Partida Rol por web

City of Mist - Acuario de tiburones

Escena 2 - Nadando entre tiburones

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01/04/2021, 22:58
(Ary) Amanda Reed

La siguiente parada ya estaba frente a Amanda, el viejo acuario abandonado. Se acercó con cuidado, manteniéndose detrás de los coches de la acera de enfrente, tratando de mantener cuantos elementos pudiera entre ella y el edificio. Primero quería asegurarse de que no hubiera matones esperándola o algún otro tipo de vigía que pudiera alertar a otros para atraparla cuando se acercara.

Una vez satisfecha con que no se estuviera metiendo en una trampa para novatos, pasó a su segunda parte del plan. Había establecido suficiente conexión con aquel lugar para poder sentir el fluir de información desde él hasta ella por el aire como pequeños hilos verdes moteados con negro. No sería una conexión que duraría demasiado si no la renovaba, pero todavía podría exprimirla un poco más.

Se concentró y buscó entre los hilos de información buscando y buscando, tenía que estar segura de si quedaba algo allí que pudiera ayudarles en su investigación y de ser así, dónde estaba.

Notas de juego

Cómo me quedaban dos preguntas de mi movimiento de Investigar que hice en el acuario me gustaría utilizarlas para preguntar:

  • ¿Qué hay aquí que nos pueda ayudar en nuestra investigación?
  • ¿Dónde está eso?

 

Oye, lo mismo tiene ahí guardada información sobre su fábrica secreta de Ambrosía :D

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05/04/2021, 12:34
Director

Los hilos de información apenas transmitían unos pocos kbps, lo suficiente para notar el sentimiento de soledad (y de hambre) de un tiburón dentro del acuario. Aparte de eso, solamente silencio y abandono.

Notas de juego

Es decir, no, no parece que haya nada más ahí dentro que pueda ayudar a la investigación.

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05/04/2021, 14:56
Elisabeth (Izzy) Jones

Izzy miró a Delia desde arriba.

Y mira dónde te llevó ser el pez más grande... A estar boqueando fuera del agua — dijo mirando con desprecio a la mujer mientras vaciaba aún más el aire de sus pulmones. Si la forma del matón le daba ahora alguna ventaja era sencillamente poder resultar más intimidante aunque fuera únicamente por la mayor estatura.

Al escuchar hablar sobre la Ambrosía, Izzy no pudo sino recordar la resistencia que habían mostrado los matones de la pizzería cuando les atacaron y que, de alguna forma, ella misma sentía ahora en los músculos que llevaba. Durante un momento, se sintió desanimada, sabiendo que hasta cierto punto Delia tenía razón. Ellos eran cinco y esta mujer sola había estado a punto de acabar con Robert y Ary. La habían reducido sin problemas entre Sam y ella, pero Labios de Seda no sería un objetivo tan fácil. Y además estaban los policías: Elisabeth no creía que hubiera tantos corruptos en el cuerpo como parecía querer indicar Delia, pero no tenía duda de que muchos políticos y periodistas tamibén estarían untados por los Falzoni. ¿Qué iban a poder hacer ellos contra todo ese entramado? ¿No estaban intentando morder demasiado?

Inspiró un momento. La respuesta era sencilla. Como siempre, había que ir paso a paso. Y, para hacerlo, lo mejor sería tener toda la información posible disponible. Sabían que Labios de Seda se comunicaba con sus hombres a través del bar de Rusty y que había sido el encargado de despertar a Delia. Seguramente fuera su próximo objetivo, así que sería mejor tener toda la información disponible sobre él.

Así que Labios de Seda fue quién te ayudó a ser como eres, ¿no? Supongo que a ti no te haría llegar la información desde el Rusty — dijo. Igual el disfraz de matón también servía para confundirla a ella. — Dinos todo lo que sepas sobre ese tipo: qué habilidades tiene, cómo podemos protegernos contra él y enfrentarnos a él, llegado el caso.

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06/04/2021, 00:15
(Ary) Amanda Reed

Escribió otro mensaje en el grupo de signal:

El dueño del Bar de Rusty es Ruston Combs. ¿Será Labios de Seda?

