Partida Rol por web

Día del Sol, 8 del Serenith del 4711 AR

Un fuerte olor a café procedente de la cocina, fue reclamo suficiente para desaletargaros de ese estado limítrofe entre el sueño y la vigilia. La noche anterior había sido dura y no un nimio producto de vuestra imaginación. La sombra de la prisión embrujada crecía cada vez más a medida que los días se sucedían en Ravengro. Días, todo sea dicho de paso, que habían discurrido entre mensajes crípticos, rarezas y eventos demasiado extraños y fuera de lugar.

Poco a poco, fuisteis bajando hasta la cocina. Allí, una vez más aguardaba un buen desayuno cortesía de Kendra. La muchacha, con mejor aspecto que hace un día, había madrugado para preparar algo con lo que pudierais llenar el estómago tras una noche algo "movidita".

Poco a poco, todos se fueron reuniendo en el lugar donde abundaba la fruta, el tocino, la mermelada y el pan... ¿Todos?... Todos no... Erzsen premanecía seguramente en su aposento. Los venenos inoculados en su cuerpo habían lastrado su condición, haciendo necesaria la atención personalizada de Ishaya durante el día que se desarrollaría.

De repente, la campana de la mansión sonó de forma insistente...

Lyria bajó las escaleras con las energías renovadas tras la intensa experiencia de la noche anterior. En el comedor se encontró con parte de sus hermanos, incluido Sic que se afanaba en un intento por comerse toda la comida del mundo. Se dirigió a Jarik y le comentó:

 - Siento no haberte contestado esta noche a tu pregunta. He estado recabando información sobre lo que me comentaste de las posibles entidades que le afectasen la plata, pero mi búsqueda ha sido en vano. - Dijo con aire apesadumbrado.

Acto seguido se entabló en conversaciones supérfluas con el resto mientras tomaba fuerzas con un merecido desayuno.

Cuando acabó se levantó de la mesa y comenzó a dirigirse al saco dónde se habían quedado los objetos para proceder de nuevo a la identificación de aquellos que se le habían resistido. En ese preciso instante sonó la campana de la mansión de forma insistente, y Lyria tuvo que modificar su trayectoria para proceder a abrir la puerta al insistente visitante.

Sicarius comía como si fuese el último desayuno de su vida, tal vez podría serlo. Escuchaba a las figuras pensantes de la mesa sin hacer demasiado caso a sus palabras, únicamente deseaba que Ishaya ordenara para ponerse en marcha hacia lo que podría ser una misión suicida o gloriosa, quizás no había diferencias entre héroes y mártires.

 La campana de la puerta le alertó lo suficiente como para que por unos instantes levantara la cabeza de su plato, pero al ver que Lyria se encargaba de ir a abrir prosiguió a lo suyo.

Y bien, como se encuentra el panochas?

Comentó mientras un centenar de perdigones salían de su boca fruto de hablar con la boca llena.

Cuando Lyria abrió la puerta, vio quién aguardaba de pie en el porche de la entrada. Se trataba del alguacil Caeller, que de forma cortés realizó una reverencia al ver a la chica hechicera. Sin perder un instante, pidió permiso para entrar. En el rostro del austero Benjan, se podía adivinar cierto grado de urgencia y preocupación, con lo que la respuesta afirmativa de Kendra, la cual se hallaba situada tras la Lyria, fue bien recibida por el alguacil.

Entró en el interior de la mansión, no sin antes intentar sacudir el máximo de fango de sus botas de caña alta, aunque con un resultado distante de conseguir dejarlas exentas de tales contratiempos. Descubrió su cabeza, colgando su sombrero sobre una percha, y se internó hasta la cocina, lugar donde se hallaba el grueso del grupo. Al llegar hasta allí, Kendra le ofreció una taza de suculento café vudrano, pero Caeller no disponía de tiempo que perder...

- El monumento erigido al sacrificio de Hawkran y sus 23 guardias leales, ha sido objeto de vandalismo... - dejó caer Benjan. - Tengo la sospecha de que el Viejo Gibs se halla tras este incidente...- Prosiguió explicando el alguacil, mientras miraba al resto de comensales.- Puede que Gibs se halla escondido en los terrenos pantanosos circundantes. Necesito ayuda, pues no sé qué significado puede tener el mensaje que ha dejado escrito en el monumento... ¿Qué me dicen?- dejó la pregunta en el aire.

Por un momento, al escuchar vandalismo, Lyria se temió lo peor, ..., que el tema tuviera que ver con la incursión que se tuvo la noche pasada. Pero recuperó rápido la compostura para disimular el hecho, preguntando al alguacil sobre los detalles:

- Se puede saber qué mensaje han dejado los vándalos?

Preguntó mientras dirigía una mirada a Ishaya a modo de que diese su opinión sobre la conveniencia de ayudar al alguacil teniendo en cuenta el estado de Erszen.

