesto mi lengua y comportamiento Norteños han de obrar de otra manera opuesta a mis libidinosos pensamientos.

- Eh.. esto... - mis mejillas alcanzan ya el tono de la confitura de cerezas - sí... sí claro, ¿qué necesitas Miriam? -

Ahora mismo puedo sentir los ojos de Joel inyectados en sangre clavándose en mi nuca por ofrecer gratuitamente nuestra ayuda al fetiche... digoooo, a la chica.

Sara había comentado lo de su novio como una información más. Estaban acostumbrados a que siempre estuviera con ella, sobre todo cuando iban a su piso. Por eso, cuando Aicha buscó un doble sentido a su comentario, las mejillas de Sara se sonrojaron. 

- ¿¡Serás perraca...!? - Le dijo y se echó a reír. El otro comentario que hizo la pilló desprevenida. Aunque tuviera ese aspecto moderno, Sara siempre había sido bastante "tradicional" en cuanto a relaciones. Le pareció escuchar la voz de Joel, pero no estaba del todo segura, así que pasó del tema y siguió hablando con Aicha.

- ¿Te pone Eva? - Le preguntó y una sonrisa pícara asomó a sus labios. En ese momento el chino señaló el pan y dijo algo parecido a "jodo"... Los ojos de Sara se abrieron como platos y soltó una carcajada mientras señalaba al hombre.

- Jajajaaja... El puto chino te quiere joder con el pan... Jajajajaja... ¿¡Será pervertido....!? Jaja... - 

Pascual negó con la cabeza ante la niña respondona, que no tardó mucho en introducirse en los baños a vaguear, como solía hacer en su jornada diaria. Po' no 'ice la que me va pone patita' en la calle... Le meto una denuncia que ze le' cae la braga po dezpio improcedente. ¡Vamo'! El airado sindicalista se dispone a volver al cuarto de personal, pero oye unos gritos de fondo, que relaciona de forma inmediata con el "Malaleche". Y como Angulo no es moco de pavo, no se va a meter en una madriguera huyendo de los improperios contra su persona, así que se encara al parado, él también a gritos.

- ¡Pe'o hombre, no falte a la verdá! ¡Que yo hice to lo que pude! ¡Zi hazta convoqué huelga, y el único que faltó fui yo, que me lo quitaon de lo' mocozo'! Ademá, con la reforma labora' no ze pue' hacer cazi na zi no eztá' zindicao. Venga, no no vamo' a poner de mala ahora, ¿eh?

Con el comentario del "jodo", Aicha tampoco puede aguantar una carcajada terrible.

-Míralo tu, al final si que va a entender el español y todo, este se esta haciendo el tonto seguro.-Entonces se gira hacia el chino-Pues te vas a quedar sin escuchar más conversaciones privadas ¡eh!-Vuelve a girarse hacia Sara-Y lo d Eva, no es que me ponga ella, pero...no se, suena divertido, imaginatelo...  ¿Oh nos llevamos al chino? que parece que le ha gustado el tema.

Aicha vuelve a reirse y remueve la cabeza al chino con la mano-Aiissh...

Se ríen de mi pero no dan indicaciones de como conseguir las salchichas. Si no fuese por que me han dado un cigarrillo me enfadaría.

Una de las chicas me alborota el pelo y yo me encojo de hombros mentalmente y me suelto a hablar, eso sí, en perfecto chino.

Como decía Confucio: "Si la lluvia te sirve agua, bebe. Si la tierra produce arroz, come. Si el destino te da tiempo, úsalo. Pero si una joven te da tabaco y te alborota el pelo mientras estáis encerrados en el baño de un Mercadona, eso va a ser que le caes bien"...

Lo cierto es que nunca había terminado de entender el significado... pero no sé porqué me ha venido a la cabeza ahora

La cara de Justina se contrajo en una sonrisa desagradable y sus ojos brillaron de forma tanto que sus intenciones de pregonar lo que le había dicho Lourdes no pudieron quedar más de manifiesto. Pero no se quedó ahí la cosa. Uf, hijos. Les das todo, te sacrificas por ellos y ¿para qué? Para que luego ni se acuerden de ti. Quita, quita. Estarías mejor sin ellos. Yo si fuese tú aprovecharía y viviría la vida con mi marido. Estrías, lloros, noches en vela, limpiar cacas, vómitos... No me merece la pena.

