Partida Rol por web

-Me alegra que te guste-dice Lordemius mientras que con un cucharón va sirviendo platos, que para él son como dedales y los planta con todo cuidado sobre la mesa-Vamos, vamos, que se enfría la sopa. Sentaos y mientras me contáis qué os ha traído aquí.

- Matar a todos sus lutines, acaba de decir? - dice Algorímedes mientras sorbe sonoramente la sopa arrimando la boca a una cuchara desproporcionadamente grande. - Yo solo recuerdoa ese tipo, Goblop, y parecía estar bastante vivo. ¿Quiere decir que antes ha habido otros como nosotros?

Lordemius invita a los lutines a la mesa. Algorimedes es el primero en tomar asiento y comenzar a degustar la exquisita sopa. - ¡Mmmmm…! ¡Mazzz…! – exclama ZalaGusteau tras terminar su plato en tan solo medio segundo. La única contra es que gran parte de la sopa ha chorreado por su rostro goblinoide.

Por primera vez la suerte empieza a sonreír al proletariado infernal, si jugaban bien sus cartas incluso podrían salir de ahí con algo para la cena y algún otro favor. Pero eso estaba por verse. 
Aunque la sopa de alma humana en pena no era de su especial gusto, Danya se sienta y, usando la fuerza y gracia de sus dos brazos en conjunto, comienza a arrojarse sopa en la cara. 

-Estos muebles son un excelente toque, mi Lord, muy acorde con la decoración... ¿Estilo oriental, no?- dice mientras una cucharada se escurre desde su cabeza -¿Es usted conocido de Rudesindus? Da la casualidad de que nos ha enviado a conseguir sopa a una habitación marcada con runas.-

-La habitación de Raido ¿eh? Si, si...Seguro el viejo no ha podido ir a la compra y sin lutines, no ha podido preparar nada ¿verdad? No os preocupéis, hay sopa de sobra. Rudesindus y yo hacemos negocios. Yo le proporciono materias primas para sus experimentos y a cambio él me proporciona alguna bagatela de las suyas cuando la necesito.

Lord Demius sirve sopa para todos, rellena la de Zala y llena también una pequeña marmita que deja a vuestro lado para que os la llevéis.

-Bueeeno, con esto debería llegar ¿Así que ese rufián de Gobblop continúa por ahí eh? ¡Oh,si!-dijo el demonio sonriéndose de forma maliciosa-el viejo Rudesindus se gasta muy malas pulgas con los lutines que no realizan bien sus tareas. Gobblop ha sido el lutin que más ha durado a su servicio. Pero no os preocupéis, solo tenéis que hacer lo que os mande y todo irá bien.

La sopa está buena. Está llena de tropezones sabrosos y alguna vez incluso os encontráis un ojo. Son lo mejor.

-¿Sabéis volver a la torre?-dijo Lord Demius-No, claro. Si no conocíais Raido, tampoco conoceréis su opuesta. Os enseñaré. Pero primero acabaos la sopa. No tenéis prisa ¿verdad?-.

- Danya, Zalacatruska, creo que este tipo está tratando de embaucarnos - susurra Algorímedes a los oídos de sus compañeros.

Puede que Danya escuchara lo que Algorímedes trataba de decirle en voz baja, pero el demonio gigantón nunca lo sabría porque en lugar de contestarle este arrojo su cuchara bajo la mesa sin motivo aparente.

-Esto... ¡Jolín, mi cuchara! Algorímencio, colega, ayudame a levantarla- acto seguido jaló al otro lutín de las barbas hasta debajo de la mesa -¿Qué dices? Pero si nos acaba de ahorrar mucho trabajo, no hay que arruinar la sospechosamente inexplicada hospitalidad de nuestro amigo con sospechas tontamente bien fundamentadas-

Entonces se levantó... sin la cuchara.

-Claro que no hay prisa, continúe, por favor- dijo mientras se echaba el resto de la sopa en la cabeza.

El gran lutin lo sabía desde un principio. Algo no andaba bien.