Esta es su dirección personal. Eso nos da la opción de hacerle una visita en un sitio más privado que el Bar de Rusty.

 

Le daba un poco de pena el tiburón allí dentro. Él era un simple animal que no tenía culpa de nada de lo que hubiera hecho. Pensó en dar un chivatazo a la policía, pero teniendo en cuenta que buena parte del departamento podía estar en el ajo aquello podía ser más contraproducente para ellos y el pobre animal.

Tenía que investigar a la policía. De nada serviría que acabasen con Labios de Seda y los Falzone si no hacían caer también a los policías corruptos que había; acabarían trabajando por el próximo Labios de Seda que los pusiera en nómina, tan sólo cambiarían a un pez por otro. No tenían que acabar con aquellos corruptos a la vez que lo hacían con los Falzone.

 

Regresó al aquí y ahora. Eso estaba en el futuro. Ahora tenía que coger su moto, tras asegurarse una vez más que no iba de cabeza a una emboscada, y largarse de allí a todo trapo para reunirse con sus compañeros en el almacén de los interrogatorios. Esta vez iría despacio, respetaría los límites de velocidad, mejor si les daba un poco de margen con la mujer tiburón porque… porque no quería enfrentarse a la realidad de la oscuridad que podían albergar algunos de sus compañeros… o más bien no quería enfrentarse a la realidad de su propia oscuridad.

Notas de juego

Si no hay contratiempos, cojo la moto y voy para el almacén. Sin prisa.

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06/04/2021, 15:37
Delia

Había que reconocer que Delia estaba afrontando el interrogatorio con bastante entereza. Si la tortura de falta de aire ya era horrible para cualquier persona, para ella tenía que ser doblemente terrible, al ser el agua su elemento. Pero a pesar de estar pasándolo visiblemente mal, aún tenía arrestos para dedicarles una sonrisa maníaca de vez en cuando. Era una mujer dura, sin duda.

- Ah, el jefe...- dijo, con una de esas sonrisas.- Él es el verdadero tiburón de esta pecera. Quizá yo pueda destrozar la carne de alguien, pero él puede destrozar la vida entera de una persona y de sus seres más queridos, sin ni siquiera pestañear. Preguntadle si no a la peluquera de la Plaza Miller, o al idiota de la floristería que se negó a pagar.- Delia sonríe de nuevo y entorna los ojos como si estuviera recordando tiempos felices.

- Es un verdadero sociópata, haríais bien en manteneros lejos de él. No he visto a nadie que pueda resistir su sonrisa y su encanto, por algo tiene ese apodo.

Después de unas cuantas toses intentando coger aire de nuevo, finalmente Delia parecía agotada.

- Y creo que ya he hablado lo suficiente como para poner mi pellejo en peligro. Bien, ¿qué pensáis hacer conmigo, pececillos?

Notas de juego

Amanda, espero a que acaben los interrogatorios para sumarte de nuevo al grupo.

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06/04/2021, 15:46
Robert W. Greem

La mención a la peluquera y al dueño de la floristería encajaba con lo que había descubierto en su investigación preliminar de la Plaza Miller el primer día. Nada que no supieran ya, pero que lo reconociera tan despreocupadamente le revolvió el estómago. ¿Así sería él si hubiera aceptado lo que su lado más perverso le proponía cuando encontró el libro? ¿Un monstruo inmisericorde que veía como simple ganado a quienes no eran como ellos?

Ahora tocaba la peor parte. Decidir qué hacer con ella. Robert miró a los ojos a Elisabeth, oculta bajo el aspecto del grandullón cuya piel había robado.

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06/04/2021, 16:20
Elisabeth (Izzy) Jones

De momento, seguir haciéndote boquear dijo Izzy con seriedad. — No has contestado a mi pregunta. No quiero saber qué le hizo a Sandra, de la peluquería, o lo mucho que nos convendría alejarnos de él. Quiero saber sus poderes y sus puntos débiles... ¿Sólo su sonrisa y su encanto? — La policía ya estaba pensando opciones. Si su poder se valiese de la voz no habría problema, pues ella podría evitar fácilmente que el sonido se propagase hasta ellos. Ocultar la sonrisa podría ser una buena tarea para Ary y sus sombras.

