Partida Rol por web

Cinderella Phenomenon

Capítulo 5: Decisiones

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10/09/2021, 05:52
Réamann Lockheart

Réamann ya estaba listo para salir cuando se quedó observando al resto y su mirada se tornó bastante seria, prefirió no decir nada mientras apretaba levemente su mano en puño tensándose por unos segundos, aunque al final optó por suspirar profundamente sin poder evitar pensar que habían tardado mucho y la organización, la poca que podrían haber hecho, no se les daba bien aunque era justificable debido a las circunstancias. Incluso él, siendo un caballero experimentado, notó faltas en algunos puntos que tal vez otros con talento sí habrían podido surtir efecto y por un momento pensó si su cuerpo respondería a las memorias de batalla.

Fue entonces que todo tomó marcha. La apariencia de Stella cambió a sus ojos gracias al glamour y de no ser porque lo había visto con sus propios ojos dudaría que esa nueva chica ante ellos se tratara de su novia; la observó como si quisiera ver a través de aquél cambio, pero ahora que no estaba maldito no era posible, sintiendo alivio por la señal inequívoca de que había sido liberado; se le fue entregada una llave a Rin y pensó si se trataría de un señuelo de objeto de la familia o tenía otro propósito; asintió cuando la bruja le dijo que tenía un  nuevo propósito y miró brevemente a Stella. Sí, ella formaba parte de su nueva visión de vida y estaba agradecido con eso.

En cuanto Alain volvió con ellos, él ya llevaba consigo el brazalete que dejó Ezio en resguardo y oculto bajo su pantalón a la altura de la cintura... y así, salieron tras el joven que iba por su hermana. Se sabía el camino porque ya les habían acompañado a la residencia, pero tardaron y por lo mismo no alcanzaron al líder de la familia, pero gracias a sus conocimientos en la orden comenzó a rastrearlo y Rin complementó la búsqueda hasta que encontraron la trampilla. El peliblanco se agachó sin tocarla debido a la advertencia del hechizo que le resguardaba, por lo que inspeccionó la cerradura durante unos segundos.

-Esto... su grosor es muy delgado, apenas cabe una moneda o algo similar y de largo... unos 5 centímetros-había pensado en alguna espada, pero no cabría en absoluto-. Pensaba que se podría usar el brazalete, pero no lo creo. ¿La llave que te dieron, Rin, podría servir? ¿Alguno tiene otra idea?

Observó a sus compañeros, esperando que alguno diese con la llave en lo que él seguía pensando.

- Tiradas (1)
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11/09/2021, 16:08
Rin Lotong

Rin dudaba que su llave abriera eso, después de todo esa llave era el señuelo, sería absurdo pensar que el señuelo sirviera de más que para eso - esta llave es lo que buscan esos brujos ¿Porque iba a funcionar ahí? - ya no estaban en terreno conocido, hablar como si pudieran haber orejas en todos sitios era una buena costumbre del trampero, la magia escapaba de su comprensión y no quería que por confiarse el futuro intercambio fallara, y de hecho aunque no dio detalles sobre el brazalete, Rin ni siquiera lo habría mencionado, si alguna magia escuchaba esa mención daría una pista tras comprobar que la llave solo era un placebo.

Se acercó a comprobar algo sencillo... Si la puerta estaba ya abierta o no.

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11/09/2021, 18:12
Alain Blue

Mientras cogía la espada que seguía apoyada contra el escritorio de su habitación, todavía cubierta de sangre, escuchó la puerta cerrarse a sus espaldas, haciendo que se girara de forma repentina con la espada envainada todavía en su mano para encontrarse mirando a la misma chica que le había estado evitando a lo largo de las últimas horas. No era como si pudiera culparla. Incluso si hubiera deseado hacerlo, que no era el caso, las últimas horas no habían sido fáciles para ninguno de los dos.

