Partida Rol por web

Pim Pam Toma Lacasitos trata de susurrar Gigi Von Doom, por suerte esta parece ser la única capaz de escuchar aquel susurro de entre todos los que estaban a su alrededor.

Oye pava de q va to esto, me estoy empezando a quedar to loco!!!

-Nadie quiere ver morir a nadie, chico -dijo Hermann, cruzando los brazos sobre el pecho mientras intentaba imitar el acento australiano del actor que interpretaba a Thor en las películas de la Marvel-. Ojalá con la siguiente víctima diésemos con esa persona adecuada, el responsable de todo, pero no va a ser así, de modo que provoquemos que caigan primero los que no están participando. Si con eso podemos lograr que algunos de nosotros sobrevivamos, que así sea. Ya ha muerto una buena tetu... mujer, así que hagamos que su sacrificio haya valido la pena.

-Pssst... ¡Eh, vosotros cuatro! Esto es simple. Si queremos aguantar aquí con vida todo el tiempo posible, tenemos que formar una piña y concentrar nuestros votos contra otros. Sugiero que obtemos por ahora por una presa fácil como el Alex Gibaja, que sigue dormido, pero poco a poco tendremos que ir eligiendo a los que resulten más peligrosos. Lo ideal es que no perdáis a nadie que tengáis cerca, y eso me incluye a mí, así seremos más. Mientras podamos concentrar los votos contra alguien, tendremos una oportunidad. Seremos más de cinco.

Hermann Brown-Pesci trata de susurrar a los que estaban a su alrededor, pero por desgracia no solo ellos parecen ser capaces de escuchar a aquel tan poco sutil muchacho, sino que todo el mundo en la sala pudo oírlo gracias a un pequeño gallo de este debido a la edad.

Eres igual que el peleonero que solo le importaba él, que falso e hipócrita, y yo que le creía buen tipo.

Esta gente quiere sangre, que miedo.

-No te das cuenta de la gravedad de la situación, chico -añadió el argentino, poco preocupado de que sus susurros se habían escuchado. Al fin y al cabo, ya había pedido abiertamente que fueran contra el ausente Gibaja unas ¿tres veces?-. Las vidas de todos nosotros van en contrarreloj. La única forma que tenemos de sobrevivir es aliarnos entre nosotros y escoger quién muere, hasta que encontremos al culpable o nos rescaten. Tú estás aquí, vivo, hablando y siendo participativo. ¿No crees que mereces vivir más que él? -señaló a Alex Gibaja, que seguía con los ojos cerrados, ausente-. Míralo, él ya se ha rendido. Nunca despertará.

Deja al crio en paz, le gritò Gigi al argentino, ves como eres un embaucador!!, el murciano muriò por tus mentiras visto lo visto.

Super!! Nomino con 3 puntos al argentino por vivora mala y perra.

-Llevo todo este tiempo votando por inactivos, como el Gibaja o el del perro muerto. Si el Bonifacio murió, es cosa vuestra. Yo ya he dicho que lo mejor es acabar con los que siguen dormidos, tanto públicamente como en susurros. Puedo ser muchas cosas, pero mentiroso no soy.

-Che, pues me parece que contigo esos que están a tu alrededor no lo tendrán mejor. Eres un puto cáncer. -Comento sin miedo el chino al bocazas. -Deberías a ver sido tu y no el gafotas.

Yo no quiero ver morir a nadie más, es feo.

Ve como se empiezan a alterar y dice - chicos tranquilos, oye se que nadie debe morir, y menos chicos coml ustedes dos, pero no es bueno acusar a los demás como si fueran objetos tíos luego se refiere al adolecente argentino -chaval, tienes vida por vivir, y cosas por hacer como dejar tu virginidad, no me estas agradando, lo único que haces es empezar un slam en este concierto, si quieres vivir, mejor empieza a mantener la boca cerrada, dice mientras observa a varios hombres que han hablado poco y con traje e incluso al hombre calvo-hay muchos tios inteligentes aquí, seguro encontramos una solución. 

Hermann Brown-Pesci podía consentir muchas cosas. Que un perro le meara en la cara, que su instructor de gimnasio le meara en la cara... Lo que no iba a consentir es que le hablase de esa forma alguien que no fuera hombre, heterosexual y blanco.

-¡Tú cállate, puto chino! -exclamó el pajillero, emulando con esa frase a cierto joven miembro de la casa real española-. ¡Encima de que pedí antes que no te voten!

El veinteañero y virgen adoptó posición de combate. Sabía que contra un chino, que seguramente supiese artes marciales como cualquier chino de a pie, tendría pocas posibilidades, pero él era argentino residente en Estados Unidos, la mejor patria del mundo. ¿Qué podía salir mal?

-Hehehehehe... Que ridículo. Venga salta, ver a por mi. Payaso. -Se metió las manos en los bolsillos y busco una goma para poder tirársela. Aunque dudaba de ello, pues era la única que tenia.

Se lleva la mano a la cara con expresión de vergüenza venga por favor, absurdo... ahora con los chavales. 

-¡No, ven tú a por mí, chino! -exclamaba el argentino, enfurecido-. ¡Seguro que no eres capaz ni de acertar con la goma de un condón desde aquí! Que tú serás todo lo chino que quieras, pero yo me he visto todas las pelis de Steven Seagal y soy cinturón negro de Hey Kiddo.

 Si la Gigi nunca se equivoca, es un liante y un pendenciero acaso no sabes que si sale el chino pues muere? Lo que yo diga ha comio mas pollas que galletas Oreo so pajillero.

Es como el otro muchacho igual de conflictivo, mira que ahora quiere que el chinito se muera por salir, no que malo es.

-¿Y a mí qué me importa que se muera el chino, señoro? -le espetó Hermann a la Gigi, fulminándola con la mirada de manera amenazadora-. Hasta donde yo sé, no sabe fabricar zapatillas.

-Aquí hay dos opciones: o damos un paso al frente todos y nos inmolamos, o comenzamos a elegir que mueran los ausentes hasta que tengamos una oportunidad de salir de aquí.

-Pues las cosas como son... no corrí delante de los soldados de Franco entre tiros para acabar aquí achicharrada... Si la va a cascar alguien que sea uno de esos que está catatónico y no abre la boca. Voy a votar a por el del perro raro y apellido de escupitajo.

¿Corrió delante de los soldados de Franco? ya que estamos aquí ¿porque no nos cuenta sobre eso? 

¿Y cuando mueran los que dices y no nos liberamos que pasará después?