Partida Rol por web

Veo que Tritón cambia de arma y lanza un feroz ataque contra la catapulta. En ese mismo instante, las gargolas que estaban muy activas, se paran en seco y se convierten en piedra, totalmente solidas, inútiles, quietas..... por unos instantes el pánico se apodera de mi. Rápidamente giro mi cabeza hacia Tritón con los ojos inyectados en sangre por la visión de unos doscientos orcos corriendo hacia nosotros como posesos, junto a un Olo-hay más poseso todavía.... y sin pensarlo le doy un pequeño aviso de pánico - ¡¡TRITOOONN!! ¡Como vuelvas a soltar la lanza te la meto por el culo...! -

A los pocos segundos, veo que Tritón nos tranquiliza comentando que ya está hecho todo lo que tenía que hacer y que las gargolas volverán a ser últiles y vivarachas. La expresión de pánico que me invadió comienza a desaparecer lentamente conforme se va viendo que parece ser que Tritón tiene la situación controlada.

Ariete  absorbe 5 estructura 8.

El Ariete también ha caido tras el ataque de Malleus.

Las fuerzas orcas que custodiaban las armas de Asedio, han caido, junto con las Catapultas y El Ariete.

Una horda de Tropas Orcas se acerca en tres asaltos. Sus critos de guerra resuena por el lugar y sus armas y metales orcos se escuchan al correr estos hacía vosotros. 

Sam si no usar el anillo as de tirar Sigilo contra detección /vista.

si lo usas llegas a las puertas de la ciudad sin problemas.

Pero te has de descontar cinco asaltos. 

Veo como vienen las tropas Orcas y como entre ellas resalta el Ologhai. Saco mi arco y flecha y me dispongo a apuntar esos tres asaltos.

Ya con la lanza en mis manos siento como las gárgolas vuelven a despertar. 

Hay viene el enemigo, debemos ser más fuertes y diestros que ellos. Por Yavanna que hoy no será cuando cuenten que La Hermandad fue vencida por unos malolientes orcos, No estoy dispuesto a caer, no dejare que mi padre me entierre bajo la montaña, eso no va a ocurrir hoy. YO TRITÓN II, HIJO DE TRITÓN I REY DEL MONTE GUNDABAD VOY A MANDAROS AL REINO DE LA OSCURIDAD. Elevo la lanza en señal d desafío contra los orcos que se nos acercan.      

Saqué una flecha y apunté a la catapulta y la disparé.

Enfundo mi espada y preparo una flecha para darle al gran troll que sobresale de la gran oleada que se nos viene encima. Ergala ya está lista y mis compañeros también, - SI MATAMOS AL TROLL LO DEMÁS ES PAN COMIDO!! - grito mientras la adrenalina sube por mi cuerpo!!

Una vez la maquinaria de asedio ha caido en manos de nuestras armas y la hueste de orcos que las custodiaban han caido bajo las piedras de las gargolas, se escucha un estruendo que lentamente se va haciendo más y más sonoro. Giro mi cabeza y observo como una jauria de Orcos sedientos de sangre vienen como alma que lleva el demonio hacia nuestra posición, los cuales van comandados por una criatura que sobresale con diferencia del tamaño de los orcos - ¡Por todos los valares, ya viene el Olog-hay! -

Veo por el rabillo del ojo como Ergala prepara su arco con la flecha lista para atacar, en ese instante, Lycyn comenta acertadamente, que una vez caiga el gordo, el resto será pan comido - ¡Lycyn, Ergala, Coreruil...! vosotros quedaros en la retaguardia y no dejeis de lanzarle flechas al grandullón. Tritón, las gárgolas sería mejor ponerlas en el frente y que hagan el mayor daño posible, reservando algunas por si el camino a la puerta de la ciudad se pone entretenido, tu y yo, Tritón estaremos pendientes por si algún orco cruzara la linea de las gargolas acabar con él y que los arqueros disparen tranquilos - Con la tensión de la visión de los orcos, corriendo hacia nosotros, subiendo por momentos, agarro fuertemente a Feliciti y Primorosa y me preparo por si algún orco cruzara la linea de las gargolas y hubiera que defender el ataque de los arqueros hacia el Olog-hay.

