En medio del caos, Trunxky se encogió de hombros y decidió volver a poner el escalón que había desclavado en su sitio. Para su sorpresa, cuando lo comprobó, vió que alguien lo había vuesto a poner en su sitio, aunque estaba sin asegurar. Echando manos de un martillo y unas puntas, decidió clavetearlo como es debido.
Le estaba cogiendo el gusto a aquello de arreglar escalones.
PNJOTIZADO
Mientras Trunxky se entretiene con su escalón, Bill sigue directo hacia aquella puerta, seguido por Batracius y Bonnie, pasando ampliamente de la discusión que mantenían Zala; Danya y Algorímedes. El primero en entrar es el propio Bill, obviamente, pero antes de que lleguen sus...¿perseguidores?, algo sucede.
Al entrar en la estancia, se oye un ruido enorme como de metales precipitándose al suelo. Desde fuera podéis ver que el lutin parece haberse librado de algo que ha caido desde lo alto.
Motivo: Tirada Reflejos (Bill)
Tirada: 3d6
Resultado: 6, 4, 2 (Suma: 12)
Hice ya la tirada de reflejos de Bill por aligerar.
Acordaros de quitarlo como destinatario. Desde donde está no puede saber lo que hacéis.
La puerta da lugar a una amplia estancia. Está decorada con tapices de batallas legendarias y posee mobiliario lujoso y confortable, entre el que destaca una amplia mesa de roble con varias sillas, a un lado y del otro, varias butacas y una cheslong, como creando dos ambientes.
Una butaca más grande y ostensosa que el resto parece presidir esta última zona.
Apenas tienes tiempo de fijarte en el contenido de la habitación cuando sientes un ruido que viene de arriba y ves que algo brillante se precipita desde lo alto de un armario que está al lado de la puerta.
Por un momento el brillo te confunde y te sientes tentado a abrir los brazos y recoger aquello, pero el poco juicio que tienes te sirve bien, aconsejándote apartarte de la trayectoria de aquel revoltijo de cosas brillantes. Y de hecho, consigues hacerlo por los pelos. Una mezcla entre candelabros, una caja de metal repujada y demás objetos de considerable peso, se estrellan contra el suelo justo en el lugar donde estabas hace un segundo.
Desde donde estás el resto no pueden verte así que, salvo que puedas justificarlo, postea solo para mi hasta nueva orden.
Y tal como se suponía el desenlace no fue tan errado. - ¿Y agoha? ¡Kedo zepugtado vajjo uña montanha de vazuga! Enthag ahi ez zuizidio lutinezko... - El lutin del disfraz draconil tenia la vaga intuición del problema detras de la puerta pero ahora la situación pasó a mayores porque debían rescatar a Bill. ¿Pero como lo harían? Ni Trunxky tenia oportunidad allí dentro...
- ¿Y si subimos al piso de arriba? No sé, lo digo porque todo esto ya lo hemos explorado.
-Pero qué dem...- dijo mientras aquel amasijo se estrellaba contra el suelo a muy muy pocos centímetros de su pie izquierdo. -¡Ésta cosa casi me aplasta!- continuó cuando el estruendo metálico cesó dando un puntapié a la caja metálica. A lo largo de todos estos años le habían golpeado, zarandeado, apaleado, defenestrado, apalizado y roto más de una y de dos docenas de botellas y sillas en la cabeza, estába acostumbrado a mirar a la muerte de cerca...
-Fiiiiiiuuuuu...- silbó dando una ojeada a la habitación, los asientos parecían muy confortables y el mobiliario lujoso le hizo pensar que aquellos no eran los aposentos de los lutines.
Con las orejas bien abiertas a cualquier sonido amenazante se puso a husmear por la habitación en busca de algo interesante.
Hazme una tirada de percepción
Motivo: Percepción
Tirada: 3d6
Resultado: 6, 3, 6 (Suma: 15)
Al levantarte del suelo te parece sentir una sombra pasar por el rabillo del ojo. Cuando te giras e intentas seguirla intenta escabullirse, pero la ves perfectamente, escondida detrás de unas cortinas. Es curioso, nunca habías pensado que una sombra se pudiese esconder de esa manera. Pero ahí está.
-¡Ey, sombrita!- dijo dirigiéndose a las cortinas -Sal, no tengas miedo, vamos.-
Todo aquello era muy raro, pero...¿había pasado algo normal desde que llegó a aquella torre de locos?.
