Partida Rol por web

Pepe dispara sus balas contra el camión con bastante mala fortuna, por suerte sus compañeros hacen puntería y lo logran detener. El republicano recarga de nuevo su máuser y lo pone a punto. Según parece, todo ha acabado.

Cuando ve llegar al italiano y a McCann se levanta del muro tras el cual estaba agachado y les saluda levantando el fusil con la mano izquierda. -¡Me alegro de veros camaradas!.- les grita sonriendo.

José se echa el fusil al hombro y se acerca al camión, ve a los dos soldados alemanes con las manos en alto y pasa a su lado lanzándoles una mirada que no presagia nada bueno. Al llegar a la cabina del camión abre la puerta y echa un ojo al conductor.

- Ahg, éste está sentenciado... pobre diablo.- comenta.

Fríamente saca su ASTRA 400, se la apoya en la cabeza y aprieta el gatillo.

Aunque no lo creas, te he echo un favor. Además, así el italiano no tendrá que gastar suministros médicos con el herido.

Pistola en mano vuelve con sus compañeros.

- ¿Qué hacemos con esos, mi teniente?.- le pregunta a Jackman.

Bien... parece ser que todo ha acabado bien... saquemos de ahi a los nuestros

Sin dejar de apuntar a los alemanes me acerco lentamente a ellos mirándolos a los ojos......

Lo siento, boches, elegísteis el bando equivocado..... Les pego un tiro a cada uno en la cabeza con mi silenciador.... Sin prisioneros....

Ya se que puede parecer una salvajada, pero creedme ellos habrían hecho lo mismo con nosotros y nuestros compañeros....

Guardo la pistola y con la mirada fria me dirijo a los pilotos de nuestro avión subiendo al camión

Estais bien? os han hecho algo esos hijos de puta?..... no tenemos mucho tiempo que perder...

Me doy la vuelta y de pie en el camion grito a mis hombres QUE ALGUIEN BUSQUE LAS LLAVES DE LAS ESPOSAS EN LOS BOLSILLOS DE LOS ALEMANES!! Me vuelvo a girar hacia los pilotos Tranquilos, ya estamos todos, pero no tenemos tiempo que perder, las explosiones seguro que han alertado a alguna tropa alemana....

Haber que ya estaba todo sulucionado, me acerque al equipo, y vi como pepe sacrificaba a sangre fria al aleman, y el teniente a los otros dos.

ESTAIS LOCOSSS, pepe, le digo mientras le doy un pequeño empujon en el hombro, ese hombre estaba indefenso no era una amenaza, al igual que los otros teniente, no nos podian hacer nada e incluso nos podrian aver servido de ayuda.

Imagino que habreis estado en tantas guerras como yo, pero yo nunca e perdido el respeto por los enemigos indefensos.

Con más tranquilidad bajo del camión y me acerco a Carrick...

No dudo para nada de tu experiencia en el campo de batalla, pero recuerda que somos un comando muy pequeño, y que esto no es ningun juego. Esos soldados indefensos no habrían dudado en matarte en el momento que se hubieran hecho con cualquier guijarro.

Soltarlos no era una opción, ya que saben cuantos somos y donde estábamos, o acaso quieres tener una oleada de boches siguiendote los talones?.... no tenemos ningun sitio en que retenerlos y dudo mucho que nos ayudaran, o tu les ayudarías a ellos en el caso de que te cogieran?.... Miro fijamente a Carrick haciendole ver que comprendo su posicion, tras unos segundos le doy una palmada en el hombro.... no teníamos más opción...

Al llegar al grupo, observo con pasmo como acaban con los tres alemanes que estaban vivos. Un compañero,del cuál no se el nombre, pero que por acento parece americano, se queja....es normal, yo tampoco lo hubiese hecho...es más; quizá debería quejarme...¿pero de que serviría? "Esto es la guerra". Aquí no hay vidas importantes salvos las de inocentes, las de tu pelotón, y las tuyas...todo lo demás debe desaparecer...al fin y al cabo, para eso somos soldados.

Me acerco a los cuerpos y rezo brevemente en italiano.

