Partida Rol por web

Carne Picada

5. Secuelas

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06/03/2010, 18:37
Henar Sánchez

El cadáver de la criatura sigue sangrando y el líquido caliente humea al contrastar con el frescor nocturno. Henar se aferra a la pared de ladrillo y mira intensamente a Frantisek. No es una mirada de odio, más bien de incomprensión, la que se dedica a un niño que no entiende nuestras explicaciones.

-¡No es mi muchacho! ¡Es una bestia! ¡Un pecador! Un.. un.. un pobre desgraciado. Me necesitaba. Creía que me necesitaba. Pero yo ya no tengo ese poder que le liberaría. Y quien lo tiene no quiere usarlo.-

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07/03/2010, 04:31
Facundo Caballero

Las palabras de la dueña de casa obligan a Facundo a mirarla con atención y apuntarle con el machete que tiene en la mano - Que quien lo tiene... - repite - Es que hay alguien que controla esto? Creo que deberemos hablar muy seriamente... cuando curemos a nuestro jefe - agrega sin perder de vista sus prioridades. Salir vivo del lugar, quedar bien con la productora y sus autoridades (representadas en este momento por Ernesto) y, si es posible averiguar que es lo que pasa... siempre que sus primeras prioridades puedan ser cumplidas

- Si, deberemos hablar - repite señalando al pecho de Henar con la punta del machete - Y esta vez sin mentiras -

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07/03/2010, 16:31
Ernesto Crocce

Ernesto se suelta del agarre de Diego, de forma brusca, y camina tambaleándose. Al pasar por al lado de Camestres, me regala una mirada indefinida entre el orgullo, las ganas de asesinar, y la preocupación de ver cómo está. Pero dura un segundo: sigue su camino hacia Frantisek y Henar, revólver en mano, móvil en mano, el hombro abierto y sangrando, sangre por todas partes, su rostro totalmente sucio, respirando a duras penas, su gesto congelado en la ira. Sus ojos brillando en medio de la oscuridad con una dosis de locura, la locura que agarra a un hombre sensato sumido en la vorágine de la barbarie.

- ¿Esta cosa hija de puta era tu hijo? ¿El mismo pibe que tenías en un altillo y que bajó con un cuchillo y casi nos mata una vez? Decime una cosa, ¿¡qué mierda tenés en la cabeza!? - Ernesto está gritando al borde de la locura - ¿¡Y cómo fue que pasó esto?! - se vuelve a la criatura, inerte, y le asesta una patada con tal furia que un crack peludo, amortiguado y fuera de toda fuerza sobrehumana. Aquello parece meterle en sus cabales de nuevo, al menos para dirigir una austera mirada de hielo y fuego a Henar - Vamos a salir de acá, y te juro por mi vida que esta no te la llevás de arriba.

Se vuelve a Frantisek y a Facundo.

- Si no hay nada que hacer con la criatura, agarren a la mina y vamos para arriba - mira a Frantisek en particular para continuar hablando - No sé qué hiciste, pero cuando cerremos la puerta sería mejor que lo hagas de nuevo, ¿no?

Los deja y se va, tambaleándose y despacio, resistiendo como todo buen macho debe hacerlo. Cuando llega al nivel de Diego, vuelve a hablar, mirando a Camestres.

- Diego, gracias por tu ayuda, pero preferiría que te lleves a Raúl. Andá a saber si se le pasó el arranque y yo no podría contenerlo si lo agarro. ¿Podrías con eso?

Echa una mirada de nuevo al sótano, aquel lugar que había creído su tumba, mira a sus subalternos a ver si hacen lo que deben hacer y si la bestia efectivamente no hace ningún intento post-mortem. Entonces, sólo entonces, sube como puede los escalones y sale.

Apenas está afuera, mira a sus costados, al cielo abierto, respira, y se derrumba sobre sus rodillas.

