Partida Rol por web

Las manos de viktor buscan ansiosas los recovecos de mi carne. Por fin se pone la cosa interesante. La urgencia, la improvisación, el olor de los lavabos, la amenaza a la otra vampiro…todo colabora para ponerme aún más caliente.

-Voy a ser una chica muy mala…

Cuando me desata el corsé mis pechos se balancean, liberados al fin. Los aprieto rápidamente contra su pecho para que no pueda verlos bien y mantener el ansia. Cuando se baja los pantalones compruebo que no ibamos a tener problemas por ese lado. Víctor parece preparado, MUY preparado.

La visión de su carne al aire supone el pistoletazo de salida para esta carrera contra reloj. Me dejo caer de rodillas y, levantándola, comienzo a trabajar la base mientras me masajeo los pechos.

Bueno, como introducción está bien, pero ten en cuenta lo que yo escribí en tu post, y es que tiene a la vampira atrapada entre el lavabo y su cuerpo y no parece tener intención de cambiar de postura o permitirle cierta libertad.

A ver, como te veo perdido, te voy a dar las referencias y tu lo montas como gustes, tal cual hiciste con el primer post con ese baile que se marcó el personaje xD

Viktor va a intentar hacerlo rapidito, como la tiene de espaldas hay dos opciones, que lo haga tal cual están los personajes puestos, empujandola contra los lavabos o subiendola a la encimera para hacerselo. En cualquiera de los dos casos, no va a dejar que Daphne haga lo que ella quiera, siempre será él quien domine y no quiere que haga nada que no sea abrir las piernas y dejarse hacer xD Es más, utilizará tanta fuerza que lo más probable es que el personaje se crea que la va a partir en dos.

Así que de ahí, mira a ver que post te sale ^^

Un saludo

Antes de que me de cuenta me veo con la cara pegada a los baldosines de la pared, con mis pechos colgando sobre la taza del váter y el culo preparado para la verga de Viktor. Me penetra de un golpe, como un ariete. Siento desgarrarse parte de mi, un súbito dolor me sobrecoge y me impulsa hacia delante, haciendome girar la cara y aplastando mi mejilla contra los frios baldosines. Viktor me folla como esperaba, como una bestia, gruñendo y salivando. Entre empellón y empellón siento las gotas de saliva caer sobre mis nalgas expuestas.

No habia mentido. Es duro y salvaje. Al principio el dolor lo es todo pero entonces me abstraigo, me hago una idea mi misma vista desde fuera, como si mi espiritu se elevara y me viera desde arriba siendo empalada contra la pared de un lavabo sucio y decadente. EL imaginarme asi, sometida y dominada, obra el milagro y empiezo a notar placer además de dolor. Poco a poco el calor de mis entrañas se xtiende por todo mi cuerpo y no tardo en boquear buscando ayuda para respirar...¡me está llenando tanto que me falta el aire!

-Si...¡Hazme tu perra, Viktor! Dame más!

Las palabras sirven de espoleo para el gangrel que redobla sus esfuerzos. Yo, por mi parte, dolorida y con la cara entumecida me doy cuenta de que estoy dejando un reguero de saliva en la pared.

Soy una guarra de cuidado, pienso.

Víctor me coge entonces del pelo y me folla como si montara un caballo salvaje, tirandome del pelo y arrancándome mechones enteros. Yo me debato entre el dolor del pelo o la sensacion tan excitante de perder el control. Quiero que pare pero a la vez no quiero. Cuando se cansa de mi pelo me coge de las tetas y las aprieta como si quisiera incrustarmelas en la caja toracica. Escucho un gemido de placer puro...¿Es él o soy yo? Víctor parece afrontar el crescendo final cuando acelera. su pelvis se ha convertido a estas alturas en un martillo neumático que me hace temblar de pies a cabeza. Los gemidos aumentan de intensidad hasta que, de repente, sin previo aviso, la saca de dentro de mi de un tirón y siento algo pesado y caliente caer sobre mi traseroy mi espalda. Juro que si tuviera que intentar adivinar cuanto ha echado, diría que debe haber un charquito ahora mismo en el surco de mis nalgas.

Ya todo ha acabado para él pero quiero que me recuerde y que me busque asi que estiro mi lengua por encima de mi propia cabeza y recojo algo de su zumo de mis cuartos traseros para metermelo en la boca. Cuando él se aparta, me doy cuenta de que las piernas no me sostienen, asi que me siento en la taza. Me giro para que vea que he dejado restos por mis labios y, mientras intento recuperar la respiracion le digo:

Ah...ah..gangrel, éste aún no lo había probado.

Brutal, vale así, puedes publicarlo cuando quieras xD

Me retiro a mi camerino a trompicones. Parece que haya estado montando un caballo salvaje sin silla ni ropa.

