Partida Rol por web

31 de agosto de 1939, 23:45h. Cuartel General del IV Ejército Alemán

En el barracón tenuemente iluminado, cuatro hombres permanecían silenciosos sentados en los catres. Habían sido despertados de sus barracas y obligados a acudir a este edificio y esperar instrucciones. Ninguno de los cuatro se conocían, puesto que servían en unidades diferentes. A pocas horas del comienzo de la invasión de Polonia, se preguntaban qué se esperaba de ellos.

Las cosas en Europa no podían ir mejor para Alemania. El Führer había prometido una época de gloria y renacimiento a la nación alemana. Una era dominada por la supremacía alemana bajo el poder de la palabra o de las armas. Checoslovaquia y Prusia Oriental ya se habían unido a la causa por la vía diplomática, pero Polonia, esa nación de miserables, se empeñaba en oponerse al poder del Reich con la débil alianza de Gran Bretaña. Dentro de unas horas, el mundo conocería hasta donde llegaba la fuerza de Alemania, unida bajo una misma bandera.

Otro barracón más, pero la situación es diferente, la situación con los polacos es cada vez peor, y parece que pronto tendremos que intervenir para pararles los pies, son muchos los desmanes que han cometido quedando impunes hasta el momento.

Me extraña que seamos tan pocos los reunidos, y las insignias de sus uniformes tampoco aclaran gran cosa.

Toca esperar a ver quién aclara la situación.

Scheisse... murmullo al darme cuenta que con las prisas me había olvidado traer las cerillas para encender el cigarrillo. Miro a los otros que habían llamado a ver si alguno me puede dar fuego.

¿ Para qué me habrán llamado? ¿ Quiénes son estos tipos? No me suenan de nada. Ya podrían haber llamado al bueno de Günter también y no estaríamos aquí con caras tan largas esperando no sé qué...

Soy Böhm y necesito ahora mismo fuego y saber si alguno sabe algo de esta reunión, en ese orden digo mientras mantengo el cigarrillo en la boca con una mueca algo extraña que debería parecerse a una sonrisa.

A ver si se rompe un poco el hielo y alguno resulta tener fuego joder.

Von Heiser escucha las palabras del coronel mientras examina al oficial de las SS. Ya le encomiendan una misión en un frente importante.

Sí, Herr Ohms, tengo alguna ¿llevamos equipo pesado por si huBiera que defender la plaza en un posible contraataque? ¿O tal vez es posible que contemos con apoyo con artillería antes del ataque? La guerra según tengo entendido no ha sido declarada, aún.

La misión requiere discrección pero es posible que envíen alguna unidad de caballería para reconquistar al posición. Tal vez con llevarnos un par de MG baste, pero nunca se sabe.

Otra pregunta más Herr Ohms ¿cuál sería el número aproximado de valientes enviados para la acción?

Quizá con veinte sea suficiciente...

"Lo lamento, Herr BÖhn, pero no fumo" Mi voz suena un poco debil... "Y tampoco se por que se nos ha trasladado."

Rebusco en el petate y saco una chocolatina envuelta en brillante papel dorado... parto un onza y la alargo hacia mis compañeros... "¿Si gustan?"

...Me imagino que nos movilizan... seguramente como conductor de camion o de algun vehiculo de mando... Padre nuestro que estas en los cielos....

Sonrio con un poco de malicia. Los fumadores nunca encuentran tabaco o fuego cuando lo desean.

Tomo una de las porciones de chocolate que ofrece Rudolf: Gracias. mientras me giro hacia Karl. Lamento no poder ayudar en ninguna de sus necesidades. Tampoco conozco la razón de nuestra presencia aquí, espero no sea para algún castigo.

Nien, mein Oberts.

Digo mientras me pongo firme.

Comenzaré con los preparativos de inmediato.

Me encontraba en mi catre, mientras sostenia en mis manos el manual del buen aleman, un folleto que repartian a todo hombre y mujer aleman, ya fuese civil o militar. Indicaba cual era el correcto comportamiento que cabia de un aleman, potenciando sus virtudes al tiempo que le protegia de la decadencia extranjera. Creo que ya he leido este panfleto al menos una docena de veces, y mas me valia si pretendia mostrar mi buen caracter aleman. Mis compañeros se encontraban hablando de los motivos de por que les habian traido a estos barracones, ami la verdad me sosprendia el motivo de que reuniesen a tanta gente rara, parecia que nos habian cogido al azar, y no me gustaba eso.