Hizo un gesto con las manos, como apartando la idea. Pero oye, que yo no me quiero meter donde no me llaman, ¿eh? eres libre de hacer lo que quieras. Sonrió de nuevo de aquella forma tan desagradable. Bueno querida, me voy a la sección del pescado, a ver si encuentro algo de buena calidad, que por aquí no veo demasiado. me cuentas, ¿eh?

Y se fue, rauda y veloz con el nuevo bombazo en busca del pescatero y sus amigas, que no debían andar muy lejos.

-Gracias maja.-Es lo único que contesto a la reprimenda de Eva, seguramente porque solo le intereso escuchar la ultima frase o porque estaba haciendo algo mas interesante que escucharla, comer.

Poco antes de que volviera a su asiente escucho la voz de la china y buffo al ver que era el cuatro ruedas otra vez haciendo de las suyas.-¿Vef lo que difo?-Aun estaba terminando el plátano.-Este mercado esta echao a perde, ni loco hubiera pensao que dejaran meter a gente motorizaa en el super, ale, para ace daño al personal y que los viejetes se asusten, adema de que no hace nunca nada bie, que le e visto yo ma de una ve ganduleando, como las chicas de pelo chicle.-Otra vez a la carga.-Que de seguo estan fumando en alguna esquina.

Volvía a darle la lata a la pobre cajera cuando la voz de un desdentado ex-amigo le hizo alzar la vista y dejar caer la cascara de plátano al suelo.
-Una M pa'ti. Pascua, que no hiciste ni la mita que con lo que sale en la tele, tu con una welva y un, un par de griterios ya lo tenias too, ale, me lavo las manos que ya lo intente, pobe MAuricio que no a tenio suete en que me hicieran caso. ¡A la de dio que eso no valio pa'na! Ya me gustaria vete aqui, donde toy yo, potestasdo to'el santo dia, ya veriamos tonces que decias del reforma labora esa, ¡Ya!-Le señalo y parecía que tenia mas que decirle, pero la mano que uso para señalar tenia la botella de Peñascal así que se lo pensó mejor.

-Ties suerte de que hoy te de wenas.-Termino con el Argentino y volvió con la única cajera que trabajaba.-Guapa, ¿No tendrá por ahi un abrido?-Le señalo la botella.

Sara puso los ojos en blanco mientras negaba con la cabeza. 

- Eva es buena tía, sí, un poco despistada pero va de buena fe - . Le recordó, quizás cortando un poco el rollo. Achia se solía divertir mucho poniendo a Eva en situaciones algo comprometidas. Sara más de una vez se había reído, sin haber podido evitarlo, pero en el fondo le sabía mal y así se lo quiso dar a entender a Achia. 

Miró hacia el chino. Éste había empezado a hablar en su idioma y no tenía ni idea de lo que estaba diciendo. Más de una vez se había preguntado qué coño hacía en el super. Nunca pasaba por caja y casi parecía uno más. 

- ¿Llevarlo a tu casa? Puede ser divertido verle fumado - . Una nueva risa brotó de su garganta. - Sí, llevémosle... Oye... ¿A ti no te extraña que nadie pregunte por él? Siempre lo veo sólo, desde que entro hasta que salgo. A veces me pone de los nervios cuando se queda mirándome fijamente y con esa sonrisa tonta - . Miró el reloj y esbozó una mueca. - Mierda, creo que vamos a tener que ir regresando. He dejado a Eva sola en las cajas. También está la Sholi, pero ya la conoces, habla más que trabaja... - Se levantó del suelo y empezó a sacudir sus pantalones.

-... pero claro, él decía que no era hijo suyo y fíjate tú que ella tenía los santos cojones de defender al crío, que había salido rubio y con los ojos azules cuando él era más tostao que la boina de los cojones de un tigre-continuaba el pescadero abrumando al pobre inválido-Y es lo que yo digo siempre, rapaz, de Extremadura lo único bueno que ha salido es la paella valenciana, la que lleva chorizo, porque lo que es esa familia... buf, si yo hablase. Resulta de que porque soy una tumba, ¿oyes?, que a mí no me gusta chismorrear ni ir diciendo cosas de la gente, acabáramos. Yo soy de ir de frente-se golpeó el pecho con una mano y tosió tres veces-O de espaldas pero con una cara de lobo así como rugiendo pintada en el abrigo, ¿me entiendes? Vamos, no como ese nido de víboras que han plantado en caja que yo no compro nada aquí por miedo a lo que me pueden hacer con el cambio.