Esperó una respuesta y miró a Robert, que la observaba con seriedad.

Será mejor que esperes fuera, tengo otros asuntos que tratar con ella.

Notas de juego

¡No nos has contado nada en esta pregunta, máster!

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06/04/2021, 16:30
Delia

Delia se encogió de hombros.

- No sé si tiene poderes, como tú los llamas, o si es un don natural. Solo sé que nadie le contraría, y que no tiene ningún punto débil que yo sepa.

Notas de juego

Me temo que sí he contestado, al menos con lo que sabe Delia, que es esto que os he puesto:

Cita:

No he visto a nadie que pueda resistir su sonrisa y su encanto, por algo tiene ese apodo.

Siento que sea poco... ;-P

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06/04/2021, 19:16
Robert W. Greem

Suspiró. Cuando se interpuso entre Samantha y Delia, lo hizo por puro instinto. Su lado más racional — o quizás, todo lo contrario — fue quien tiró de él arriesgando su vida. Pero ahora... ¿qué iba a hacer? Sabía que Elisabeth iba a darle a esa mujer con todo, y aunque quería decirle que no, que se mantuviera dentro de la legalidad... no tenía valor para plantear otra opción. ¿Liberarla? Ni de broma. ¿Entregarla a las autoridades? Ya había dejado claro que tenían comprados a un nutrido grupo de policías y políticos. Seguramente darían la vuelta a la historia y se convertirían en objetivos buscados.

Abochornado, sujetó el libro contra su pecho y salió de la sala.

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06/04/2021, 23:58
Dino Wodanaz

Dino, que había mantenido una conversación bastante larga con el policía, mientras Samantha lo apuntaba, no había sacado mucho en limpio. Bastante poco a decir verdad, y hasta se estaba enojando de esos "soldados" tan fieles a la causa. Ojalá tuviera empleados así.

Cuando vio salir a Robert con rostro compungido, se acercó a él.

-¿Qué ha sucedido?- preguntó, sabiendo que tendría razones para irse de la sala -Aquí no estamos teniendo mucho resultado-

Notas de juego

Voy a asumir que por mi tardanza no hemos encontrado nada útil, ya que no me gusta lo de retroceder demasiado el tiempo en estos casos.

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07/04/2021, 00:01
Samantha Stevenson

Las dudas del policía estuvieron a punto de quebrar de nuevo la frágil paciencia de Samantha. Aquel hombre seguía intentando jugar por sus propias reglas como si no estuviera a un paso de dormir con los peces en el puerto en unas horas. Sin la mínima necesidad de ordenarlo, la propia sombra de Kaminsky se alzó del suelo y le agarró del cuello con fuerza mientras Sam presionaba la pistola con fuerza en la frente de aquel hombre.

- ¿Que quienes somos? Pues somos unas personas que se están cansando de tus mierdas. - respondió conteniendo su enfado a duras penas. Respiró profundamente pero no apartó el arma del rostro del hombre. – Los Falzoni sabían que había un topo y contrataron gente “de fuera de la organización” para que lo encontrara, o sea, a nosotros. Ahora que sabemos que era Delia, necesitamos confirmar que sigues trabajando para nosotros y qué te contó tu contacto.

En sus años viviendo en los peores barrios de la ciudad, Sam había tenido la oportunidad de ver cómo funcionaban siempre este tipo de organizaciones criminales. Era una estructura piramidal clara donde la información se filtraba de un nivel a otro hasta el punto de que muchas veces, los niveles más bajos no sabían realmente para quién trabajaban. O aquel hombre sabía más de lo que debía u ocupaba un lugar más alto de lo que ella esperaba. Lo segundo lo colocaba como alguien relativamente cercano su presa.