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08/03/2010, 02:27
Facundo Caballero

- Entendido, no se escapará - asegura Facundo mostrándole a Henar el machete que empuña con fuerza - Vamos, el jefe quiere hablar contigo... y hablarás. Esta vez sin mentiras -

Amenazar a una mujer indefensa es mucho más sencillo que hacerlo a un lobo humanoide con sus dientes intentando comerselo a uno... o a un loco con un cuchillo, y el locutor usa el machete para subrayar sus palabras antes de comentar a todos los presentes - Por cierto... el del cuchillo, alguien sabe donde está? No me gustaría que nos sorprendiera - comenta mientras mira a su alrededor, dandose cuenta que, quizás, los problemas no han terminado

Notas de juego

Pues... amenazo a Henar e intento asegurarme que le loco del cuchillo no esté cerca.

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08/03/2010, 15:18
František Dvorák

El anciano acaba el círculo de sal y observa a Ernesto preocupado por sus heridas.

Al acercarse a Henar se inclina sobre ella, pareciendo menos amenazante para que la mujer se tranquilice.

Cuentzemie lo quie siabe, es impiortiante piara aquiabar con eszta triahedia.

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08/03/2010, 15:21
František Dvorák
Sólo para el director

Notas de juego

¿Puedo calcular el tiempo que tardará Ernesto en transfortmarse en hombre-lobo, si es que el anciano lo sospecha?

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08/03/2010, 16:36
Raúl Camestres

Camestre, aún abstraído por los sucesos recientes, retornó a su posición en completo silencio. Su mirada se había endurecido, y una profunda convicción parecía emanar de ella. Aquel rostro embadurnado de porquería irradiaba una determinación fanática.

Con movimientos suaves y medidos, recuperó su arma y se la echó sobre el hombro. Aquella era la típica posición utilizada por los “duros” de Hollywood para resaltar sus descomunales bíceps, aunque en el caso de Camestres el efecto óptico no se lograba del todo.

Clavó su vista en el oscuro horizonte, buscando nuevas amenazas con las que terminar.

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08/03/2010, 23:26
Henar Sánchez

Ya al aire fresco del jardín, escucháis las voces de Henar protestando a las palabras de Ernesto al menos con el frescor de la noche en el rostro, lejos del olor de la absolutamente inerte criatura, que ni siquiera se ha movido cuando Raul ha enredado en sus carnes.

-¡No es mi hijo! ¡Es un pecador, os lo he dicho! ¡Se merecía la maldición! Mi hijo ha huido, por la carretera, cuando le habéis atacado. Y él es el único que puede liberarlos. ¡El! Yo ya no tengo ese poder, hace tiempo que lo heredó.-

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08/03/2010, 23:51
František Dvorák

Lio quie fialtaba. - Resopla en anciano checo. - Ya lie enquiontriariemozs. Piero ahoria diebe riespondier a algunias prieguntiazs, Heniar.

Frantisek se mesa las barbas mientras ordena sus palabras.

¿Quiomo quiomenzsió yesta liocura? ¿y die quié pioder nios hablia? - El profesor cree saber de que se trata pero quiere oírlo de sus boca para estar seguro.

Notas de juego

Vamos, que no tengo ni puñetera idea, pero queda muy bien rolearlo así. XD

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09/03/2010, 00:14
Director

Notas de juego

Cita:

¿Puedo calcular el tiempo que tardará Ernesto en transfortmarse en hombre-lobo, si es que el anciano lo sospecha?

Según la parapsicología, en la siguiente luna llena.. :D

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09/03/2010, 00:29
František Dvorák
Sólo para el director

Notas de juego

Vale, siempre le puedo matar de manera preventiva. XD

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09/03/2010, 01:50
Facundo Caballero

- Liberarnos? - Facundo se rasca la cabeza intentando entender que es lo que está pasando pero dándose cuenta, poco a poco, que el loco del cuchillo, quizás, no es uno de los enemigos, sino un posible aliado.

- No, no. Nosotros no lo atacamos, nos defendimos. Fue él el que nos intentó atacar. Pero quizás debamos conseguir que vuelva... Eh... Tiene un celular con el? - pregunta con pocas esperanzas - De cualquier manera, lo primero es lo primero, entremos en la casa, atendamos a Ernesto y luego veremos que otra cosa hacemos -

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09/03/2010, 04:37
Diego Hess

Suelta a Ernesto como este le ordena, pero pese a su orden de ayudar a Raul, la pose de victoria de Camestre no incentiva mucho a Diego a molestarse en ayudarlo, así que directamente lo ignora mientras presta atención a lo que dice Henar.

