Partida Rol por web

Lance mira a Waldruc aliviado, Bueno, por lo menos nos entendera. Sediento Lance pide algo de beber, algo que le alivie la sed, cualquier cosa le valdria con tal de dejar de tener la garganta seca. Tabernero......Dice Lance.......Pon a este hombre.......señalo a Waldruc....y a mi, el mejor vino que tengas.

¡Ahora mesmo, ahora mesmo! tras hundir la jarra en la tina y sacarla chorreante de vino, coge dos cuernas con su base y las lleba hasta la mesa. Las deposita encima. ¡Aquí tenen amicci!

Recoge su cuerna y la levanta - Por que nuestros caminos confluyan en un final digno de reyes - y bebe atragantadamente, dejando caer por los bordes de su boca debido a que entraba mas bebida de la que podia tragar.

- Aaaahhh - Retira su cuerna mientras q espira de placer a la vez que se limpia con su manga izquierda. - Terminad vuestra cuerna ya que será mejor partir cuanto antes. No podemos permitir que lleguen a la guerra antes que nosotros, amigo.

Waldruc bebe de un trago lo que queda en su cuerna. Si amicci, si, jajajajajajaja le da una palmada en la espalda. Aunque hayan asediado Missina ya, es imposible que el puerto lo esté también. Pero tienes toda la razón, apremia ser rápidos antes que lo hagan. Waldruc paga al posadero por la cerveza, la comida y la alfalfa para los caballos. Deme también un par de hogazas de pan y un redondo de queso si tiene. paga también por ello. partamos cuanto antes Lance.

Lance se levanta y aprovecha para estirarse pensando ya en el largo viaje que les espera y que no se sabe cuando volverán a parar. Se despide del posadero y sigue a su compañero hasta las caballerizas para recoger a los caballos que se encargarán de llevarles hasta su destino. - ¡En marcha! - Dice mientras que se deja caer en su asiento y se pone comodo para reposar.

El carruaje empieza a moverse y Waldruc lleva las riendas. La tarde se hecha sobre sus cabezas y con ello la modorra. Entre bostezo y bostezo mantienen una banal conversación en la que una anécdota sigue la otra, empezando por combates, siguiendo por borracheras y acabando en mujeres. Una vez anochece paran en un recodo de aquel camino y preparan una pequeña hoguera donde preparar algo de caldo y abrasar algo de carne.

Mientras le pasa la botella de vino a Lance.

Creo que aún tardaremos un par días en llegar al puerto, una vez allí sólo tendremos que encontrar un barco que zarpe hasta outremer, pero antes haremos una parada de noche en una casa de un viejo conocido... tendremos que hacer un pequeño trabajo.

respira hondo y mira al cielo. Creo que llegaremos a su casa al anochecer de mañana.

Estirado hasta lo que su situacion lo permite, recoge la botella de vino y le da un buen trago antes de devolversela a su compañero de viaje. -  Y en ¿qué consistirá el trabajo? Un poco de ejercicio físico me podria venir bien para desentumecer mis musculos.

Waldruc se estira también. Este amigo en cuestión nos vendió a los sarracenos, cuando mi unidad y yo nos dirigíamos a realizar un ataque nocturno sobre un pueblo cercado. Pude escapar por suerte pero muchos de mis compañeros cayeron ahí. Será sencillo, no nos esperan. respira hondo Supe de él una vez regresé a la franconia, y ha sido voluntad divina la que me ha llevado hasta esta isla, donde apaciblemente vivirá hoy en día sin remordimiento por su traición.

Una sonrisa aparece en su rostro - Nos vendra perfecto entonces para hacer unas practicas para lo que nos espera - Extiende la mano una vez dicho esto para que le vuelva a pasar la botella. Definitivamente le gusta el plan que se esta gestando.

