Los días pasaron y las noticias fueron buenas Alfredo se estaba recuperando en un sanatorio de última generación y con varios de los mejores médicos del país cuidandolo. Por lo que Gabriel pudo entender las operaciones no eran nada complejo, lo complejo era la vida del hombre, era lógico que un hombre de su edad no iba a sanar de la forma que un hombre joven pero venía por el buen camino.
Por el otro lado en el colegio se empezó a preparar un festival culinario, con comidas de todo el mundo, y cada clase tenía que presentar un tema, a ustedes les tocó Japón por lo que faltar no era una opción.
Además el colegio preparaba muestras artisticas para esa noche, por lo que el grupo se juntó en la puerta del mismo.
No quise decir nada sobre si Gabriel o Tasi les explicaron algo porque quiero darles la libertad a ellos dos.
No le hacia mucha ilusion aquel trabajo. A ver, estar con Esperanza, estaba bien, Gabriel estaba tratable pero Michael seguia siendo discolo. Como ella era la delegada de clase, aquel trabajo tenia que salir bien si o si. Habia sacado unas copias de su impresora y habia seleccionado un par de cosas que parecian buenas y sencillas a ver que les parecia. Pero tenia miedo de lo que pudiera pasar. Las cosas se habian puesto tensas, y tampoco le habia gustado que le sometieran al tercer grado.
Se acerco a Esperanza, y la saludo, almenos podia empezar a hacer algo entre ellas:
-Hola... ¿has podido mirar lo que te pedi? He sacado algunas ideas de platos, pero esto siempre se te ha dado mejor a ti que a mi...
Gabriel se acerco a las chicas...
Bien Tasie, ¿que ideas tienes?, puedo poner a tu disposición a algun chef japones para que prepare los platos que necesites, y puedes contar conmigo para lo que sea...
Gabriel, parecia ignorar un poco a Esperanza y su tono de voz era mas serio y formal, pero cuando Esperanza no se daba cuenta la miraba...estaba preocupado, pero tampoco queria involucrarse mas de lo necesario...algo que Alfredo le reprochaba ya que sabia que sentir un fuerte cariño por la pelirosa...
El ser ignorada por la persona más importante en mi vida...era doloroso, se sentía como si arrancaran tu corazón del pecho y le clavasen miles de dagas frente a tus ojos, bueno puede que estuviese exagerando, pero así me sentía yo al ser ignorada por él...por Gabriel.
Me encontraba en la puerta del colegio concentrada leyendo las hojas que me había pasado Tasi, en donde se podía apreciar algunos platillos tradicionales de Japón...la receta era sencilla, solo fue levantar la vista al escuchar la voz de mi amiga y le sonreí -Hola...si, estaba leyendo lo que me pasaste...se ven fáciles de hacer, pero seria la primera vez para mi el cocinar esto...sabes que soy experta en cuanto a la gastronomía Argentina y los postres...- estaba a punto de decir algo más, pero al ver que Gabo se acercaba, opte por guardar silencio...sentía que con solo hablar le fastidiaba.
Al escuchar la propuesta y ser ignorada olimpicamente, cerré los ojos por unos minutos buscando la fortaleza necesaria para esta situación -Es lo mejor, tu sabes amiga que no sé mucho de la comida Japonesa y no quiero arruinarlo...si quieres, yo puedo encargarme de la preparación de los dulces, eso se me da mucho mejor- decía respondiendo con una pequeña sonrisa y un gesto de amabilidad.
La verdad es que Anastasia habia hablado largo y tendido con su tia. Habia tenido la suerte que ella habia ido un par de veces a Japon, y le habia informado bastante. Pero por eso habia decidido tomar la iniciativa
-Emmm... vale, mirad la cosa son los componentes... el arroz de japon es diferente del de aqui, tienen bastante mas celulosa y eso afecta al sabor y bastante... lo digo porque estuve hablando con mi tia y me lo dijo... mmm no se como solucionar eso... eh si, habia pensado que Esperanza hiciera algo de postres o reposteria que se le da mejor... unos mochis o algo asi...
Se giro a Gabriel y penso un poco. Habia pensado cosas que serian un contraste y le gustaria hacer:
-Bueno, Gabriel queria que hubiera un contraste de sabores, los postres dulces y los entrantes un poco picantes, un poco de soja o sushi, se que es trillado pero funcionaria... como un buffet, me gustaria saber si te puedes encargar algo de lo de sushi... a mi me gustaria llegar las bolas de carne y parecidos...
cargaba siempre ese peluche en un bolsillo de la chaqueta, justo al frente del pecho, dejando su cabeza afuera. En el colegio les aparecía muy lindo y decían que me veía menos parco con ese nuevo detalle en mi vestuario. La verdad era que prefería mantener a Spinel cerca mío, además que estábamos comenzando a tener una relación mucho mas fuerte mientras pasaban los días; yo aprendía todo lo que podía, aprovechando en cada momento sus entrenamientos y el, el aprendía de mi familia, de mi, del país y del mundo.
