Partida Rol por web

Os sentáis alrededor de una de las mesas del atestado local. La comidilla de todos es el Decreto real.

- Pronto habrá horcas para todos la sarenraenos, te digo yo.- opina un carretero.

- Bah, eso es solo una excusa para subirles impuestos. Pronto reabrirán los templos, seguro.- tercia un camarero.

No pasa mucho hasta que se os acerca un hombre de gran estatura y barba blanca.
 

- Ah, los aventureros. Os estaba esperando. ¿Habéis encontrado mi astrolabio?

Es Ryombar el Mago, que contrató a Sylpher y Ulfgar para un encargo.

Anuruk-te agradeció el llegar a la taberna, en donde apenas entraron pidió algo para comer y una botella de vino respetable. El era un hombre de gustos, pero lo que mas le apremiaba ahora era quitarse ese horrible sabor que le habían dejado los diablillos.

Ya había bebido un buen trago cuando a la mesa de ellos se acerco un hombre con el talante de mago marcado a fuego.

El sonrió ante las palabras directas del hombre y fiel a su personalidad alegre, y fuera de los codigos de costumbres del resto, hizo un movimiento de su brazo abarcando la mesa. -Buen señor, venga y siéntese a compartir un trago en esta humilde mesa, por favor-

-Mi nombre es Anuruk-te, pero mis amigos me llaman normalmente Ruk- Le comunico, dándose cuenta que también era un dato nuevo para sus compañeros.

Sí y no, encontramos el astrolabio... pero estaba como su constructor, destrozado e irreconocible. No llegamos a tiempo para salvar a ninguno de los dos. El resto de los gnolls que nos encontramos por el camino nos ralentizaron demasiado. -Trato de explicar la situación a Ryombar, esperando que sea comprensivo, si nos envió era precisamente porqe podía ocurrir esa situación.

- Hum, encantado, señor.- Ryombar le da la mano a Anuruk.- Bienvenido a mi establecimiento. ¿Sois de Mwamgi, deduzco por vuestro aspecto?

No le gusta oír lo que le dice Sylpher:

- Pésima noticia. Confiaba en ese astrolabio para confirmar ciertos datos astronómicos. Últimamente la alineación de las constelaciones anuncia grandes eventos acercándose. Y si no recuerdo, os di un pago anticipado...

- No hace falta ver las estrellas para conocer que se acercan tiempos desgraciados, maese Ryombar.- interviene Zoria.- Lo anunció Halyn el Ciego en sus premoniciones hace trescientos años. Ya predijo la caída de la Fe y la ruina del Reino.

- No eran mas que delirios de una mente enferma, amiga mía.- opina el mago mesándose la barba.

- No lo creo. Era demasiado preciso. Estaba a punto de descifrar la llegada del día del Sol Negro cuando se incendió mi biblioteca esa mañana.

Ya se que nos pagaste por adelantado, pero no nos esperábamos ni la mitad de gnolls de los que encontramos... podría haber abastecido medio pueblo con la carnicería que hicimos mientras nos abríamos paso, si su carne se pudiese comer....

Ya te haré algún recado en otro momento para saldar este contratiempo, ahora voy a picarte la curiosidad, mira!

Destapo la jarra donde había metido los diablillos y se los enseño. Salieron de una... mujer, parecía preñada, exploto su estómago y salieron unas docenas de estos diablillos y por si fuese poco, cuando quedaban un par, se intentaron meter dentro de él, no se exactamente que son, pero seguro que tú me puedes decir algo.

Ulfgar baja por un momento la jarra de cerveza que ya se conoce el camino de la mesa a sus labios de tanto que lo ha recorrido. Hay algo que le ha llamado la atención. - ¿Tu biblioteca se incendió? - girandose hacia las clerigas de Sarenrae pregunta curioso - Vosotras no estaríais investigando nada del estilo ¿no? Lo digo por lo del incendio...

Sylpher le mira algo molesto por desviar la atención una vez había hecho una pregunta, reconoce el gesto, así que se encoge de hombros y casi sin darse cuenta tiene la jarra de cerveza en los labios, pero... mira y si, apenas queda ya cerveza, le había parecido que la levantaba con excesiva facilidad. Alza la mano y cruza su vista con la camarera. No necesita abrir la boca. Ella asiente y Ulfgar satisfecho sabe que otra jarra está de camino.

Fue agradable el ver que la descripción de la severidad del mago no era del todo acertada. Incluso amable con las caras nuevas del lugar.

