Partida Rol por web

Carnival

Capítulo I: "Se buscan aventureros"

Cargando editor
10/06/2011, 03:29
Nicole Johnson
Sólo para el director

Mi corazón tiembla y se extremese cuando escucho a la mujer hablar. Oh... es horrible. Musito. Yo, yo claro que te ayudaré, en lo que yo pueda... ire en cuanto pueda, ¿ sabeis quien le ha secuestrado?

Cargando editor
10/06/2011, 16:02
Leonard Archer
Sólo para el director

Leonard evaluó sus posibilidades. Normalmente, su cabeza solía trabajar a alta velocidad considerando todas las alternativas posibles y no descartándolas hasta que estaba completamente seguro de que aquella no le convenía. Esto hacía que a veces pudiera ser algo lento tomando decisiones, por lo que, con el tiempo, había inventado algunos retorcidos mecanismos instintivos para ganar algo de tiempo. No siempre servían, y, desde luego, en un momento de tensión quedaban totalmente descartados, pero en conversaciones como aquella solían sacarle de más de un aprieto. Mientras procesaba lo que había oído, respondió a su madre con tono lento, despreocupado, sin pensar realmente en lo que estaba diciendo. Mero acto reflejo, como el de subirse a su moto y meter las llaves, sin llegar arrancarla, algo tan natural como solo la experiencia puede otorgar

Me sobrestimas, madre. Ya te lo he dicho muchas veces: Ni yo soy tan buen policía, ni tú puedes ser objetiva en este tema Al fin y al cabo, era su propio hijo... Se llamara como se llamara Por lo que veo, el asunto es peliagudo...

Se preocupó bastante en arrastrar las palabras, intentando rascar algunos segundos más de cortesía, aunque, viendo que no podría posponer mucho la decisión sin levantar sospechas en su madre, se resignó a lo más lógico: Tranquilizarla. No había sido el mejor de los hijos, eso cualquier podría verlo, pero sí que se preocupaba lo suficiente por Úrsula como para darle esa pequeña alegría. No creía que Tottle le fuera a poner muchas pegas para quedarse con él. Si, era cierto que debido a su posición existía cierta carga emocional con el suceso (No en vano, el desaparecido era su primo), o debería hacerlo, ya que Leonard, en esos momentos, no podía sentir más que cierto interés profesional por el caso. Siempre era triste que un niño desapareciera, pero no sentía pena más allá del mero hecho de que hubiera ocurrido así. Al fin y al cabo, hacía años que no veía a Peter, ni a sus padres, y sus encuentros tampoco habían sido muy efusivos, que digamos. Por suerte, Tottle sabía que Leonard no guardaba mucha relación con su familia, y también que normalmente anteponía el trabajo a sus propias emociones. Sí, podría conseguir el caso sin problemas. No necesitaría que su madre llegara... A ese extremo, para lograrlo. A decir verdad, quería borrar la propuesta de su memoria cuanto antes. No es que fuera un fanático de la ley, pero aquello rozaba la ilegalidad lo suficiente como para incomodarle

Intentaré apropiarme del caso. No te preocupes, probablemente Tottle no me ponga muchas objeciones... No volvió a tocar el tema sobre lo de que su familia "tirara de los hilos para...". A decir verdad, pensaba ceder en cualquier otro aspecto antes de volver a tocar ese asunto Voy a la comisaría ahora mismo, cuando tenga un rato libre te llamo y te comento como ha ido todo

Dio la conversación por finalizada, aunque no llegó a colgar. El motor de su moto comenzó a rugir cuando giró la llave para arrancarla. A pesar del ruido, se permitió una última despedida, esta vez con un tono algo más íntimo y relajado

Hablamos luego. Un beso

Cargando editor
11/06/2011, 01:31
Ian Brown

Enseguida vi mi prioridad en mi cabeza, tenía que ir a ver que le pasaba a Patricia, la quería demasiado como para abandonarla. Cristopher y Cassandra tendrán que esperar, ella era lo primero para mi.
-Lléveme a esta dirección-Le indico al chófer pasándole un papel con la dirección de mi mujer. Y luego agarro el móvil decidiéndome si mandarle un sms a mi ex-mujer o no. Decido por hacerlo.
-Voy de camino, tranquila, no tardo.-Presiono el botón de enviar y espero ansioso la respuesta acomodándome en el sillón trasero del automóvil.-Espero no sea nada grave, o yo mismo mataré a ese hijo de puta

Notas de juego

1.- Si no se puede usar lenguaje agresivo, avísame y seré mas cuidadoso.
2.- Que es una mucama?xDDD
3.- Espero que este post este a la altura de tus expectativas.
4.- Me llama mucho la atención la partida, espero que siga así ^^"

Cargando editor
11/06/2011, 01:04
Susan Fox
Sólo para el director

Susan se movía de un lado al otro de la oficina. Marcaba el número de alguien. Se lanzaba encima de cada uno que llegaba, para después recordar otro nombre y también llamarlo. Es que estaba ansiosa y quería obtener el número de Antoniette cuanto antes. No pensó que se le fuera a hacer tan difícil conseguir el número de la actriz. ¿Es que nadie de la sección de espectáculos la conocía? ¿Nadie en ese diario la había entrevistado nunca?

