Encantado pues, mi buen señor...
Descuelga el laúd y lo afina levemente mientras tararea una melodía
Mi nombre es Pelgriem Norfeld, juglar vagabundo... Y esta es la historia que habéis pedido, mi buen señor: El Soldado Desconocido
Rasguea las cuerdas del laúd y una triste melodía suena por la taberna
Aun vaga ese soldado
el soldado desconocido
aun vaga por los campos
caminando entre los olivos
Aun vaga ese soldado
que a las cruzadas partió
aun vaga ese guerrero
que de la guerra nunca regresó
Era valiente como cientos
y su brazo nunca temblaba
Era fuerte como cientos
y su espada nunca fallaba
Un hombre de Dios
un heredero de la tierra
un hombre devoto
un hombre de guerra
Cuentan que su caballo tronaba
como si de una tormenta se tratara
cuentan que los infieles a su paso
abandonaban siempre la batalla
Lo que no se cuenta y nadie sabe
es el nombre de ese hombre
Un héroe desconocido
cuya leyenda ha pervivido
Le diré, pues, buen caballero
que ese héroe no existió
solo era un soldado
que en batalla murió
Defendió a su patria
lucho por su Dios
Protegió a sus amigos
entregó su corazón
Cientos de hombres buenos son el Soldado Desconocido
Pues son cientos los que en las cruzadas han fallecido
Por esos cientos canto humilde, esta canción
Por esos cientos llora entristecido mi corazón
Toca lentamente las últimas notas y deposita el laúd sobre la mesa al finalizar
Siempre he pensado que los hombres de armas son personas excepcionales, mi buen señor
Escucho atento la cancion del trobador. Mis ojos clavados en los suyos con el rostro serio y atento. En cuanto termina, me mantengo unos segundos en silencio, inmobil. Sin mediar palabra me levanto, me acerco al trobador y pongo mi mano sobre su hombro, con un colpe un tanto brusco, con la mirada aun clavada en la suya. De repente, una amplia sonrisa rompe la fria expresion de mi rostro Maravilloso! Esplendido! Nunca habia oido a alguien narrar con tanta pasion y veracidad la muerte de un valeroso soldado en combate. Posadera! Traigale a este buen hombre un abundante plato de sabrosa comida y mas cerveza para ambos! Le digo a la amfitriona mientras me llevo al trobador por el hombro para sentarlo en una silla al lado de la mia, y tambien me siento. Agarro mi jarra y le hago un simbolo de brindis al trobador para darle un profundo trago. Debo deciros que me sorprende que alguien de vuestro talento se encuentre en una situacion tan precaria, maese Norfeld.
Nunca he rechazado la hospitalidad de una buena casa ni la generosidad de un buen hombre
Exclama alegre mientras finge estar algo turbado por la situación. Se deja arrastrar por el soldado hasta la mesa y brinda con su jarra al mismo tiempo
¡A su salud, buen soldado! Y señora Beatrix, carne si puede ser, que llevo unos días sin meterme algo mas grande que unas legumbres al cuerpo
Se vuelve hacia el soldado con una sonrisa suplicante
Si no es mucho pedir, claro está... Y ya que lo pregunta... No soy trovador... Mis padres eran pobres como ratas y nunca me dieron una buena educación... así que solo repito las historias que escucho, no compongo las mías propias... Por eso los juglares debemos ir de pueblo en pueblo, porque "cuando nuestro repertorio se agota... es el tiempo de la bota"
Entiendo vuestra situacion, yo llegue a estas tierras hace 4 años, justo cuando apenas era un chico de 16 años en un naufragio de un barco proviniente de Germania, mi tierra, y alli perdí a mis familiares. Me planté en estas tierras y tras trabajar duro el señor me nombró caballero y me destino a esta hermosa villa a la que adoro como mi hogar. Yo mismo construí mi casa con estas manos y siempre he sido del creer que si trabajas duro, dios te enviara la recompensa, y asi la tube, pero a que precio... Hace una pausa con la mirada perdida en la jarra, pero vuelve a levantar la vista con esa calida sonrisa que a todos contagia De todos modos estoy seguro de que si estubierais presente en aventuras y acontecimientos dignos de ser narrados, seriais capaz de crear una buena oda. La manera en que habeis tocado esa cancion...ha sido realmente estremezedora, teneis un gran talento.
Una historia trágica la suya, mi buen señor... Que Dios acoja en su gracia a su familia
Hace la señal de la cruz y prosigue
Si quiere que le sea sincero... con el paso de los años uno le coge el gusto a dormir al raso y patearse los caminos de pueblo en pueblo... La sensación de libertad es tan fuerte como la del hambre, pero hay veces que compensa...