-Si, señor, nacido en Mwamgi, muy observador- Bromeo sin malas intenciones. -Pero aunque no lo crea, una parte de mi infancia la viví aquí en esta ciudad-

-Ahora que lo pienso, creo que incluso lo recuerdo a usted después de tantos años... Si, claro, os debo incluso creo que al menos unas 4 o 5 tartas de sus cocinas- Dice sonriendo, al recordar viejas trastadas de niño. -Espero haya mejorado la vigilancia de la cocina... o no-

-Aunque claro, tal vez no se acuerde de mi, acabo de volver luego de mas de una década y media- Luego de eso bebe otro trago de vino. -Al parecer he llegado en tiempos difíciles para esta ciudad- Suelta Ruk como reflexión al aire, mientras mira al vino en su vaso con un tono de voz un poco mas reflexivo y no de tanto regocijo.

Estrecho la mano del mago mientras asiento con la cabeza.

Soy Sandru Valentine señor, un gusto.

Luego me giro hacia Zoria

Disculpe, me gustaría conocer mas acerca de ese día del Sol Negro. Si bien he oído hablar del ciego, nunca logré adentrarme mucho en sus profecías...

Nerisgwen estaba totalmente alicaída, no sabía de que le servía toda esa verborrea y no le daba ninguna importancia a nada de lo que allí ocurría. Si almenos pudiese abstraerse leyendo uno de sus libros, pero ni ese placer se le daba...

- Un profeta ciego y casi loco no es un narrador muy fiable, maese Sandru. Sólo sé que es un presagio funesto y que traerá desgracia a todo el país.

- Claro que os recuerdo. Un pilluelo adorable al que hubiera asado en un espetón muchas veces.

El Mago se mesa la barba reflexivamente.

- Sólo conozca una copia de las Revelaciones. Se guardaba en el monasterio de la Rosa Roja.  Pero el monasterio cayó en manos de los gnolls hace más de cien años, y no se ha sabido nada más de su biblioteca.

- ¡Tenemos que encontrarla inmediatamente! Nerisgwen, estarías dispuesta a ir hasta allí a buscarla?

P-Por supuesto, pero-pero...no me dejarán salir de la ciudad... dijo tocándose los cuernos

Siempre te puedes esfumar eso no es un problema, aunque por desgracia no puedo ayudar a menos que Ryombar quiera que le vaya a recuperar algo en el monasterio, pues aún le debo un encargo por acabar.

Pero si son las profecías de un viejo loco como dices...que tienen de importante? Algo de serio tendrían si las han quemado...

Digo mirando a la sacerdotisa y luego desviando mi atencion como pensando

...tal vez quiera echarle un ojo a esa vieja copia que esta en el monasterio...

El miraba para uno y otro lado. Por un lado una conversación agradable con un personaje de su pasado, por el otro, la vida de muchos que se caían a pedazos, con una pizca de desesperación por hacer algo. Bueno, desesperación era tal vez algo exagerado, pero si gran necesidad de hacer algo, ya que la idea de quedarse a esperar era insoportable.

-Disculpen que me meta, pero creo haber entendido que había dos copias, una la fueron a buscar ustedes- Dijo apuntando con el indice de cada mano a Sylpher y Ulfgar. -Y estaba arruinada, y la otra estaba en la mesa de estudios de ella- Dijo ahora señalando con la mano abierta y la palma hacia arriba a Zoria. -Y termino destruida, o al menos desaparecida-

-En mi humilde opinión, hoy no podéis hacer nada, a algunos se nos metieron demonios por la boca, otros fuimos solo arañados por ellos, mientras que la señorita aquí casi muere quemada... eso sin contar que ahora su Dios es considerada blasfema en todo el reino, no tienen donde dormir, y si la mitad de las cosas que el Señor Ryombar quería investigar eran ciertas las cosas no mejoraran- Luego aspiro aire, sabiendo que debía dejar un segundo para que todos asimilaran lo que había dicho por mas duro que sonara, ya que era la situación real. Y recién ahora exhalo el aire profundamente, buscando aclarar su mente. -La situación no os pinta bien a nadie, y no me agrada para nada, pero creo que por hoy ya nada se puede hacer, con lo cual propongo que cenemos, y luego vayamos hasta la granja en donde viven mis parientes, descansemos y veamos mañana que se puede hacer realmente-

- A mi esto me huele mal, estoy de acuerdo en que hay que echarle un ojo a esa copia. Y más vale que lo hagamos rápido o más gente podría salir mal parada. Asi que propongo que aquellos que tengar prohibida la salida por su fe encuentren un medio alternativo. ¿Quizás puedan salir por la puerta como si fueran invisibles? o ¿Quizás contactar con alguien de los bajos fondos para salir por algún paso de contrabandistas?

- En cualquier caso creo que no deberíamos perder el tiempo. El resto podriamos salir tranquilamente y esperaros en algún punto del camino.

- Yo mandé a esos señores a por un encargo de un artesano, Anuruk. No por nada de ese libro.