Estaba a punto de desanimarse cuando consiguió finalmente el número del representante. Aún no había podido llegar a la mujer, pero era un avance. Al llamarlo, nuevamente aparecieron trabas, pero pareció que la fortuna se ponía de su lado cuando a la secretaria se le escapó que Antoniette Von Hausen se encontraba en su casa de campo.

Esto generó gran duda en Susan. El caso de Peter la había afectado mucho, como la afectaba cada secuestro o desaparición de un niño tan pequeño. La posibilidad de crecimiento había tapado un poco ese feo sentimiento que tenía dentro, pero aún así quería tratar el tema con gran respecto, y no sabía si presentarse sin previo aviso en la casa era conveniente.

Empezó a moverse para conseguir la dirección de la casa de campo, aunque aún no estaba segura de si iba a ir. Conseguirla no le costó tanto como el número de teléfono, y pronto se vio obligada a tomar una decisión. Haciendo una rápida recorrida por su vida, vio que cada vez que le había ido bien, había sido por seguir sus instintos y no detenerse a pensar demasiado en los aspectos negativos de los asuntos. De pronto se vio tomando su cartera y saliendo de la redacción.

 

Notas de juego

Doy por hecho que la dirección de la casa de campo la consigo, pero si no es así avisame y lo edito.

Cargando editor
11/06/2011, 05:52
Director

Cuando Nicole hizo su pregunta, desde el otro lado del auricular Charlotte suspiró con tristeza, y la señora Johnson casi hubiera podido imaginar a su interlocutora negar con la cabeza al mismo tiempo que respondía:

-    Lamentablemente, no. Desapareció ayer al medio día. Como le hacían una entrevista a su madre en el momento, mi esposo y yo sospechamos que alguno de los paparazis pudieron ser, sabe, por esto del dinero.

La mujer miró la urna de su querido Harry y soltó una lágrima. Como él, Peter estaba secuestrado como él. ¡Si ella pudiera impedir que otra madre pasara por su mismo sufrimiento!

-    Entonces, ¿vendrás? – continuó la señora Von Hausen. – No sé dónde estará, pero si así lo precisa mandare al chófer personal de mi marido a recogerla. Espero de corazón no haberla interrumpido en algo importante.

El viento volvió a agitar las hojas y el vestido negro de Nicole. El aroma de Harry Johnson volvía a parecer en el aire, como un mensaje, pero ¿de qué tipo? ¿Qué le quería decir su bebé?

Cargando editor
11/06/2011, 05:54
Director

Leonard arrancó su moto y empezó a bajar sin ningún cuidado por su propia seguridad la cuesta que le había llevado a aquel “rinconcito de paz”.

Con la velocidad de la motocicleta cada vez más en aumento cualquiera hubiera podido decir que el policía llegaría a destino en cuestión de diez o veinte minutos; y hubiera sucedido así sino fuera porque aquel 17 de abril la ciudad había colapsado por la noticia.

Mientras los “permisos” salían de la boca de Leonard como plegarias de un creyente en apuros, la gente se arremolinaba alrededor de las calles, gritando “¡Qué encuentren a Peter!” “¡Queremos respuestas!” “¿Y dónde demonios está la policía? ¡Yo no he pagado mis impuestos para que estén holgazaneando!”, llenando a su vez cualquier sitio libre: desde el Café hasta la avenida principal. E inclusive, cuando al fin después de cuarenta minutos pudo llegar a la comisaría, la población reclamaba respuestas a un agitado Tottle, que cuando vio a su detective estrella bajar de su moto no dudo en llamarlo frente a él.

A Leonard no le quedó de otra que aproximarse a la improvisada sala de prensa que se había hecho frente a la puerta de la comisaría. Mientras caminaba con lentitud – más para explotar la rabia siempre perenne de su jefe que por cansancio -, observó a Tottle. Éste era bajo, rechoncho, tenía la piel aceitunada y unos ojillos negros endiabladamente astutos: se veía a leguas que se pasaba horas en su escritorio, trabajando en los casos más complicados, siempre con un puro en la mano.   

