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Constantinopla Nocturno - El sueño perdido

Enero de 1260 - Lámpsaco

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26/10/2014, 22:45
Gulam Akropolites

Yergo mi espalda y amplio mi sonrisa.

Un placer, Iacobos. - digo, extendiendo mi brazo a modo de saludo. - Gulam Akropolites, o el Golem de Krujas, como me llaman mis amigos. Porque los enemigos no sobreviven para llamarme. Jajajajaja - mi risa llena todo mi pecho, escandalosa. - Chiquillo del Barón. A parte de los saludos, poco más sé de cortesía, pero espero poder combatir a tu lado.

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27/10/2014, 10:52
Demetrios

Me mantengo erguido manteniendo todo mi porte y mi aspecto guerrero tras ropas nobles, tras la retirada de mi sire a descansar debo representarla en la medida de lo posible, aunque no creo que haya hostilidades tan abiertas hacia mi.

Miro con curiosidad el trato del que se presenta como Gulam hacia Iacobos y Malaquita, parece un poderoso aliado y sin duda servirá con ferocidad a la causa.

Notas de juego

Tampoco tengo mucho que decir/hacer ahora mismo.

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27/10/2014, 12:30
Tiberius Fabius Lupus

El juego se ha visto interrumpido y puedo notar cómo las miradas de muchos piensan que el asunto estaba más tenso o fuera de control de lo que debería. Qué poco saben. Me fijo en el hombre, Demetrios, que entró con Natalya. No me han pasado inadvertidos esos imperceptibles gestos que no han hecho otra cosa sino denotar cierto afán protector hacia mi rival dialéctica. Curioso e interesante. Me pregunto por qué, qué relación habrá entre ellos. Ya lo descubriré a su debido tiempo.

Dejo que pasen los segundos y observo los saludos entre los presentes. Sin duda Malaquita, Iacobos y el Golem parecen llevarse bien. Nabuk y su chiquilla en cambio parecen algo apartados y continúan en silencio. Mis ojos no pueden menos que fijarse de nuevo en la figura de la joven y bella cainita. Me fijo en cómo evita las miradas, cómo rehúye sobretodo mi mirada. Sus ojos estudian la habitación y a todos los presentes y sin duda no está acostumbrada a esto. Sonrío. Será interesante conversar con ella, al menos debo intentarlo.

Me acomodo en mi asiento y espero el devenir de los acontecimientos. No sería adecuado que me marchara tan pronto de la sala aunque tengo muchos motivos para ello. Debo esperar a que Ana disuelva esta reunión.

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27/10/2014, 12:39
Iacobos Prosopophoros

Extiendo también mi mano para devolver el saludo. Está enguantada en un cuero fino que permitió que fuera cosido con un hilo igualmente fino y teñido del mismo color, tal que hacía que fuera casi como una mano sana y real, solo que con el tacto correoso pero suave que denotaba que estaban bien mantenidos.

Yo también lo espero, ya que compartimos esta misma causa noble y sagrada —contesto—. Me sorprende que no nos encontrásemos antes de que ocurriera la debacle. Recuerdo al Barón teniendo trato asiduamente con mi sire, aquí presente. Quizás, de hecho, sí que se cruzasen nuestros caminos, y sin embargo no nos fijamos el uno en el otro. Por descontado yo era aún un neonato ansioso de guía en los recovecos tan inciertos de esta existencia Cainita.

Echo una mirada de soslayo hacia Demetrios. Me sorprende verlo tan callado y apartado, pero supongo que eso es buena señal.

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27/10/2014, 13:04
Diego de Monferrato

El caballero que se había presentado antes como Diego de Monferrato se acerca al grupo compuesto por las dos personas, además de Ana, que resaltaban en la reunión por su belleza. El hombre al que Ana se había referido como Nabuk, y su chiquilla.

Junto a ellos, una pareja que se había presentado anteriormente como Varvara Almassy y Gustavus, enviados de las Siete Ciudades de Hungría, y un hombre de porte noble y misterioso al que algunos son capaces de reconocer como Drusus, un Lasombra bizantino. 

