Partida Rol por web

-No, me he trasladado a París. Después de que me intentaran matar por segunda vez, decidí que era mejor ponerme a salvo. Supongo que me entiendes ¿verdad?.

-"Jefe, me paga para que no tenga que esconderse. Dígame donde se encuentra, e iré para allá."

Rebusco en la chaqueta, donde guardo la agenda y el bolígrafo.

¡Han intentado matarlo! ¡Hijos de puta!

-Ese no es el asunto, amigo mío. ¿Donde estás tu?. Has de saber que han encontrado tus huellas en el hotel; un despiste que podrías pagar demasiado caro. Tendrás que ingeniártelas para llegar tu solo a la reunión. ¿Me entiendes?. Ándate con cuidado, te estarán buscando. Te volveré a llamar en una hora.

-"... Estoy a salvo, donde no me encontrarán." - La voz de Mario suena sombría. -"Me hago cargo. Mánténgame informado, por favor. Y cuídese."

Aprieto el botón de apagar el móvil.

¿Mis huellas? ¿Cómo me ha llamado desde París sin marcar el prefijo de Italia? ¿Por qué me dice que le intentan matar, y en lugar de pedir ayuda me dice que me busca la policía y a la vez me pregunta dónde estoy? Ese número oculto... ¿estará detenido? ¿Estarán rastreando mi localización?

Guardo silencio mientras las preguntas se atropellan en mi cabeza.

- Ya decía yo que tenías que esto no era una visita de placer ¿eh Mario? - dice Emilio jovialmente -. Así que estás metido en un lio ¿no es cierto?

-"¡Hey! De no haber sido por el móvil aún estaríamos hablando de los viejos tiempos. Pero sí, es cierto que vuelvo a estar metido en líos."
"Tengo que estar detrás del telón unos días, y por lo que me han dicho más vale que lo haga bien si no quiero recuperar la cuchara de mi celda."
"Para mi sois como mi familia, y no quiero meteros en follones, pero si conociéseis a alguien que pudiese ayudarme ahora os devolveré el favor cuando os haga falta. ¿Qué me dices, Emilio?"

- Bueno, Mario, ya sabes que esta es tu casa. ¿Para que están los amigos? Venga, ¿que es lo que podemos hacer?

-"Tendría que esconderme unos días... tal vez hasta el jueves, ya que tengo que reunirme con mi jefe el viernes. ¿Conoces algún sitio?"

- ¿Quién te busca exactamente? Comprenderás que no puedo poner en peligro a mi mamma...

-"Ni yo, por eso no quería contároslo." - Mario inspira antes de continuar.
-"Mi jefe es un tío con pasta en Grecia, y hay mucha gente que le tiene envidia. Un tipo se puso pesado con él y... bueno... ya conoces mi pronto..."
-"Pensaba que al quedarse aquel tío tranquilito no seguirían molestando a mi jefe, pero no es así. Quieren venganza. Y supongo que a mí también querrán cobrarme un cheque. Pero no te preocupes. Solo te pido que me des un teléfono, de alguien que tenga un sitio apartado de Roma y no tenga que darle muchas explicaciones."

Emilio piensa un poco y luego va a la trastienda. Cuando regresa, trae una agenda, papel y bolígrafo.

- Mira, esta es una pensión discreta y céntrica. El servicio de habitaciones deja mucho que desear, pero al menos podrás dormir, y nadie te pedirás que enseñes un carnet de identidad. Y si le caes bien a la dueña, quizá te invite a probar sus tagiateli, que son los mejores de toda roma, después de los que prepara mi mamma. No te puedo ayudar más, lo siento. Ya sabes que no soy más que un tranquilo hostelero.

Mario toma nota de la dirección y da un abrazo a Emilio. No puede evitar un gesto de decepción, pero sabía que no podía abusar de la confianza de los Pucci. Después de todo, había pasado demasiado tiempo.

-"Gracias, Emilio. Ahora te debo una, y una muy grande. Aunque creo que es hora de que alguien me devuelva un favor. ¿Dónde puedo encontrar al Don? Estuve cinco años en la trena por no delatarle, y nunca me ha dado las gracias por ello..."

- Don sigue viviendo en el mismo chalecito a las afueras de Roma. Los negocios le van bien, pero dice que no dejaría su casa por todo el oro del mundo. Le tiene demasiado apego a esa dichosa huerta del patio trasero.

-"Gracias, amigo." Mario abraza a Emilio, y le da dos besos a Mamma Pucci. -"Mamma, eres mala. Haces que eche de menos este lugar, y me tientas con el estómago. Volveré."

Tras salir del restaurante, voy a la pensión, buscando en un mapa si hace falta.