Tras unos cuatro minutos, que a Tottle se le hicieron eternos, Leonard llegó frente a él con su mejor sonrisa. El capitán de la policía tomó al joven por un brazo y lo arrastró frente a las cámaras. Mientras miles de micrófonos se dirigían al pobre detective, su jefe dijo, haciendo una floritura con la mano:

-    ¡Señores, señores, cálmense! Responderé a todas sus preguntas con calma, ¡pero antes quisiera presentarles a mi detective estrella, el que llevará el caso de Peter Von Hausen! ¡Les presento a Leonard Archer!

Pero, ¿qué…? Leonard puso en su cara tal expresión de incredulidad que los periodistas rieron, pensando, erróneamente, en lo muy halagado que estaba el detective en cuestión.

Notas de juego

Espero que te haya gustado la "sorpresiva" noticia xD

Cargando editor
11/06/2011, 05:55
Director

El chófer recibió la dirección de Patricia de manos de Ian como si fuera un objeto de valor incalculable y arrancó su automóvil mientras que el asesino a sueldo esperaba noticias de su ex esposa.

Mientras que el automóvil se enfilaba a toda velocidad por una bifurcación de la carretera, el teléfono de Brown empezó a sonar, y cuando éste lo tomó vio que Patricia le llamaba.

Un poco nervioso, el hombre apretó el botón para atender la llamada, y cuando se llevó el auricular al oído y escuchó la voz de Patricia, frunció una ceja sin entender. La mujer tenía la voz quebrada por el llanto.

-    ¡Oh, Ian! – empezó ésta. - ¡Al fin llamas! ¡No sabes lo que ha pasado! ¡Tengo que hablar contigo, urgentemente, y salir de casa! ¡Esto es tan horrible!

Patricia realmente sonaba muy alterada; y aunque Ian sintiera por una parte de la mujer estaba exagerando un poquito las cosas, por otra parte estaba preocupado. Si ella estaba en peligro, ¿sus hijos no lo estarían también? ¡Maldito Albert!

Notas de juego

1.- Sí, claro que se puede usar coño xD. Es más, hasta creo que Ian debería usarlas :P

2.- Es una sirvienta

3.- ¡Sip!

4.- Yo también lo espero xD

Una cosa que no sé si has tomado en cuenta, pero igual la digo, sin ánimos de fastidiar. Ian está enamorado de Patricia, sí, pero también la odia por todo lo que le hizo sufrir.

Pongo que Ian cree que Patricia está exagerando un poco, porque ella suele hacerlo. Tiene complejo de víctima, cosa de la que Ian está muy consciente (además que, como aparece en la historia, Paty sabe manipular a su amorcito muy bien :D)

Cargando editor
11/06/2011, 06:01
Director

Susan corrió a través del pasillo, haciendo un “tac” “tac” con sus puntiagudos y grandes tacones. Avanzó de igual manera los pocos metros que la separaban del estacionamiento privado de la empresa, sacó su automóvil y salió en pos de la carretera principal.

La avenida estaba realmente vacía. Había uno que otro dispositivo policial, grupos de gente protestando por la desaparición de Peter, pero nada del otro mundo que podría considerar la joven como un impedimento.

El trayecto de dos horas y media desde la gran ciudad hasta la campiña lo logró hacer en una hora; y todo iba bien – el viento soplaba alegre sobre su rostro cuando bajó, su grabadora funcionada y todo parecía exudar buena fortuna – cuando Susan encontró que no solamente ella estaba ansiosa por entrevistar a la condolida madre, sino unos, al menos, veinte periodistas más.

Mientras que la casa campestre de los Von Hausen se alzaba imponente hacia el horizonte, el cordón policial impedía a los impacientes periodistas entrar en la “zona del crimen”.

¿Cómo lograría entrar Susan? Quizá si preguntaba por Charles Von Hausen, o lograba escabullirse detrás de algún policía tonto. ¿Qué haría la joven periodista?

Notas de juego

Depende de tu decisión, lanzarás o no dado

Cargando editor
11/06/2011, 05:54
Nicole Johnson
Sólo para el director

Oh mi corazón, parece como sí sangrara por dentro, oh Harry, su olor, su hermoso olor. Me toco el rostro, y no puedo evitar que mis ojos se llenen de lágrimas. Mientras escucho lo que dice la mujer no puedo evitar ver los ojos de mi hijo en mi mente, no puedo evitar recordar como estaba su cuerpo inerte cuando lo encontraron, no puedo evitar pensar que podría hacer algo más por ese niño, ¿pero qué?