En u principio creyó que el truco era la comida gratis, pero no. Faltaba mucho para el año nuevo infernal y las correspondientes cenas de caridad para los homeless del segundo círculo infernal (si, esos apestosos Minions con sus planes sociales).

Tal vez este tal Lordemius planeaba algo. Algo muy artero, maligno y traicionero. ¡Y eso estaba bien porque de no ser así no se encontrarían en un mini infierno estilo Starbucks! ¿O se hallaban en el horrible cielo? La mera idea de pisar nubes y bailar en campos de flores con ángeles semidesnudos le revolvía su lutinezco estomago.

Sin dudarlo Zalavoyahaceralgoestupido se levanto de su asiento, miro a Lordemius absolutamente concentrado y después habló para el gigante demonio mientras hacia un gesto repetitivo con su manita derecha. – Logdemiuz…¿kue planez tienez? – el truco mental lo había aprendido de su viejo maestro Lordyogurt…

LLegáis hasta el rellano de la primera planta. Las escaleras siguen ascendiendo hacia pisos superiores. Desde el pequeño rellano se abren tres robustas puertas de madera. Las tres cerradas.

La primera de vuestra izquierda posee un extraño símbolo grabado sobre ella. Conocéis ese tipo de símbolos. Cualquier lutín los conoce y los teme: es una runa. 

Las otras dos, una a vuestro frente y otra a vuestra derecha, son semejantes pero no poseen ningún símbolo ni ninguna otra cosa que pueda daros una pista de lo que se oculta tras de ella. 

Bueno...en realidad, hay algo.

De la puierta de vuestra derecha, surge una voz.

-¡¡¡Que abráis la puerta os digo!!! No querréis hacer enfadar a una princesa ¿verdad?

El demonio se rasca la cabeza como si le hubiese picado un bicho.

-¿Qué ha sido eso?-dice-¿Magia?¿Habéis intentado usar vuestra pobre magia de lutín contra un señor del abismo? Oh, ¡qué ricura! Siento deciros que vuestros sorprendentes poderes nada pueden contra mi. Al fin y al cabo, habéis sido criados para ser simples sirvientes. Si se os otorgase el poder de doblegar a un señor de los infiernos, ¡qué sería de nosotros! Con todo, admiro vuestra audacia. Pero no necesitas magia para preguntarme por mis planes. A corto plazo, pretendo acabar esta sopa y comérmela. A medio plazo, pretendo conseguir más almas y ganar poder y a largo plazo, pretendo convertirme en señor de los siete infiernos, puesto que me pertenece por derecho.

Trunxky miró las puertas, y las escaleras, el hecho de que no hubiera ninguna abierta era un indicio de que no las habían abierto ningún otro diablillo... y por lo tanto si había alguna trampa o algún peligro aún estaría allí. Con esto en la cabeza el pequeño cíclope señaló hacia arriba, a seguir por las escaleras.

-Terminemos de subir a ver que hay antes de ir abriendo puertas por que sí.

Smeagle teme a gritos. Princesa gritona no.

Con los ojos casi desencajados oigo con alivio el comentario del cíclope.

¡Gollum!, mejor escaleras arriba. Investigar antes de abrir.

Mi mirada cae sobre las runas. Paso lentamente la yema de mis dedos sobre la primera.

¿Qué significar?

-No los escuche, Lordemius el Lordoso, la sopa les causa alucinaciones homicidas de vez en cuando ¡Pero solo si está buena, claro!- termina el demonio rojo al mismo tiempo que las ultimas gotas de sopa terminan de chorrear por su cabeza. -De corazón esperamos que obtenga sus gnomos y sus ejercitos y todo eso, pero creo que se nos hace tarde para volver a casa. Y estos dos pronto se pondrán a arrojar objetos a traición y morder los muebles.- agrega mientras se gira a sus compañeros -¿No es así, colegas? Pues eso. Imagino que sabe como regresarnos a nuestra acogedora mazmorra...-
 

Algorimedes carraspeó sonoramente desde su tamaño de pulga.

