Partida Rol por web

Seguro se animarán al ver que pasamos, de paso vemos que tal va el tío de Xabi.

Eran las palabras de Ricardo que no dudó en aceptar ir con ella a visitar a los chicos al hospital, fue en cierta forma inesperado que su jefa le diera ese permiso, era una prueba de la clase de persona que era y con lo poco que hablaron, le caía bien. Claro que aquella impresión era una que ya tenía de la noche anterior, incluso pareció que buscaba ver que clase de persona era, como si quisiera asegurarse que fuera una buena compañía para Silvia.

Vamos por la plaza Galicia? Alli tenemos una parada de taxi.

Le preguntaba a la morocha cuando se encontraban afuera del local, lo mas rápido y directo era tomar el taxi como ella había sugerido y desde donde estaban, Ricardo estaba seguro que aquella parada era la que les quedaba mas cerca. Claro que puede que Silvia prefiriera otra parada que pudiera ser mejor.

Miro a los demas y sonrio asintiendo Me parece bien, pero la verdad no soy de salir mucho y creo que el local donde suelo ir esta de vacaciones o reformas. Asi que os sigo donde sea. 

- No creo que esté el tío de Xabi - . La joven dejó escapar un pequeño suspiro y metió sus manos en los bolsillos de la chaqueta. - Creo que se quedaba un policía local, un compañero suyo - . Terminó de decirle y le lanzó una rápida mirada de soslayo, mientras continuaban caminando hacia la parada de taxis.

Se encogió ligeramente de hombros cuando Ricardo propuso ir a la Plaza Galicia. Sin habérselo planteado era donde ella tenía intención de ir ya que era la más cercana. 

Durante unos minutos se mantuvo en silencio, perdida en sus propios pensamientos. Se sentía perdida, sin idea de qué hacer con toda aquella situación. La vez anterior habían sido todos muy valientes, habían cogido al toro por los cuernos, como diría su padre, y se lanzado al rescate de su tocaya, sin pararse a pensar en los peligros que podían correr. Pero ahora... Todo era diferente y ella se sentía más asustada y vulnerable. 

- Gracias por estar aquí, pero... - Dijo de repente, volviendo su mirada hacia el joven que caminaba a su lado. La sombra de una suave sonrisa se había perfilado en sus labios, aunque no tardó en desaparecer, siendo sustituida por una pequeña mueca. - Todo esto es más peligroso de lo que nos imaginamos. No sé qué es lo que hay detrás, pero es gente fuerte y agresiva - . Suspiró y volvió de nuevo su mirada hacia el frente. - Quizás deberías mantenerte al margen - . Un escalofrío recorrió su espina dorsal al recordar a aquel hombre saltando y como el impacto de aquella bala no le había frenado. 

Bueno, mientras haya alguien, aunque espero que sea confiable.

La policía había perdido mucha confianza para Ricardo en los últimos días, como no le dieron la custodia en el hospital desde el principio, que no acudieran a la llamada de ellos en esa noche... Ciertamente, las palabras del propio Xabo que decía que les ordenaron no acercarse a pesar de todo lo que estaba pasando. Nada de eso tenía sentido y sin embargo, posiblemente no se aplique a ese hombre.

De todas formas, mientras caminaban hacia aquella parada de taxis, pronto ricardo escuchaba como Silvia parecía querer desligarlo de todo, la forma en que lo miraba parecía buscar aparentar seguridad y sin embargo, lo cierto es que le decía algo que él mismo se había planteado. El en todo ese asunto no tenía nada que ver, los conocía si, pero no pasó por lo mismo que ellos y ademas, debía de hacerse cargo de su familia... Pero pronto negaba sonriendo un poco de lado, eso era de un canalla, lavarse las manos así y ademas, simplemente no quería dejarla sola aunque fuera por una razón algo mas egoísta.

No lo haré, no pienso dejarte sola con todo esto y además, ya tengo un plan para al mnos averiguar que es lo que pasa realmente con la policía.

Fueron sus palabras confiadas, incluso le sonreía un poco mas levantando el pulgar, comprendía que ella no quisiera involucrarlo mas, solo escuchó de ella lo que pasó. Pero verla tan asustada, en el hospital, como la llamaron y toda la situación en general, no ba a dejarla sola, lo había decidido.

A pesar de que se resistía a ello, las palabras de Ricardo provocaron una sensación cálida en su pecho. Le miró, con una suave luz brillando en sus ojos y una pequeña sonrisa se formó en sus labios. 

- Gracias, pero... - No quería que se alejara, se sentía segura a su lado y aquello le gustaba. Pero a la vez tenía miedo de la vorágine de sentimientos que se entrecruzaban en su interior y por eso mismo le invitaba a que se alejara. Pero la insistencia del joven y su dedicación estaban consiguiendo que ella, poco a poco, fuera bajando la guardia.

Antes de llegar a terminar la frase, mientras cientos de peros se iban sucediendo en su cabeza, Ricardo la sorprendió al informarle que tenía un plan. Tragó las palabras que subían por su garganta y pestañeó, confusa, mientras volvía a mirarle. 