Oh querida, ahora estoy en el cementerio de Santa Catalina, digo musitando tratando de evitar que mis lágrimas nublen mi voz, estoy con mi esposo, pero estoy segura que de regreso él me puede dejar en tu casa, cuenta con migo para lo que necesites...

Iré lo más pronto que pueda.

Digo yo un poco pensativa, me pregunto que pensara  Charles de esto, nuestro matrimonio apenas sobrevivio a la ausencia de Harry, cada vez pienso que mi vida esta en el borde de un precipicio.

Volteo levemente buscando a mi esposo, sin dejar de oler a mi hermoso niño, oh mi amor, ¿qué estás tratando de decirme?

Cargando editor
11/06/2011, 13:54
Ian Brown

Vamos date prisa-Le insto al chófer, a pesar de la costumbre de Patricia de exagerar, estoy preocupado, ya no tanto por ella, si no por mis hijos, mis retoños, tengo que ver que demonios ha hecho el cabrón de Albert, me voy diciendo a mi mismo mientras retiro mis guantes negros de un bolsillo y me los coloco, espero que no hagan falta usarlos...o sí. Estaba hecho un lío, quería matar a Albert...o era a Patricia. Tenía que llegar ya o me iba a volver loco, más loco aún.

Cargando editor
12/06/2011, 15:48
Leonard Archer
Sólo para el director

El sol reflejaba tímidos haces de luz en el visor de su casco mientras las ruedas de su Honda Blackbird rugían al girar sobre el ardiente asfalto. La paz se había acabado. Allí, a lo lejos, su instinto le avisaba de que la tormenta comenzaba a formarse, y de que las siguientes horas podrían llegar a resultar un infierno. Pero el verdadero infierno que de verdad le preocupaba era el que anidaba dentro de su mente: ¿Qué había pasado con el primo Peter? ¿Qué directrices debía tomar para conseguir el caso, o para resolverlo? Y lo más preocupante... ¿Como era qué, de nuevo, su familia se veía envuelta en una serie de desafortunados crímenes?

Para ser justos, había que reconocer qué, al menos aquella vez, no había una conexión aparente entre el rapto de Peter y su condición de policía. Pero no podía evitar acordarse de lo ocurrido hacía unos años, tras esa fatídica noche... Sacudió la cabeza, intentando aclararse. En ocasiones como aquella, le hubiera gustado tener a alguien en quién apoyarse

Si tan solo estuvieras aquí... Chantal...

Recordarla le hizo contraer sus facciones en una mueca de dolor, como si la mera evocación de su perfume ya hiciera estragos en su mente. Intentó centrarse en otra cosa. Lo último que necesitaba era ocupar su mente con recuerdos espinosos. Su corazón aún seguía fuertemente herido, y necesitaba despejar la mente cuanto antes

De eso estuvo seguro al pasar por la ciudad. Un verdadero maremagnum de incertidumbre y confusión se desataba por las calles, y más de una vez escuchó alguna conversación al respecto, esperando en algún paso de peatones. Quizás por esta inesperada e involuntaria preparación no se sorprendió al ver el ejército de periodistas que se agolpaban frente a Tottle, intentando sacarle cuanta más información mejor, al llegar a la comisaría

El anuncio de este, sin embargo, sí le pilló con la guardia baja

Debería haberlo previsto, claro está. Tottle se encontraba en un momento de tensión, y era bastante obvio que iba a recurrir a su primera salida para dar la impresión de que la policía, efectivamente, se estaba moviendo. ¿Y ya estaba? ¿Así de fácil? No había tenido ni que pedir el caso. Vale que su familia fuera importante, y que sus contactos hablaran por él, pero casi sentía cierta decepción de saber que no podría disfrutar de una agradable discusión con su jefe antes de conseguir su aprobación. Quién sabe, era probable que ya nunca pudiera volver a tener esas charlas en la oficina de Tottle, con una taza de café a medio terminar posándose sobre los labios del orondo comisario, mientras Leonard hacía gala de todo su arsenal de razones convincentes para lograr convencer a un individuo cuya mente era tan cerrada como una caja fuerte. Casi le entraba nostalgia

