Partida Rol por web

Me disponía a responder al guardia con Anne se me adelantó. Ante tal rotunda afirmación no pude hacer otra cosa que mostrar una sonrisa.

Dios, qué afortunados hemos sido al encontrar a esta niña.

Rebusco en el saco la flauta y se la doy a Eve y las pelotas de malabares que le paso con gracia a la pequeña.

¡Claro que sí Anne! ¡Enseñale a esta gente lo que has aprendido! - digo al ver como alguna gente se giraba hacia nosotros.

Cuando la niña comienza sus juegos me acerco al guardia y le hago una señal para retirarnos un poco de la pequeña para hablarle sin que esta se entere.

Oiga, seguro que nos recuerda, es sólo que estamos un poco cambiados. Mi hermana y yo - digo señalando a Eve - Solíamos venir al mercado del castillo antes de la Gran Tormenta, tocábamos música y hacíamos juegos y representaciones teatrales. Vivíamos en Vineloot y, depués de la tormenta, hemos seguido viviendo allí. Ahora se ha vuelto un lugar peligroso y nos hemos visto obligados a venir en busca de cobijo. Nunca hemos buscado ser unos vividores y hemos trabajdo duro para conseguir pan diario. Mire... - digo mostrando ahora el contenido de uno de mis sacos - puedo trabajar la madera, seguro que puedo ser de ayuda aquí.

Me quedo mirando al guardia a ver como se toma mi relato. Al verlo poco convencido, extiendo el brazo hacia la gente que empieza a acercarse a Anne.

Pregunte a la gente, seguro que muchos nos reconocen. ¡Pregunte a Agnies la tabernera!

Durante todo el camino fui hablando alegro con Anne y con mi hermano, había cargado el equipaje con gusto y a pesar de que pesaba más de lo que estaba acostumbrada no me quejé ni una sola vez. Ni siquiera se me hizo largo el camino, cuando antes era casi insoportable de realizar.

Al llegar un guardia nos preguntó.

Antes de poder contestar Anne lo hizo por nosotros.

-Jijiji sonreí ante su naturalidad e inocencia. Somos la familia Sunfield. De Vineloot. dije con voz clara y serena. No quería que hubiera ningún problema para poder entrar en el castillo. Así que dejé que Matt continuara mientras yo acariciaba a Anne y le ayudaba con su cesto.

El guardia quedó absorto viendo a la niña haciendo malabares mientras aquella preciosa mujer tocaba la flauta... está bien, está bien, les creo, pasen, pasen... mientras observa a la gente que comenta entre ellos y alguno grita: si, si, solían actuar por el mercado.

Sonreí mientras seguía tocando una alegre melodía con mi flauta y comenzaba a entrar en el castillo.

Una vez dentro ayudé a Matt con las cosas, para que no las cargar él todas y felicité a Anne por su buen trabajo. Cada día estaba mejorando mucho. La verdad que adoraba a aquella niña.

-¡Muy bien Anne! Lo has hecho muy bien, cada día mejoras, pronto serás mejor que Matt sonreí, pues para ella él era el mejor, y el modelo a seguir.

-¡Vamos! buscaremos un lugar donde quedarnos y poder descargar las cosas. ¡Matt! ¿Crees que alguien nos dará cobijo esta noche? dije sonriente, tanto que no parecía que tuviera que buscar cobijo alguno pues por mi alegría parecía que estar de nuevo sin hogar estable era la mayor de las bendiciones.

Cuando el guardia nos deja pasar hago una pequeña reberencia en señal de gratitud.

Gracias señor. Sólo una cosas más. ¿A quien debemos dirigirnos? Quiero decir... ¿quien lleva el control de la aldea en este momento?

Eve y Anne comenzaron a avanzar mientras yo quedé un poco más relegado habalndo con el guardia.

Por aquí entrarán al castillo, al campamento se va por ahí. señala el camino que se dirige al nuevo puente de madera. No se quien lo dirigirá, seguramente Oelric el cobrador de impuestos.

Me quedo un momento pensativo observando el camino indicado por el guardia.

Oelric, ¿no?... Bueno, a ver si tenemos suerte, no es mal tipo... al menos no lo era, espero que su humor no haya enfermado con todo lo ocurrido últimamente.