- Señor de los Abismos, oh gran Lordemius, compañeros. Permitidme una cuestión que lanzo así, al aire. Sin pretensión alguna de ser pretencioso, atrevido o iluso. ¿Se puede saber qué hacemos aquí (a parte de comer sopa, claro)? ¿Cómo podemos volver a casa? y lo último pero no menos importante ¿Qué relación le une a ested con el servicio del Amo Rudesindus?

-No sé cuál es tu problema, pequeño-dice Lordemius mirando a Algorímedes-si es que tienes poco oído o poca cabeza, pero yo de ti intentaría afinar ambas cosas si quieres durar al servicio de Rudesindus. Ya os he explicado que hago negocios con el mago. Es una relación de beneficio mútuo en la que vosotros sois los intermediarios. Pero ya que no lo sabéis no me queda más remedio que suponer que habéis utilizado el portal sin querer. En ese caso, creo que sería bueno que hicierais casos de vuestro compañero y os volváis. Seguro que tenéis cosas que hacer en la torre. Y permitidme un consejo más; mientras estéis en esa torre, no toquéis nada que no tengáis que tocar. Yo no lo haría. De hecho, yo no entraría en la torre bajo ningún concepto. ¿Cómo volver? Es sencillo. Tenéis que buscar la runa Raido de vuelta. Está ahí, cerca de donde aparecisteis.

Trunxky mira las escaleras de la torre que siguen subiendo varias plantas más arriba en espiral mientras sugiere a su compañero acerca de seguir subiendo. Pero Gollum, más curioso decide acercarse a la puerta y pasar la mano por la puerta, acariciando la runa. Un reconocible chisporroteo alcanza las retorcidas yemas de los dedos del lutín. La runa está imbuída por la magia.
 

-¡¡¡Abridme!!!-insiste la voz desde la otra puerta-Soy rica y poderosa ¡Haré que os cubran de oro si me liberáis!.

El amo del calabozo del mini infierno salió indemne al temible poder hipnótico de Zalalajodimosenserio. Por suerte el gran demonio chef no tomo ninguna represaría contra el draconil lutin pero este se sintió avergonzado y sin saber que hacer por su fallo garrafal y estúpido. - ¡Pzzz…Pegdon glan zeñoh..! – suplica Zala lastimosamente al amo del mini plano existencial.

Ahora solo quedaba maldecir y culpar a Lordyogurt por su enseñanza paupérrima y engañosa. Menos mal que el curso de hipnotismo para noobs solo le había costado algunas remolachas del primer círculo infernal. Pero antes de huir por su vida y ante la sugerencia de Danya, Zala decide intentar una cosa.

Todavía creyendo en sus “habilidades” Zala intenta auto hipnotizarse  al agitar hacia el su mano abierta y mirar fijamente su palma llena de mugre y sopa. Entonces sucede algo inexplicable… Zalamodozombie comienza a saltar en su sitio al instante que su cuerpo se paraliza quedando como una paleta congelada. Luego de brincar tan tieso como una roca ahora comienza a dar vueltas de forma torpe por ahí con los ojos en blanco y sus brazos estirados mientras repite una y otra vez la siguiente frase – Grrrrr… zedevroz… zedevrozz…matad..lutinez…zedevroz…yum…yum… - y por si fuera poco, el lutin no deja de bambolearse mientras arrastra sus pies y se acerca peligrosamente a sus dos compañeros.

-¿Ve? Se lo digo, un poco de sopa y se ponen como un jipi  d'esos. Venga Zalakatrasca Katunga...- Danya, el gran Danya, unico Lutín capáz de mostrar refinamiento y clase, empuja a su ebrio compañero hacia la salida -Algorímedes, carga la cena para el amo y volvamos a casa.-

-Gracias por su hospitalidad y sus consejos, Lordemius. Le daremos sus saludos cordiales a nuestro amo... ¡Si es que no se porta muy RUDE-sindus y nos mata! - ¡JA! Humor de lutines.
 

¿Oro?....mi tessssorooo.

Un centelleo de codicia recorre mis ojos. Casi sin pensar me abalanzo sobre el pomo de la puerta de la que sale la voz e intento abrirla.