Se recompuso rápidamente. En parte, agradeció que Tottle no le hubiera presentado por su nombre real. Habría sido una buena baza para convencer a la gente de que el detective asignado se lo tomaría en serio (No en vano, era de la misma familia que el afectado), pero habría colocado a Leonard en una posición incómoda. Aún así, no sabía si debía agradecer el detalle a que Tottle hubiera sido comprensivo, o a que no se le hubiera ocurrido. El comisario no era alguien realmente brillante, y, aunque no era tonto, a Leonard no le extrañaría que no hubiera dado con una resolución tan retorcida en esos pocos minutos de respuesta. Igualmente, era un alivio, y le ayudaba a concentrarse en su forma de comportarse: Los periodistas podían llegar a ser unos ávidos depredadores implacables, y cualquier movimiento en falso supondría caer en una espiral de desprestigio y consecuencias perjudiciales que, indudablemente, harían brecha en su carrera y en su ego hasta un punto que no quería siquiera llegar a considerar

Por ello, quizás, se limitó a asentir ante la presentación de Tottle, mirando con seriedad a las cámaras. Tras la sorpresa inicial, lo mejor era aparentar profesionalidad y responsabilidad, y aquello no se conseguía pareciendo amistoso. Leonard tenía la mente fría

Hemos empezado a trabajar en el caso ya. Estamos haciendo nuestros mayores esfuerzos para aclarar este asunto cuanto antes

No dijo nada más. No le habían dado la palabra, al fin y al cabo, y su jefe querría responder a más preguntas por su cuenta. Acaparar la atención nunca había sido su fuerte, ni tampoco su intención. Leonard se movía mejor entre las sombras, no delante de todas aquellas cámaras. Nunca había sido una persona de muchas palabras, y en aquellos momentos lo mejor sería dejar a Tottle para manejar el asunto periodístico. Aún así, se mantuvo a su lado por si el jefe le necesitaba: Haberle dejado solo frente a aquella jauría no era su estilo. Solo en desalmado habría actuado así

Por otra parte, una pregunta empezó a surgir en su mente... ¿Quería realmente encargarse de ese caso? Sí, las probabilidades de obtener prestigio, e incluso un ascenso, en caso de que todo saliera bien, eran altas, muy altas. Cualquier detective ambicioso habría entrado en el trapo sin pensárselo, pero Leonard no era así. No porque las posibilidades de fracaso fueran igual de desalentadoras, que lo eran, tanto para su carrera como para su propia relación con su familia (Esto último, a decir verdad, poco le importaba, exceptuando a sus propios padres, quizás)... Más bien por la simple y llana razón de que Leonard, fuera como fuese, estaba a gusto con su forma de vida actual. ¿Para qué buscar más? Nunca había sido alguien especialmente ambicioso, ni había tenido aspiraciones realmente altas. Sentía pasión por su trabajo... Pero ya podía satisfacerla en su puesto actual. Por otra parte...

No importaba, a decir verdad. Igualmente, ya estaba metido dentro del caso, le gustase o no

No había marcha atrás

Notas de juego

 

Cargando editor
14/06/2011, 07:43
Susan Fox

Se sintió tonta Susan al llegar y ver allí a esa cantidad de periodistas. ¡Y pensar que ella había llegado allí casi de casualidad, por un error de una secretaria! Evidentemente aún tenía muchas cosas que aprender.

Sin desanimarse, comenzó a recorrer la zona. Todos los periodistas se encontraban en la entrada principal, pero un lugar tan grande sin dudas tendría más de un acceso, de modo que Susan comenzó a recorrer todo el perímetro del terreno.

Caminó y caminó buscando ver al menos a algún empleado, un jardinero quizás, que fuera atento con ella y le permitiera pasar. Esperaba conseguir eso gracias a su seducción, pero revisó su billetera por si debía añadir algún billete a su belleza y simpatía.

Sin dudas era mucho mejor entrar gracias a alguien de adentro, pero estaba dispuesta a intentar escabullirse por algún lado sin que la vieran si eso no ocurría, aún si debía preocuparse luego por los perros que posiblemente estuvieran sueltos en la propiedad.

Notas de juego

Si hay que hacer tirada, no tengo problema en que la hagas vos en mi lugar si querés agilizar.

Cargando editor
14/06/2011, 20:00
Director

Nicole trancó la llamada mientras que el viento agitaba con aún más fuerza alrededor. Su corazón todavía percibía la presencia de Harry, como si el chico quisiera decirle algo, ¿pero qué?

Con las lágrimas bañando sus ojos, se dirigió hacia la entrada del cementerio, donde Daniel Johnson le esperaba. Su esposo, de porte siempre serio, bajo la guardia al ver el estado de su esposa y cuando ésta se acercó, el hombre la estrechó contra él, tratando de aplacar su tristeza.