Waldruc devuelve la botella a Lance y sonríe sí, estoy seguro de que deberemos practicar un poco. se rasca la cicatriz que lleva visible en el cuello. yo me encargaré de él, estará bien que me ayudes si se pone jodida la historia, pero, del tipo me encargo yo... tu te encargarás de buscar mujeres e hijos, eso es lo primero que haremos, buscar a su mujer y a sus hijos, si es que ese rufián los tiene, el será el último en caer.

La noche pasó tranquila y los dos hombres durmieron a pierna suelta. No refrescó apenas y la temperatura era realmente agradable para el sueño. Al día siguiente los dos se despertaron al lado de la hoguera dónde habían cenado la noche anterior. Los caballos no se oían, tras de ellos, ¡el carro había desaparecido! No había nada de nada, junto a ellos, los pertrechos con los que habían compartido cama. Sus armas principales, la manta, y sus ropas, y la bolsa de los feudados, si es que alguno la tenía encima.

Atónito y sin saber que decir o hacer... ¡Mierda!¡Mierda!¡Mierda!¡Odio esta maldita isla! ¡Mi dinero! miró a Lance ¡Lance, nos han robado todo!

Aún desperezandose se levantó soprendido por la noticia - Maldita sea! ¿Como puede ser que nos hayan robado sin que nos hayamos despertado? - Acercandose intenta ver hacia donde se ha dirigido el carromato - No pueden haber ido muy lejos y los caballos llevaban muy poco descansando como para que les hayan respondido adecuadamente -

Lance desperezándose examina la zona mientras Waldruc sigue de rodillas al suelo desesperándose. A su alrededor el camino y el todavía poco frondoso bosque. No tarda en advertir un ligero rastro de las ruedas en la tierra medio húmeda pero no hay rastro de las pisadas de los dos caballos. Es un rastro muy sutil y será difícil seguirlo. El rastro dirige al camino, que es sin lugar a dudas por donde se lo habrán llevado.

Ahora Waldruc se deja caer apoyando las manos al suelo, agacha la cabeza y su pelo casi roza la tierra. Por lo poco que se pueda ver su cara tapada gran parte por su cabellera, su piel ha enrojecido y su expresión está tornándose iracunda.

- ¡Venga, hombre de Dios! Si queremos intentar recuperar el carro con nuestros enseres tenemos que ponernos en marcha cuanto antes. - Tras decir esto, empieza a recoger las pocas cosas personales que aun conservaba. - No quiero que nada me quite la posibilidad de llegar al campo de batalla y lamentarnos no nos ayuda, asique levanta tu cabeza y busquemos a los causantes de esto -

Los dos hombres recogen las cosas. Waldruc sigue los pasos rápidos de Lance, quien va siguiendo a la vez el rastro de las marcas.

Siguiendo el rastro por el camino llega un punto en el que al parecer no hace mucho han pasado por ahi otras distintas carretas. Se pone en el suelo y empieza a meditar intentando buscar la correcta pero, se parecen tanto... Tras esto se levanta y se vuelve hacia su compañero de viaje - Parece que los hemos perdido, las huellas se confunden con otras carretas, lo que lo hace imposible seguirlas. Aun asi, creo q deberiamos seguir por el camino, y si tenemos suerte, encontraremos a algun comerciante que se dirija en nuestra dirección.-

Tras una larga caminata, vuelve a perder el ánimo al ver como se pierde el rastro de su carroza. Mira al cielo y lo señala se que estás siendo tu! Pero que sepas que voy a llegar igual, quieras o no. luego dirigiéndose a Lance si amigo, tendremos que caminar hasta encontrar a alguien que nos lleve, de todas formas, debemos ir hacia casa de aquel judío. Ahí se solucionarán parte de nuestros problemas actuales, aunque sin transporte, tardaremos más... si no dejamos de caminar es posible que lleguemos en maitinas.

- No perdamos tiempo, entonces. El camino es largo y sin ningún lugar donde resguarecernos estamos expuestos a los designios de Dios.- Comenta a la vez que se pone en camino. -  De encontrarnos con un lugar de descanso, estoy seguro que podremos reposar mientras que esperamos a que pase algun comerciante dispuesto a llevarnos.-