- Claire... - sintió el abrazo de ella y aunque alargó el brazo libre para corresponderlo la joven se apartó tan rápido que sólo alcanzó a tocar su cabello apenas un segundo. Negó con la cabeza -. No es culpa tuya. Nada de esto lo ha sido - miró hacia el techo con expresión cansada. ¿Cómo iban a afrontar lo que estaba por venir sin siquiera haber dormido? ¿Por qué tenía aquella lúgubre sensación de que no iba a salir de aquella? Le parecía que estaba todo tan indeciblemente mal... -. Quiero decirte muchas cosas pero si las digo ahora, sonará a despedida, ¿verdad? - sonrió un poco, aunque no se sentía alegre pues cuando hablaba de despedida podía quedar patente a que no se refería a que uno de los dos se marcharía sin más -. Así que sólo quiero que te quedes con esto. Yo debería pedirte perdón a ti. Y lo haré. Pero... - negó con la cabeza -... no, puedo hacerlo ahora. No te vayas. Cuando vuelva - si vuelvo -, hablaremos.

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11/09/2021, 18:20
Alain Blue

Antes de cruzar la puerta de la posada había dirigido una única mirada a Delora mientras sus ojos se perdían hacia la zona de habitaciones, ahogando un suspiro.

- Cuídala, ¿quieres?

No añadió más. Llevaba la espada cubierta de sangre todavía, de aquella que había derramado hasta en dos ocasiones el día anterior y que, sin embargo, no había podido limpiar al encontrarse con el caos reinante en The Marchen al volver. Mas se limitó a atarse la vaina al cinturón para cubrirla acto seguido con una capa, pues si una espada podía llamar la atención aquella cantidad de sangre sería como una alerta hacia su persona.

Sin decir más, partió con sus compañeros y con la ahora disfrazada Stella hacia casa de los Van Hauber en busca de aquel lugar que cobijaba las piedras. Siguió a Réamann, quien, ahora que estaba en plenas condiciones, tenía un aura de liderazgo que en un combate estaba más que dispuesto a seguir teniendo en cuenta que él había salido victorioso más por exceso de suerte que por formación.

- Delora dijo que la llave tenía algo de magia - le dijo a Rin, que en aquel momento había tomado la palabra al barajar cómo abrir aquella puerta de sótano que se habían encontrado -. Aunque nos puede servir de señuelo es posible que también tenga algún hechizo que permita romper la magia de una cerradura. Por probar no perdemos nada.

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11/09/2021, 18:50
Stella Brewster

Al escuchar los pasos de Delora, Stella se tensó y con una mano tomó instintivamente la manga de Réamann. Bajó la cabeza y cerró los ojos por un momento. Creía que las palabras de la bruja serían duras, y que serían otras. Sin embargo, notar que no fue así hizo que levantase la cabeza. Sin saberlo muy bien en ese momento, las palabras de Delora la aliviarían un poco. Después de todo, quería ser como ella. Miró por un momento a Réamann y bajó la cabeza; ¿de verdad se estaba ocultando tras su espalda?

Con aquella temporal apariencia, Stella salió junto a todos una vez Alain estuvo listo. Estaba nerviosa por lo que conseguirían una vez llegasen al lugar. ¿Podrían llegar a tiempo para encontrar a Fiorella y su hermano bien? Después de todo, aunque este no hubiese llevado el brazalete consigo, solo necesitaban la sangre de uno.

No conozco este hechizo, pero parece ser muy avanzado. Al menos para mí —les avisó a los demás apenas pudo mirar la puerta durante un momento, suspirando. Si tan solo su maestra hubiese ido, de seguro ella sí podría haber reconocido el hechizo.

En silencio, la mirada de la pelinegra pasó de uno a otro. No estuvo de acuerdo, pero solo lo hizo saber cuando Alain terminó de hablar.

Estoy de acuerdo con Rin, no creo que la llave funcione. Pero... claro que no se pierde nada con intentar. Sin embargo... —creía tener algo, pero no estaba muy segura de ello— ¿Me permites el brazalete, Réamann? Puede que no funcione, pero me gustaría intentar algo también.

Si el peliblanco se lo cedía, Stella intentaría abrir la puerta con él. No tenían más opción que intentar todo lo que se les ocurriese.

Notas de juego

El glamour de Stella:

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12/09/2021, 00:39
Hogward Malthael

-Ha, pues serías la primera- le respondió Hogward a Delora con un ligero tono de autodesprecio antes de salir por la puerta para seguir a los demás. Caminando al último, el peliblanco seguía cavilando en lo que haría cuando se encontraran con los que secuestraron a Fiorella. -No tenemos muchas posibilidades de poder ganar, uno de sus principales combatientes se fue corriendo a que lo mataran solo, reduciendo aún mas nuestras probabilidades. Además, si los secuestradores tienen éxito y hay guerra habrá un montón de ocasiones de poder romper esta maldición, pero claro primero tengo que salir vivo del enfrentamiento que esta por ocurrir- la cabeza del joven se llenaba de lóbregos pensamientos mientras caminaba.