- Ahora tienes dos opciones. Puedes colaborar con nosotros y ser el policía que capture a una peligrosa asesina que azotaba la ciudad. - dijo mientras señalaba el lugar donde interrogaban a la mujer con un movimiento de la cabeza – O podemos meterte una bala en la sien y decir que Delia te mató. Te aseguro que hay más de una docena de agentes que estarán encantados de tener el honor de detener a una asesina de polis a cambio de una buena suma de Labios de Seda.

Última oportunidad. Ahora habla.

- Tiradas (1)

Notas de juego

No tengo demasiado claro si la tirada correcta sería por Convince o Change the game. La idea es convencerle de que coopere y quitar el status para que Dino pueda hacer algunas preguntas sin trabas.

- mis-labios-están-sellados-3
+ Modelado de sombras
+ Siervos de Umbra
+ Moverse por los barrios bajos

Por otro lado, en la tirada anterior dejé un punto de juice sin usar y no sé si podría usarlo para bajar el estado. Por ejemplo, que el anterior despliegue de fuerza de Sam haga que se piense un poco lo de llevarle la contraria. 

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07/04/2021, 19:27
Robert W. Greem

Es... —se quedó blanco mirando la escena y deliberadamente giró el rostro y se dirigió a otro lado de las instalaciones—. No ha ido mal. He dejado a... nuestro socio con Delia para terminar. Yo... no tengo estómago. Voy a llamar por teléfono.

Marcó el teléfono de su hija y esperó pacientemente a que respondiera. O no. Ahora necesitaba su dulce voz como un bálsamo para el alma.

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07/04/2021, 22:47
Dino Wodanaz

Dino casi no escuchó la respuesta de Robert, ya que había escuchado algo más interesante detrás suyo. Esbozó una leve sonrisa, casi lupina, y se acercó nuevamente al flotante inspector. Aún no se acostumbraba a esas sombras...

Acercó la punta de Gungnir hacia el estómago, presionando levemente, cosa que el inspector debía sentir claramente, y tal vez algún líquido oscuro y caliente podría empezar a manar por la herida...

-Será mejor que te apures, porque estoy viejo y me canso, y ella es joven y es impaciente... no es una buena combinación- le dijo con parsimoniosa tranquilidad, pero que ocultaba un creciente enojo ante tanto silencio.

Notas de juego

¿Podría ayudarla? Creo que como ya tiró no sería posible, pero lo pregunto por las dudas.

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08/04/2021, 11:29
Director

Cuando Robert vio que Kaminsky estaba siendo agarrado por el cuello por su propia sombra, mientras Sam apoyaba una pistola contra su frente, tuvo que retirarse a buscar algo de tranquilidad. Dino lo dejó tranquilo, sabía que necesitaría unos momentos, y se dio la vuelta para colaborar con el interrogatorio.

Pero cuando llegó al lado de Sam, vio algo que lo desconcertó. Eran los ojos de la muchacha. Las dos pupilas se habían agrandado hasta tapar los iris por completo, de manera que sus ojos eran dos pozos negros. Sam estaba fuera de sí, apretando con tanta rabia la pistola contra la frente del policía que hasta le había hecho un corte sangrante.

Ni se había dado cuenta de que su presa no hablaba, no porque no quisiera, sino porque no podía. La sombra lo estaba estrangulando sin piedad, y el pobre hombre lo único que podía hacer era gemir mientras se ahogaba, pataleando en un fútil intento por soltarse.

Dino corrió para intentar evitarlo, pero fue en vano. En unos segundos todo había terminado. Kaminsky había dejado de patalear y estaba inerte. Sam lo soltó y se giró hacia Dino, con la pistola aún en la mano, los ojos completamente negros. Tras ella, la sombra de Kaminsky parecía una extensión de su propia sombra.

- No ha querido hablar.- dijo Sam, con una voz profunda y tenebrosa que no era la suya.

