Partida Rol por web

Por fin comienzan a divisar las luces de la aldea... Menos mal que ya hemos llegado, se me hace mucho más largo el camino cuando lo recorro a oscuras...

Aprieta el paso esperando llegar a casa, donde le esperan cena y una mullida cama de paja.

Consigue entrar en los confines de la ldea de Drillstoke.

Rether recorre a grandes zancadas el embarrado camino con su fiel Tizón a su lado. A lo lejos ya se divisa la iglesia y está tentado de entrar, pero se entretendría. No, primero debe buscar a la herbolaria de Woltown.

Sigues corriendo aunque estás reventado por dentro. A lo lejos, bajando la colina ves el enlace del camino de la iglesia con el camino al bosque de Frogg Trees.

Hessel es un fuerte y se pondrá bien, pero Lithya está preocupada y debe hacer todo lo posible para asegurarse de que se recupere. La herbolaria tendrá alguna tisana que rebaje la fiebre, seguro.

Atajando para llegar al camino del bosque, Rether cruza los enfangados campos, luchando con el pegajoso barro que, en ocasiones, le llega hasta las rodillas. Cada paso comienza a ser una tortura y la mala noche que han pasado minó sus fuerzas.

Por unos instantes se detiene para apoyarse en el tronco de un árbol, resoplando y con el corazón amenazando con salírsele por la boca.
Pero no puede detenerse. Quizá recupere el aliento si descansa un rato, pero los pies cada vez le duelen más por el frío y la humedad. El zapatero no estuvo muy acertado con lo que hizo en la plaza, pero sus palabras estaban cargadas de sabiduría.

Con una mueca de dolor y cogiéndose el pecho como si así pudiese apagar las punzadas de dolor que le provoca el flato, reanuda su penosa marcha.

La ligera pendiente no parece acabarse nunca, es como si los propios árboles estuviesen retrocediendo para no dejarse alcanzar.

-Venga, un poco más. Allí el camino estará más seco y será un paseo... - se anima Rether a si mismo.

Pero por muchos esfuerzos que haga y mucha voluntad que le ponga, sus limitaciones le derrotan amargamente. Un paso en falso por culpa de la debilidad y el ganadero caer al barro, de donde ya no se ve capaz de levantarse.

Tizón, inseparable y aparentemete incansable, lloriquea y le lame la cara en un inútil intento de que su amo, su amigo, se levente. Es como si él estuviese también preocupado por la suerte que pueda correr Hessel.

Que animal tan bueno y tan inteligente... - piensa desfallecido desde el suelo.

Rether lleva al extremo la resistencia de su cuerpo y cae de rodillas en un barrizal que por suerte no le hunde media pierna. Respira hondo mientras nota el sudor caer y un dolor agudo entre costillas.

Rether recupera la consciencia, aunque apenas siente brazos y piernas. Una capa de barro le cubre casi por completo. En cierto modo se siente afortunado, podría haberse ahogado con la cara hundida en el fango.

Poco a poco, con grandes esfuerzos, se pone en pie. Tizón comienza a mover el rabo con alegría cuando su amo reauna la marcha. El movimiento le hace entrar en calor, lo cual resulta reconfortante.

Los caballos avanzaban por el camino mientras veíamos como este camino era mas transitado que el anterior ... parecía como si la gente fuera hacía Drillstoke ...

-Conrado ... ¿puedo hacerte una pregunta? pero sin dejarle tiempo a que pudiera negarse le dije ... -¿Tienen nombre los caballos?

Habían abandonado la iglesia de San Jorge, y no se les podía culpar por ello...al fin y al cabo, nadie se sentía seguro en aquél punto de encuentro donde confluían las gentes más desgraciadas y perjudicadas por la tormenta. Fue por ello que emprendieron camino hacia Drillstoke, con el fin de encontrar allí un lugar donde pasar la noche.

El viejo apenas hablaba, la única distracción que rompía el inquietante silencio eran las voces de los dos niños, que, ajenos a lo que estaba sucediendo, eran capaces de reír y sentir alegría y curiosidad por las cosas.

Con voz ronca y algo triste, el anciano susurra a la jinete del caballo que montan:

-Esperemos que Drillstoke no esté abarrotado de gente que busca como nosotros un techo bajo el que dormir...de todas formas después de esta desgracia nadie va a regalar nada...y nosotros no tenemos apenas pertenencias con las que realizar un trueque por una habitación...esperemos que el destino no se cebe con nosotros...

Las nubes se arremolinaban sobre las cabezas de los viajeros, que al parecer no eran los únicos que seguían la ruta hacia Drillstoke.

El viaje había sido ennegrecido por los nubarrones que acechaban desde lo alto, haciendo imposible olvidar la tragedia vivida la noche anterior en todo el feudo.

Durante el trayecto, pocas fueron las palabras que se dijeron, la mayoría permaneció a solas con sus pensamientos, deseando llegar cuanto antes al pueblo de Drillstoke.

Finalmente, los embarrados caminos desembocan en su objetivo, Drillstoke, el pueblo menos afectado por la tormenta según los rumores que circulaban entre las gentes.

Algo más animada, la comitiva se va acercando al poblado.

Agotado, Tibbe avanza penosamente por el camino.
Ha pasado por Drillstroke para darse cuenta de que la aldea también ha sido barrida por la crecida. Decidió seguir cuesta arriba hasta la iglesia, esperando que no se inundara también.

Robbin se dirige hacia la iglesia.

finalmente Robbin llega a la iglesia.

Con su habitual paso bamboleante, la sucia figura del borracho de Dristoke se asoma en el horizonte. Sus piernas lo empujan sin prisa pero sin pausa en dirección a la iglesia, donde espera recomenzar su vida.

- Las cosas deben cambiar - Wessel habla en voz alta - Sebo mejorar mi vida. Debo ser más prudente. Debo tener más inteligencia... no es cuestión de que con este problema me falte el vino! -

Analizando sus próximos pasos, camina lentamente, sin prestar demasiada atención a su entorno. Mas concentrado en beber, cada tanto, de la bota que cuelga de su cuello que en los arboles que bordean el camino avanza, poco a poco, en dirección a St. Mary´s Church

El hombre caminaba de nuevo en dirección a la iglesia, poca gente se veía por el camino. Algunos pocos que se dirigían en dirección al castillo le saludaron y se alegraron por su vida buenos días buen hombre, suerte tenemos de ver un cielo como el de hoy, con este sol de justicia.

- Buen día, buen día - la alegría de Wessel era contagiosa. Con su ración matutina de alcohol en la sangre ya se sentía en perfectas condiciones. Poco a poco, saludando a aquellos con quienes se cruzaba con la mejor de sus sonrisas se acercó hasta la iglesia.

Rether se aleja del bullicio de la Iglesia y espera en el camino para ver si alguien más se anima. Mientras aguarda, revisa que el carro y los animales estén en buenas condiciones. Tal y como están los caminos, lo van a necesitar.

Todavía pueden notar el sabor del estupendo guiso en su boca y siente su estómago lleno y caliente.

¡La mejor medicina es una buena pitanza! - piensa sonriendo. Va a necesitar cargarse de buen humor para afrontar lo que se pueda encontrar entre las ruinas.

Ya lleva un rato esperando, y no parece que nadie venga a acompañarle. Hasta que finalmente uno de los guardias que pululaban por la zona se acerca. Yo le acompañaré, no es bueno ir solo estos días por aquí.