-Che Ernesto, dame tu celular que seguro saca mejores fotos y graba con mejor calidad, esto hay que documentarlo, me niego a vivir esta experiencia y que nadie me crea

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11/03/2010, 04:43
Ernesto Crocce

Ernesto se gira sobre sí mismo. Arrodillado en el césped, pálido como un muerto, daría una impresión de profunda lástima si su cara no estuviera tan encrispada de furia y hartazgo. Las rodillas dejan de sostenerlo y cae sentado en su sitio, respirando agitadamente. La sangre sale a chorros de la unión de su hombro y su cuello, sangre que no se ha detenido a pesar de que Ernesto estaba apretando con fuerza. Mira a Henar a punto de decirle algo, pero pierde el aliento y los ojos se le cierran como al borde del desmayo. Estaba pálido hace unos segundos: pero ahora esta quieto, rígido, y tan blanco que parece transparente.

- Diego... ayudame con esto - dice con voz queda, tanteando a su alrededor como si intentara encontrar un punto de apoyo suficiente para intentar ponerse de pie - Sangra mucho, necesito parar la sangre - lo intenta una vez pero sólo logra unos centímetros. Cae pesadamente de nuevo y hace un gran esfuerzo para mantenerse erguido - No me puedo mover.

Con el resto de energía que le queda, le da el Blackberry a Diego y clava los ojos descentrados en Henar.

- ¿Atacado, nosotros? Un carajo. Pero hacemos un favor y danos unas... vendas... - la respiración de Ernesto se vuelve más agitada, y los párpados se le empiezan a cerrar - Para... ... Raúl y para m...

Cierra los ojos involuntariamente y con el brazo sano, con el revólver todavía agarrado, se aprieta el hombro abierto intentando ejercer mucha fuerza. Pero no parece suficiente, porque su mano no termina de cerrarse del todo, y la sangre sigue saliendo, sale, y después de salir de ese sótano de mierda, Ernesto parece irse con ella...

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11/03/2010, 09:51
Henar Sánchez

Henar, cabizbaja, escucha las preguntas que en borbotones tan ligeros como la sangre de Ernesto le dirigís. No parece saber a cual responder. Sus ojos han enrojecido y se agarra las manos con tanta fuerza que blanquea los nudillos.

-Mi nombre no es Henar Sánchez. Mi madre lo cambió. Me llamo Henar Fiialkov, pero adopté el apellido de mi madre cuando mi padre fué abatido por el bando nacional. Él era un brigadista voluntario.. en la guerra civil, luchando con los republicanos. El Espinar fue una zona fronteriza del conflicto y ellos se enamoraron mientras los rojos todavía controlaban esta zona. Pero mi padre también era el último descendiente de una casta especial, los míos, la gente errante. Todo esto se lo confesó él a su madre antes de echarse al monte cuando los nacionales tomaron el pueblo. Luego mi madre supo que había muerto, cazado como un animal en el bosque. Pasearon su cadáver. Nosotros, mi gente, tenemos el poder de maldecir y de bendecir por igual y yo nunca lo usé aunque mi madre me hablase de ello y yo estudiase en secreto la sabiduría de mi pueblo. Pero, hace diez años cuando.. cuando aquellos.. pecadores maltrataron a mi hijo.. mi pobre niños.. yo les maldije a través de la comida, les maldije con el ansia por la carne. Funcionó con algunos y estos dieron cuenta de los demás. Inventé la historia de los asaltantes. Pero mi hijo, mi hijo al que yo había salvado, al que había vengado.. él no me perdonó. Lo había visto todo. Se.. se quebró. Me odiaba y temía pero no podía alejarse de mí. Decía que quería vigilarme, evitar que yo lo volviera a hacer. Yo.. yo no quise contarle la verdad. Él.. él ha heredado mi poder para maldecir y bendecir pero no lo sabe. Creo que se mataría si lo supiera. Yo no puedo hacer ya nada. Cuando un descendiente hereda el poder, su antecesor lo pierde. Es nuestra propia maldición, en realidad. Si mi hijo no llega a saber nunca de su poder y nunca tiene hijos.. la maldición habrá acabado.-

La voz de Henar se apaga para ser sustituida por el quejido de la respiración de Ernesto, cada vez más entrecortada.