Mientras que Nicole refugiaba su rostro en el pecho de su marido, el olor de su niño volvió a llegar hasta ella como un peso para su ya adolorida alma. ¿Harry no le intentaba decir con su presencia que ayudara a Peter Von Hausen, que evitara un destino truculento parecido al de él? ¿Es que su hijo quería que ella buscara al niño desaparecido?

Entonces, mientras aquellas preguntas paseaban por la mente de la señora Johnson, Daniel atrajo el rostro de su mujer hasta él y le preguntó, intentando distraerla de sus pensamientos, que él sabía que estaban dirigidos a su hijo muerto.

-    ¿Vamos a casa?

Cargando editor
14/06/2011, 20:00
Director

Al ver que Ian no respondía, Patricia continuó, con la misma voz quebrada por el llanto:

-    Ian, no vengas a mi casa. Acá están Albert y mamá, y si te ven aparecer no voy a poder hablar contigo. A menos de un kilómetro de acá está la playa, ¿puedes ir para allá? Voy a estar con los niños. Ellos están bien, si te preocupa.

Ian frunció la boca, pero no se quejó. Prometiéndole que iría al lugar citado, trancó la llamada y le dio las nuevas indicaciones al chófer, quien tomó otra bifurcación.

A los pocos minutos empezó a vislumbrarse la hermosa costa a través de la ventana, haciendo que la mente de Brown reviviera viejos recuerdos. Ahí se veía a él y a Patricia, como dos tortolos enamorados mientras que Ian Jr. chapoteaba en la orilla del mar.

Su corazón empezó a resentirse por culpa de aquellos recuerdos, haciendo que Brown frunciera las cejas con desprecio. Ella, la mujer que tanto había amado, le había quitado todo eso.

Mientras que el automóvil se acercaba cada vez más a la entrada principal a la playa, Ian se dijo a sí mismo que si no fuera por sus hijos ni se aproximaría para ayudar a Patricia; pero cuando puso sus zapatos de buena marca en la cálida arena, el asesino a sueldo no pudo mantener su afirmación.

Allí estaba ella, tan hermosa como siempre. Ian se sintió como estúpido mientras veía el grácil cuerpo de la mujer, su cabellera castaña y aquel rostro que tanto le encanta. Estaba tan ensimismado en la contemplación, que cuando Patricia se le acercó ni se lo vio venir.

Cargando editor
14/06/2011, 20:04
Patricia

La mujer se sonrojó al ver su amado y sonrió para sus adentros, contenta de que se hubiera presentado. Dejándose llevar por el impulso del amor, corrió hacia él y lo abrazó.

-    Viniste – dijo simplemente, como si esa palabra sola bastara para expresar lo muy alegre que se sentía.
 

Cargando editor
14/06/2011, 20:05
Director

Tras las palabras de Leonard, los periodistas extendieron ávidos los micrófonos hacia él, pero Tottle entró en acción, permitiéndole al policía replegarse a la sombra. Su jefe respondió unas preguntas más, pero luego de veinte minutos se mostró huraño – más porque le habían hecho una pregunta indiscreta que por mal carácter – y despidió a los hombres y mujeres allí presentes.

Mientras que los periodistas se alejaban con caras tristes o molestas, Tottle agarró del brazo al detective y lo condujo hacia el interior de la comisaría, donde Leonard reconoció la cara sonrojada de Minerva y la sonrisa de galán de feria de su amigo Jesson Lestrade.

-    ¡Siéntate hijo! – dijo Tottle, y cuando Leonard ocupó un asiento, el gordinflón hombre, llevándose las manos a la espalda, continuó con tono de superioridad: - Me imagino que ya te has enterado del caso Von Hausen, del secuestro del pequeño Peter, pero quisiera ampliar la información.

El capitán de policía tomó del escritorio de la joven Minerva un cuaderno, casi de forma descarada, y lo abrió. Repasó el contenido de éste con uno de sus grandes dedos, continuando con su perorata:

-    Ayer en horas de la tarde unos periodistas invadieron, por decirlo de manera bonita, la casa campestre de los Von Hausen, en busca de hacerle una entrevista a Antoniette Von Hausen con motivo de su nueva película. Mientras esto pasaba, Peter Von Hausen jugaba con unos amigos al fútbol. Durante ese tiempo, la víctima desapareció: entró al bosque a buscar su pelota y no volvió a regresar. El amigo que iba con él dijo que se metió en el viejo teatro, cosa que aún nos falta por confirmar.

Soltó el cuaderno y miró a Leonard, serio.

