Partida Rol por web

Estaba completamente anonadada. Lo último que recordaba era que el gordito de hielo me había pegado un golpe, y lo siguiente era una lluvia de curación y Aleksis llevándome como si fuera una princesa. 

- Ey, Aleksis, ¿dónde está Rayla? Tengo que preguntarle que pasó con los monos, yo quería uno... anda - dije señalando la caja - en mi casa y en de la chica de los cuervos también había uno vacía, pero con un signo diferente. Creo que del mío salió una yo asustada. Etto... - dije mirando a Aleksis algo avergonzada ya que aún me llevaba en brazos - ¿me dejas en el sofá? Estoy muerta de sueño y me gustaría echarme una siestita - bostecé mirando alrededor.

Yusuki pudo escuchar una leve risa que se entrecortó proveniente del piso superior.

Asrai sintió un pinchado en su espalda, no comprendía qué podía ser, quizás una avispa o una abeja furtiva. Sea lo que fuera, tampoco es que le hiciera demasiado daño, a fin de cuentas; ella era muchacha dura de roer, por lo que tan solo un leve pinchazo no era suficiente como para dañarla.

Intento golpear de nuevo con dos nuevos puñetazos al tipo del sombrero de copa.

Los dos golpes consecutivos que Asrai le propició a Aleksis hizo que el Sombrerero cayera al suelo malherido e inconsciente; al parecer, aquella muchacha se había dispuesto con acabar con la vida de Aleksis, y quizás con la de una Yusuki que en su momento no pudo hacer nada para impedir el golpe que recibió el sombrerero.

La mirada de Asrai representaba un odio puro, una rabia que jamás Yusuki jamás hubo visto en su vida, casi una mirada salvaje y de puro instinto asesino y depredador. Esa mirada dio a entender a la pequeña que probablemente ella sería la siguiente. Pese a ello, Asrai siguió mirando el cuerpo tendido en el suelo de Aleksis, como si esta prefiriera rematar al mago antes de ir a por la muchacha.

Escapar no era una opción, pues la barrera ya se hubo levantado en la casa.

Estaba comenzando a dormirme cuando dos cosas hicieron que volviera a espabilarme, los tremendos puñetazos de Asrai al sombrerero y una risita en el piso de arriba.

- Uaaah, ¿qué haces?- pero mis palabras de cortaron al ver si mirada, parecía que no era ella misma.

Curé un poco a Aleksis como pude y eché a correr hacia el piso de arriba.

Se escuchan gritos desde el exterior.

¡¿Quiénes estáis ahí?! ¡¿Estáis bien?!

-Rayla

Aleksis fue levemente curado por Yusuki, pese a ello, el muchacho seguía muy malherido e inconsciente; por el contrario, tras hacer esto, Yusuki salió corriendo al piso superior en donde pese a que había ventanas, la barrera que se formaba cada vez que había combates seguía activa, por lo que no podía atravesarla. Allá arriba no había nadie.

Voy hacia el Sombrerero y le golpeo dos veces con todas mis fuerzas en su apestosa cara de pelirrojo.

La brutal paliza que Asrai le dio a Aleksis superió la curación que Yusuki le hubo proporcionado a un límite en el que ni el más poderoso hechizo de la pequeña podía hacer nada al respecto, pues la cabeza de Aleksis terminó mal... por suerte, no hay porqué describirlo pues Yusuki no lo vio debido a estar la encimera de la cocina en medio... eso sí, vio como los "restos" salían desperdigados por el lugar, cual sandía a la que golpearon con un mazo... pero con más sesos.

Y lo que ambas vieron fue un corazón elevarse para finalmente desvanecerse en el aire.

Por su parte, Asrai seguía en ese estado de odio, iracundo; pese a que respiraba con dificultad tras haber acabado con la vida del Sombrerero, como si este asesinato no fuera suficiente en todo el gran marco de los hechos y precisara acabar con la vida de alguien más para saciarse... si es que se saciaba...

No encontré a nadie arriba, la risita no sabía a quien pertenecía pero posiblemente hubiera hecho algo con la peliblanca. Me di la vuelta justo a tiempo de ver cómo la cabeza de Aleksis de rompía como una calabaza.

En shock, miré a la chica y le lancé un gravedad para tratar de hablar tiempo.

En la lejanía, ambas muchachas pudieron escuchar el tañir de las campanas, en concreto, pudieron escuchar cuatro campanadas bien reconocibles. Sea lo que eso llegara a significar; la situación parecía ser como mínimo preocupante para aquellos que se llamaran "Yusuki Ayase", por fortuna solo uno de los presentes respondía por ese nombre.

El ataque de Yusuki resulto efecto, haciendo que Asrai se arrodillara tratando de mantener la compostura, pero pese a ello la fuerza de la gravedad fue lo suficientemente poderosa para hacer que la muchacha se quedara inmovilizada por todo el tiempo que aquel hechizo durase... sea como fuera, no parecía ser mucho...

Al ver que no había ninguna otra opción y que Asrai estaba inmovilizada, debido atacar.

Aquel nuevo hechizo de gravedad hizo que Asrai permaneciera en el suelo, este era significativamente más poderoso que el hechizo anterior, aún con todo, la muchacha miraba con odio a Yusuki que seguía en una posición elevada; por lo que, o bien Asrai tendría que atacarla a distancia o perder una acción subiendo las escaleras, una vez liberada, claro está...

Asrai seguía inmovilizada, pese a ello, se curó levemente del ataque.