Partida Rol por web

Los tres llegaron a la casa de aquel muchacho Owen, con la esperanza de saber qué ocurría o quizás con el oscuro secreto de saber cuántas "e"s tiene en realidad su nombre, pero independientemente de todo eso a decir verdad, el interior de la casa era tal y como cualquier persona se hubiera imaginado que sería la casa de Oween Isaac Montblac, lo único que parecía resaltar de todo aquello era la presencia de una pequeña caja blanca justo enfrente de la puerta de entrada de su hogar; sin ningún tipo de marca salvo uno "69" de lado estilizado de color negro.

Fijándose un poco más, el grupo pudo reconocer algo blanco en el fondo de la caja; una pequeña tarjeta, que al recogerla y darle la vuelta decía lo siguiente:

"Malagripta Copterosis"

Es una enfermedad contagiosa que tan solo funciona en contacto directo con el infectado por medio del ejercicio.

El infectado originario no muestra síntomas ni tampoco se ve afectado por sus efectos.

Síntomas:                                                                

1º Brotar manchas por todo el cuerpo.

2º Fiebre Alta                                   

3º Escalofríos                                   

4º Estornudos Violentos                    

5º Muerte                                        

Es facilmente tratable con el conjuro mágico adecuado y 30 meses de reposo. El sol es beneficioso.

Para fortuna para Asrai, esta conocía esa enfermedad, pues Peter le había hablado de ella; para desgracia para ella, sabía que si esa nota era cierta, era porque ya la tenía dentro de su cuerpo. Revisando su cuerpo, Asrai encontró un lunar en un lugar donde no había lunar, al lado del codo derecho. Lo que ejemplificaba lo peor que podría suponer... la tenía dentro... y que todos los síntomas coincidieran no pareciera que fuera una buena idea.

Asrai reconocía que él no era solo un portador, sino que también era una víctima; y que tan solo si alguien lograba causarle un gran estress, como por ejemplo, arrancarle la cabeza de cuajo, quemarle vivo, o algo similar; haría que la enfermedad se propagara de su cuerpo como "host" con tal de defenderle... o más probablemente, buscar una nueva víctima que quizás no sea tan resistente como lo era Asrai con ella, pudiendo llegar a matarla.

Así que más vale que nadie se meta con Asrai, sino la enfermedad se meterá en ellos también. - Y aunque Asrai sabía de la enfermedad, también sabía que la única forma que tenía de curarla era tomando el sol en la playa, así como comer una fruta especial un "Paopu" durante el tiempo que durase la enfermedad. - Y ninguna de esas dos cosas había en aquel lugar... quizás alguien con talento en la magia pudiera hacer algo, pero era poco probable si no supiera qué enfermedad era (la hubo estudiado de antes).

Asrai parecía tener apenas una hora de vida...

Rayla no parecía tener información alguna de esta enfermedad más allá que parecía ser contagiosa, y que si Asrai Toujou se dispusiera a atacarlas era más que probable que al menos una de las dos terminara enfermando y muriendo por esta enfermedad (si es que Asrai moría por cualquier medio en aquel combate, sí suicidio también); lo mismo pasaba si Yusuki o ella misma decidiera atacar a Asrai por algún motivo.

Para fortuna de Rayla, esta comprobó que ni tenía los síntomas propios ni ninguna peca o lunar que no tuviera de antes. Por lo que podría estar tranquila, ella aún no había sido contagiada. - Quizás hubiera más personas que supieran acerca de la enfermedad y que pudieran curar a Asrai, aunque al parecer, la enfermedad estaba bastante adelantada.

Para fortuna para Yusuki, esta conocía esa enfermedad, pues Peter le había leído acerca de ella; para desgracia para ella, sabía que si esa nota era cierta, era porque Asrai ya la tenía dentro de su cuerpo. Revisando el cuerpo de Asrai, esta pudo encontrar un lunar en un lugar donde no había lunar, al lado del codo derecho. Lo que ejemplificaba lo peor que podría suponer... Asrai la tenía dentro... y que todos los síntomas coincidieran no pareciera que fuera una buena señal para la vida de la joven Asrai.

Era evidente que Asrai no era solo un portador, sino que también era una víctima; y que tan solo si alguien lograba causarle un gran estress, como por ejemplo, arrancarle la cabeza de cuajo, quemarle vivo, o algo similar; haría que la enfermedad se propagara de su cuerpo como "host" con tal de defenderle... o más probablemente, buscar una nueva víctima que quizás no sea tan resistente como lo era Asrai, pudiendo llegar a matarla.

Así que más vale que nadie se meta con Asrai, sino la enfermedad se meterá en ellos también. - Y aunque Yusuki sabía de la enfermedad, también sabía que la única forma que tenía de curarla era tomando el sol en la playa, así como comer una fruta especial un "Paopu" durante el tiempo que durase la enfermedad. - Y ninguna de esas dos cosas había en aquel lugar...