Me acerqué a mis compañeros de clase, la tarea estaba puesta en la feria de gastronomía y no podía dejar de participar. Anastasia como la presidenta de clase era la encargada de coordinar todo para ese día. Me acerqué a ella, donde estaba también Esperanza y Gabriel.
A decir verdad ellos aún veían muy extraña mi actitud. En el Colegio era amable, atento, tímido, estudioso, de las mejores notas, entablaba conversaciones de vez en vez con ellos como si no pasara nada y estaba el Michael que reunía las cartas, tosco, poco amable, competitivo, un poco frío para algunos.
- Hola Anastasia. Sonreí al verla y al acercarme a su grupo. ¿En qué puedo ayudar?. Dije entrecerrando los ojos y dejando a relucir esa bella sonrisa que poco veían. Era noble y trasparente, nada malo se veía de ahí.
Perfecto Tasi, pedire que traigan arroz de japon y tendre los mejores sushis...El peliazul le sonrie, tras la llegada de Michael, Gabriel lo mira y se pone a un lado de Tasi...
Disculpa Tasi, pero tengo algo que hablar contigo en privado, me acompañaras a casa despues de clases?...
Spinel miro a todos los niños y sobretodo al llamado Gabriel cuando le hablo a Anastasia:
-"Están haciendo la tarea o deliberando como el dinero les puede solucionar las cosas sin hacer esfuerzo?"- y esa fue la carta de presentación de Spinel, esta generación o quizás este país no se comparaba en nada a la anterior, a decir verdad echaba un poco de menos esos tiempos y sobretodo la agradable compañía.
Kero sacó la cabeza furtivamente de la mochila para ver si nadie le veía a parte de quienes ya le conocían.
-Tu de nuevo, creí que al menos en la escuela me libraría de ti -refunfuñó al ver a Spinel- Estan haciendo cosas japonesas no? Extraño la comida de allí, la ultima vez que se escaparon las cartas fue en Japón. Es un país muy agradable.
Se cruzó de brazos recordando con una sonrisa los días (o bien, las comidas) allí.
Al ver que Kero saco su cabeza de mi mochila para darse de cuenta que Spinel también se encontraba con nosotros, dejo salir un comentario agotador referente al tener que ver al gato azulado incluso en la escuela. Sonreí divertida viendo les para luego percatarme de que él ya me había contando de Japon y como era ese país...incluso su comida -"Supongo que sera de mucha ayuda"- pensaba Esperanza para luego volver a sonreír.
-Kero, ya que tu ya estuviste en Japón y tuviste la oportunidad de probar los diversos platillos de ese lugar...¿podrías ser mi catador personal? Quiero que los dulces que vaya a preparar tengan ese mismo sabor que los originales y quien mejor que tu que ya los has probado antes- le comentaba al peluche, estaba segura que la idea le encantaría y como no...si el condenado le encantaban los dulces y aprovechaba para robar los postres que preparaba con mi padre de le nevera.
Ahora que empezaba a organizarse y hacerse un esquema mental, de como queria hacer las cosas. A ver con Michael, que tenia que hacer Michael... pero antes:
-De acuerdo, Gabriel, esta tarde no tenia nada que hacer, quedamos aqui a la hora de salir...
Miro a Michael. Tenia algo pensado para el, pero se le habia ido de la cabeza... no sabia como tratarlo. Aunque no queria admitirlo le pasaba un poco de a Esperanza con Gabriel, solo que ella no sabia como tratarlo. Lo que hacia con las cartas, definitivamente no le gusta, pero en esa ocasion como acto reflejo, a parto la mirada y se puso un poco nerviosa:
-Tu... me ayudaras a mi...a hacer las bolas de carne y demas
-¡SII! No podrías haber encontrado mejor probador! - Kero se posó en la cabeza de Esperanza de forma relajada- ¿Puedo sugerirte Imagawayaki? ¿O Kakigori Shirokuma, Shuu Kurimu, Waffuru? Oh Waffuru...
Se detuvo un segundo recordandolo, babeandose un poco mientras se perdía en infinidad de otros dulces extranjeros.
-¿Sabes? Sakura, la anterior dueña de las cartas, cocinaba muy bien. Viví mucho tiempo con ella y con cada año sus postres se volvían mejores, tranquilamente podría haberse dedicado a la cocina y ser de las mejores del mundo.