Arsenio Matas no esperó respuesta de Serrano. No existía nada que le gustase más que el sonido de su propia voz. Avistó una clienta doblar por la esquina de detergentes:

-¡Pero si está aquí la Dama de Honor de Elche! ¡Señora Pérez, qué alegría! Permítame decirla que hoy viste usted de un gusto exquisito. ¡No me puedo creer que se supere a sí misma cada vez! No se puede usted imaginar lo que le tengo aquí guardado: auténtico rape de la costa de Madagascar recién pescado por los tuaregs moros de... la morería. O de la Guardia Mora de Franco, vaya usted a saber. Buenísimo, como está mandado.

Asentí a Mauricio cuando me dio las gracias, y mis ojos buscaron a Marcos Serrano cuando comenzó a criticarle. Sin llegar a decir nada emití un suspiro. Era curioso, cada vez que oía el nombre del minusválido me venía un déjà vu, como si nos hubiéramos conocido en otra vida o algo. Aunque yo no creía en esas cosas. Probablemente todo fuera un sueño. Al volver mi mirada hacia el parado escuché el grito de Joel y no pude evitar una pequeña sonrisa. Desde donde yo estaba se les veía a los dos escondidos, y aunque pudiera parecer que estaban vagueando era cierto que hacían más por el buen rollo del local que cualquier encargado. Sólo esperaba que el bulldog no les hubiera oído.

Mi mente se evadió de nuevo mientras Mauricio continuaba con su retahíla de reproches hacia él, y esta vez le entendía por completo. Una cosa era escaparse un momento al baño. Otra beberse mojitos o dar golpes a la gente con la silla de ruedas. Antes de que volviera a prestarle atención pegó un grito dirigido a Pascual que me hizo dar un pequeño bote. Yo no estaba trabajando todavía cuando aquello había sucedido, así que no podía posicionarme.

Para cuando el parado se volvió a dirigir a mí yo me encontraba un poco incómoda, como en medio de un fuego cruzado. Había evitado seguir la discusión devolviendo - tarde - el beso a Miriam primero y pasando después una balleta por la parte metálica de la caja. Ya estaba limpia, pero necesitaba ocupar mis manos con algo. Y al escuchar su pregunta negué con la cabeza.

- No, lo siento. - Respondí antes de quedarme un par de segundos callada. - Pero probablemente Vladimir sí tenga. Es el hombre que pide en la puerta. - Le informé como si él no lo supiera. Más de una vez le había sacado cosillas y nunca me había pedido algo así, así que era de suponer que tendría cómo apañárselas.

-Pues la verdad, si es un poco raro, pero bueno, a lo mejor no tiene a nadie...-Mira al chino-Aish, ahora me da un poco de penica...

-¡Joder! Que asco, venga pues, vamos...

Aicha le hace un gesto con la mano al chino para que se levante y salga delante de ella-Ale ale, tira.

Aicha sale del lavabo y vuelve a su asquerosa panadería y vuelve a poner la música a toda pastilla.

- ¿Me esta poniendo a 4 patas con la mirada? - piensa Miriam, a quien le brillan los ojos cuando Iker responde a su anuncio de chica en apuros, ya que además del tan campechano como tímido tono de este, esos mofletillos rojos provocan en la chinita una potencial sonrisa con la que solo podría competir el macabro niño de Kinder – Wiiiii!! lepaso a los estantes de latas de conselva…! - le espeta con su energética y melódica voz, para después… sacar su arrugado formulario de stock y dejarlo allí a plena vista de los chicos, pretendiendo claramente que hicieran su trabajo por ella – os debo una!! – dice, guiña un ojo a Iker (forzadamente y girando la cabeza, para que se note), y casi instantáneamente... saca su móvil para disimular una chinollamada "星星、 瑪雅蜜蜂、 雪鐵龍…" la cual utiliza para marcharse poco a poco haciéndose la loca con su carrito de patatas.