Cuando llegaron a la trampilla, el grupo se quedo paralizado por un momento. Sin tener una idea segura de como abrir la puerta. Hogward quería correr y salir de ahí. Ya no le faltaba mucho para romper su maldición y estaba cerca de descubrir como hacerlo exactamente. Sin embargo, su cabeza estaba llena de indecisión y esto le impedía que encontrara una oportunidad para salir de ahí. 

-Ezio dijó que había dos puertas, una se abre con sangre de la familia esa y otra con el brazalete. No creo que lo que haya puesto Delora en la carnada sirva para abrir algo tan seguro. El brazalete es mejor opción, si hay un hechizo sobre la trampilla, mejor ir con lo mas seguro- habló apoyando lo que creía que era la idea de Stella. -Por ahora solo esperare el momento adecuado- se dijo a si mismo. 

Solo por si acaso, retrocedió un par de pasos de la trampilla por si pasaba algo.

 

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14/09/2021, 23:28
Ezio

Aquel que recién había llegado no parecía reaccionar a nada de lo que sucedía, y se mantenía impasible ante la creciente tensión del ambiente. Mientras tanto, Ezio te miraba ocasionalmente sin perder de vista a tu captor y dijo con una sonrisa amable - No entiendes que yo quiero lo mismo contigo, ¿verdad? - y se dispuso a atacar al hombre, aunque este haló un momento de la cadena con la que te mantenía cautiva, descargando un choque de electricidad que te habría hecho estremecerte por menos de un segundo. Cuando hubo terminado, tu hermano chasqueó los dientes.

- Si yo fuera tú, cooperaría. Ella podría morir si dejo que el hechizo funcione por demasiado tiempo - sonrió desquiciadamente.

Pudiste ver mejor hacia donde se había abierto la enorme puerta y notaste que lo que se había descubierto era un lugar con dos enormes agujeros en el suelo. Estos tenían alguna especie de conjuro, pues uno de ellos brillaba con un intenso blanco y el otro con un azul claro. No sabías qué magia era, pero podías intuir que eran sellos. La pregunta era, ¿sellos de qué?

¿Cómo no caías inconsciente? No lo sabías, pero el cansancio, más el dolor, más todo lo demás, te hacían sentir exhausta. Además, tu nariz sangraba todavía. Tal vez no morirías por algo así, pero eso le podía doler a cualquiera. Tu hermano te miraba mientras miraba con enojo a la bruja y dijo con un tono decidido - ¡Correré el riesgo! - y viste que tu captor se disponía a activar aquella cosa otra vez, pero Ezio fue muy rápido. Con su espada, lastimó uno de sus brazos cortando su concentración y aprovechó la oportunidad para empujarlo. Tus brazos y piernas se soltaron, dejándote libre de tus ataduras, aunque no estabas precisamente en condiciones de correr. Tampoco sabías si aquel hombre desconocido le ayudaría a tu captor a retenerte, pero no parecía ir contra Ezio tampoco. Podrías ponerte de pie y caminar o alejarte, pero algo más agresivo que eso detonaría en bastante dolor para ti.

Aquella bruja se golpeó la cabeza contra la pared y devolvió la mirada hacia tu hermano con bastante odio - ¡¿Cómo te atreves, niño imbécil?! - al menos Ezio parecía tener la situación bajo control... por ahora.

- Tiradas (2)
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14/09/2021, 23:55
Claire

Pudiste ver que la chica aguantaba sus lágrimas mientras te escuchaba hablar, mirándote por primera vez ese día. Poco después, cuando dijiste que aquello parecería una despedida, ella bajó la mirada y apretó sus manos.

Reunió toda la fortaleza que pudo para mirarte un momento y asentir - Está bien. Te estaré esperando, así que... regresa a salvo, por favor - y aunque sintió el impulso de abrazarte de nuevo, se detuvo y te sonrió para luego limpiarse las lágrimas y marcharse dejándote ir.