-    Ya los de la científica están allí, al igual que unos chicos que he puesto a tu disposición, Leonard. Pero los Von Hausen no sueltan prenda, no quieren hablar con nosotros: bueno, al menos contigo sí. Además de que has de resolver el caso, tienes que hacer que hablen, porque apostaría todo lo que tengo que el meollo de la situación se encuentra allí, que alguno es culpable, y mientras estudies el caso, terminarás opinando lo mismo.

Tottle guardó silencio y le extendió el cuaderno a Leonard.

-    Deberías ir con Minerva, y el jefe y yo nos quedamos aquí para ayudarte con cualquier información que necesites – dijo esta vez Lestrade.

Notas de juego

Linda moto xD

Cargando editor
14/06/2011, 20:07
Director

La propiedad era ciertamente grande, y aunque el grupo de periodistas era tan llamativo como la construcción, tras moverse Susan se dio cuenta de que sus colegas estaban dispuestos en un semicírculo, dejando varias zonas de la mansión al descubierto.

Realmente allí había pocos policías: dos en la puerta principal, otro par desmotivando los intentos de los periodistas por conseguir una entrevista, y cinco más a cargo del largo y maravillosamente verde jardín.

Y entonces Susan lo consiguió. Allí, en uno de esos espacios libres, estaba un jardinero, un chico que parecía tener unos diecisiete años, muy delgado y hasta inexperto. La mujer sonrió: quizá allí estaba su pasaporte para entrar en la mansión sin ningún problema.

Notas de juego

Prefiero que las tiradas, al menos las que sean sorpresivas, las hagan los jugadores; pero por ahora no tienes que lanzar nada. Lanzarás dado si te toca burlar a la policía xD

Cargando editor
14/06/2011, 23:19
Ian Brown
Sólo para el director

Al principio al verla abrazarme me quedé quieto, sin responderle, pero acto seguido la agarro de los hombros y la aparto de mi con brusquedad, mirándola a los ojos-¿Dime, qué ha pasado para que me llamaras con tanta urgencia?-Digo soltándola, y cruzándome de brazos, con los guantes aún puesto-No tengo toda la noche, tengo más asuntos que atender-Dije recordando el mensaje de mi amigo. Con rostro severo espero su respuesta.

Cargando editor
15/06/2011, 00:13
Susan Fox
Sólo para el director

¡Un jardinero! Justo lo que Susan andaba necesitando. Y al parecer estaba justo en la edad en que sus hormonas andan más revueltas. No se podía pedir más, ahora estaba todo en sus manos.

_Pss. Pssss, sí, tú -llamó Susan al chico-. ¿Puedes acercarte? Hay algo que quisiera hablar contigo.

Cargando editor
15/06/2011, 00:16
Leonard Archer
Sólo para el director

 Leonard cruzó una breve mirada tanto con Minerva como con Jesson. A decir verdad, se agradecía ver caras familiares entre tanto periodista y confusión, pero no es que tuviera muchas razones para sonreír a esas horas, por lo que mantuvo su expresión inmutable. Su cuerpo aún acusaba el brusco cambio de actitud, y la clara diferencia experimentada en lo que apenas había sido una hora. Hacia un rato, el detective volaba entre ríos de asfalto y verdes paisajes, dejándose llevar por su instinto, conectando con su propia conciencia como solo sus escapadas en moto podrían conseguir. No en vano, todos necesitamos un tiempo al día para nosotros mismos, aunque muy pocos sean los que respeten esa norma. Algunos meditaban, otros tomaban infusiones. Leonard se limitaba a apretar el acelerador y dejar que el viento le acariciara el rostro. Era saludable, y, por encima de todo, le hacía sentir vivo

Ahora sus músculos estaban en tensión, y su cabeza daba vueltas. Demasiados interrogantes, pero ninguna respuesta aún. Una cosa era que su instinto policíaco innato ya hubiera comenzado a funcionar, y otra muy distinta, que adaptarse tan rápidamente a un caso como aquel fuera una agradable sensación, o algo parecido. Aunque estaba acostumbrado a cambiar el "chip" de forma rápida y efectiva, no era algo que le sentara bien. Pero el trabajo era el trabajo. Y la familia era la familia. Por desgracia, este nuevo caso combinaba sendos aspectos de su vida... De un modo que no estaba seguro de querer averiguar