Al poco recupero la compostura y comienzo a caminar tras las chicas mientras me despido de mi interlocutor con una semireverencia.

Muchas gracias por la información señor. ¡Qué tenga usted un muy buen día!

Acelor el paso para alcanzar a Eve y Anne que me han cogido algo de ventaja.

- ¿A qué esperas Matt? dije riñiendo a Matt por su retraso. Tenemos mucho por hacer. le sonreí realmente feliz esta vez.

Anne corría feliz buscando conocidos. Yo también esperaba poder encontrar a alguien conocido por fin, tras mucho tiempo solos. Aunque volvíamos a empezar desde cero, al menos esta vez teníamos a Anne y a los refugiados.

Caminé despacio con paso firme hacia donde nos habían indicado, tratando de asimilar todo lo que estaba ocurriendo.

¡Ya va! ¡Ya va! - Hay que ver con las prisas.

Aprieto el paso hasta alcanzar a Eve. Cuando empezamos a ver a gente, saludo a los conocidos con pequeñas reverencias y voy buscando a Oelric entre ellos.

En el campamento les saludaron y algunos les abrazaron en muestra se su alegría. Habían muchos rumores al parecer: que la pareja de actores se había ido, que habían muerto en las aguas del lago, que los habían asesinado. Escuchado de todo en boca de muchos. Al rato de caminar por el campamento en busca de amigos y Oelric, se dieron cuenta del recelo que se guardaban entre ellos. A Oelric no se le veía por ninguna parte, pero consiguieron que les indicaran donde estaba la nueva taberna de Agnies. Aquella mujer parecía no haberse rendido.

¿Quieres que vayamso a la taberna de Agnies, Eve?, Sé que llevas tiempo queriendo verla y, quizás, podrías ayudarla, así estarías un poco más entretenida. - Digo mientras camino junto a Eve, terminando la frase con una sonrisa. - Yo trataré de buscar a Oelric o alguien que tuviese peso en Vineloot o el castillo antes de la tormenta para comentarle nuestra situación, a ver que solución nos dan.

- Sí dije tan feliz que creía que mi corazón saldría con mis palabras de mi boca. Iba a dar un abrazo a Matt y bailar con él por el camino hacia la taberna, pero logré contenerme y solo le miré llena de felicidad sonriente y asentí con la cabeza.

No solo tenía ganas de ver a Agnies de nuevo, sino que el hecho de ver de nuevo a más gente que solo a mi familia me llenaba de vida y de energía. Algo que últimamente no ocurría casi nunca. Tarareaba una alegre canción mientras iba cargada de cosas caminando junto a mi hermano y a la pequeña Anne.

La gente les fue indicando hasta una choza como las otras. Aquello no tenía aspecto de taberna. También les dijeron que sólo abrían al atardecer. Dentro había movimiento aunque la puerta estaba cerrada. Llamaron a la puerta y esperaron.

Tras oír los golpes en la puerta corre a ver quien es, se asoma a la ventana y luego corre a la puerta ¡son los actores! con rapidez sacó la balda, abrió la puerta y se plantó delante de los dos ¿tres?¿han tenido una niña? entrad, entrad, Agnies no está pero volverá pronto, ha ido al castillo a comprar carne. se puso detrás de la barra tras cerrar de nuevo la balda. ¿queréis beber algo? seguro que estáis sedientos... ¡y contadme donde habéis estado!

Acepto la invitación del chico y entro en la "taberna" tomando asiento en la barra.

Pues la verdad es que vengo sediento del camino, pero un poco de agua bastará. Gracias.

Tras beber unos tragos para quitarme la sequedad de gargante, cruzo los brazos sobre la barra para charlar un poco con William.

Pues no hemos estado en ningún sitio extraño. En Vineloot todo este tiempo.

- Gracias, digo entrando en la taberna. Esta es Anne dije presentándole a la pequeña. Nosotras también agradeceríamos mucho un poco de agua, ha sido un largo camino. no podía evitar sonreír con todo mi cuerpo.

- ¿Cómo está Agnies? ¿y tú William? pregunté tras beber un poco de agua fresca.