Partida Rol por web

 Trunxky empieza a subir los primeros peldaños cuando escucha la voz de Gollum susurrar algo acerca de oro.

-Es mentira, Gollum, no habras la puerta, te dirá de todo para que la saques de ahí... además no forma parte de las tareas por hacer de la lista.- Medio apoyado en el martillo que porta en las manos añade.- Mejor que vayamos a dar un vistazo antes.

- ¿Cargar la cena para el Amo? Eso no está en mi contrato ni en las tareas asignadas.

Algorímedes más tranquilo con la respuesta, se acomoda para tomarse su bol de sopa.

- Y oiga señor Lordemius, usted tiene lutines a su servicio? Quién hace esta sopa? Quién pone la calefacción?

Gollum salta sobre el pomo de la puerta intenta abrir la puerta, agarrando con las manos pero está cerrada. Por mucha fuerza que hace, el picaporte no cede. 

¿Intentará forzar la cerradura o hará caso a su compañero e irá a seguir explorando la torre?¿O se irá a su bola a saber dónde para hacer quién sabe qué?

Danya intenta llevarse a empujones a Zalakatunga hacia la salida mientras este va avanzando hacia él cual zombie comecerebros. No parece tarea fácil.

Además el intento del lutín por asumir el liderazgo del grupo no parece surtir efecto pues cuando ordena a Algorímedes cargar con la cena,éste se rebelea. La disensión se cierne entre el grupo mientras Zalakatunga, medio aturdido permanece ajeno a la discusión, mirando al cráneo de Danya con avidez.

-¿Lutines yo?-contesta el demonio sorprendido por la pregunta-¡Oh!, no,no,no,no. Podría crearlos, claro. Pero sería un desperdicio de almas. Yo no necesito sirvientes. Necesito un ejército. Sabuestos infernales, imps, diablos, arpías...eso estaría bien. Debi seguir recolectando almas. Bueno, ¿así que ya os vais?¡Oh!¡Qué pena! Mucha suerte. Dudo que nos volvamos a ver.

Al parecer el único defecto de la enseñanza del gran LordYogurt era la duración del encantamiento… Zalathriller continuaba obrando como un zombie ávido de cerebros. La única contra es que su lastimoso andar no logro evitar pisar un ojo que había caído de la sopa.

Al pisar tal delicia culinaria a medio cocinar el pie del lutin dio un giro de noventa grados y luego el cuerpo del draconil sirviente. Giro en el aire y cayó de cabeza al suelo.

El tremendo golpe lo sacó de su estado de auto hipnotismo pero continuaba sin entender nada. Solo escuchaba estática y veía doble o triple. Sentado en el suelo se golpeaba la cabeza para ajustar la sintonía…

-¡No se lo recomiendo, Lordemius! es tan dificil encontrar buena servidumbre en estos tiempos...- dice el demonio rojo mirando fijamente a Algorímedes. En ese momento de descuido es que Zala se auto-administra un tranquilizante por via hostial, eliminando la necesidad de empujarlo a la salida. - Vale, Al-gor, compañero, no tenemos tu tiempo-

Sin más, el pequeño cíclope reanudó su marcha escaleras arriba, si el pequeño Gollum quería entrar allí, sería cosa de suya, no del Trunxky.

Así que con sus cascos resonando en la dura madera, el pequeños diablillo fue ascendiendo hasta el segundo piso de aquella misteriosa torre que sería su hogar durante 13 años.

La idea del oro es demasiado para mí. Busco alrededor intentando encontrar algo para forzar la cerradura. Quizá alguna de las herramientas que Trunxky tenía en el sótano o algo de lo que la estantería había desperdigado por la sala en su caída. Decido bajar las escaleras de nuevo para investigar.

- ¿Cómo que duda que nos volvamos a ver? Si usted tiene tratos con del Amo, quizás nos veamos en la torre, no? Bueno, si eso vamos tirando que tenemos que reparar una alfombra. No sabrá nada sobre este tema, no?

-Me temo que no se nada de esa alfombra tuya, ni quiero saber-contestó Lordemius-Las tareas de los lutines de Rudesindus no son de mi incumbencia, más allá de lo que tengan que ver conmigo y mi trato con el mago.

Bien, ¿qué es lo que hacéis ahora?

Correteas por el rellano de la primera planta sin encontrar nada adecuado así que bajas a la planta baja. Desandando tus pasos logras llegar hasta la habitación de la trampa, ahora desarmada. Allá, junto a al trampilla puedes encontrar algunos pequeños alambres que podrías utilizar para improvisar una ganzúa.

 Vuelves corriento hasta la primera planta e intentas abrir la puerta. Para entonces Trunxky ya se ha ido.

Tira abrir cerraduras.

- En este caso, señor Lordemius, creo que toca despedirnos de usted y continuar con nuestro cometido agradeciéndole eternamente este buen caldo que nos ha dejado probar.

Luego que terminan los efectos del inhibidor de auto hipnosis, el gran Zalakpatitas pone pies en polvorosa, no sin antes saludar enérgicamente a Lordemius mediante media docena de reverencias y agradecimientos por la sopa. - ¡Graziaz oh zeñó podh la komidah! Hablagemos muy bien de uzteh anteLuzezinduz. ¡Konpedmizo! – Acto seguido el lutin autolesionado se retira lentamente tras jalar de las ropas a sus compañeros, esperando que entiendan la acción.

-Pasamos a retirarnos, entonces.
Sir Resphar toma el recipiente con la sopa, que al parecer todo el mundo había olvidado, y salta a la salida con la intención de no volver nunca jamás.

-Adiós-se despidió Lordemius-Mucha suerte. La necesitaréis. 

Los tres lutines se alejan en dirección a la salida del infierno de Lordemius que les despide agitando la mano mientras sonríe. ¡Que agradable!¿Verdad? Entonces, nuestros lutines se dan cuenta de que han perdido la noción del tiempo. No tienen la menor idea del tiempo que ha pasado desde el momento en que llegaron a aquel lugar. ¿Han sido 5 minutos?¿Una hora?¿Dos?...ni idea. 

Y lo peor es que cuando llegan hasta el punto por el que entraron, no encuentran nada parecido a una puerta. ¿Qué harán para buscar la salida?

Gollum salta encaramándose al pomo de la puerta para desde allí, intentar abrir la cerradura con su improvisada ganzúa. Los nervios dominan al pequeño lutín, ansioso de saber quién es esa persona que parece atrapada al otro lado de la puerta. 

El pequeño lutín se esfuerza por conseguir abrir la puerta pero quizá la herramienta no es la más adecuada y todo lo que consigue es hacer algo de ruido en la puerta que vuelven a poner sobre alerta a la ocupante de aquella habitación. 

-¡Ah!¡Por fin!-dice aparentemente aliviada-¡Ya era hora! ¿Qué sucede?¿No ibas a abrir la puerta?¡Vamos inútil!¡Abre de una vez!

Alguien aporrea la puerta desde el otro lado haciéndola temblar ligeramente. 

¿Que si qué haríamos para salir? Fácil, buscar la runa Raido y usarla para salir en una de esas explosiones muy parecidas a las que produce Zalakatraska Katunga. Y eso es lo que Danya despreocupadamente se puso a hacer.