Partida Rol por web

- Parece como si Botas quisiera que le siguieramos. - pienso.

Sonrío divertido a las palabras del Logro de la Corte de Verano.

- No estaría mal, no. - le respondo.

- Sigamos a Botas pero mantengámonos atentos a todo lo que nos rodea. - añado.

Continuais el rastro de Botas por el Seto, una tarea que resulta facil de seguir con aquellas enormes botas en el barro y su pelaje gatuno, os preguntais si Botas lo habra hecho con intencion, cuando en un punto de vuestra exploracion, os fijais en vuestras propias pisadas.

Macario dejaba detras suya un pequeño rastro de flores recien abiertas, goteando desde sus hojas pequeñas gotas coloreadas que tintaban el suelo, a su vez, cada paso de Xavi suena como el crujido de una piedra siendo triturada y dejaba grandes huellas con gravilla en su interior. En el Seto, el Wyrd se refleja en el propio Seto y deja rastro de los Perdidos que merodean por el, por eso era tan facil seguir a Botas, y vosotros tambien seriais facil de rastrear si alguien, o algo, fuera tan vosotros.

No es una informacion muy confortable, aun mas cuando Macario recuerda que ultimamente las calles de Madrid corren rumores de ultimamente el Seto anda mas inquieto que de costumbre y se oyen rumores que las propias espinas de este, estan atacando y secuestrando a jovenes sin hogar o viviendo en malas condiciones.

Quizas solo sea vuestra imaginacion, pero a cada paso, mas oscuro os encontrais y mas cerca notais las espinas que bordean el camino.

Ser Xavi, mejor vaya usté adelante.  Yo esto de moverme en lo silvestre no me lo se muy bien.  Es por eso que cuando andaba perdido buscando mi camino de regreso a la casa -se asomó en su rostro una línea de tristeza desarmante- invoqué a la naturaleza del sueño para hacerme un contrato con esta fuerza primordial.  Para encontrar caminos.  Lo dejó pasar, pero no dejaba de observar y ayudarle notando cosas aquí y allá.  Si no fuera por lo peligroso, el lugar sería hermoso.  Bueno, lo era aun.  

Pobre de la niña. ¿Sabía Ser Xavi que se dice que en Madrid el seto está actuando más agresivo que de costumbre, llevándose especialmente chicos en situación de calle?  Quizá esté pasando lo mismo aquí en Barcelona.  Hay que andarnos con cuidado.  Igual y hacer una campaña especial de defensa.  Sabía que en esto los mejores aliados serían los de Verano, si señor. Había que convencer al resto de las cortes.

 ¿Esas iniciales me recuerdan a alguien?  ¿De los chavales de este barrio, los de la calle, como de la edad de este zapato, se dice de alguno que se haya perdido recientemente?  -observó la zapatilla con cuidado para buscar más pistas de su dueño.  Buscaba alguna marca de bolígrafo, algo pegado a la suela, alguna marca de desgaste, típica, digamos de patinetos o jugadores de basket, alguna forma rara de amarrárselo, como lo hacen los niños que corren drogas, o los inmigrantes.

¿Que preguntas haría usté al seto?  Sabía que tenía dos, así que las usaría con mucho cuidado. 

- Nunca se me ha dado bien eso de hablar con el Seto. - le digo irónico mientras avanzo. Mucho me temo que no soy muy buen compañero en ese aspecto.

- Mas a priori y sin pensar mucho en ello se me ocurre preguntar si la chica a la que pertenece esa zapatilla está viva, si nuestro querido Botas está con ella, ... - comento dejando en el aire más posibles preguntas.

Mientras estais navegando en el Seto, en algun momento, perdisteis la pista del rastro de Botas, encontrando perdidos en mitad de la nada. Y para colmo, por mucho que se estrujara la cabeza, Macario no encontraba nada nuevo sobre la zapatilla, o por lo menos, no reconocia ningun signo que dijera que era una niña de la "calle" propiamente dicho.

Aun cavilando que hacer, de repente ois un grito de auxilio, proviene de mas adelante, en un pequeño claro, rodeado de espinas por todas partes, se encontraba una Perdida morena y agraciada tumbada en el suelo, envuelta en espinas.