Notas de juego

Dino, me temo que como estabas algo apartado (y efectivamente además ya había tirado), no voy a permitir el gasto del punto de Ayuda. Además, que así es más interesante, @Samantha, parece que la Nada empieza a cobrarse su precio. ;)

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08/04/2021, 19:14
Elisabeth (Izzy) Jones

La puerta se cerró detrás de Robert y la ex-policía se quedó mirando a Delia. La mujer era demasiado peligrosa para dejarla ir o incluso para mantenerla allí. Izzy había disparado más de una vez su arma cuando estaba en el cuerpo y había matado a varias personas en un tiroteo. Las obligadas visitas a los psicólogos de la policía le habían ayudado a convencerse de que era parte del trabajo y que acabar con esos delincuentes había hecho sido un acto en defensa propia o de otros.

Pero no había matado a nadie a sangre fría.

Observó a Delia una vez más. Sabía que ella se había encargado del trabajo de Sam Saddle, tanto por las imágenes de las cámaras como por el agua de mar que encontraron allí. Era culpable de ese asesinato, que ellos supieran. Y, después de lo que les había dicho allí, estaba segura de que habría realizado otros tantos crímenes de los cuales no tenían ni idea aún. Cualquier tribunal la condenaría al menos a cadena perpetua por homicidio en primer grado con esas pruebas.

Pero Izzy no era juez y verdugo.

Inspiró con fuerza. No, no tenía la autoridad para decidir, pero sí el deber moral de hacerlo. «Proteger y servir» eran las palabras que había llevado en el hombro durante muchos años. Y, si no acababa ahora con Delia —con una mujer que quería dominar la ciudad, más que eso, convertirse en una de sus dioses— no podría proteger a nadie de su poder. Iba a comenter un asesinato, sí, pero una vez más lo haría en defensa de otros, igual que cuando disparó a ese tipo que estaba apuntando a Mac con una recortada.

¿Sabes una cosa? Tenías razón... Soy policía — dijo Izzy finalmente. No llevaba una placa, pero su objetivo seguía siendo el mismo. Mientras hablaba, retiró completamente el aire de los pulmones de la mujer, solificándolo a su alrededor para que no pudiera respirar. — Ahogaste a Sam Saddle en su tienda y luego finjisteis su suicidio. Ahora compartirás su destino, como cualquier pez fuera del agua.

La capa de aire sólido que rodeaba a Delia hacía imposible que emitiese ningún sonido. Izzy estuvo a punto de darse la vuelta para no verla, pero se mantuvo de frente. En primer lugar la mujer aún podía tener algún truco para poder salir de aquí y no iba a permitirlo, pero además, ya que había tomado una decisión, debía ser consecuente con ella, no darle la espalda. Tal vez después podría reprimir la culpa achacándola a la forma del matón que llevaba ahora mismo, aunque no necesitaba un psicólogo para decirle que ese tipo de disociaciones sería peligrosa para su mente. Pero necesitaba ver las consecuencias de su decisión: saber lo horrible que era matar a alguien, aunque fuera por un buen motivo, para obligarse a recordar por qué luchaba.

Pero tardaba demasiado. Concentrándose, buscó el aire que aún quedaba en sus pulmones, dióxido de carbono en su mayor parte ahora, y lo llevó al lado izquierdo de su pecho, formando una bola con él que golpearía el lateral del corazón, provocando un infarto en la mujer.

Estaba hecho. Delia había muerto y había sido ella quien la había matado. Cuando se le nubló la vista se dió cuenta de que estaba llorando. Mientras se limpiaba las lágrimas, retomó su forma orginal. Había mirado suficiente tiempo a la mujer que yacía a sus pies como para poder copiarla más adelante, pero ahora necesitaba ser ella misma. Con unas mangas que le quedaban demasiado largas se secó los ojos, sólo para se volviesen a llenar de lágrimas un segundo después. Se dejó caer en la pared de la habitación mientras permitía que la humedad del ambiente de los muelles volviera a entrar en ella y suavizaba la temperatura. No lo hizo de forma consciente, más bien al contrario, era completamente incapaz de seguir manteniendo su control para aislar la habitación en este estado.

Su mano se dirigió al bolsillo interior de la chaqueta y maldijo al no encontrar allí la petaca. La había dejado en su cazadora, para no llevar nada personal en el disfraz con el que pretendía engañar a los dos policías. Kaminsky y Patel. Se forzó a levantarse. Aún había trabajo por hacer.