Y ahora si, tras doblar la esquina sin mirar atrás… llegaba el momento de ponerse seria de verdad, Miriam ajusta su plastiquito de identificación y versiona su mas tensa sonrisa para encaminarse valientemente hacia la zona del papel higiénico, con intención de hacerse unos selfies y tal... pero su camino se interrumpe y su sonrisa se arruga cuando una de sus cejas empieza su particular escalada hasta la frente, pues nota... y ya por segunda vez, como el peligroso barrilete caminante se mueve ferozmente a través de los pasillos. Se propone seguirle el paso lo mas sigilosamente posible.

Dedicó una mirada de soslayo a Iker cuando se ofreció a ayudar a Miriam. No dijo nada, siguió a lo suyo y dejó que el se ocupara de ayudarla sin interferir con ningún comentario jocoso. Eso si, no pudo evitar sonreír de nuevo. ¡Vayaaaaaa, entre estos dos hay temaaaaaa pero vamos!

-¿Oye Iker tu tenías la play no? El otro día me compré el nuevo Assassins Creed y si quieres te lo puedo dejar bien de precio. -dijo con la misma sonrisa tonta y despacio, muy despacio. 

-Ahora que... tio, ya te aviso que no mola demasiado. ¿Es que sabes que pasa? Que ya no hay por donde coger la trama.-negó lentamente queriendo parecer un experto en la materia.- Porque a ver, tu puedes pensar -pues vale si en la primera edición te meten en las cruzadas y en la segunda en el renacimiento será que va haciendo saltos en el tiempo en cada juego ¿Verdad? Y podrías pensar -la próxima tendría que ser ya, ahora, ya deberíamos poder jugar con Desmond en el presente y dejarse ya de ánimus y chorradas... ¡Pues no tio! Vuelven al pasado otra vez y no veas la fumada que se han inventado esta vez! Hay una especie de dioses de colorines por ahí. Es casi tan malo como el final de Mass Effect 3, ya sabes, con la elección de los tres colores al final del juego que te deja con cara de ¿Aloooo Ubisoft qué te pasa? Nos toman por tontos tio, nos venden el mismo juego una y otra vez.

-Eh... hola hola... -se quedó embobado cuando Aichi pasó para ir hasta la panadería mientras saludaba con la mano tímidamente. Recuperó la compostura y se hizo el duro cuando miró a Iker. -Que pestazo a hierba tio, tienen los ojos más rojos que el sol.

Parece que mi comentario sobre Confucio ha ofendido a las chicas, porque nada más pronunciarlo me miran raro y disuelven la reunión.

Deben de ser anti-confucianistas

Me digo a mi mismo y tomo nota mental de no referirme más a Confucio con ellas.

Cuando una de ellas me empuja para salir al exterior, me encojo de hombros y tiro la bolsa del pan en la basura. También estoy a punto de tirar la colilla al water, pero en el último momento*, decido que aun puedo aprovechar la chusta y salgo del baño con el pitillo ya casi consumido pero FUMANDO.

Salgo del baño y me dirijo aleatoriamente hacia la izquierda. No recuerdo desde donde llegué, así que cualquier dirección me vale.

Con el humo del cigarro, ya casi se me han descongelado los bigotes, así que a mi lista de prioridades para hoy se le suma conseguir una maquinilla de afeitar y espuma. A ver si hoy, al fin, me afeito.

Pero antes, sigo con ganas de un hot-dog.

Dónde estarán las salchichas...

Mi deambular me lleva hasta la zona de pescadería donde otro grupo de gente se arremolina.

Se aleja de Asunción, su muy despreciable tía, farfullando y jodiendo al cliente que se cruzara, hasta que se topa con el viejo chino que se la pasaba en el frigorífico, Gai-tan Kanaka, cerca de la pescaderia. Fumando. Pone cara de espanto, es su momento de actuar, de hacer valer la ley del Mercadona, de impedir el crimen, de... de... ¿Y si es como Miyagi y es experto en karate?, y de la nada palidece.

Situaciones desesperadas requieren medidas desesperadas. Se va corriendo a la oficina, a toda velocidad. Coge un rociador de gas pimienta, y vuelve a donde estaba el chino. Le apunta (a tres metros de él), y grita.

- ¡APAGUE EL CIGARRILLO O NO RESPONDO! -