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15/09/2021, 00:08
Narradora

Rin intentó ver si aquella trampilla ya estaba abierta, por lo que extendió su mano, pero sintió una descarga leve de energía que le impidió tocarla. Tal vez si hubiera sido más asertiva, la descarga habría sido peor. Réamann le entregó el brazalete a Stella, quien lo acercó con cuidado. Sorprendentemente, una escritura con el nombre de Ezio empezó a brillar y de repente, el brazalete se enderezó. La bruja lo acercó hasta la cerradura y este entró, desactivando la magia que cubría a la trampilla y abriéndola.

Justo en ese momento, pudieron escuchar un fuerte grito de una mujer que seguramente era Fiorella para luego escuchar a Ezio gritar - ¡Correré el riesgo! -.

Poco después, un estruendo y luego una voz chillona que les aturdió por un segundo - ¡¿Cómo te atreves, niño imbécil?! - y por último... un intranquilo silencio. ¿Qué era lo que pasaba allí abajo?

Si se asomaban, había unos escalones incrustados en la pared, aunque no sería un problema saltar para los más hábiles. Un extraño fuego verde alumbraba el túnel a lo que parecía el lugar de resguardo de los cristales.

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15/09/2021, 04:41
Réamann Lockheart

En lo que seguía observando la cerradura tratando de pensar qué sería útil para abrir y esperar las aportaciones de los demás, Réamann por un momento pensó que podría usar alguna pluma* de cualquier ave que pasara volando por ahí, pero inmediatamente rechazó la idea por ser inverosímil y al término de ese innecesario pensamiento, miró cómo Rin se acercaba a verificar algo y miró la reacción** de la pequeña que ni siquiera alcanzó a tocar la trampilla.

-¿Pasó algo, Rin?-luego le entregó el brazalete a Stella y procedió a ver a Alain-. Si no funciona, usaremos la llave. Por la ausencia de Ezio nuestras opciones son limitadas-luego observó a Hogward y asintió-. Tienes razón, eran dos llaves... solo espero que no sea en esta que se requiera la sangre.

Se notaba serio, levemente ansioso. Parecía que pronto saltaría a la acción y buscaba ser cauteloso observando los alrededores por si los emboscaban o algo sucedía al abrir la trampilla. Cuando su novia acercó el brazalete y en éste aparecieron letras y cambió de forma, el ex-caballero abrió levemente los ojos por aquella manifestación mágica, la desactivación del hechizo y después que el acceso fuese disponible para todos. Suspiró y terminó por enderezarse asintiendo a Stella y a Hogward por haber tenido razón.

-Más cabezas piensan...-ni siquiera alcanzó a terminar su frase cuando escucharon todo lo demás. Rápidamente Réamann desenfundó su espada cortando el aire en el proceso y a su vez endureciendo su mirada. Ya no podían perder más tiempo-. Bajaré primero y después Alain para cubrirles-no dudaba de la agilidad de Rin, pero Stella y Hogward podrían tenerla un poco complicada debido a que no eran muy activos físicamente; además, miró al castaño para ver si estaba de acuerdo con su idea-. Iré al frente, recomendaría que Hogward y Stella atrás por si acaso y Alain y Rin después de mí.

Metió una mano libre en sus bolsillos y mostró las bombas que había traído: tres somníferas, una de humo y una de parálisis. Hasta donde él sabía, los demás no habían traído los que habían sobrado y en medio del combate él no podría usarlas para centrarse en la espada, así que prefería dárselas a las demás.

-Tómenlas-pidió, y cuando tuviese sus manos vacías bajaría para continuar con la misión.

Notas de juego

*Para más detalles, lean el off xD

**Supongo que Rin reacciona alejándose, pone mueca o algo; si no, de todas maneras el diálogo de mi personaje se mantiene.

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15/09/2021, 05:37
Narradora

Solo bastó un segundo para que pudieras sentir un fuerte pulso. Un latido constante y firme que se acompasaba con el tuyo y te invitaba a seguirle. ¿Qué era eso? La sensación de que había algo que te pertenecía allí dentro era enorme y la necesidad de ir aumentaba hasta el punto de querer adelantarte para llegar primero. ¿Por qué te sentías así?

La sensación llegó justo cuando se abrió la puerta, así que tal vez la puerta lo había estado bloqueando hasta ahora, pero ¿qué era eso que bloqueaba exactamente?

