Partida Rol por web

Tras recorre el patio de un lado a otro y no obtener respuesta de su conciudadanos, Wessel llega finalmente al puesto que han armado los soldados y encuentra al que, supone, es el recaudador de impuestos.

Durante su búsqueda ha bebido unos cuantos tragos de su bota y eso se nota en su forma de expresarse - Bueeenas Taaardes - gangosea ante el recaudador - Uds. es el encargaaaado de los impueeestos? - Su dicción no es la mejor, pero todavía es entendible.

- Veeengo a paaagar - con los pies firmemente plantados en el suelo señala al recaudador y con voz de duda inquiere - Seguuuuro es ud el encaaargado?. Coooomo se llaaaama. Me lo pueeede demooostrar? No quiero pagaaarle a cualquieeeera -

El borracho espera la respuesta, ansioso de terminar este trámite que ya le ha llevado toda la mañana.

Oelric devuelve una mirada de soslayo al cielo después de las preguntas al borracho. Huele a vino, vino de mala calidad, y eso le revuelve el estómago.

Sí soy el Recaudador, me llamo Oelric Changelon, todos los que viven aqui saben que soy el recaudador y siempre montas este follón cada vez que toca pagar...

Con un gesto casual, Wessel desecho las críticas del recaudador a la vez que lo miraba fijamente - Seguuuro? - pregunto no muy convencido. Tras rascarse la cabeza demostrando sus dudas continuó - Y me daraaaás un comproooobante - Mientras meneaba la cabeza - agregó - No podriiía pagaaaar nuevameeente -

Un nuevo trago a su bota le dió fuerzas para convencerse que debía dejar sus feudados al recaudador. Con mucho cuidado sacó del bolsillo una pequeña bolsa de monedas y comenzó a contrarlas - Uuuno, dooos, ... - dispuesto a tomarse el tiempo necesario, para tan complicada tarea no se inmutó por la interrupción que podía causar en el lugar -... treees, cuaaaatro... -

Oelric suspira.

Si, le daré un comprobante. Observa como cuenta uno a uno los feudanos.

Me van a dar aqui la noche...

Inquieto por tardar tanto en contarlos decido ayudarlo.

¿Le ayudo a contar? y se acerca para poder ayudarlo.

- Bieeeeen, no quisieeera que os olvideeeis - Tras mirarlo con cara de pocos amigos Wessel protege su bolsa y contesta mientras sigue pasando monedas de la bolsa a la mesa - Veintisieeete, veintiooocho.... No, no coooonfío en los recaudaaaadores... solo piden feudaaaados y no dan nada a caaaambio - El discurso del borracho, sin demasiado tacto, se interrumpe cuando se da cuenta que se olvido cuantas monedas llevaba contadas.

- Y no me interruuuumpais, que me habeeeeeis hecho perdeeeer la cueeeeenta - le dice malhumorado antes empezar de nuevo - Uuuno, dooos, ... -

Zoete mira los cuatro feudanos que muestra el muchacho.

Veamos que puedo tener por aquí... Se gira y busca entre su mercancía hasta que parece encontrar algo.

No pensaba vender esto pero...

-Bueno... tengo esta otra camisa. Es una camisa sin mangas y de lana. Los hilos que he usado son más simples pero igualmente es cómoda. Cuesta 6 feudanos pero te la dejo en cuatro por este pequeño fallo de aquí -La tejedora le muestra un fallo en uno de los costados que cometió son querer cuando la estaba tejiendo-. SI no te fijas no se notas, y estoy segura de que a tu amigo le gustará. ¿Qué te parece?

Uhmmmse queda algo pensativo el niño..Es bonita,si,me la quedo y si no la quiere el viejo me la quedare yo,jejejele guiña un ojo a la vendedora..Toma..le tiende los 4 feudanos..Jo!¿y mi amigo Denid?..no lo veo por ninguna parte..creo que me he perdido..Hum.se encoge de hombros..Bueno mejor para mi,ire hacer alguna travesura por ahi..jejejejele dice sonriente a Zoete..

Oelric suspira nuevamente al cielo claro. Y se cruza de brazos en espera de que el borracho pueda terminar de contar... da dos pasos... se vuelve sobre ellos... mira al borracho que sigue contando... se airea un poco la cara con su mano derecha...

Esto se está convirtiendo en un suplicio...