Sonreí ante las palabras de Spinel. Él, seguirá pensando que el dinero lo es todo, no hay sentido alguno en su forma de vida. Dejamos que cosas banales se vuelvan el flujo de nuestra existencia. A veces me sorprendía lo avanzado que era mentalmente, mi forma de comprender el mundo; sabía que todo había cambiado un poco mas desde que había comenzado a ser un card captor pero no me había llegado a imaginar el grado de madurez con el que asumía esa responsabilidad.
Miré a Anastasia.
- Claro, yo te ayudo con eso. ¿Nos vemos luego de clase?. Si no hay problema podemos hacerlo en mi casa, la familia de mi mama por parte de su abuela provienen de Japón, ella sabe sobre la cocina y le encanta, será perfecto para sacarla de la rutina. Dije entusiasmado. Mi relación familiar también me preocupaba, mis padres estaban muy conectados con el trabajo y poco los veía, era bueno que disfrutara un poco con ellos.
Luego escuche al molesto gato amarillo y mientras mas hablaba de la anterior protectora su imagen, su voz, se me venían a la cabeza.
Como acto reflejo lo miré y susurre. Las palabras no salieron fuertes, como si hubiera un nudo en mi garganta.
- Si, lo se. ¿Cómo era ella?. Me notaba amable, trataba de recordar esas imágenes.
Al escuchar las palabras entusiastas de Kero, una sonrisa se formo en mis labios y asenti con mi cabeza emocionada por crear esos postres Japóneses que el guardian nombraba con tanta emocion y apetito -Soy muy buena en la reposteria, pero dare mi mejor esfuerzo para que mis dulces sean igual de deliciosos que los de tu antigua dueña Sakura- decía emocionada para así llevar mi dedo indice a su pequeña cabezita peluda rascandosela.
Al ver que practicamente todos teniamos las tareas ya asignadas, saque de mi bolsillo el celular Lg tactil que me había regalado mi padre en mis cumple años, para así enviarle un mensaje a mi padre sobre lo acontecido hoy...él decía que yo tambien merecia darme mis lujos de vez en cuando -Bueno, ya que todos sabemos lo que tenemos que hacer...después de clases ire con mi padre a comprar los ingredientes para empezar a hacer los postres- decía guardando el celular, confiaba en que quedarían bien y más si papá me ayudaba.
Kero miró a Michael, extrañado.
-Era muy amable y naturalmente talentosa para la magia. También era muy buena en los deportes y algo cabezota.
Se cruzó de brazos, mirandole.
-¿De donde saliste tu? Los humanos con magia no son muy corrientes.
Vale, aquello la habia cogido por sorpresa, no esperaba que Michael se adelantara tanto, ¿es que aquel chico no tenia un poco de recato? Su tia le sermoneaba semana si y semana tambien sobre los chicos, que tuviera cuidado, que no saliera con ellos, que solo querian... aun siendo casi una niña:
- Ee... no tengo problema que sea esta tarde pero... ya habia quedado con Gabriel, al salir del colegia... si me das tu telefono movil... te llamare en cuanto pueda, no creo que tenga para mucho rato...
Tranquila Tasi...lo que deseo hablar contigo perfectamente puedo hacer rumbo a casa de...hace una pausa y mira a Michael...de tu compañero...si gustas puedo llevarte donde él vive...asi no te retrasas...lo nuestro no tardara mucho...termina mirando nuevamente a Tasi...
-"Claro, el puede llevarte...porque ya sabes, su familia tiene una limusina y chofer"- dije saltando del bolsillo de Michael para planear hacia la mesa donde estaban las bebidas.
-"Esperanza es tu nombre no es así?- dije mirándola- la base de todo dulce en Japón es acompañarlo con un buen té, dependiendo la comida con que variedad, podrías prepararme un té verde para probar como te sale?"-
La verdad es que Gabriel la rescato. Tasie no odiaba a Michael. Era extraño. No le gustaba aquella actitud socarrona del chico cuando era todo el rollo de las cartas. Era como un doctor jekyll y mister hide. Suspiro. Creia que si podia hablar con el chico, no le sometia el tercer grado y el peluche negro no se entrometia, podia sacarle algo:
-Si, por favor, si lo hacemos asi, me vendria de lujo... gracias, Gabriel...
Al ver al gato negro saltar a la mesa donde teniamos nuestras bebidas, me miro a la cara con esos ojos azules frios y calculadores para luego hablarme con un asento educado a pesar de su voz algo aguda -Si, ese es mi nombre...y lo que dices es verdad, allá los dulces los consumen con un buen té...el más comun es el té verde, te lo prepararia con gusto, pero tendria que comprarlo primero...si gustas, cuando haga los primeros dulces y el té, te traigo un poco Spinel ¿Que dices?- decía con serenidad, pues sabía que ese gato era igual de traicionero como Michael.