Bueno, la verdad es que asi ha sido. pienso divertida.

Cuando llego me quito la ropa, preparo una ducha caliente y me sumerjo bajo el chorro revitalizador. mientras me quito la peste y el sudor reflexiono sobre las palabras de Viktor.

Darío querría que siguiera al lado de Viktor, puede ser una fuente de información muy valiosa. En cuanto salga de aquí me pondré ropa formal y me uniré a Tatiana y a Abel, a ver si averiguan algo.

Salgo de la ducha y me enfundo un trajes negro que guardo en el vestidor. Lo combino con una blusa muy escotada de color carmín. Me echo un vistazo y asiento satisfecha. Agarro mi bolso bueno y salgo hacia donde están estos dos.

Entro en el erservado y ahi está Tatiana. Al parecer no está sola. Thomas, el chiquillo del príncipe está con ella y los acompaña una mortal borracha o muerta, no sabría decir. De Abel ni rastro.

Hola, jefa. Vengo a ver si pùedo ayudaros con la investigación. Ya conoces mis contactos y mis habilidades.

Me sorprende un tanto no encontrar a Abel con ellos.

¿Y Abel? ¿Donde se ha metido ese pastelito de ventrue?

Me fijo en el leve sonrojo de Tatiana y tomo buena nota. No voy a decir nada al respecto frente a Thomas, por supuesto.

- Abel está informando a Constantine - contestó Tatiana poniéndose en pie. Su vestido estaba arrugado y un poco manchado de sangre, por lo que mientras hablaba con su empleada, intentaba recolocarse el corto vestido sobre los muslos para disimular. - ¿Viktor se ha ido al hospital? - ante el asentimiento de la setita, Tatiana miró a Thomas, que estaba todavía medio ido con el rostro lleno de lágrimas de sangre y dudaba si dejarlo allí o sacarlo. Llamó a uno de sus ghouls que sacó de allí a la mortal en brazos, la cual estaba durmiendo a pierna suelta y luego avisó a otro de que vigilara el reservado. Junto a Daphne, fueron al despacho de la Toreador. - Ya que veo que estás bien posicionada, necesito que hagas una cosa por mi... Todo lo que puedas sacarle a Viktor será recompensado, ¿me explico?

Je! No esta mal! Ambos bandos quieren que espie para ellos. Me siento como Clint Eastwood en "Por un puñado de dólares".

Así es, está en el hospital y entiendo lo que dices pero yo nunca traicionaría a Viktor, ¿Me entiendes? Este ultimo me entiendes lo hago guiñandole un ojo y señalando con la cabeza a Tomas. Tatiana no deberia hablar tan alegremente de traicionar a vastagos tan importantes delante de cualquiera. Mi mirada y mi gesto, de espaldas a Thomas, quieren decir lo contrario de lo que acabo de decir.

Giro sobre mí misma observando el espectáculo que se había montado en aquella habitación.

Puedes subir ese pequeño turno cuando quieras, no sé si me estas esperando o es que andas ocupado. En cualquier caso, no quiero agobiarte, era solo por saber si seguías por aquí o no ;)

La verdad es que te estaba esperando :) Hoy lo subo de aqui a un rato

No puedo evitar una sonrisa de ternura al verlos dormir como angelitos. Sin despertarlos me acerco reptando a Michelle, le separo las piernas y la muerdo en la cara interior del muslo derecho. El mordisco, como no, la despierta pero de inmediato empieza a gemir con cada sorbo de vitae. Una vez y otra más, bebo de ella. La noto estremecerse con cada movimiento mio. Tanto Cristine como Lucas siguen durmiendo, convirtiendo el intercambio en secreto, en clandestino...

Puedo ver como sus pupilas bailan y empiezo a notar un fuerte olor proviniente de su sexo.

Mi muñequita...le susurro.

Me doy la vuelta, de forma que mi vientre queda justo encima de su cabeza, la cual, a su vez, reposa sobre el pecho de lucas. Ella sólo ha de mover la lengua para darme placer, y así lo hace. Una estimula a la otra en una especie de corriente continua que me recorre haciendome temblar con cada aspiracion. Pronto quedo saciada y alejo mis colmillos de su tierna carne. La sangre se desliza por sus piernas como un víbora entre la hierba, serpenteando, como si quisiera ella también disfrutar de la suavidad de sus muslos. Mientras veo la vitae recorrer sus piernas y gotear en el suelo siento como mis pezones se erizan más allá de lo posible.