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15/09/2021, 12:00
Rin Lotong

El calanbrazo no le hizo ninguna gracia, dio un par de pasos atrás apretando los dientes y tomó aire, pero le pareció más triste cuando la cerradura cedió ante el brazalete y dentro ya había alguien, se preguntaba el motivo de necesitar un intercambio sí ya atravesaban la primera puerta como querían...

Escuchó a Reamann y dejó que los demás tomarán las bombas - Eses aún guarda mis bombas, he estado aprendiendo a hacerlas yo misma después de todo la trampería es lo único que se me da bien.

Usar bombas con alguien en el frente no sería bueno, excepto la de humo si necesitaban huir, Rin tomó unas boleadoras mucho más prácticas si quería inmovilizar a alguien, y si la lanzaba pasaría a tomar el alambre; el arma que mejor blandía.

- en los cuentos los malos esperan a que los buenos hagan el trabajo y luego aparecen para robar lo obtenido ¿No sería mejor alejar "las llaves"?

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16/09/2021, 09:01
Stella Brewster

Stella no esperaba del todo que aquello funcionase, estando tan confundida como todo los demás, pero se atrevió a intentarlo impulsada por su aguda intuición. Por supuesto, no sin antes preocuparse por Rin, aunque terminó suspirando, aliviada, al ver que estaba bien. Eso la impulsó más a intentar lo del brazalete. Por lo mismo, apenas vio cómo el brazalete mismo se acomodaba y la trampilla se abría, los ojos de Stella brillaron por un momento. Allí se quedó, de repente, embelesada, quizá ausente por un momento, mientras todos vieron como, de la nada, los pies de la chica se movían solos para bajar por aquella trampilla. Al menos hasta que escuchó los gritos y las voces que provenían desde el interior.

La pelinegra terminó por reaccionar, dándose cuenta de lo que había hecho involuntariamente, y retrocedió, volteando a mirar a los demás algo ausente, abrazándose al brazalete con fuerza.

Se hizo a un lado y dejó vía libre a la puerta, escuchando con creciente angustia la formación que tomarían. Ella no vio necesario tomar una bomba, dado que no le daría utilidad alguna, así que simplemente no se acercó a tomar ninguna. Sin embargo, sí que se aferró al brazalete con fuerza. Más al escuchar lo dicho por la pequeña Rin.

Si... ellos están debajo, es probable que este brazalete ya no les sea de utilidad —dijo Stella, claramente agitada por algo. Volteó a mirar la trampilla una vez más—. Ya no debe haber tiempo. Ellos... —por alguna razón, Stella parecía apurada en demasía para entrar. Quizá más de lo que estaba en un principio. Mucho más— Debemos movernos.

¿Qué pasaba de repente con la bruja?

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18/09/2021, 02:50
Fiorella Van Hauber
Sólo para el director

La situación era muy delicada. Por un lado una huida no parecía factible en su estado pero por el otro si intentaba intervenir en el combate sería un estorbo para Ezio. Observo la puerta abierta y como el sirviente parecía actuar con absoluta indiferencia ante todo lo que estaba sucediendo. Quizá era por fin su oportunidad de hacer algo. 

Gateo haciendo acopio de sus fuerzas tratando de colarse tras la puerta sin llamar la atención. Era una jugada arriesgada pero debía confiar en su hermano  y en que podría contener la el tiempo suficiente. Una vez estuvo dentro mientras se le partía el alma cerró la puerta suavemente y avanzó hacia los sellos dispuesta a descubrir aquello que deseaba la bruja. 

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18/09/2021, 06:53
Hogward Malthael

Hogward estaba nervioso mientras Stella se acercaba para abrir la trampilla. Empezaba a sentir una presión en la entrada de la garganta que lo hacia querer vomitar. Conforme avanzaban se iban acercando más a lo que podría ser una batalla suicida y el peliblanco cada vez estaba con menos ansias de ir derecho hacia ella. Cuando vio que el brazalete había funcionado,  su ansiedad empeoró, una parte de él hubiera querido que no lo hiciera solo para retrasar lo que venía aunque sea un momento. El miedo empezaba escalar por su cuerpo, primero las piernas que iniciaron a temblar por unos instantes intermitentes. No quería ir, quería salir, quería huir. Pero ¿por qué era? ¿Por qué era que por más que quería darse la vuelta y alejarse de la situación suicida no podía mover la piernas en otra dirección que no fuera adelante? ¿Acaso era el propio miedo que lo obligaba?