- El teniente tiene razón, solo serían una carga para nosotros. Y tenemos trabajo.- José esperaba una reacción así por alguien del grupo; lo cierto es que la actitud del teniente le ha parecido correcta. Era algo que había de hacerse, y José tiene claro que el boina verde es un auténtico profesional con sangre fría y dotes de mando. El resto del comando no dice nada, se supone que tácitamente aceptan la situación.

Comprendo a Carrick, en una situación normal les deberíamos de haber echo prisioneros. Pero ni somos un ejército regular ni tenemos tiempo para sutilezas. No hay que pensar con el corazón sino con el cerebro.

Los tres años de guerra que se comió en su país le enseñaron un par de lecciones. Y una de ellas estaba muy clara, un grupo de comando o guerrilla no podía permitirse lujos como el de los prisioneros.

Miro con estupefacción la sangría que se acaba de producir con los soldados alemanes.

Señor, con el debido respeto, ¿no cree que podríamos haber utilizado a algún prisonero para sonsacarle información sobre la dotación en el terreno y su posición?

Este baño de sangre no nos ha servido para nada. Estos ejecutados podrían habernos dado información valiosa.

Me cuelgo el fusil a la espalda y saco mi pistola amartillándola.

Señor, dígame, ¿no pensará llevar a los pilotos al cumplimiento de nuestro objetivo en Bergues? Desde que han podido han desvelado nuestra posición al enemigo. Me niego a cargar con estos tipos todo lo queda de misión. No me gusta ir acompañado de traidores.

Observo al grupo en general... Sé que desde un punto de vista lógico y táctico, matar a los alemanes ha sido la actuación más adecuada si queremos completar la misión con éxito, y yo no estoy físicamente en las mejores condiciones para estar corriendo riesgos innecesarios...

Y he vivido y sufrido lo suficiente como para no ser precisamente un santo... Sin embargo no puedo dejar de inquietarme en el modo de actuar tan... inhumano... De acabar con la vida de los alemanes...

Bueno, yo no sé qué hubiese hecho, una cosa es matar en el fragor del combate, pero matar a sangre fría...

Sin referirme a nadie en concreto, saco de mi bolsillo los galones del oficial que abatí hace unos minutos, lo observo, pienso en ellos, parte como amuleto, parte como recordatorio de que todos podemos morir al tiempo que comento, casi en susurros...

- Si... Bueno, era lo que había que hacer... Somos soldados, y esto es una guerra. Pero hay que tener cuidado, hay una línea muy fina entre ser un soldado, y ser un asesino...

Levanto la mirada, y observo al grupo en general, al tiempo que aprieto los galones en mi mano durante un segundo y vuelvo a guardarlos en mi bolsillo, pensando en cómo se llamarían las personas a las que acabamos de aniquilar... ¿Tendrían familia? ¿Recuerdo siquiera alguna de sus caras? Espero no tener que perder mi humanidad en esta guerra...

¿Realmente es esto en lo que nos convertiremos...? Además, Caparso tiene razón... Pero no tengo ánimos de discutir ahora, sólo quiero salir de aquí...

Sacudo mi cabeza y trato de concentrarme en el dolor de la pierna para auyentar tan oscuros pensamientos, me cuadro en la medida de lo posible, miro al teniente y digo con voz clara y firme:

- El enemigo ha sido neutralizado señor, ¿cuales son sus ordenes?

Uno de los pilotos mira con furia a Caparso.

¿A quien llamas traidor, yanqui?

Apunto con mi pistola a la cabeza del piloto.

¡Te lo digo a ti, puto inglés marica! Les has dicho hasta que coño desayunábamos. Señor, no pienso jugarme el pellejo con estos tíos vendiéndonos a las primeras de cambio.

Preferiría dejarlos tirados en este granero con un tiro en la cabeza antes que saber que se pueden ir de nuevo de la lengua.

Abro mis ojos con un asombro más que palpable observando la extraña situación que acaba de producirse, y apoyandome en mi rifle y a modo de muleta, abandonando las formalidades militares, me llevo los dedos al puente de la nariz, me masajeo y pregunto con voz cansada...

- Bien... Para los que nos perdimos parte del libro, ¿alguien puede explicar qué está pasando? Me he atravesado una pierna con una rama y estoy un tanto irritable... ¿Por qué crees que nos han traicionado Caparso?