- ¿Un plan? ¿A qué te refieres...? -

Por un momento Ricardo creía ver una sonrisa renovada en el rostro de Silvia, algo que le gustó, parecía que ella quería alejarse aunque al mismo tiempo, verla sonreír y notar esa mirada, le daba la seguridad de que no estaba haciendo mal en aquello. Realmente no deseaba dejarla sola, ni lo iba a hacer y ya estaba notando que todo aquel asunto turbio se estaba tornando bastante peligroso... Pero estaban a ciegas, no le gustaba estar a ciegas y menos por como estaba actuando la policía.

Bueno, esa orden que recibieron... tiene que estar en su base de datos, en algun lugar de su red... Si logro entrar, puedo intentar averiguar quien la dio o incluso buscar alguna pista mas fiable de lo que pasa... 

Se acercaba a ella un poco mas, incluso se inclinaba para susurrarle esas palabras luego de mirar un poco alrededor, no era algo legal y lo cierto es que suena mas sencillo de lo que parece... Tendra que ir de ciber y ciber, primero buscar como entrar y luego buscar y lo peor de todo, es que aun es posible que no hubiera nada y sin embargo, no podía quedarse sin intentarlo... Sobretodo si con eso podía ayudar a Silvia.

Pero tendre que ir de un lado a otro para que no puedan descubrirme... Es tedioso, pero no imposible.

Agregaba para no preocuparla, al menos decirle un poco como debe hacerse aunque lo mejor sería no entrar en detalles, si eso salia bien, puede que pudieran ponerle algo mas de luz a porque la policía se comportaba así, algo que ayudara a dejar a Silvia mas tranquila o ver hacia donde buscar respuestas...

La información que Ricardo le estaba dando sorprendió a la joven. Se detuvo y se volvió a mirarle. 

- ¿Tú sabes hacer esas cosas? ¿Eres un hacker? - Le preguntó bajando la voz por si había algún oído indiscreto, aunque a esas horas las calles estuvieran prácticamente deshabitadas. 

Siguieron caminando, ya casi estaban llegando a la plaza donde se encontraba la parada de taxis. - Aunque no sé si ese tipo de cosas estarán archivadas en la red. No creo que se arriesguen a dejar huellas - . Le dijo finalmente, torciendo sus labios en una pequeña mueca.

Silvia parecía sorprendida, no le extrañaba, la verdad es que nadie espera que un panadero pudiera saber de esas cosas y sin embargo, no solo sabía hacerlas, se consideraba alguien bastante bueno, no el mejor ni entre los mejores, pero si lo suficientemente bueno para conseguir lo que se proponía.  Pero en esos momentos, con una leve sonrisa de lado, terminaba asintiendo con su cabeza para responderle a esa pregunta.

Es posible, pero si no lo miro no podré estar seguro y además, puede que encontremos algún indicio mas, algo que nos lleve a una pista... Cualquier cosa es mejor que nada, aunque sea solo mirar.

Comentaba mientras era consciente que no iba a ser fácil, incluso aun habían muchos sitios que aun usaban archivos en papel mas que pasarlo todo a bases de datos digitales... Puede que no hubiera nada y sin embargo, prefería arriesgarse y buscar al menos algún rastro, cualquier cosa por pequeña que fuera les podría servir para saber que pasaba con la policía.

Es mejor que esperar no?

Terminaba diciéndole a Silvia sin dejar de caminar a su lado, ya tenía un plan, pero por esa noche prefería no pensar mucho en aquello, al menos pudo sacarle nuevamente la sonrisa a la morocha que iba a su lado y eso le gustó... Puede que al final si lograra darle algo mas de calma a pesar de que ella, parecía querer alejarlo de todo aquello, cosa que no iba a permitir que pasara.

Silvia se quedó durante unos segundos en silencio, pensativa, mientras sus pasos seguían dirigiéndose hacia la plaza Galicia. Ya casi estaban llegando y podrían coger el taxi que les llevaría al hospital. 

- Sí, supongo que es mejor arriesgarse que quedarse de brazos cruzados, pero... Ten cuidado, ¿vale? - Le pidió mientras le lanzaba una fugaz mirada.

No sabía cómo estaban las leyes, pero no era difícil imaginarse que si te pillaban metiéndote en asuntos de la policía e intentando entrar en sus servidores, podías pasar mucho tiempo en la sombra. Y no se perdonaría que a Ricardo le pasara aquello sólo por intentar ayudarla. 

Finalmente llegaron a la plaza y Silvia dirigió su mirada hacia la parada de taxis, esperando que hubiera alguno allí libre.

Hay taxis de sobra y podéis coger el primero sin problemas, tras apenas diez minutos llegáis al hospital. La carrera os ha salido barata (500 pesetas) ya que no hay tráfico apenas a estas horas.

El problema es que la hora de visitas ha terminado pero bueno, al estar bajo 'protección' policial tendréis ese margen seguramente. Vais hasta la habitación de Silvia y os encontráis en la puerta sentado en una silla al tío de Xabi leyendo el Marca y con un termo de café a su lado.

Os saluda con alegría.