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12/04/2021, 12:30
Elisabeth (Izzy) Jones

Izzy se acercó a su chaqueta y cogió su petaca. Dió un trago de bourbon antes de acercarse a donde estaban sus compañeros. Su aspecto, con los ojos aún enrojecidos y la ropa de alguien mucho más grande que ella, no debería resultar muy impresionante.

Miró a Kaminsky en el suelo, muerto, y negó con la cabeza.

— Deberías haber utilizado la pistola — le dijo a Sam sin más, estirando la mano para pedirle el arma. Mientras lo hacía, su cuerpo fue cambiando poco a poco una vez más, hasta formar la figura de la mujer a la que habían estado interrogando hasta hace unos minutos. Se miró las manos y comprobó que tenía unas huellas dactilares que no reconocía. Sin duda serían las de Delia. No la había visto utilizar sus poderes, así que no era probable que pudiera imitarlos, pero había pasado con ella el tiempo suficiente como para copiar perfectamente su forma.

Dado que los dos policías van a tener que desaparecer, habrá que cargarle su muerte a alguien. Es posible que hayan visto a uno de los matones de Falzoni hablar con ellos en el lugar del que desaparecieron y el arma del crimen tendrá las huellas de otra de sus secuaces, que también habrá abandonado la cuidad. Cuando encuentren los cuerpos y el arma, todo apuntará en su dirección.

Estaba muy claro lo que pretendía hacer con Patel. Ya había matado a Delia y, ahora mismo, estaba bastante insensibilizada para protegerse de sus acciones, por no comentar el odio visceral que siempre había sentido hacia los policías corruptos. Estiró nuevamente su mano, la mano de su enemiga, para tomar el arma de Kaminsky y dejar las huellas de Delia.

Le daré a Patel una última oportunidad para darnos información, si alguien quiere venir.

Notas de juego

Siento el doble post, pero toca avanzar.

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12/04/2021, 16:03
Director

El inspector Patel estaba tirada en un rincón sollozando, apretado contra la pared. Al acercarse, Izzy pudo oler y después ver que se había meado encima. Sin duda, había presenciado el horrible asesinato de su compañero, aunque Izzy se preguntaba cómo su mente estaba intentando racionalizarlo para no volverse loco.

Notas de juego

Venga, pues para adelante que vamos. A ver si conseguís el trío de asesinatos en una tarde. ;-P

@Robert, cuando quieras puedes postear la conversación con tu hija, y luego como/cuando vuelves a la escena principal y tu reacción.

@Amanda, más de lo mismo, puedes narrar tu entrada cuando consideres (entiendo que estás esperando a que acaben ellos la escena completa del interrogatorio).

@Dino y @Sam, vosotros diréis si acompañáis a Izzy. Supongo que Sam sí que tendrá ganas, pero Dino ya no sé...

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12/04/2021, 17:33
Robert W. Greem

Los tonos de llamada se sucedieron uno tras otro, y Robert intentó sumergirse en su rítmica melodía para evadirse de los asesinatos que estaban cometiéndose entre esas cuatro paredes. En otras circunstancias se habría molestado — sabía que su ex-mujer apuraba al máximo cada vez que intentaba contactar para ponerle nervioso — pero le ayudaba a no pensar en los dos cadáveres.

Hola, Marie. ¿Me puedes pasar con mi hija, por favor? —la cortante respuesta vino tan inmediata que parecía premeditada—. Sí, también es tu hija, lo sé. ¿Podrías ponerme con ella?

Unos segundos de espera. Se escuchaba sonido de fondo, como música. Y luego, el roce de piel contra el micrófono y la voz más hermosa y reconfortante del mundo.

¡Hola papá! ¿Cómo estás?