Escuchó atentamente a Tottle. Le estaba repitiendo, más o menos, lo que ya le habían contado u había oído durante su llegada, con algunos detalles adicionales. Escuchó en silencio, calculando las posibles rutas de acción, y reflexionando sobre cuál debería ser su primer movimiento en aquel laberinto de intrigas. Entonces su jefe pronunció la frase que había estado temiendo, y Leonard no pudo evitar desinflarse. Así que ya no había marcha atrás: Le habían elegido como mediador entre el cuerpo y aquella panda de esnobs caprichosos. Y lo que era más: Tenía que hacerles hablar. No, no solo eso. Tenía que hacerles hablar, y además, encontrar al culpable, qué, según Tottle, compartía sangre con él. Vaya faena

La experiencia decía a Leonard que no diera nada por supuesto. Aún tenía que revisar el último lugar donde se vio a Peter, y formarse un marco más general de lo que estaba ocurriendo... Pero su olfato le decía que no podía ser tan simple. Sí, quizás sus familiares estaban relacionados con el crímen. No es que conociera a todos, y se esperaba casi cualquier cosa de un par que ya conocía por encima (Definición que podía aplicarse a casi cualquiera de los que mantenían algún lazó sanguíneo con él, exceptuando a sus progenitores). Pero la cosa no podía ser tan simple. Nunca lo era. Ahí detrás había más "chicha" de la que podría aparentar en un principio, y dudaba que una venganza fuera el móvil principal. ¿Quizás exigir una recompensa? No, demasiado burdo. Y dudaba que a cualquiera de sus familiares le interesara mucho el dinero. Tenían de sobra para dar y repartir. No, la situación era más enrevesada. Probablemente, todos eran marionetas en un siniestro baile orquestado por alguna mente retorcida, fuera este baile más rebuscado o simplón, más peligroso o inofensivo. Él, simplemente, era una marioneta que intentaba encontrar sus hilos... Y tirar de ellos, a ver si encontraba al titiritero

Asintió levemente, clavando su mirada, pensativa, en los ojos de Tottle. Sabía que de poco servía discutir con el jefe, no al menos esperando obtener un resultado satisfactorio. Así que aceptó, de forma sumisa, las órdenes que le encargaban... Hasta que llegó la recomendación de Minerva

Vale, sincerándose consigo mismo, la verdad es que Minerva era la mejor candidata a acompañarla. Si se sentía bien en compañía de alguien, era con ella. Incluso se atrevería a pensar que ejercía una influencia positiva en él, esclareciendo su mente y logrando que fuera más efectivo en su trabajo... Pero, por otra parte, había pensado que el trabajo lo haría solo. En parte, porque le gustaba trabajar solo. En parte, porque juntar a la chica con su familia podría acabar en una hecatombe sin precedentes. Su madre sabía leer en sus ojos como en un libro abierto, y la relación que tenía con Minerva, aunque ceñida a la amistad, no pasaría desapercibida para ella. Esto desembocaría en una situación incómoda para los dos, sobre todo teniendo en cuenta lo chismosa y desafortunadamente indiscreta que podría resultar Úrsula cuando quería

Pero la principal razón era algo más egoísta. De alguna manera, ese caso le pertenecía, a él y sólo a él. Que su familia se viera tan involucrada suponía que, tarde o temprano, tendría que hacer frente a algunos recuerdos del pasado, a algunas miradas, comentarios, y situaciones que llevaba evitando durante muchos, muchos años. Demasiado personal, demasiado íntimo, y, por otra parte, suficientemente violento como para poner nervioso al taimado y reflexivo detective. No lo habría dicho nunca con esas palabras, pero por dentro lo sabía bien: La verdad era que Leonard no quería compartir eso con nadie. Se había formado una dura coraza con los años, llegando incluso a cambiarse el nombre para ello. Que Minerva le acompañara supondría abrirse ante ella de una manera que no estaba seguro de querer aceptar... Quedaría vulnerable ante ella. No, no estaba cómodo con esa situación

Buscó una respuesta rápida, antes de que el hilo conductor de sus pensamientos comenzara a hacer sospechar a los otros tres, que le miraban esperando que contestara

Notas de juego

 Me la puse más por el nombre que por otra cosa XD Aunque se conoce que es realmente buena. En fin, whatever

¿Minerva es policía también? ¿Y Jesson? ¿Que rango tiene cada uno de los personajes (Leonard, Tottle, Jesson y Minerva) dentro de la policía (Si no te sabes los rangos -Que yo tampoco es que sea un experto...- ni quieres entrar en tanto detalle, con decirme quién está por encima de quién, y las funciones habituales de cada uno, me vale)? ¿Hay muchos más policías en la comisaría aparte de los cuatro que he dicho? ¿Cómo es de grande la ciudad en la que vivimos?

Y paro de tantas preguntas, que no quiero atosigarte XD

Espero a que me respondas para escribir la respuesta de Leonard