Partida Rol por web

Kiarah observa cómo Yrihal se cura poco a poco, con algo de dificultad. Sonríe cuando se da cuenta de que está recuperada y quiere seguir eliminando yomas.

Tras escuchar sus palabras, y notar como aprieta su hombro en señal de confianza, Kiarah asiente.

-Vale, vayamos hacia las catacumbas, seguro que nuestras compañeras nos necesitan. Mantente a mi lado o detrás de mi.- dice guiñándole un ojo mostrándole complicidad.

Tras esto, Kiarah e Yrihal se dirigen hacia donde se encuentran el resto de sus compañeras.

-RAYOS, esto si que me mola bastante- voy con SHANRIA y RHINA -esperenme- ya siento el sudor frio y siento que se me pone la piel erizada

Cicatrizada la herida de Yrihal las dos Claymore os encaminais hacia las mazmorras. Cruzais un pasillo que da a unas escaleras de caracol que descienden. Unos cuantos escalones más abajo enontrais una puerta de hierro reforzada, probablemente la que servía para disuadir a cualquier preso con la idea de fugarse. A medida que la escalera baja, peldaño a peldaño, la oscuridad se cierne sobre vosotras. Por suerte vuestros sentidos están más agudizados que los de los humanos. Las pupilas que se encuentran en el centro de vuestro iris plateados se dilatan rápidamente. La sensación que os produce al bajar aquellas escaleras os repugna. Apesta a yoma, sentís el hedor que impregna las paredes.

De pronto ois como un grupo de individuos sube escaleras arriba. Por la cantidad de ruido que producen al subir calculais que son entre 5 y 10. Suben corriendo, vuestros músculos se tensán...

Geburah

Llegais finalmente a las puertas del castillo. No hay ni un solo guardia a la vista. La puerta principal está derribada, al parecer de un fuerte golpe. Los accesos visibles desde donde estais se encuentran en las ventanas del primer piso, y una de ellas está rota. Hay un silencio inquietante en el lugar.

Al entrar por la astillada puerta veis cruzar a dos Claymore que se meten por un pasillo a la derecha. No distingís quienes son, pero si reconoceis que pertenecen al equipo de Cassandra.

Geburah

Selena seguía en silencio, no le gustaba que las claymore huyeran, ya que por el silencio no podía significar otra cosa, cada vez estaba más enfurecida y luchaba consigo misma para no empezar a liberar yoki, aunque eso ahora le empezaba a dar lo mismo, por lo que siguió por el pasillo donde vio a las claymore tranquilamente.

Ya han acabado con los yomas? ....
Alysa siguió andando, acercándose al castillo y a las Claymore que había visto pasar.

Apresto el arma y me preparo

Kiarah se para en las escaleras al escuchar aquellos pasos, desenvaina su espada y se pone en posición de ataque por si alguien las sorprende.

En ese momento, a la vez intenta detectar yoki, para averiguar si aquellos pasos son de yomas, o por el contrario de sus compañeras.

Os encontrais en las escaleras que bajan hacia las mazmorras. Mientras bajais, la pareja que se encuentra más abajo (Kiarah e Yrihal) se preparán para un ataque inminente. En ese momento Selena seguida de Alysa y Selin ,miembros del equipo de Liara aparecen tras ellas. Parece que las habían estado siguiendo...

Las Claymore oyen de igual forma los pasos que se acercan corriendo desde lo más profundo. Pasos que suben escaleras arriba y que pronto llegarán a dodne estais. Os disponeis a enfrentar lo que puede ser un ataque masivo de los yomas. Pero por suerte os llevais una sorpresa...

Un grupo de humanos mugrientos, que al parecer se escapa de las mazmorras es lo único que veis subir. Ninguno de ellos es un yoma por lo que relajais vuestros tensos musculos. Parece que el combate se va a posponer por ahora...

Os encontrais prácticamente al final de las escaleras. Os dais cuenta de que es inutil seguir ahi por lo que seguís bajando... Os encontrais con una mazmorra vacia. Todas las puertas de las celdas permanecen abiertas... alguien o algo ha sacado a los humanos de su cautiverio.

La decisión de que hacer ahora es solo vuestra...

Selena observó el lugar, vacío ahora de prisioneros, no le hubiera desagradado más con los humanos en las celdas, pero al menos así no tenía que oír sus lamentos, aunque sí deseaba oír los de un yoma pidiendo clemencia. Tsk.

Se detuvo un momento, tal vez si se concentraba podría seguir algún rastro de yoki, si lo lograba, cabía la posibilidad de que su humor mejorara.

Detectas claramente el yoki de varias Claymore cerca de aquí, estan todas juntas. Su energia aparece latente esperando a atacar en cualquir momento. Estas segura de que no están combatiendo todavía... Puede que esteis a tiempo de ayudarlas. En cuanto a presencias de yoma... sientes casi una docena de ellas pero no estan agrupadas. 

En silencio Selena se puso en camino, si llegaba a tiempo de ayudar o solo de destripar no le importaba, solo con ver la sangre de los yoma le bastaría, con tranquilidad, paso a paso, se aproximaba al yoma más cercano, tirando alguna pared de camino si hacía falta para atajar.

Maldita sea, ¿Qué será lo que esta pasando aquí? ¿Quién liberaría a los prisioneros?

Me dirijo hacia uno de los desarrapados que tratan de subir las escaleras, y aun conteniendo algo el dolor que me atenaza se pregunto, de forma brusca pero sin violencia.

-Tu.- digo señalando a uno entre ellos.- ¿Quién os ha dejado salir de las celdas? Por favor, responde rápido, no tenemos tiempo que perder.

Espero que la visión de tantas de nuestra organización sea suficiente para obtener una respuesta rápida y verídica.

 A Kiarah todo lo que había pasado en los últimos momentos le había pillado por sorpresa,se había extrañado de que algunas de sus compañeras del equipo de Liara estuvieran allí, en el castillo, detrás de ellas.

Aún así, dejó de darle importancia y se esperó junto a Yrihal que preguntaba a uno de aquellos prisioneros quién lo había dejado escapar de las celdas.

Quizás no nos responda...- piensa Kiarah mientras mira a aquel prisionero mugriento y asustado.

Para intentar que alguno de aquellos prisioneros responde, Kiarah añade:

-Contestádnos, solo queremos ayudaros, y matar a esos yomas para que no os hagan nada...- dice intentando que su tono de voz sea lo más suave y agradable posible.

Selin al llegar al castillo ve a sus compañeras y dice:

- Que ha sucedido? habeis acabado con los Yoma que hay aqui?

Aquí ha pasado algo...
-¿cuantos yomas quedan?