El alguacil miró con gesto serio a la hechicera. Para él, era demasiado duro confiar tales asuntos a gente forastera, pero debía reconocer que dichas lides escapaban claramente de sus conocimientos.

- Sólo hay tres letras pintadas con sangre... -  se detuvo unos segundos para dar cierto tono de misterio, a lo que no tardaría en revelar. - V... E... S... No tengo ni la más remota idea de lo que puede significar.- Convino a afirmar Benjan mirando a los allí presentes, en busca de ideas o inspiración.

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Tras una noche en la que había descansado lo justo, Ishaya dejó a Erzsen en su habitación tras limpiarle el sudor febril, cambiarle las sábanas y remplazar el paño húmedo que coronaba la testa del convaleciente noble, y bajó a la cocina para reponer fuerzas para el largo día de atenciones que aún debería dispensar.

Sin muchas ganas de hablar, dedicó una sonrisa de agradecimiento a Kendra...la pobre Kendra estaba sobrellevando bastante bien la reciente pérdida aunque Ishaya intuyó que el dolor aún lo llevaría por dentro....al igual que todos los hermanos.... La pregunta de Sic le sacó de sus elucubraciones...

Bien, saldrá de esta....aunque durante el día de hoy deberá guardar reposo y yo tendré que estar a su lado....

La entrada del alguacil Caeller acabó con toda posibilidad de continuidad en las explicaciones. El clérigo escuchó la conversación que mantuvo con Lyria....

Saludos Benjan, aunque el asunto que le ha traído es lúgubre es un placer volver a verle... Le ofrecimos nuestra ayuda y nosotros se la daremos... Os importa chicos ir a investigar vosotros esas extrañas pintadas? Si queréis podéis ir a buscar a Desther, es un gran tipo y seguro que es de gran ayuda.... Me temo que no podré acompañaros, Erzsen me necesita pero confío en vuestro buen hacer...

Y para no tener que dar más explicaciones de las debidas, cogió un par de bollos y echó a andar hacia las habitaciones...

V... E... S... Que demonios significará eso...

Con un rotundo eructo el malcarado guerrero dio por concluido el almuerzo. Se levantó y con los brazos en jarra mirando a todo el grupo dijo:

Pues a que esperamos, si el jodido de Gibs está metido en el ajo creo que un primer paso sería dar con él y ajustarle las cuentas, no? 

Como era de saber, Sicarius no era dado a los rompecabezas, sino a romperlas él. Ansiaba limpiar el honor mancillado de su padre y mentor usando como trapo al primer cabeza visible de todo esto, Gibs. También era consciente de que el viejo tan solo era un peón en este juego, pero para él era un primer paso acabar con semejante escoria.

Lyria se levantó y poniendo un poco de cordura en el ímpetu de su hermano comentó al alguacil:

- Nos permite al menos prepararnos para ir al sitio que nos comenta, no? - Dijo con una media sonrisa en la cara, y añadió acto seguido - Y si nos permite también, nos gustaría pasarnos por la herrería a pedir al hijo de Victori Redge que nos acompañe en la investigación. - Mientras comentó esto se fijó en la reacción del alguacil Caeller - Supongo que lo conoce. Nosotros tuvimos el placer de conocerlo en el día de ayer. Es un muchacho que apunta maneras y podría sernos de gran ayuda en los indicios que quiere encontrar.

El alguacil miró con cara de asombro cuando la hechicera pidió la colaboración del joven Desther... ¿De qué conocerían al hijo de Victori? Estaba claro, que el hijo del herrero apuntaba maneras, y en más de una ocasión, Benjan le había pedido ayuda en alguna expedición a los pantanos, pero... ¿Por qué tanto enfasis por tenerlo en el grupo?

- No hay ningún problema en que Desther nos acompañe. En alguna ocasión ha colaborado conmigo anteriormente. Es un chico robusto y espabilado...- comentó el austero alguacil mientras fijaba su mirada en la hechicera cambiante. - Preparen lo que consideren necesario, pero les ruego que no se demoren en demasía... A saber que pasa por la desestructurada mente del viejo Gibs... No me gustaría que le hiciera daño a nadie.- Tras esto se giró y fue hacia la puerta. - Les espero fuera.- Acto seguido abrió la robusta puerta de madera y salió al porche.

 - Sólo será un momento alguacil Caeller. - Dijo Lyria con una encantadora sonrisa.

Rápidamente cogió el macuto dónde estaban los objetos y se dirigió al piso de arriba, entró en su habitación y esparció los objetos encima de su cama. Conjuró las energías mágicas para detectar las auras mágicas y se puso a estudiar los objetos lo más rápido que pudo ....

Lyria se afanó a recoger rápidamente los objetos y volverlos a guardar en la bolsa que optó por dejarla en su alcoba para no despertar sospechas del alguacil.