Acerco mi brazo a mi propia boca haciéndome un pequeño corte con los colmillos. Entonces dejo caer mi propia sangre sobre mis pechos, duros como rocas. Michelle se despierta de inmediato y se mueve con cuidado para no despertar a los otros dos. Al poco coloca su boca entre mis pechos, justo en la parte inferior del canalillo y puedo ver como sorbe y mi sangre baña su cara. Me meto dentro de su cabeza para obligarla a dejar de beber y a darme placer con la mano. Mientras lo hace, mi sangre, perezosa, se deposita en su rostro, en sus labios, en sus pechos...

Entre gemidos y estertores, me corro. Me corro encima de los otros dos, que ni siquiera se despiertan. Jadeo, me esfuerzo por respirar. Cuando controlo de nuevo mi cuerpo la herida ya se ha cerrado. Estoy como nueva y me siento como lo que soy: una diosa de la noche, una oscura afrodita vampírica. Tan distinta a aquella hija de predicador que era al principio.

Me levanto, dejándome a la extenuada Michelle caer dormida de nuevo sobre los cuerpos de sus compañeros.

Me ducho y me visto para matar y me voy para el Haven. Tengo un ventrue con el que hablar.

Al llegar al club me entero de que Abel no está.

Mierda.

La buena noticia es que Tatiana tampoco y que se ha ido al Eliseo.

Despues de lo de anoche no hay que ser un lince para suponer que Abel estará allí también.

Aviso de que hoy no haré mi show, salgo del Haven, subo en mi Ducati y me dirijo al Eliseo.

Viktor parecía ejercer una influencia en su chiquilla como Darío en mi. Mi cuerpo muerto se estremece al evocar la figura de Darío. Los Gangrel son despiadados, salvajes, ferales...pero no se puede comparar con la sangre fría y el sadismo de los hijos de Set. Dejaría que Viktor me tomara como a una muñeca de trapo cien veces antes de que Darío vovlviera  a pasar una mano por mi hombro. Esa mirada suya, fría como el hielo...esos ojos, azules, casi glaucos. Que brillan con una maldad antigua, de siglos de depravación y de goze al inflingir sufrimiento. Esos pequeños ojos dominados por la sed de poder, de devocion al clan, a la familia...

Me apretujé dentro del abrigo de Viktor. Era absurdo, pues yo ya no sentía frío, pero estaba helada por dentro. Tal era la influencia de Darío. Podía sentir su arrugada mano deslizándose por mi piel como una lengua de petróleo: fría, viscosa, avanzando lentamente por entre mis pechos...

No quería quedarme allí sola, así que, poco a poco, empecé a acercarme a Víctor.

Cuando la setita se aproximó al gangrel, pudo notar la tensión que emanaba de este, y también, una sensación de amenaza que a punto estuvo de hacerla retroceder. La india se mantenía en guardia frente a Viktor, pero temblaba de miedo.

- Что вы хотите? - le preguntó ella de forma brusca. Viktor volvió a hablar en ruso, con voz dura y marcial, señalando a Daphne y el abrigo. Cuando terminó de hablar, Ankhaira clavó la mirada en la setita, siempre en tensión, siempre en guardia, siempre manteniendo las distancias.

- Deja el abrigo en el suelo y da un paso atrás - le dijo entonces Viktor a Daphne.

Daphne se deslizó como una serpiente fuera del abrigo, dejándolo caer al suelo. El tono de Viktor impresionaba pero esa chiquilla no. Daphne era un hueso muy duero de roer si había que llegar a las manos. Podía arrancarle la cabeza a esa perra de un lenguetazo.

Si, Bwana. Contesto con sarcasmo.

La india vigiló todos los movimientos de Daphne: cómo se acercaba a Viktor, cómo se quitaba el abrigo, cómo lo dejaba en el suelo... tanta concentración en la setita no le permitió escapar de las garras de su Sire. En cuanto ella bajó la guardia, con un movimiento demasiado rápido para los ojos de Daphne, Viktor se lanzó contra la india, que atacó con el cuchillo y los colmillos desenfundados. Él fue más rápido en esquivar un navajazo, golpeó a la mujer en la cara con el puño cerrado y la derribó. Agarrándola del pelo, la arrastró hasta el abrigo sin que ella dejara de removerse y chillar, despertando a los animales de sus jaulas, que empezaron a montar un escándalo monumental.

La obligó a ponerse de rodillas frente al abrigo, para después hundirle la cabeza entre los pliegues de este, sin dejar de lanzarle amenazas en ruso. La india se resistía a obedecer, hasta que al final escupió una única palabra:

- Tzimice

Viktor le soltó el pelo, no sin antes darle una bofetada tan tremenda que acabó rodando por el suelo de tierra varios metros más allá. Cogió el abrigo y se lo devolvió a Daphne.

- Ya podemos irnos.

Mientras se alejaban de allí, la india se arrastró hasta las cuevas de los osos para desaparecer en su interior.