También sabía que había un hechizo mágico que podía librar de aquella enfermedad, pero por desgracia Yusuki no conocía dicho poder, quizás hubiera alguien en el lugar que sí supiera algo acerca del tema, aunque el tiempo para Asrai parecía estar bastante justo... apenas una hora de vida le quedaba antes de fallecer por la enfermedad.

Oh no, no puede ser. Es Malagripta Copterosis, la enfermedad que cuentan las leyendas creó el propio Merlin para contagiar a la malvada bruja Madame Ming.

Es altamente contagiosa y... Se cura con reposo, sol y una fruta especial llamada Paopu. Si no la trato pronto moriré... En una hora.

Raanmar llegó a la casa de aquel muchacho Owen, con la esperanza de saber qué ocurría o quizás con el oscuro secreto de saber cuántas "e"s tiene en realidad su nombre, pero independientemente de todo eso a decir verdad, el interior de la casa era tal y como cualquier persona se hubiera imaginado que sería la casa de Oween Isaac Montblac, lo único que parecía resaltar de todo aquello era la presencia de una pequeña caja blanca justo enfrente de la puerta de entrada de su hogar; sin ningún tipo de marca salvo uno "69" de lado estilizado de color negro.

Raanmar hizo acto de presencia en la estancia y pudo ver como Asrai gravemente enferma daba unos pasos hacia adelante tratando de coger algo de aire del exterior, su cuerpo blanquecino repleto de manchas, temblando como un chihuahua dispuesto a atacar, y aún así irradiando calor de su cuerpo lleno de sarpullidos ahora visibles.

Y ante los brazos de Raanmar, la muchacha cayó. Y el joven pudo comprobar que había caído muerta.

Seis enormes campanadas provenientes de la Torre del Reloj hizo que los presentes salieran de su zona de confort para suponer como el reloj movía su aguja un poco hacia la derecha. Y probablemente actualmente se encontraba en las "6" pese a que cualquiera de los presentes podían ver como era mucho más tarde -o temprano- de esa hora.

Dan Vorton llegó a la casa de aquel muchacho Owen, con la esperanza de saber qué ocurría o quizás con el oscuro secreto de saber cuántas "e"s tiene en realidad su nombre, pero independientemente de todo eso a decir verdad, el interior de la casa era tal y como cualquier persona se hubiera imaginado que sería la casa de Oween Isaac Montblac, lo único que parecía resaltar de todo aquello era la presencia de una pequeña caja blanca justo enfrente de la puerta de entrada de su hogar; sin ningún tipo de marca salvo uno "69" de lado estilizado de color negro.

Dan sería el siguiente que llegara a la estancia y pudo ver como Asrai yacía con los ojos cerrados en los brazos de Raanmar. Aquella muchacha parecía estar gravemente enferma; con un cuerpo blanquecino repleto de manchas, aún así irradiando calor de su cuerpo lleno de sarpullidos ahora más que visibles.

Por otro lado, Yusuki y Rayla se encontraban ahí, mirando la situación.

¡No! ¡Que demonios ha Sido eso! ¡Que clase de enfermedad era esa. Otra vida que se pierde, tiempo tencia de no poder salvar a nadie es cada vez mayor. Si bien es cierto que no confiaba en ella, no es justo ese destino.

 Espera... Quizás el pueda ayudar y así traer de vuelta a todos.

Dejo a Yusuki sentaba en la cama.

voy a dejarla aquí un momento, tengo que hacer algo importante, pero debo ir sola. Lo siento volveré en un momento.

Rayla salió corriendo de la estancia, dejando tras de si una pequeña nota en el regazo de la pequeña Yusuki. Al parecer, la situación era crítica y algo tenía que hacerse para evitar que más gente terminara cayendo; o quizás asegurar qué gente tenía que ser la siguiente en caer.

Fijándose un poco más, Dan pudo leer aquella pequeña tarjeta que había dejado Rayla encima de Yusuki, que al recogerla y darle la vuelta decía lo siguiente:

"Malagripta Copterosis"

Es una enfermedad contagiosa que tan solo funciona en contacto directo con el infectado por medio del ejercicio.

El infectado originario no muestra síntomas ni tampoco se ve afectado por sus efectos.

Síntomas:                                                                

1º Brotar manchas por todo el cuerpo.

2º Fiebre Alta                                   

3º Escalofríos                                   

4º Estornudos Violentos                    

5º Muerte                                        

Es facilmente tratable con el conjuro mágico adecuado y 30 meses de reposo. El sol es beneficioso.

Fijándose un poco más, Raanmar pudo leer aquella pequeña tarjeta que había dejado Rayla encima de Yusuki, que al recogerla y darle la vuelta decía lo siguiente:

"Malagripta Copterosis"

Es una enfermedad contagiosa que tan solo funciona en contacto directo con el infectado por medio del ejercicio.

El infectado originario no muestra síntomas ni tampoco se ve afectado por sus efectos.

Síntomas:                                                                

1º Brotar manchas por todo el cuerpo.

2º Fiebre Alta                                   

3º Escalofríos                                   

4º Estornudos Violentos                    

5º Muerte                                        

Es facilmente tratable con el conjuro mágico adecuado y 30 meses de reposo. El sol es beneficioso.