-Lo siento, no conozco la razon de que estemos aqui, no creo que sea ninguna clase de castigo, pero creo que vamos a estar muy movidos, debe de tener algo en relacion con la toma de control de Polonia, quizas nos pidan que apoyemos el abastecimiento, o que entremos como reserva o incluso que apoyemos a alguna unidad, no se cuantos somos, pero no creo que nos enfrentemos directamente a un enemigo

-Espero que hayais mandado vuestras ultimas cartas a vuestras parejas, por que dudo que en alguna semana esteis siquiera cerca de una ducha o una toalla

Saludo al oficial Von Heiser. -Herr Heiser.- y le hago un gesto de aprovación al Oberst.

Mientras masticais silencionamente el pedazo de chocolatina que os ofreció Rudolf las puertas del barracón se abren y dos guardias que hacían la ronda fuera encienden todas las luces. Os ponéis en posición de firmes contemplando como entran dos hombres en el interior. Uno es un teniente, como podéis ver por sus galones, y el otro un oficial de la SS. Los dos se acercan hasta vosotros. Ahora por fin sabréis qué haceis aquí.

Me paro frente a ellos, saco un cigarro de una pitillera, lo enciendo y miro al teniente para que empiece a hablar, a fin de cuentas, son sus hombres.

Llego ante los hombres firmes con férrea disciplina militar, me gusta, algo jóvenes pero se les entusiastas y con la moral alta, eso es fundamental para el éxito de la operación.

¡Caballeros! Ante todo he de decir que es un privilegio servir con ustedes, he estado revisando sus historiales y se les ve muy capacitados para las artes bélicas. Mi nombre es Dirck Von Heiser, Oberleutnant de la Wermacht. La situación es la siguiente...-sonrio un poco-nosotros vamos a declararle la guerra a Polonia, nosotros seis.

Dentro de una hora nos infiltraremos en el pueblo de Miatsko, el IV ejército debe avanzar por las carreteras que circulan en sus alrededores y no deseamos arriesgar a nuestros blindados ni frenar su avance, de lo contrario todo el ataque se detendría. Si llevamos a éxito nuestra misión nuestras unidades blindadas alcanzarán el río Vístula con rapidez y esta guerra no ocupará más que medio párrafo en los libros de Historia. ¿Comprendido?

Hago una pausa significativa mientras asienten como buenos soldados de la maquinaria bélica alemana.

Bien, es ocioso decir que sólo llevaremos equipo militar, nada de trastos inútiles. Armas, municiones y explosivos, también una ametralladora, una MG 34 bastará. Lleven agua, pues no quiero que beban del agua de Polonia, pues lo que es potable para un eslavo puede no serlo para un ser humano.

 Eso es todo, ¿alguna pregunta?

Despues de cuadrarme y saludar adecuadamente, mantengo mi posicion de firme, mientras escucho las palabras del Oberleutnant Von Heiser y medito sobre su significado... La Guerra.... ha sucedido... va a empezar.... dios mio... no se muy bien como expresar lo que siento... estoy emocionado... mi padre estara orgullosos de mi...  Esbozo una sonrisa, entre satisfecho y asustado.

En la posición de firmes, un pequeño escalofrío me recorre. La guerra era sólo cuestión de ponerle fecha, pero ¿nosotros seis?, ¿de que manicomio sacan ahora a los oficiales?.

El otro hombre, un SS. Vamos, seguro que es otro trepa enchufado.

A sus órdenes her Oberleutnant. Dado que se trata de una infiltración, ¿podría informarnos de la naturaleza de la misión?.

Antes de que entren tiro el cigarrillo y lo apago con la bota y me presento firme al lado de los demás.

Vaya, la gran función por fin ha comenzado, pero eso de infiltración... espero que me dejen probar mis nuevos juguetitos...

¡ RDX y TNT listos herr Oberleutnant!

Intento disimular una sonrisita maliciosa.