Partida Rol por web

Sin previo aviso, me encontraba de rodillas ante todas aquellas personas, con la pistola en mi cabeza.

-Por favor- supliqué-. No me hagan daño. No entiendo qué es lo que está ocurriendo- dije, totalmente confusa-. Por favor- repetí-, no quiero que me hagan daño. Yo no he hecho nada, yo no sé nada- negué, nerviosa, mirando al hombre que me apuntaba con la pistola.

un golpe de adrenalina hace que al momento en que te apuntan con la pistola tu verdadero yo (Alexandra) regrese a tomar control del cuerpo, en vez de inmutarte te ríes: adivina genio!!! Si tengo su arma, su teléfono y estoy aquí preocupada por qué no se muera qué crees que soy?

El capitán te mira con coraje “carácter, cinismo… que envidia…” : jajajajaja siempre dijo que se buscaría una mujer con carácter hace un ademan y te sueltan –te preocupa… ahora tengo una razón más para terminar con ese bastardo de Don Juan… te nos unirás? (te entrega un arma y te devuelve la que traías) cuál es tu nombre?

En cuanto me soltaron, escupí en la cara al maldito capitán.

-Si crees que me voy a unir a vosotros, lo lleváis claro- dije, orgullosa.

En el fondo, sabía que lo mejor era decir que sí, que aceptaba y que me haría lo que ellos me dijeran, pero, en un principio, quería hacerme un poco de rogar.

Perseguían lo mismo que yo, acabar con Juan, pero, yo no olvidaba que me habían apuntado en la cabeza con una pistola. No me había gustado para nada.

De acuerdo, denle un chaleco y una máscara “después de todo… este Luis no escogería a una mujer que no supiera como disparar un arma no?”  Ya que o dice su nombre su nombre clave será “la novia” prepárate (te entregan las cosas) en 5 min entraremos en acción

Los policías se movilizan en segundos preparando su estrategia, que haces?

"Por todos los angeles del cielo, esto no podia estar pasando en verdad". Pensó desesperado el Padre Jonnatan Taylos ante el cumulo de situaciones completamente absurdas y sin sentido que se venian sobre él. Soltó el cuerpo y se libró como pudo de la garra que se aferraba a él con desesperación.

Se levantó y miro a todos lados mientras se agarraba la cabeza y empezaba a sollosar sin poder controlarlo. Sin saber muy bien porque se dirigio al hospital en llamas corriendo...

-¿Có..cómo?- conseguí articular, ante el giro inesperado de acontecimientos.

Miré las cosas que me dejaban en las manos y oí lo de "La Novia". La cabeza empezaba a darme vueltas y sólo me seguía preocupando Luis.

-¡Alto! ¡Alto!- dije, molesta-. ¿Quiere alguien explicarme qué cojones está pasando aquí?- pregunté, comenzándome a enfadar-. Exijo ver a Luis- informé -tajante-, o yo no haré nada- añadí, mirándolos, dejando caer las cosas que me habían dado.

ok, corres la hospital, el chico se levanta y desaparece, llegas a la entrada del hospital y los otros bomberos te llaman. que haces?

Te miro fríamente… dijiste que te nos unirías no?, entonces solo síguenos si quieres volver a ver a Luis síguenos iremos a rescatarlo. Un oficial entra listo señor a su señal!!!
Tienes una acción antes de empezar la búsqueda lanza un dado d10 de voluntad modificador +3 si sacas más de 5 nos sigues la corriente

Miré con el ceño fruncido a todos aquellos tipos y me detuve en el que llevaba la voz cantante.

Me encogí de hombros y, resignada, hice lo que me pedían.

-De acuerdo- acepté, dando un profundo suspiro-. Haré lo que me digáis.

Haciendo caso omiso a las llamadas de los bomberos, Jonnantan trató de buscar en el caos a la joven, ella parecia ser la unica tan confudida como él en estos momentos. Trataria de ayudarla...

te das cuenta que la chica entro al hospital, no puedes seguirla, al menos no sin ir con otros bomberos a extinguir el fuego del segundo piso

Los policías se dividen en 3 a ti te dejan en un equipo de dos, los dos primeros la vanguardia, se adelantan y lanzan gases lagrimojenos y revientan puertas y luces, tu equipo se encarga de eliminar a todos los blancos armados…  el dado dice que te toca describir la carnicería de 4 cuartos antes de que intervenga yo jojojo tienes libre albedrio para las mascres, las heridas y lo que encuentras en cada cuarto solo no puede toparte ni con Don Juan ni con Luis.