Estas las estaban arañando y asfixiando, cubriendo y apretando su piel como si se trataran de serpientes, y metiendose incluso bajo su ropa rasgando sus vestiduras y lo que habia bajo ellas. La mujer intentaba defenderse como podia, agarrando con sus manos desnudas las espinas entre lagrimas y sangre, pero solo conseguia dañarse mas, teniendo incontables rasguños en sus manos.

-Por favor... No puedo respirar.- Dijo ella en un gemido y casi sin aliento, mientras una raiz apretaba su garganta.- Duele..

Y bueno, no sólo Madrid, sino también aquí en Barcelona los rumores crecen sobre un seto cada vez más agresi.... ¡¿Que es eso?!  ¡Una chica!  ¡Ser Xavi, mire!  

Macario se lanzó corriendo a la zona.  Pensó rápido y decidió actuar como un torero.  Llamaría a las vainas hacia sí, para que soltaran a la chica.  Cuando me sigan sáquela de ahí Ser Xavi.  Ojalá tuviéramos un hacha.  Confiaba en que su agilidad lo sacaría de cualquier zarza ensalvajada.  

¡Epa, ája zarza!   ¡Si, tu, ven! ¡ven acá si tienes hambrita de glamour!  Era un floreciente, así que esperaba que eso lo ayudara en estos momentos de apuro.  Nazcan flores amigas mías, cuyo aroma duerme a las espinas. -imploró. 

Sin esperar a que las vainas sigan a Macario me lanzo a cortarlas a sabiendas de que mi Contrato me permitiría salir prácticamente indemne de su abrazo.

- Venid con papa. - digo cortando las vainas con mis juguetitos.

Mientras Macario intenta distraer las zarzas, Xavi se abalanza y empieza a cortar a mansalva, cortando y lanzando algunas espinas mientras una savia carmesi salia de sus orificios.

Parecia estar surtiendo efecto, porque la Perdida parecia mas libre del agarre de las zarzas, y salto a brazos de Xavi, temblorosa y atemorizada. O eso aparentaba.

No fue hasta que, pillando por sorpresa y desprevenido al caballero de verano, Xavi noto las manos de la perdida aferrarse a su cuello, y apretar con fuerza mientras las zarzas que antes la habian atacado ahora se reunian alrededor de sus manos y del cuello de Xavi, reforzando el agarre.

-Lejos de la muerte, lejos de la vida, siempre eterno.- Recito la perdida en una voz monotona, con la mirada perdida y vacia de vida.

¡Cuidado Ser Xav...!  Demasiado tarde.

¡Dios!  Una trampa y fuimos directitos a ellos. ¡Que tonto Macario, deberías saber que aquí en el Seto nada es lo que parece!

Macario sabía que en el Seto podía utilizar glamour para modificar el entorno, de hecho sus pisadas eran prueba de que lo hacían aun sin querer.  Así que comenzó a pedirle al seto que salieran flores que adormecieran al extraño ser que tenía prensado a Ser Xavi. Floripondios, ¡si! esos.  Trató de acordarse de las historias del seto que había oído para saber con quien se enfrentaba y que palabras, conjuros, o flores, la harían desistir...

Dándose cuenta del peligro apenas a tiempo que representaba esa supuesta perdida para el caballero de verano, ese que tan valientemente atacaba a las zarzas sin saber que sería inmediatamente atacado, Macario balbuceó una advertencia imposible de utilizar:   ¡Cuidado Ser Xavi, es una trampa!  

Sabía que las flores que aparecían a su alrededor en el seto eran inintencionales, y que no podría invocar a nada por su propia voluntad -Ni los floripondios; debo pedirle consejo a Gaia sobre esto luego para hacerlo-.  Pensó en la extraña frase: "-Lejos de la muerte, lejos de la vida, siempre eterno."  ¿Le habían contado algo en los baños de la Salamandra sobre ella?  ¿Cual era su debilidad?

Decidió entonces distraer a la criatura para que soltara a Ser Xavi y en vez se fuera sobre él.  No la engañó, pero seguro la podría esquivar, la esperaba, y así el veraniego podría asestar otro golpe y sacarlos de ese enredo mortal.