Cogió parte de sus pertenencias, las justas y necesarias, y salió de su habitación. Pero antes de bajar, se pasó por la habitación dónde se encontraba Ishaya cuidando de Erzsen. Picó con cuidado en la puerta y entró:

- Cómo se encuentra? - Preguntó a Ishaya mostrando preocupación - Tengo que bajar, ya que el alguacil nos espera. Pero antes comentarte que he podido mirar unos cuantos objetos más de los que encontramos en la cripta falsa. En concreto los viales que faltaban por identificar que son agua bendita, y los virotes de ballesta, que 10 mágicos sin ninguna propiedad especial, 5 que impactarán mejor contra criaturas incorpóreas y 2 que son perdición de muertos vivientes. Están en mi habitación por si precisas de ellos.

Lyria giró para salir de la habitación, no sin antes volverse a Ishaya con la preocupación dibujada en el rostro:

- Cuida de él hermano.

Dicho esto Lyria abandonó la habitación para bajar hasta la planta de abajo dónde la esperaban Sic y Jarik.

El mocetón, mientras esperaba a que la hechicera bajara, reajustó las cinchas de su armadura, comprobó el filo de sus espadas, sopesó el escudo y comprobó que el mecanismo de su ballesta fuera fino. Todo debía estar apunto, en combate no podría haber fallos, y si Ishaya no les acompañaba para sanar las heridas de los errores, con más motivos debía estar todo perfecto.

Bonito dia alguacil...

Comentó para romper el incomodo silencio.

Ishaya había cogido un sillón de alguna de las alcobas y se había acomodado en la habitación de Erzsen para procurarle todo lo necesario para su reposición. La preocupación por el joven era máxima, de tal forma que iba a permitir que el resto de sus hermanos partieran en post de una enigma por resolver con desconocidas consecuencias.... su alma rebullía preocupada...

En aquellas que Lyria hizo acto de presencia para interesarse por el estado de Erzsen..

Se recuperará... sólo necesita reposo y expulsar la ponzoña que le merma la salud... Mañana estará completamente restablecido...y mirando a su hermana a los ojos-Lyria, tened cuidado ahí fuera, está claro que los fantasmas de Harrowstone no nos quieren aquí y harán lo posible por acabar con nosotros... Confío en vuestro buen juicio

Y aprovechando que estaba de pie fue a cambiarle el paño húmedo que coronaba la testa de Erzsen.

No tenían pista sobre las letras que había mencionado el alguacil. Sus  hermanos estaban inquietos y querían accion contra Gibbs. Pero Ishaya no podía dejar a Erzsen solo de momento...

Pero ellos podían ayudar a Caeller. Con un poco de suerte no tendría que haber confrontación física. Solo buscar , analizar y recabar información. Y si todo de torcía, estaba Sic , Desther y él mismo.

Asi, que se levanto de la silla. Se puso su sombrero y pasó por delante de sus hermano, dedicándole  una sonrisa a Lyria.

Gracias, Lyria por intentar mirar las dudas que tuve ayer. Será mejor que recogamos todo y nos pongamos e marcha lo antes posible

Al salir, su mano se posa en el hombro de Kendra. Apretando ligeramente...

Sale del comedor para dirigirse a su habitación, donde recoge todo el materíal y los bocetos que tiene desperdigados por ella...

El austero y taciturno alguacil posó la mirada en Sicarius. Unos días antes, su encuentro con el guerrero estuvo a punto de desembocar en un compendio de calamidades, pero por suerte, la razón presidió el atenazado ambiente. Caeller miró a Sicarius, y ajustándose su arreos contestó:

- Ojalá aguante sin llover... No me gustaría internarme en los pantanos con una cortina de lluvia por compañía...- afirmó el veterano rastreador. - No es recomendable para seguir rastros.- finalizó mientras acababa de liar un cilindro relleno de tabaco. - ¿Fumas, chico?- mientras se lo tendía a Sicarius- Es tabaco vudrani. Recorre una larga distancia hasta llegar aquí... Es excelente.- mientras aguardaba contestación.

No, no fumo, bueno, no he fumado nunca.

Sicarius siempre había sentido especial devoción por el culto al cuerpo y lo de fumar no le había interesado demasiado, pero por otro lado...

Quizás cuando volvamos de los pantanos podamos celebralo con un buen vino y algo de ese tabaco, ahora la caza a Gibbs apremia

El alguacil sonrió ante la camaradería del mocetón. Era un guerrero eso estaba claro. Y ese sagrado código entre guerreros, era profundamente respetado por el austero Caeller. Asintió con su cabeza y miró hacia la puerta de la mansión, esperando que de una vez por todas, la hechicera cambiante apareciera.

Benjan miraba al cielo. El día era radiante, pero no era extraño en estas latitudes sufrir de lluvias por la tarde, coincidiendo con la sobremesa.

- Vuestra hermana tarda... ¿Siempre es así?