La frente de Hogward se empezó a llenar de un sudor frio. Cuando oyó lo gritos del interior del túnel se sobresaltó tanto que casi da un grito del susto. El silenció que vino después no hizo nada para calmarlo. 

El joven vio como todos se ponían tensos y se preparaban para bajar hacia el peligro. Reamman ofreció las bombas que le habían sobrado. -Y...yo las tomare entonces- dijo el peliblanco forzando una sonrisa y tratando con todas sus fuerzas de que no le temblara la voz. Una de las bombas le había llamado la atención. La de humo. Si las cosas se ponían feas podría usarla -Si, solo sigo por que puedo escapar después. Solo por eso. Puede que haya ocasión para curar a alguien después de todo- se dijo así mismo como si intentara convenserse a sí mismo.

-Los sigo entonces- termino Hogward luego de tomar las bombas de la mano de Reamman. Guardando las bombas dentro de su chaqueta, Hogward siguió a los demás mientras descendían, quedándose lo más atrás que podía. 

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18/09/2021, 20:10
Alain Blue

Al final resultó que la llave no servía para nada y por contra la respuesta obvia, que era el brazalete, sí lo hacía. Más aunque en otra ocasión le hubiera molestado dejarse engañar por su mente rebuscada, en aquel instante en que los gritos se sucedían desde abajo seguidos por un silencio que nada bueno auguraba, no pudo centrarse en esa tontería. No cuando sus emociones borraban de en medio la razón y le pedían arrojarse hacia el lugar para hacer lo que pudiera, a pesar de que Alain nunca se dejaba llevar por sus emociones.

Por eso mismo su impaciencia empezó a crecer cuando observó como las bombas intercambiaban de manos y las palabras ofre4cían dudas que el pasar del tiempo sólo podía incrementar. Los nudillos s ele pusieron blancos al cerrarse con fuerza en la empuñadura de su espada, conteniendo aquellos impulsos que nunca se había permitido sentir y que ahora estaban a escasos segundos de tomar el control sobre él.

- Vamos ya, no podemos perder más tiempo -  masculló entre dientes antes de desenvainar él también su espada.

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19/09/2021, 02:00
Narradora

Aunque intentaste cerrar la puerta, esta no quería ceder. ¿Acaso se necesitaba de magia para cerrarla también? Era lo más probable porque si fuera tan sencillo, no se habrían tomado tantas molestias.

El enfrentamiento parecía continuar, pero empezaste a escuchar voces provenir de algún lugar de la cueva, además de que cuando te acercaste a los círculos, pudiste sentir que la atmósfera se hacía más densa, la gravedad parecía aumentar allí, por lo cual era difícil moverse. Aquello que se albergaba allí parecía tener un enorme poder mágico, aunque realmente no podías ver la magia. A pesar de eso, debía ser muy fuerte para que tú, una humana, pudieras percibirla.

Si decidiste girarte un momento, notaste que Ezio no estaba dispuesto a darle tregua a aquel irritante hombre, así que se abalanzó contra él una vez más con su espada, mas esta vez la bruja parecía preparado y lo esquivó por poco para luego conjurar un círculo mágico del cual salió un rayo que electrocutó a tu hermano. Ezio gritó de dolor y aunque su cuerpo soltaba humo por sus múltiples quemaduras, pudo mantenerse en pie mientras lo miraba molesto.

 

- Ya compartes un poco del dolor de tu hermana hasta ahora... Debes estar agotado después de todo lo ocurrido. Tal vez esta sea la tumba para ambos - después de eso, chasqueó los dedos una vez más y aquel sirviente empezó a caminar hacia donde tú estabas, con sus ojos fijos en alguna parte de la habitación.

Los pasos se acercaban, parecían ser varias personas, pero aunque te giraras, no podías distinguirlos con claridad. Después de todo, las antorchas verdes no eran muy potentes ni iluminaban a una larga distancia.

- Tiradas (2)
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19/09/2021, 02:15
Narradora

Por iniciativa de Réamann entraron, este encabezando la comitiva, seguido de cerca de Rin y Alain, cada uno preparándose a su manera para lo que se venía. Por último, Hogward y Stella, quedándose atrás, aunque el nerviosismo del primero y la ansiedad de la segunda eran más que evidentes en ellos. ¿Podrían soportarlo?