Os dais cuenta de que no se sorprende de veros a estas horas, es más estaba esperando a que llegarais.

- ¿Qué tal pareja? Habéis tardado en coger ascensor supongo... - os pregunta Ramón. - Silvia está leyendo, lleva aburrida todo el día y se alegrará de tener compañía. 

Ricardo le había asegurado a Silvia que no había nada de que preocuparse, sabía que era peligroso y que posiblemente pudiera no encontrar nada. Pero cualquier pista serviría y además, sabía que solamente debía moverse de un ciber a otro mientras lo hacía para que no lo encontraran, incluso puede que no lo detectaran nunca... Pero pronto ambos tomaban un taxi dispuestos a ir al hospital, aunque en esa ocación el viaje fue algo mas tranquilo o al menos, para él.

Al llegar, Ricardo pagaba antes de bajar y esperar a Silvia, era tarde y sin embargo, no dudo en entrar con ella y dirigirse directamente hacia esa habitación, la de su tocaya. Por suerte, nadie les detuvo y al llegar pudieron comprobar que aun había alguien cuidandola... Claro que el tío de Xabi parecía estar bastante relajado, pero saber que había alguien seguramente mantenía a todos mas calmados, aunque cuando los saludaba usando la palabra "pareja", Ricardo no pudo evitar sonreír un poco de lado, le gustó como sonaba aquello.

Entonces llegamos a tiempo para sacarle el aburrimiento... como estuvo el día? Tranquilo?

Preguntaba Ricardo luego de sonreír de aquella manera, Silvia quería verla by la verdad es que él también quería asegurarse que estuviera bien, al menos en ese hospital no habrían llamadas sospechosas ni se cruzarían con nadie que pudiera asustarla.

Durante todo el trayecto hasta el hospital, Silvia fue en silencio. Su mirada avellana no se apartó del cristal, viendo como las silenciosas calles iban quedando atrás. Todo estaba muy tranquilo, ya era tarde y apenas había tráfico. 

Cuando bajó del taxi, un escalofrío recorrió su espalda. Dirigió su mirada hacia la zona donde debía estar la ventana de su tocaya y se quedó unos segundos en silencio, contemplando el frío edificio, mientras esperaba que Ricardo pagara al taxista.

Cuando vio al tío de Xabier, una pequeña sonrisa se perfiló en sus labios. La verdad es que se sorprendió un poco, aunque intentó disimularlo, al verle allí. Todo el rato había creído que se encontraría un compañero suyo. Le saludó con un suave gesto de cabeza.

- Buenas noches - . Le dijo en un tono de voz casi rallando el susurro, esperando que su tocaya no la escuchara. Tras eso miró hacia la puerta cerrada. - Pues vayamos a animarla un poquito - . Comentó y dirigió sus pasos hacia la habitación, dispuesta a entrar y darle una sorpresa a su amiga.

- El día tranquilo, la verdad sus padres marcharon hace relativamente poco y hemos estado vigilado la planta. Tengo a un par de compañeros en el hospital ya que nos preocupa bastante que la policía no se haya encargado de esto. Fue el quién me avisó que veníais. - dice mientras os muestra un walkie. - El otro está en el aparcamiento en el coche descansando un poco. Mañana cuento que se sumen cuatro compañeros más así que estará bien arropada.

Os abre la puerta con cuidado y os invita a entrar:

- Podéis entrar, estaré aquí fuera. Si necesitáis algo avisad.

Silvia se encuentra adormilada en la habitación, cuando se da cuenta que entra alguien se gira y al veros una gran sonrisa se dibuja en su cara.

- HOOO - dice gritando y cuando se da cuenta baja el tono y continúa - laaa...que alegría que hayáis venidos...estaba muy aburrida y en la tele como de costumbre no echan nada...y encima hay que pagar para verla. ¿Qué tal todo?

- El Pepa está bien...ponen bravú* y mi hermano no se podrá quejar que le ponen a sus queridos Héroes del Silencio... - dice Antía -  así que nos preparamos y vamos a tomar algo, despejamos la cabeza un poco y luego volvemos...

La idea de despejarse y rebajar la tensión es algo que os llama.

- ¿Alguna tiene pensado ponerse modelito? - pregunta Antía.

La verdad es que no tengo ropa para salir en plan fiesta como el resto de las chicas. 
Si me esperas cinco minutos me cambio. Simplemente es un cambio, solo una camiseta un poco mas entallada y unos zapatos comodos

Y eso es lo que tardo cinco minutos ya que salgo  recogiendome el pelo

Al ver a su amiga tan animada, Silvia sonrió y se acercó a la cama para darle un abrazo.

- Me han dado la noche libre y hemos decidido pasarnos por aquí para hacerte un poquito de compañía - . Le explicó, evitando hablarle de los temores que sentía cada vez que recordaba aquella noche. - Imaginé que estarías aburrida, tantas horas aquí... - Resopló, poniendo los ojos en blanco y se volvió a mirar a Ricardo. - Y bueno, Ricardo ha sido muy amable y no ha querido dejarme venir sola - . Dijo guiñándole un ojo.