Una vez a su lado, y acompañado de su propia chiquilla, Diego espera el momento oportuno y saluda, procurando no interrumpir ninguna conversación importante— Vuestras mercedes...—dijo, practicando una leve inclinación— Es un placer para mí compartir esta reunión con ustedes esta noche. Mi nombre es Diego de Monferrato, genovés y enamorado de bizancio— señaló entonces a su chiquilla— Y ella es Beatrice Lasso de Gamboa, mi chiquilla. 

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27/10/2014, 13:14
Nabuk el Micaelita

— Diego de Monferrato— dijo, esbozando una sonrisa— Conmigo no son necesarias presentaciones algunas pues conozco vuestro nombre y vuestra pasión. La dama Gabriella de Génova ha tenido a bien comentarme que vendríais, pero no sabía que acudiríais con la agradable compañía de vuestra chiquilla— reparó entonces en Beatrice— Es un placer conoceros, mi señora, yo soy Nabuk, aunque se me menciona asiduamente como "el Micaelita"—hizo un gesto con la mano para abarcar a sus acompañantes— Permitidme que os presente. Las ilustres damas que me acompañan son mis chiquillas, Varvara Almassy y Naida, y los caballeros, Drusus, enviado de Antioquía, y Gustavus, enviado de las Siete Ciudades de Hungría.

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27/10/2014, 13:32
Beatrice Lasso de Gamboa

Beatrice dejó de prestar atención a los recién llegados cuando Gulam se acercó a ellos y comenzaron a hablar con cordialidad. Su mirada volvió hacia la persona con la que Diego estaba charlando, justo a tiempo para ver cómo la conversación terminaba y despedirse con una sonrisa cordial. 

Siguió a su sire mirando a su alrededor y su ánimo se vio satisfecho al ver que se acercaban a Drusus y a la hermosa muchacha que parecía ser fuente de desaires futuros por parte de Ana. Saludó con el mismo gesto de Diego al llegar, inclinando suavemente su cabeza y al levantar de nuevo los ojos dedicó una sonrisa a esa pareja cuya belleza era tan notoria que resultaba casi dolorosa. El aleteo que había sentido al entrar y contemplar sus rasgos volvió a agitar su pecho e inconscientemente llevó la lengua a sus encías, rozando con ella el lugar donde sus colmillos se resguardaban. 

- El placer es mío, mi señor. - Respondió a Nabuk, dedicándole una mirada profunda. Y su voz de nuevo sonó, cálida y aterciopelada. - Había oído hablar de vos, pero los rumores no os hacen justicia. - Comentó, permitiéndose un brillo de diversión en la mirada antes de girarse hacia cada uno de los presentes, saludando a cada uno de ellos con la misma inclinación. - Me siento honrada por poder conocer a tan ilustre compañía en esta noche que, estoy segura, marcará un nuevo hito en la historia.

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27/10/2014, 18:55
Naida

Naida se encontraba de espaldas, observando a una joven esclava. Hacía un rato que la había visto y sintió sus puntiagudos colmillos asomar. Se imaginó clavándolos en el delicado cuello de la muchacha y llenar su boca de la cálida sangre que brotara.

Estaba tan absorta en esos pensamientos, que no escuchó como se acercaba Diego de Monferrato junto a su chiquilla. Al escuchar su voz, se volvió, con las pupilas ligeramente dilatadas y una suave sonrisa se perfiló en sus labios. 

- El honor es mío. Me alegro mucho de conocerles - . Hizo un ligero gesto con la cabeza, cuando Nabuk la presentó. No estaba acostumbrada a estar entre tantos cainitas y menos de tanto renombre. Él le había explicado muchas cosas, pero a pesar de ello se sentía como un pez fuera del agua. Extraña comparación, los peces se ahogan y yo no. Se dijo, conteniendo la risa que amenazaba con brotar. Sus ojos azules se clavaron en los de Beatrice. Estaba fascinada con la voz de la cainita. Era casi como tocar terciopelo. Seguro que escucharla leer poesía debe ser realmente hermoso. Pero se guardó los comentarios para sí misma. Todavía no les conocía y quería mantener la compostura por Nabuk. 