Y en lo que espero una respuesta, voy sacando mi pitillera, enciendo un cigarro, inhalo el humo y lo suelto lenta y deliberadamente, tratando de olvidarme de todo, de donde estamos, de la situación, de lo que ha pasado... Me dirijo al camión, aparto como puedo al conductor y me siento a descansar la pierna...

El piloto se ha puesto un poco pálido al ver a Caparso encañonándole con el arma. Su compañero se ha apartado un poco, solo por si acaso...

Teniente, ¿quiere decirle a este yanqui chalado que se calme? ¿Cómo puede decir que somos unos traidores?

En realidad entiendo la actitud del teniente, quiza yo no este acostumbrado a trabajar en comandos pequeños. Logicamente no podemos llevar prisioneros seria un gran cargo.

Teniente, siento mucho mi actitud, me a podido la presión, nunca trabaje con un grupo tan pequeño y quiza no este acostumbrado a estas situaciones. Yo solo quiero ser de ayuda y espero que haya sido de gran ayuda mi intervención en este asalto.

Lo que acabo de presenciar me ha dejado atónito, el teniente matando a sangre fria lo que en su día fueron hombres como si fueran perros, es cierto que somos soldados que estamos en una guerra, pero aún así los hombres sean del bando que sean tienen dignidad y la han perdido por completo además de la vida... no me gusta la actuación del teniente, quizá si hubiera estado a punto de morir...
Acabamos de llegar y ya se nos ha ido de las manos, ¿yo también espero no perder la humanidad aqui?. No transformarme en uno de ellos. Habia miles de salidas a la situación y el teniente escogió la más lamentable.
Veo el trístisimo espectáculo que ha montado Caparsso, y más cuando lo escucho tildando de mariquitas a los ingleses, yo no me considero inglés, me considero escocés sobre todas las cosas, pero me da la impresión de que ha querido dirigirse a todos los habitantes de la isla...
Maldito seas Caparso, mide tus putas palabras, no sabemos aun que ha pasado, para empezar nos cazarón en el aire, osea que nos vieron bajar en paracaidas por esta zona, así que cierra tu puta boca y no amenaces con el arma, aqui todos somos igual de hombres que tu, aunque parece que sin una pistola en la mano no eres nadie, ¿me escuchas?... Lo del teniente ha tenido un pase pero lo de este loco encañonandonos con su arma, eso si que no me inspira ninguna confianza. Me gustaría saber si sometido a tortura este tipo no nos hubiera delatado... Maldito bastardo.

Pepe observa cómo el ambiente se va enrareciendo por momentos. Dado que éste es tan buen momento como cualquier otro, saca un cigarrillo y comienza a fumárselo.

- Tranquiiilos, eso era algo que debía hacerse.- les comenta haciendo referencia al asunto de los alemanes. - Relajate un poco Caparso, esos pobres desgraciados ya han tenido bastante. Encima de que los derribaron fueron capturados. De todas formas llevas parte de razón, son un lastre para el comando. Yo propongo buscar un sitio en algún bosque cercano y dejarles allí. Cuando cumplamos con la misión podríamos ir a buscarles.-  O podríamos volarles la sesera aquí mismo y evitar que nos delatasen y mandasen al carajo la misión. Es otra opción.

Enfundo mi pistola, dando un momento de respiro al piloto que ha estado a punto de mearse encima, y me dirijo a O'connor:

Si quieres te parto la boca ahora mismo, jodido payaso, y veremos si soy tan hombre con pistola como sin ella. No creerás que ha sido puta coincidencia que hayan localizado nuestra posición en el granero, habiendo saltado todos en condiciones precarias. Sólo los pilotos sabían en que lugar nos han soltado, y por eso solo han encontrado a los que hemos hecho un buen descenso, por eso McCann y el Sanitario no han tenido problemas en pasar desapercibidos. ¿Por qué crees que los boches llevaban a los pilotos en el interior del camión? ¿Los llevaban de excursión? Han cantado todo el recital de ópera.

Lanzo una mirada al teniente.

Teniente, no sé que piensa hacer con estas dos ratas, pero me niego a cargar con ellos. No quiero que pongan en peligro la supervivencia del grupo.

Jodidas ratas británicas, defendeos los unos a los otros que ya veremos como acaba todo esto. Después no digáis que no lo advertí.