Fue la gota que colmó el vaso. Un vaso que ni siquiera sabía que estaba a punto de rebosar. Pensaba que estaba aguantando estoicamente, pero sólo estaba manteniéndose en un precario equilibrio emocional que la voz de su hija rompió en mil pedazos. La situación de la Plaza Miller, el estrés del trabajo de las últimas semanas, el enfrentamiento contra los esbirros de los Falzoni, el suicidio del tendero, Delia, estar a punto de morir ahogado, los tiburones, Samantha y, por supuesto, los asesinatos... Todo inundó su ser inmediatamente y rompió a llorar, saliendo a toda prisa de la habitación para que sus compañeros no le escucharan o le vieran en ese estado. El aire de la noche le recordó que estaban en época de lluvias y apoyó la espalda contra la húmeda pared.

¿Papá...? —su pequeña le recordó que estaba al otro lado de la línea.

¡Hola, mi niña! Perdona, estaba sacando la ropa de la lavadora por ejemplo. Porque decirle "Estaba presenciando dos asesinatos a sangre fría" no viene al caso. Pasó el dorso de la mano con torpeza por el rostro para limpiarse las lágrimas y sonrió amargamente—. ¿Cómo estás, mi amor? ¿Qué tal el colegio hoy?

Bien. ¡He vuelto a ser amiga de Sally! Sally Sullivan. El rostro pecoso de una niña de ascendencia irlandesa vino a su mente inmediatamente. Recordaba que su hija había mencionado que se habían peleado por una tontería. Recordaba la expresión furiosa — todo lo furiosa que podía estar una niña de su edad — cuando le relataba cómo le había roto su lápiz de color favorito, ese que dejaba pequeños destellos brillantes cuando coloreaba y convertía cada dibujo en algo típico de un cuento de hadas. Habían pasado cuatro o cinco días desde entonces, pero el enfado no le duró demasiado. Durante la llamada, la pequeña le relató cómo había pasado el día, lo que había aprendido nuevo y le preguntó si sabría dónde comprar más de esos lapiceros de colores brillantes. Seguramente la tregua vendría con una cláusula de confraternización.

Cómo me alegro, no está bien que te enfades con tus amigas —la llovizna había empapado su cabello. Se pasó la mano para retirarse los mechones rebeldes que bailaban ante sus ojos y miró a la puerta de acero del almacén. Tras ella se estaba sucediendo otro interrogatorio a manos de quienes llamaba compañeros. No amigos. Pero sí compañeros. Tragó saliva al recordar la expresión de Samantha en sus ojos cuando arrebató la vida a Kaminsky con sus propias manos—. ¿Sabes que te quiero más que a mi vida, verdad cariño?

¡Y yo más! —Robert se tuvo que tapar la boca para que un hipo no se escapara. Contrólate, maldita sea. No podía permitir que su hija le escuchara llorar. No sólo la preocuparía, sino que provocaría preguntas que tendría que responder su ex-mujer. Preguntas para las que no tenía respuestas—. ¿Nos vemos el fin de semana, papá?

Claro que sí, mi niña. Aunque llueva, iremos al zoo, ¿vale? Creo que hay animales nuevos.

Promesas. Promesas que procuraba cumplir porque los escasos tiempos que pasaba con ella eran únicos, especiales. Eran el combustible que hacía funcionar sus ganas de luchar, de seguir usando ese maldito libro y de librar a La Ciudad de lo que acechaba en las sombras. Las Delias, los Labios de Seda y los Falzonis que intentaban usar sus dones para subyugar y abusar de los demás.

Te quiero, amor mío. Que duermas bien esta noche. Papá te quiere —colgó la llamada y se quedó allí unos minutos, disfrutando del murmullo lejano de La Ciudad y de las gotas de lluvia contra el irregular asfalto de los muelles. Debía de volver dentro. Debía de seguir adelante.

El vaso de había desbordado un poco, tocaba seguir llenándolo gota a gota mientras ayudaba a sus compañeros a detener a los Falzoni.

Luego... luego sería otra cosa.

Notas de juego

Pongamos que mientras salía ha visto lo que hacía Samantha, para coordinar mejor la acción.

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14/04/2021, 01:07
Samantha Stevenson

Samantha pestañeó un par de veces. Incluso la escasa iluminación de la nave le resultaba algo excesiva en aquel momento. Volvió la mirada a los que hasta hacía tan sólo un segundo había sido el agente Kaminsky. Se encogió de hombros y se puso en pie. La llegada de Elisabeth de vuelta a su forma natural atrajo su atención.