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27/10/2014, 19:35
Beatrice Lasso de Gamboa

Beatrice contempló a Naida con cierta curiosidad. La joven pelirroja le parecía sencillamente adorable. Debía llevar poco tiempo como cainita para conservar todavía ese aire de inocencia. Comprendía perfectamente por qué el Micaelita la había escogido, preciosa y llena de la vitalidad de la juventud. Y comprendía también por qué Ana le dedicaba tales miradas a la que debía considerar su rival. Le dedicó una sonrisa tranquila cuando sus ojos se cruzaron y se dirigió a ella con voz suave. - Lleváis poco tiempo entre nosotros, ¿no es cierto? Tenéis todavía ese aire vivaz que muchos tratan de conservar sin conseguirlo. Y sin embargo vos dais la impresión de que nunca se os agotará. 

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28/10/2014, 18:16
Naida

Al escuchar las palabras de Beatrice, Naida sonrió y bajó avergonzada la mirada. - Llevo ya cinco años caminando en la noche - . Le respondió y volvió a mirarla con ojos brillantes. Para ella aquello era mucho tiempo. Si hubiera continuado viendo la luz del sol y aquella enfermedad no la hubiera dejado en las puertas de la muerte, ahora mismo sería una de esas mujeres gordas y amargadas. Seguro que tendría dos hijos y estaría casada con algún noble que su padre hubiera elegido. 

Había visto a muchas mujeres perder la virtud de la juventud. Había visto sus cuerpos llenos de estrías y sus pechos caídos tras amamantar a sus retoños. En cambio, ella continuaba siendo tan hermosa como el primer día y todo se lo debía a él. Le miró por un momento y en sus pupilas pudo leerse la devoción que sentía.

Volvió a mirar a la mujer que tenía delante. Sentía curiosidad por ella. Era tan distinguida y amable... - ¿Vos lleváis mucho tiempo? - Le preguntó con curiosidad. Seguro que debía llevar mucho más, quizás diez o quince años. Se la veía tan segura de si misma.

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28/10/2014, 18:50
Beatrice Lasso de Gamboa

Los ojos de Beatrice brillaron divertidos y las comisuras de sus labios se estiraron en una amplia sonrisa al escuchar a Naida decir que ya llevaba cinco años como cainita. Parecía que a la muchacha le resultaba una cantidad enorme cuando para ella tan sólo era un suspiro.

Beatrice estudiaba los pequeños gestos y reacciones de Naida manteniendo su gesto sereno y complacido. Y en algún punto de su pecho sintió el deseo de tener ella también alguien cargado de inocencia y candidez a quien educar, alguien creado por ella a quien descubrirle el mundo de las sombras y todos sus recovecos. Una pequeña sombra pasó muy brevemente por sus ojos ante este pensamiento, tan veloz que apenas fue perceptible. Sin embargo, el brillo de la sonrisa de la mujer se atenuó un poco, sin llegar a perder la amabilidad y la compostura, pero resultando menos reluciente.

- Mucho. - Respondió a la joven de cabellos como el fuego, con un pequeño asentimiento de cabeza, pero sin llegar a precisar con exactitud cuánto significaba ese mucho. - En ocasiones pienso que tal vez demasiado. He visto todas las Cruzadas desarrollarse ante mí. Y sin embargo, lo que yo he vivido resultaría apenas un soplo de aire en las incesantes corrientes del tiempo para algunos de los presentes en esta sala. - Sus ojos oscuros volvieron a posarse en los de la joven y su sonrisa pareció recuperar parte de su energía. - Pero no quiero aburriros con antiguas historias, será mejor que disfrutemos en cambio de la frescura de vuestra juventud.

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28/10/2014, 21:21
Gulam Akropolites

Cuando me ofrece la mano, la agarro con firmeza, procurando controlar mi fuerza. No convenía parecer descortés.

- Es posible que nuestros caminos se cruzaran poco. No soy muy dado al marco social y político, como comprenderás. Yo prefería luchar donde era llamado para proteger lo que creía y creo es importante. 

Guiño un ojo. - Al contrario que la mayoría de la sala. Me imagino que el resto de los invitados ya está ejecutando planes y evaluando al resto. Pregutándose quien servirá a la causa, a quien poder traicionar, donde sacar el mejor beneficio,... Parecen más humanos que los humanos, Jajajajaja. 

Aún así, miro alrededor. Yo también podía analizar al resto, aunque por otros motivos.