Las antorchas los guiaban por un camino único, tal cual dijo Ezio. Si realmente era el único punto de acceso, ¿cómo habían entrado sin un brazalete? Era una pregunta recurrente, pero ¿acaso no se habían posesionado de la casa días atrás y secuestrado a Ezio?

Un estallido se escuchó y pudieron ver que la cueva se iluminó por un momento con una luz amarilla. Seguido de esto, un grito de dolor de una voz masculina, para luego aquella irritante voz hablar - Ya compartes un poco del dolor de tu hermana hasta ahora... Debes estar agotado después de todo lo ocurrido. Tal vez esta sea la tumba para ambos - la cueva amplificaba los sonidos, así que no era difícil que escucharan con claridad, aunque ver era otra cosa. Si bien había antorchas, el verde no brindaba mucha luz.

A medida que se acercaban, pudieron ver tres figuras allí. Una de ellas la reconocieron con facilidad. Se trataba de Ezio, quien jadeaba y miraba enojado a la segunda figura. Ese sí que nunca lo habían visto. Un hombre de cabello verde con una mirada viperina y quien no le quitaba los ojos de encima al líder de los Van Hauber.

Un poco más al fondo, vieron un agujero que fácilmente representaría una puerta, solo que ya no había una puerta allí. Una figura con una túnica blanca muy similar a la que llevaban los que habían acompañado a Phoisa a la posada de Aed camina impasible hacia el portón, cuando pudieron ver su cabello negro y sus ojos con un extraño color. A pesar de su apariencia particular, parecía con la mirada perdida y fija en algún punto de esa habitación.

Había una cuarta y delicada figura tras el portón, pero estaba demasiado lejos para que la pudieran ver con claridad, y esta no parecía haber notado su presencia aún. Parecía estar examinando la habitación o algo parecido. Por su parte, aquellos que luchaban tampoco se habían percatado de su llegada, así que tendrían un pequeño margen de acción.

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19/09/2021, 02:30
Narradora

La urgencia se incrementaba con cada paso que dabas. Llamaba por ti y te sentías en la necesidad de ir, pero ¿qué era lo que te llamaba exactamente? Con cada paso, el pulso se acrecentaba y te trazaba un camino. Sabías perfectamente cómo llegar a él ahora, casi como si un mapa se hubiera dibujado en tu cabeza con la respuesta.

Apenas viste la escena, tus ojos se clavaron tras el portón de inmediato. Ese era el lugar. El llamado venía de allí. ¿Acaso era esa figura femenina? No. El llamado venía de un lugar que resplandecía de un intenso blanco y, aunque era muy seguro que los demás no lo vieran, tú sí lo veías tan claramente como si el mismo sol iluminara tu camino. Dos energías: una azul clara que te recordaba a Parfait, y la blanca que te instaba a ir hacia ella. Sus lazos invisibles eran como brazos que se adherían a tus brazos halándote hacia allí. Tú eras parte de él, así como él de ti. Era lo más cercano que podías racionalizar a aquel sentimiento.

Notas de juego

Stella se puede controlar, pero mientras más se acerque, más difícil será no ir.

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19/09/2021, 12:35
Fiorella Van Hauber
Sólo para el director

Un escalofrío de temor recorrió su columna al observar al observar las antorchas a lo lejos, en la cueva. ¿Quién demonios serían? ¿Amigos o enemigos? Esperaba que no fuesen enemigos porque Ezio no iba a huir y ella no estaba en condiciones de pelear demasiado. Miró hacia el sello mágico, comprendiendo por qué aquella bruja quería hacerse con él pero no podía dejar que eso sucediese. Un grito de pánico subió hasta su garganta al ver como su hermano recibía el rayo pero no tuvo demasiado tiempo para centrarse en eso porque el sirviente empezó a avanzar hacia el sello.

Haciendo acopio de sus últimas fuerzas, Fiorella se puso en pie y avanzó también hacia la puerta. Iba a aprovechar que sólo había una rendija abierta para intentar bloquear a aquel hombre y que no llegase a entrar, rezando para que las antorchas verdes no fuesen de enemigos. No tenía mas armas que sus codos y su fuerza de voluntad, pero iba a pelear hasta el final, sabía que fuese lo que fuese aquello que desprendía magia no podía caer en manos de la bruja.