Finalmente, tras largos minutos de laboriosas cuentas - ... noveeeenta y nueve y... CIEN - Wessel acercó el montón de monedas a las manos de Oelric, a la vez que le decía - Si quieeeres, pueeedes contaaarlas tu tambieeeeén, pero no taaaardes muuucho. - Aprovechando para darle un nuevo trago a la bota que durante ese lapso había quedado destendida, miró fijamente al cobrador, mientras esperaba que este le diera su recibo.

- Wessel Festdring. Recueeeerda, F, E, S, T, D, R, I, N, G - le aclaró con su entrevesada dicción - Y apuuuurate, no teeeengo todo el diiiía -

La sonrisa de suficiencia del borrachín ante el cumplimiento de su pago, daba cuenta que el mismo se sentía sorprendido de haber podido "juntar" los feudados necesarios para esta tarea.

Oelric coje el dinero como si le diera asco tocarlo y seguidamente con la expreción en la cara aún de estar completamente asqueado por las monedas, se las guarda en su bolsillo. Saca y rellena un recibo en papel papiro, como los demás y se lo entrega al borracho.

Aqui tiene amigo, ya puede usted garantizar que ha pagado los impuestos, ahora si no le importa, he de seguir cobrando.

Rapidamente intenta quitarse del medio el aliento pestilente a vino rancio del borracho.

¿Quien sabe si no se ha meado? Huele que apesta....

Con el papel en la mano, Wessel se sintió más tranquilo - Gracias - atinó a decirle al recaudador antes de retirarse del lugar.

Tras guardar el preciado recibo en su bolsillo (luego de intentar leerlo y descubrir, muy trabajosamente, que su nombre estaba correctamente escrito) se dedicó a pasear unos minutos por el patio del castillo.

No venía aquí muy seguido, así que no perdería nada por mirar, ahora más cuidadosamente, el lugar hasta ver si encontraba algo que le interesase.

Una vez en el patio del castillo, Mille recorre con la mirada los distintos puestos, buscando a la vez un hueco donde montar el suyo. Cerca de la puerta ve el sombrajo bajo el cual Oelric Changelon está recaudando los impuestos... y nosotros ni siquiera tenemos una lona con la que cubrir el puesto, deberíamos hacernos con una - piensa. Un poco más allá observa que hay un hueco disponible y se dirige hacia allí.

- Odolf, debemos darnos prisa, nos hemos retrasado demasiado... esperemos que alguien quiera aún comprar carne para cenar - dice mientras ayuda a su marido a organizar la mercancía.

La tejedora recoge los 4 feudanos que le da el pequeño y los guarda en la pequeña bolsa que lleva cruzada al hombro. -Ahí tienes muchacho, espero que le guste y sino, ¡que la disfrutes! - sonríe cariñosamente mientras ve cómo se marcha el joven y le dice en voz alta-. ¡No te metas en lios! jejeje.

Estos chicos...

-¡Camisas! ¡Faldas! ¡Camisas de manga corta! ¡Cómodas y bonitas! ¡Véan véan! Sigue diciendo a la gente que por allí pasa.

Tras el paseo matinal, Wessel decide que no tiene mucho que hacer en este lugar. Hay demasiada gente a la que solo conoce de vista y ya ha conseguido su objetivo. Pagar. tras una última recorrida decide retirarse Seguramente en la taberna me extrañan se convence a si mismo antes de empezas el largo camino hasta su antro favorito.

Curiosamente estable, considerando la cantidad de alcohol que ya tiene en el cuerpo. traspasa la puerta y se dirige hacia el camino a la iglesia

Le doy las gracias a Zoete,cuando me tiende la camisa en su bolsa..Muchas gracias señora..quizas nos volvamos a ver quie sabe...se encoge de hombros y se va..

¡¡¡Denid!!! ¿¡Donde estas!?empieza a gritar en busca de su grandote amigo..

Bueno parece que hoy va ser un gran dia

Gosvin, el armero, llega directamente al patio del castillo, con la intención de pagar los tributos que el Señor sabiamente ha impuesto sobre todos sus protegidos.

Está unos segundos mirando a su alrededor y, aunque le cuesta, consigue distinguir al recaudador entre la gente.

Buenos días, señor, vengo libremente a pagar los tributos. ¿Es aquí?, ¿podría indicarme cuánto he de pagar?

siertamente Thomas

De una de las puertas del castillo asoman los dos actores de Vineloot.

Saco mi flauta del bolsillo y echo una significativa mirada a mi hermana.

¡Bueno!... ¡a trabajar!

Tomo una gran bocanada de aire y comienzo a danzar por todo el patio tocando la fluta y animando a los allí congregados, danzando alrededor de los grupos más multitudinarios y con algunos de los chiquillos que corretean por el patio.