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11/03/2010, 10:21
František Dvorák

¿Que hisierion a su hijio? - La pregunta presurada de Frantisek, no se dejó esperar. Para girarse hacia sus compañeros. - Hay quie enquiontriar al shico diel cushillio.

Al decirlo la mirada fue directa a los ojos de Ernesto instintivamente.

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11/03/2010, 12:57
Diego Hess

Cuando se volte a Ernesto ve como este se pone algo extraño y cae al suelo

-Heeee gente, podemos dejar eso por 5 segundos, Ernesto se nos mueres y no creo que lleguemos a un hospital a tiempo... y la única forma que se me ocurre para parar la hemorragia es cauterizarla si alguien conoces un método mas humano que levante al mano ahora.

Dice como quien no quiere la cosa...

-Vamos todos para adentro AHORA!

Mientras pone el brazo sano de Ernesto por sobre su cuello para levantarlo

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11/03/2010, 13:31
Facundo Caballero

Para Facundo, la historia, desconcertante, de la mujer, hubiera sido una ridiculez... si no hubiera visto los efectos de la supuesta maldicion. sin embargo, para su sorpresa el que estaba portándose como una persona racional era Diego. Y eso no le gustó en lo más mínimo. Ese desgraciado no podioa ser más util que el ante Ernesto

- Estás loco? Si lo quemas lo terminas de matar - le contestó en parte convencido de sus palabras y en parte por el simple afan de no coincidir con el cámara - Mejor lo vendamos. En la casa debe de haber vendas y sino las fabricamso con algo de ropa. Tela y cinta para contener la salida de sangre y... bueno, yo no le pienso quemar el cuello - completa antes de enfundar el enorme machete que tiene en la mano y sacarle al revolver a su jefe

- Vamos, suelta eso, en tu estado es peligroso - comenta mientras se ocupa de desarmarlo.

- Asi que todo el pueblo es... eh... como esa cosa - comenta a la mujer, casi desinteresadamente. - Ya veremos. Nos contarás tu historia más tranquila, cuando curemos a Ernesto - continúa mientras ve como Diego levanta (o intenta levantar) a Ernesto. Apuntando con el revolver a Henar le indica - A la casa. A una cama - para que abra la marcha.

Notas de juego

Para "curar" (o por lo menos estabilizar) que se tiraría?

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11/03/2010, 20:51
František Dvorák

El anciano, más pendiente de otras cosas cae en la cuanta del estado de Ernesto y no de su futuro.

Piedirié ayiuda pior lia riadio die lios agienties. -Una vez dicho esto se acercó hacie el coche patrulla de la guardia civil, parra tratar de ponerse en contacto con el cuartelillo de turno. - Vayian ayiudiandiolé en el interrior.

Recoge la escopeta y parte con precaución, la posibilidad de otro ser de estos le atemoriza.

Nio lia pierdiais die fvista. - Dice refiriendose a Henar.

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13/03/2010, 10:16
Director

Conscientes de que en esta casa no hay nada que pueda servir como vendaje a Ernesto, os trasladáis renqueantes hacia la contigua, donde empezó todo. Desde el pueblo ya no llegan aullidos ni gritos. El silencio es siniestro e inquieta aún más que el caos anterior.

Llegáis al jardín de la casa y entráis camino de ella, dejando a Frantisek (salvo que alguien más le acompañe) intentando comunicarse por la radio de la Guardia Civil. Ernesto está casi desvanecido mientras sique perdiendo sangre.

Notas de juego

Le he quitado algún punto de vida más a Ernesto. Chicos, que se os va.. XD Conocimientos + Medicina, por si alguien se estaba preguntando..