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28/10/2014, 23:33
Iacobos Prosopophoros

Ciertamente hay quien confunde la diplomacia con un patio de juegos para sus pasiones más infantiles —respondo—. Lamentablemente no siempre son las personas más capaces y sensatas las que acaban con el cetro de gobierno. No obstante, creo que esta es una buena reunión. Todos compartimos la misma causa. Todo lo que se entreteja aquí pero no incumba a la misma debería ser ignorado. Los asuntos privados de cada Cainita no son sino eso: privados.

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29/10/2014, 12:56
Demetrios

En vista de que no empiezan más estupideces por parte de la dueña del lugar y de su lucharniego particular, me vuelvo hacia mi compañero Iacobos y con el que está charlando.

— No podría estar más de acuerdo— digo con tono serio y firme mientras extiendo mi mano frente al que se ha presentado como «Gulam Akropolites»—. Mi nombre es Demetrios, de Constantinopla, chiquillo de Natalya Svyatoslav— puede que reconocerme como progenie de mi sire me traiga problemas teniendo en cuenta los organizadores de esta reunión, pero siempre me he sentido orgulloso de estar bajo el auspicio de Natalya, y no pienso ocultarlo, si alguien tiene algún problema mejor será que se prepare.

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29/10/2014, 19:51
Tiberius Fabius Lupus

Mis ojos se centran en Demetrios cuando parece comenzar a presentarse al resto. ¿Así que chiquillo de Natalya? No era difícil de deducir. Quizá no sea como su Sire, o quizá sí. De tal palo tal astilla dicen. Será mejor averiguarlo antes de sacar conclusiones precipitadas.

Observo con más atención el grupo formado por Diego, Nabuk y sus chiquillas. Un grupo a todas luces mucho más interesante para mí. Me pregunto qué pasará por sus cabezas. Entre tanto saludo formal no van a poder sacar nada en claro. Sólo que todos son muy educados y corteses, pero nada relevante o que no se vea ya.

En resumen éstos son los vástagos con los que Ana pretende reconquistar Constantinopla. Un grupo variopinto y en casos concretos difícil de juntar. Mientras tengamos un objetivo común no creo que haya demasiados problemas, pero me pregunto qué pasará cuando todo acabe.

Sigo en silencio, sumido en mis cavilaciones, aunque de cuando en cuando dirijo mi mirada a algún punto indeterminado de la sala.

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30/10/2014, 00:46
Gulam Akropolites

Con la llegada del nuevo giro mi cabeza, y de nuevo otra sonrisa se asoma en mi boca cuando le escucho presentarse.

- Que tiemblen nuestros enemigos. Al final Lexxor dejará un legado largo y duradero a través de Natalya y su chiquillo. Jajajaja. - extiendo mi mano hacia Demetrios. - Un placer, Demetrios. Sin duda tenemos grandes soldados en esta sala. Estoy deseando ver la cara de nuestros enemigos cuando una espada les atraviese desde la invisibilidad de Iacobos o cuando un enemigo caiga con la cabeza destrozada bajo la mano desnuda vuestra. La batalla se presenta espectacular, y el final, glorioso. Constantinopla caerá, y se alzará de nuevo de sus cenizas bajo los ideales de Miguel.

No me importaba ser demasiado escandaloso o falto de etiqueta. A estas alturas, ya empezaba a sentirme cómodo, entre guerreros.

- Y bien, hablando de temas interesantes, ¿qué habéis planeado para la batalla? ¿Habéis traído hombres? No dudo de vuestra fuerza. Seguro que sois capaces de acabar con batallones. Pero acabar con ejércitos es otro cantar, ¿no? Jajajaja.

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30/10/2014, 10:59
Iacobos Prosopophoros

Nuestro Señor nos ayude. Amén —añado a la promesa de reconstruir el Sueño de Miguel. Lo cierto es que con todo lo ruidoso que es, Gulam es claramente un gran guerrero de ideas claras y férreas, justo lo que hace falta en esta empresa. Temo que sea impío, pero no es de mi incumbencia tal asunto cuando nos encontramos en estas estancias con un objetivo no solo dogmático sino político. Lo que hace falta es gente honorable. Predicar es un voto que abandoné hace tiempo más que con el ejemplo, y poco podemos hacer los leprosos por llegar al corazón de mortales y Cainitas. Nuestro aspecto los ahuyenta. Dios es el Sumo Gobernante de todo del que los que aspiramos a llevar la pesada carga del mando en la tierra debemos aprender, y reina a través de la Providencia así en la Tierra como en el Cielo. Si él ha decidido que Gulam luche por Constantinopla aún sin portar Su estandarte, quizás sea parte de Su plan.