Aquello era un maldito caos. Se escuchaban los gritos y los lloriqueos de las personas en cuanto abrían aquellos tipos las puertas. Con qué frialdad hacían su trabajo. Sonreía para mis adentros. Aquello me excitaba.

El volver a tener un arma entre mis manos, poder sentir su peso, su frío metal y el sonido que hacía al meter las balas en la récamara... Eso sólo era comparable con un buen orgasmo.

Seguí a aquellos tipos y patearon la primera puerta. Entré tras ellos, inmediatamente. Dijeron de colaborar y yo lo haría. Apunté durante un segundo nada más y disparé. El retroceso del arma hizo que me dolieran por un momento los hombros, pero, aún así, en mi rostro se dibujaba una sonrisa de auténtico placer.

Salimos de aquel cuarto, dejando un reguero de sangre y medio cerebro ensartado en la pared, y continuamos a por la siguiente habitación.

Esta vez fui yo la que quise llevar la voz cantante, por lo que me adelanté a los dos hombres guiñándoles el ojo con picardía y abrí la segunda puerta de sopetón.

Sin dudarlo, disparé a un hombre y los que venían detrás de mí al niño que estaba en la cama dormido. Sí, ya nunca despertaría. 

Di la pistola a uno de los tipos y me acerqué al hombre que había disparado. Escuché que aún respiraba, por lo que cogí una de las almohadas de la cama donde "dormía" el niño y la apreté contra la nariz y la boca del hombre.

-Venga, a dormir tú también- susurré, con cariño, acercándome a él y lamiéndole el lóbulo de la oreja-. Tengo más cosas que hacer, cielo.

Cuando comprobé que ya no respiraba, tiré la almohada a la cara del niño de la cama y me dirigí al tipo al que le había dejado mi pistola.

-Gracias, cariño- agradecí, cogiéndolo del chaleco y atrayéndolo hacia mí para depositar un apasionado y fiero beso en sus labios.

Salí de la habitación rozando con la punta de los dedos la entrepierna del otro y seguimos con aquella masacre.

Esta vez, fueron ellos los que derribaron la puerta y yo entré detrás. Dispararon a todo el mundo y a mí no me dejaron actuar. Los miré con mala cara y en seguida sonreí: uno estaba herido de gravedad, pero aún respiraba.

Me dirigí a él y, riendo, cogí una de las sondas y la usé como horca para ahogar a aquel tipo. Me ensañé con él, pues pataleó y se revolvió, pero, finalmente, también cayó.

Me incorporé y salí de aquel cuarto seguida de los dos hombres.

Señalaron una cuarta puerta y a la de tres entraron como una embestida y dispararon, a la par que yo me asomaba y disparaba también a una mujer que amamantaba a un niño, el cual también cayó muerto.

Quité el cargador del arma y pedí con un gesto de la mano otro. Con una inclinación de cabeza se lo agradecí y apunté a un tipo que se había escondido tras unas cortinas. Cuando cayó al suelo, se llevó consigo a las cortinas, arrancándolas de las anillas.

Sonreí de satisfacción y respiraba excitada. No podía evitar sentir un cosquilleo en mi entrepierna que me hacía sentir viva.

El instinto inicial de supervivencia se ve derrotado ante toda una vida de formacion para el sacrificio y la entrega hacia los demas. Aunque su último acto de rebeldia ante estas enseñanzas le habian llevado hasta donde estaba, no pudo reprimirlos esta vez.

-"El segundo piso está en llamas, debemos llegar a el"- Gritó tratando se asumir su nuevo rol de bombero.

Tres bomberos fueron tras de ti, llevando equipo para extinguir el fuego, entras al hospital estas en las escaleras, el fuego está en el piso 2 la chica… no tienes ni la menor idea

ok dame un momento para decidir los premios... y conjurar tu trama...

Por ahora se centró en intentar apagar el fuego, aunque dio paso a los tres bomberos experimentados para que ellos afrontarán lo peor. Miraba nervioso a todos lados, tratando de encontrar a la chica.
-"Veré si hay alguien por aqui"- Dijo a los otros tres mientras se disponia a recorrer el piso 2.

Okita ^^