Cuando el momento de la llegada de los orcos está cerca, giro la cabeza hacia los tres compañeros que portan arcos y grito - ¡¡Hermanos, no dejeis de lanzar flechas hacia el Olog-hay!! nos os preocupeis de otra cosa, Tritón, las gargolas y yo haremos que no tengais que pensar en otra cosa que no sea acabar con el Olog-hay -

Tipos de Orcos.

Os queda unos 6 segundos para el impacto. Los de las flechas pueden esperar ese asalto o lanzarlas. 

Los demás pueden tirar 1d6 con el 4,5,6, El valar de vuestra elección os da un +1 ese asalto en el combate.

(toda puntuación extra será bien venida.)

Este Es Valtimorco.

El segundo al mando despues del Olog-hai, rodeado de seis capitanes más. Son los primeros en la avanzada, para dar ejemplo, el olog-hay como se ve en la foto esta más retrasado. 

Por Yavanna. Los Valares me acompañan.

- ¡Tulkas, bendice estas dos espadas con tu magnánima fuerza y ayudame a derrotar a mis enemigos! -

El viento traía los rugidos de la batalla hasta le arbusto que le servía de refugio a Sam. Fue en ese momento en el que se acordó del anillo que había encontrado en la cueva de Ergala.

Era momento de probarlo, a ver qué podía hacer.

Sam te pones el anillo en el dedo este es frío y parece que palpita ves como se reduce al tamaño de tu dedo, y Desapareces a la vista, Estas en el plano espectral y de los Nazgul. "No ves a ninguno ser extraño en este plano"

Los sonidos te parecen diferentes y el movimiento. Pasan  las Ordas orcas cerca de tu arbusto, pero  estas están centradas en correr hacía tus compañeros, ninguno te ve ni te siente, incluso haces caer a algún orco a chocar contigo. 

Por fin llegas hasta la puerta de la muralla te ha costado cinco asaltos. 

Ves en lo alto de la muralla de la ciudad a un Hombre que parece oficial, dando ordenes de reforzas las defensas. Antes que vuelvan.

¿que haces? 

Relato del Orco:

Estabamos atacando las murallas, Valtimorco el segundo al mando nos comandaba por orden del Olog-hay, era de día y las luz del sol nos picaba la piel, y escocia los ojos.

Pero el comandante Olog-hai confiaba en las maquinas de guerra, estas dispararón una ondanada y hirieron las murallas más altas.

Pero vino un barco del mar y atravesó el rio, Parecía un barco mercante de paso, pero atracarón en la orilla y empezarón a salir unos hombres de piedra. Los orcos que se oponian a ellos, fueron muerto o mutilados.

LLegarón hasta nuestras armas de guerra y los que las comandaban empezaron a destruir las.

Nuestro comandante dio el grito de alarma y dejamos de atacar las murallas, para convatir esa nueva y extraña amenaza

venida desde el mar.

Valtimorco se puso delante junto a los demás lideres para ser el primero en matar a esos seres de piedra.

Pero nuestros corazones latian al son de los pasos de nuestro comandante el Olog-hai, con pies más grandes, pero más pesados, se acercaba a la batalla.

Se dice que la especie de nuestro comandante viene de las piedras de la montañas de Mordor, será un encuentro duro como la Roca, Será un encuentro de Piedra, contra piedra. Y de Carne contra carne. 

Alla vamos a matar a los recien llegados, pues por su culpa no hemos saqueado la ciudad. 

AL ATAQUE ...¡

suelto la cuerda del arco y veo como la flecha va hacía el Olog-hai.

La flecha le pasa cerca de la Oreja pero no llega a darle.

(malditas Heridas, pienso tocandome las heridas del Licantropo, le hubiese dado )

Los primeros en llegar fueron los lideres junto con Valtimorco. Luego llegaron los demas orcos con sus espadas y hachas, atacando a las Gargolas, sale casi dos orcos por gargolas, Valtimorco se abre paso junto a tres orcos lideres y se encuentran enfrentados con vosotros os acometen.