Fuerzas de la Orden de Caballeros Leprosos de San Lázaro aún responde a mis órdenes. Fueron mis hombres en vida, y hoy sus aprendices son también leales a este leproso pecador —anuncio—. Cuarenta hombres, a lo sumo. Son pocos, sin duda, ante un ejército, pero sus espadas están bien afiladas, sus brazos bien entrenados, sus corazones levantados hacia el Señor y su fe centrada en Su Providencia: el renacer de Constantinopla. Y espero que junto a los hombres de la Comnena y sus aliados consigamos una fuerza digna de medirse con nuestros enemigos.

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30/10/2014, 12:31
Naida

Sí, estaba claro que Beatrice llevaba muchos más años que Naida siendo una cainita. En ese momento, cuando escuchó que había sido testigo de todas las cruzadas, los ojos de la joven se abrieron como platos. 

Nabuk le había hablado de lo que podía encontrarse. Era consciente de que allí se encontraría con vampiros muy antiguos. Pero al ser presentada como una chiquilla e ir acompañada de su sire, había dado por hecho que sería más o menos como ella. 

- Vaya... Es increíble - . Le dijo, sin poder cambiar su expresión de sorpresa. - Debe ser fascinante. La verdad es que yo no sé qué puedo contaros que sea de tanto interés como lo que hayáis podido vivir vos -.  Le sonrió y miró de soslayo a Nabuk. Éste estaba hablando con el sire de Beatrice. Había estado tan fascinada con la presencia de aquella mujer, que había perdido el hilo de la conversación que pudieran tener. De fondo se oía la voz fuerte del Gólem, su risa resonaba por la sala, parecía que todos los presentes estaban entretenidos en sus propias conversaciones. Todos menos él. Sus ojos azules se deslizaron hasta detenerse de nuevo en la figura de Tiberius. No se había movido ni se había acercado a los presentes. Continuaba en la tarima, estudiando la sala con aquella mirada fría y calculadora. Naida arqueó suavemente sus cejas y volvió a mirar a Beatrice.

- ¿Os apetece dar un paseo por los jardines? - Se atrevió a preguntarle, suavizando el gesto de su rostro. - Al entrar vi unos tapices que me gustaría poder observarlos con mayor detenimiento. Eran preciosos, pero las prisas por presentarnos ante nuestra anfitriona no me dejaron contemplarlos - . 

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01/11/2014, 02:57
Beatrice Lasso de Gamboa

Los ojos de Beatrice siguieron la mirada de Naida hasta detenerse sobre Tiberius y al ver la expresión con la que lo miraba la joven una sonrisa divertida se deslizó en los labios de la mujer. 

- Oh, será un verdadero placer acompañaros si Diego no me necesita ahora. - Respondió antes de girarse hacia su sire y esperar el momento oportuno para intervenir en su conversación. 

- Diego, si me disculpas, voy a acompañar a la encantadora chiquilla de Nabuk a dar un breve paseo por los jardines. - Dedicó una sonrisa al nombrado. - Si a vos os parece bien que os la robe unos minutos, por supuesto. - Y volvió a mirar a Diego, poniéndose más seria entonces, pero sin llegar a perder su sonrisa cordial. - ¿O prefieres que me quede contigo por ahora? - Preguntó finalmente.

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26/11/2014, 15:16
Gulam Akropolites

Escucho las palabras de Iacobos con entusiasmo. Más hombres y guerreros notables. El objetivo parecía cada vez más alcanzable, y ello me emocionaba de sobremanera.

- Y yo espero que nuestros aliados tengan una fuerza capaz de medirse con la nuestra. Jajajaja. - vuelvo a reír, estruendosamente. Hacía mucho que no veía las cosas con tanto optimismo, pero la espera había valido la pena. El esfuerzo de Ana Comnena daba sus frutos y esta empresa parecía augurar un final adecuado y justo para con el recuerdo de Miguel.

Me pregunto cuando discutiremos tácticas y planes de guerra. Estas reuniones sociales están bien, pero no son lo mío, temo que no pueda aguantar mucho más las alabanzas y las puñaladas en forma de palabras. ¿Sabéis si esperamos a alguien más?