Apoya la cabeza en la mano dejando caer el codo sobre la mesa
Mi talento... es oído y memoria de todo lo que puedo presumir... No entiendo las letras y soy incapaz de leer las partituras... Así que estoy estancado... alguna vez que otra he pensado intentar aprender a leer, pero los profesores son caros y el estómago consume demasiado de mi dinero, por no decir todo
Escucho atento al joglar, con el ceño fruncido ligeramente al oir lo que me cuenta, y otra vez una sonrisa se dibuja en mi rostro, una de esas sonrisas de alguien al que le acaba de venir una idea a la cabeza Se me ha ocurrido algo...algo que quiza pueda ayudarnos a ambos, aunque nose si os interesara. Otra pausa para un trago de cerveza Como es de saber, a todo caballero le llega el momento de tener un escudero. Alguien que se encargue de su montura, de auxiliarle con algunas tareas y, porque no, que le acompañe en sus viajes. Me preguntaba...si vos podriais ser ese escudero. No os preocupeis por vuestra falta de conocimientos, el tiempo ha provado que un escudero, mas que una persona sabia y con grandes habilidades, debe ser una persona con buen corazon y ganas de trabajar, y creo que vos adoptariais perfectamente ese rol. A cambio de vuestro servicio yo os ofreceria un sitio donde vivir, comida y bebida, asi como aprender tanto el arte de la escritura como el de la espada. Poco tiene que ver eso con las partituras, pero quiza encontrariais algo sobre lo que escribir viendo sitios y personas junto a mi. Hago una pausa mirando al joglar con rostro amable. No se que os parecera la idea, soys libre de aceptar o rechazar esta oferta sin ningun tipo de presion.
El joven juglar tuerce la boca y frunce el ceño en gesto de concentración. Parece pensar muy seriamente sobre las palabras del soldado, aunque tras unos momentos niega con la cabeza y sonríe
Señor, agradezco el ofrecimiento desde lo mas hondo de mi corazón, pero no soy hombre de armas y las responsabilidades me asustan tanto como me atrae la idea de tener un buen plato de comida delante... Aun así... voy a seguir unos días, puede que semanas, en estas tierras... así que pensaré su oferta
Sonrio ante la respuesta del joglar, asintiendo levemente con la cabeza. Bien, habeis tomado vuestra decision. De todos modos mi oferta seguira en pie, asi que si algun dia cambiais de opinion solo teneis que venir a buscarme. De todos modos disfrutemos de esta rica comida que nos brindara la posadera y de esta fresca cerveza que nos refrescara hasta el espiritu, pues aun no he podido olvidar la oda que me habeis cantado antes. Para alguen cuyo destino es el caer en un campo de batalla lejos de casa, esas palabras han calado muy hondo. Brindo por vos y vuestra buenaventura en tiempos venideros, pues estoy seguro de que la fortuna os sonreira pronto.
El prestamista, sentado en una mesa apartada, no se ha perdido nada de la conversación entre el juglar y el caballero.
Si toda la gente es tan amable unos con otros, nadie vendrá a pedirme dinero.... y yo que creía que con el impuesto tendría más clientes...
Eso es lo que no me atrae de la guerra, buen señor: Morir
Contesta con la boca llena
Sufro una extraña alergia desde bien pequeño... cuando me acuchillan, me muero... y ese es el único síntoma... En cuanto termine esta comida voy a salir a ganarme el jornal, buen caballero, que si saco lo suficiente este día es posible que pueda cambiar el establo por una cama esta misma noche...
Se vuelve hacia el caballero y con la boca algo churretosa por la grasa de la comida le pregunta
¿No sabréis de algún rumor o similar que este ahora de moda en el pueblo? Siempre hay que saber que quiere escuchar el público antes de elegir la canción
He oido que un grupo de caballeros han llegado a Vineloot hace unos dias, seguramente para prepararse y esperar a partir para las cruzadas. Aparte de eso, no hay mas novedades por qui. Yo tambien debere marcharme, pues quiero ir al castillo para hablar con el señor Scofferi sobre futuros movimientos respecto a ese tema Digo secandome la boca con un trapo de tela que seguidamente me guardo en el bolsillo del pantalon. Me pongo los guanteletes y me dirijo a la posadera Decidme, mi señora, que os debo por esta suculenta comida y refrescante cerveza que nos habeis servido hoy? Lamento tener que abandonar este lugar pero mi deber de caballero me llama.
¡Y yo tengo que ir a ganarme el jornal a la plaza!
Se acerca hasta el soldado y le palmea la espalda
Muchas gracias por todo caballero, pensaré su oferta, aunque no creo que esa vida sea para mi
Se vuelve hacia la psoadera
¡Señora, si todo sale bien esta noche tendré cama caliente y mi hueco del establo!
Sale de posada con una amplia sonrisa y tarareando una melodía animada, eso de tener el estómago bien lleno hace milagros y le alegra el día a cualquiera
Buena suerte maese Norfeld, seguro que nos iremos viendo por el pueblo. Qua la fortuna viaje con vos.
Tras despedirme del joglar pago a la posadera por la comida y me dirijo al establo para recojer mi caballo, lo monto y salgo a la plaza.
Ya me diras cuanto debo pagar y me lo quitare, amable posadera.
//salgo
Entra en escena
Petrus entra sonriente a la taberna y grita Beatrix se amable y sacame algo de comer y una jarra del vino bueno hoy tengo cosas que celebrar!! y en eso que se sienta en una silla dejandose caer
entro en escena
Una jarra de vino ¿ habéis visto al caballero holgut?le estoy buscando
-Acaba de estar aqui hace un momento dice el cambista sin mirar a la persona que acaba de entrar, sigue leyendo sus papeles y bebiendo vino
Petrus mira a Pellfire y le dice mmientras se pone un vaso de vino Sr. Pellfire es usted tambien escudero?
Si, soy yo. Estaba buscando al caballeor Holgut ¿ lo has visto ?