Nadie sabe qué aspecto podría tener una sombra desconcertada. Nadie, salvo Bill el Barril. Pues eso es lo que vio en aquella forma hecha de pura sobra que surgió desde detrás de la cortina y se quedó mirando al lutín sin explicarse como lo había descubierto. Bien, admitamos que tampoco es fácil de imaginar que una sombra mire a alguien, pero eso era lo que parecía estar haciendo.
Tratábase de una sombra grande, del tamaño de un humano. Y por sus ropajes sombríós, podría ser un mago. O al menos, haber pertenecido a uno.
Entonces, comenzó a moverse a gran velocidad entorno a Bill. Resultaba desconcertante y hasta mareaba al intentar seguirla.
A parte de describir lo que haces, hazme una tirada de percepción.
Mientras los lutines deliveraban sin mucho entusiasmo qué hacer a continuación, notaron que a sus espaldas, algo comenzaba a moverse. Era el gato que a diferencia de lo que alguno pudiera haber pensado, no estaba muerto. Estaba de parr...inconsciente.
El enorme felino, negro cual tizón, abrió esos ojos amarillos y miró a su alrededor desconcertado mientras intentaba ponerse en pie, lo que de momento, le resultaba complicado.
Un pensamiento pasó por la mente de Bill: la primera vez que bebió aguardiente de trasgo en la bodega de Broghar Pies Negros. Al principio todo eran risas y diversión hasta que tras las tercera jarra ( al menos eran las que él había contado) el pequeño sótano y sus alegres ocupantes empezaron a dar vueltas alrededor de Bill...
Pues aquella escurridiza sombra le producía el mismo efecto.
-¡Oye! ¡Para un momento!- gritaba mientras intentaba agarrar a la sombra por lo que parecía una túnica ondeante hecha, como todo lo demás, de sombras
Motivo: Percepción
Tirada: 3d6
Resultado: 2, 2, 2 (Suma: 6)
"Las crónicas del gran Zala, El Aventurero 1ro citaban los problemas ocasionados por los felinos y sus quehaceres hogareños. El mal de los gatos de las torres de hechicería es siempre el mismo: El gato alimentado no caza ratones."
Aquella teoría podría ser real, o no… pero no era cuestión de quedarse a comprobarlo.
¡Oztiaz! ¡La zena akabva de dezpegtag! ¡Kogged, kogged! – Alertó Zala a sus compadres y de inmediato salió por las escaleras hacia el piso superior. En algún sitio de esa torre había una alfombra que cocinar... o algo por el estilo.
¿El resto? Os veo muy parados ¿Algún problema?
-¡Bill! ¡No! - grito con fuerza mientras aprieto la mano de Batracius, era consciente de lo gordo que estaba el lutin y como no se ha fijado antes, lo que había detrás de la puerta, posiblemente ha caído en alguna trampa que puso Rudesindus. - Tenemos que ayudarlo. Zala deja la comida y ayudemos al compañero. - propongo al lutín disfrazado de dragón cuando me suelto de Batracius y camino hacia la puerta donde se adentró minutos atrás Bill.
-¿Estás bien? - pregunto a cierta distancia, era duro y sabía que aún le quedaba resto al gordo lutín.
Yo esperaba al resto, sólo eso.
Algorímedes busca alrededor un lugar donde esconderse. Su estrategia: buscar un lugar seguro e imitar la voz de Rudesindus diciendo al gato que se marche a la cocina.
Cuando me digáis, tiro.
Cuando Bill se adentró más allá del umbral de la puerta, un estrepitoso estruendo no auguró nada bueno y perdieron de vista al corpulento lutín.
Batracius sigue a Bonnie hasta la puerta que atravesó Bill. Durante el recorrido, no obstante, no quita ojo al gato, que parece que está despertándose. ¿Será peligroso?
¡Bill! ¿Necesitas ayuda para subir? Te puedo impulsar desde aquí. -comunicó Batracius mientras se concentraba en aplicar sus poderes.
Motivo: Telekinesis
Tirada: 3d6
Resultado: 5, 4, 6 (Suma: 15)
Incluyo a Bill en destinatarios al estarnos dirigiendo a él.
Dejo tirada de Telekinesis hecha para impulsar a Bill de vuelta a nuestra planta, si así decide hacer. (Un 5).