Umbra siempre decía conceder los más oscuros deseos de cada persona, como un sombrío genio de la lámpara. Por ello, siempre sentía una sencilla sensación de júbilo cuando se cumplía su voluntad. Desafortunadamente, cuando la adrenalina se disipaba, la culpa y los remordimientos solían revocar aquella sensación dejando un terrible desasosiego.

Sam, sin embargo, no sentía nada de aquello. Una idea fugaz cruzó su mente. Al darse cuenta de la ausencia de pena o dolor por haber arrebatado una vida, debería haberse sentido aterrada o arrepentida pero tampoco aquellos sentimientos la alcanzaron. No sentía nada. Se dio cuenta de que llevaba varios minutos sin respirar, solía hacerlo para aparentar algo de humanidad pero no vio la necesidad de hacerlo junto a aquellos que ya conocían su secreto. Se acercó a Izzy que se había transformado en Delia y colocó la pistola en su mano.

- Nunca he disparado un arma y no quería causar un desastre. - fue su respuesta. Miró a los ojos enrojecidos de la detective sin ser consciente de la oscuridad que podría traslucirse de su mirada. - Sé que ha sido duro pero era necesario. Lo siento, cielo. - Colocó la mano en su hombro y mostró una sonrisa cómplice. - A la próxima ronda, invito yo. Hoy te la has ganado.

Se quedó junto a Elisabeth para terminar con el último interrogatorio de la noche. Estaba bastante convencida de que aquello no llegaría lejos. Tras haber presenciado la muerte de su compañero, aquel desgraciado cuyo nombre no podía recordar confesaría hasta sus más terribles pecados sin siquiera pestañear. Si no había hablado ya, era porque no sabía nada. De pie, el otro lado de Izzy, una figura sombría se alzó de nuevo. Se trataba de la propia sombra de Sam. Se giró hacia el falso rostro de Delia y le tendió la mano.

- No tienes porqué hacerlo tú, si no quieres, cariño. - dijo con tono amable – Las sombras no dejan huellas.

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14/04/2021, 10:11
Elisabeth (Izzy) Jones

Izzy cogió la pistola con las manos de Delia.

Precisamente lo que quiero es dejar huellas — dijo. Se miró las manos, extrañas, durante un momento. — Y que no sean las nuestras.

Escuchó a Robert hablando con su hija y otra lágrima se empezó a formar en los ya enrojecidos ojos. — Será mejor que salgáis de aquí —dijo, pensando especialmente en el bibliotecario.

Se acercó a Patel, que estaba acurrucado en el suelo, gimiendo. No era de extrañar. Inmovilizó al policía con una ligadura de aire que le sujetaba contra el suelo. Tampoco iba a acercarse demasiado a él.

Sabes que no vas a salir de aquí, así que tienes dos opciones — le dijo con seriedad. — Una  muerte rápida — dijo, apuntándole con la pistola — o una como la de tu compañero, en la que las sombras arrancarán tu alma para llevarla al más terrible infierno — el viento trajo esta vez aullidos de angustia y desesperación durante varios segundos. — La única elección que puedes hacer es contestar a esta pregunta: ¿Quién más está comprado con los Falzoni?

Izzy iba de farol, hasta cierto punto. Si Patel había estado atento, sabía que le iba a disparar dijera lo que dijese. Sabía que la había visto cambiar de forma, pero no tenía forma de saber las dudas que eso le generaba.

- Tiradas (1)

Notas de juego

+ Cambio de forma
+ Rumores en el viento
+ Investigación criminal
- ¿Sigo siendo yo misma?

La pregunta es la que le planteo a Patel. La otra pista... bueno, me temo que no encaja que pregunte nada más, así que la utilizo, si puedo, para cubrir nuestras huellas en todo esto, que será lo siguiente de lo que se encargue Izzy.

Si hace falta un movimiento de Change the Game o algo así para cubrir las huellas y cargarle los asesinatos a Delia. No salgo a reunirme con los demás por si pides esto.