Partida Rol por web

—Y entonces aparecieron ellos. Los creadores de portales. Una raza nunca vista antes y que poseía la tecnología avanzada como para poder utilizar el inmenso poder de los agujeros de gusano en su favor. Crearon miles de puertas. Crearon estaciones espaciales a modo de puertos remotos. Miles de civilizaciones han oído hablar de ellos, pero nadie ha conseguido averiguar quienes eran, de done venían y porqué hacían aquello. ¿Cuál era el motivo final? Seguramente, piensas, que encontrar el origen del universo a través de sus muchas conexiones. Piensa que es una autopista. Es una metáfora ciertamente ridícula en comparación con la inmensidad de conexiones paralelas de los agujeros de gusano, pero para vosotros los humanos, es algo familiar. Una autopista se divide habitualmente en dos. Camino de ida y vuelta. Con sus conexiones laterales y sus gigantescas curvas de unión en los puntos de inflexión de tráfico. Un agujero de gusano actúa de forma similar, pero es de solamente un carril, por lo que una nave que quisiera viajar del planeta A al planeta B tendría que esperar a que la nave que viene haya acabado su trayecto. El problema reside en que vuestra civilización no es lo suficientemente poderosa y avanzada como para poder estabilizar balizas de  atención y emisiones de señales dentro de los agujeros. Ni siquiera tenéis conocimientos básicos sobre la antimateria como para realizar tal hazaña. Aunque tengo entendido que algunos humanos ya están probandola como arma.
No es de extrañar. Es una tecnología poderosa, pero os llevará a vuestro propio fin.—

Las comunicaciones entre la Serenity y Nadwa están abiertas de nuevo y el canal se escucha amplio y claro. Los barridos de los sensores de calor indican que los corsarios están intentando abrir la compuerta de su nave, aunque por lo visto no lo están consiguiendo. Nadwa oye ruidos lejanos y gritos. Incluso podrías jurar que has oído un disparo.

La estrella del ojo de Anubar cada vez está más cerca y los trozos de asterodies que colisionan con la Orunn II son mucho más grandes y frecuentes. ¿ Es posible que el teimpo estimado de no retorno haya sido mal calculado? ¿ Acaso al suceder todo esto relacionado con el Djinn puede tener que ver con las distorsiones en el espacio tiempo?. Sea como sea la estrella cada vez es más grande y empezáis a sentir el campo de atracción gigantesco del ente luminoso. La presio¡ón en la Serenity se nota algo menos al estar en movimiento con sus sitemas activaods, pero en la Orunn II cada vez se hace más dificil moverse.

Como quieras - añado antes de volver a la cabina.

Vuelvo a la cabina.

Por la ley de navegación espacial tomo el control de esta nave por incomparecencia el capitán - anuncio -. Dado que la autoridad se niega a responder o está inhabilitada para ello y hasta nueva orden el mando pasa al segundo en la nave.

Me giro hacia el Djinn.

Acepto el trato - informo al djinn antes de sentarme en el asiento del piloto.

Esto va a salir mal, pero o hago algo o nos estrellamos.

Vanth no sabía donde estaba. Al principio creía que había muerto, por fín, cuando aquel ser le toco. Sin duda era una cosa poderosa ya que había sobrevivido a todo un cargador de su arma.

Pero aunque se imaginaba que iría a algún infierno cuando palmara, debido a todo lo que había hecho, no esperaba que fuera así. Aquella cosa hablaba y hablaba sin parar. Y no entendía ni una sola palabra de lo que decía. Tan solo lo estaba volviendo aún más loco.

Trató de abalanzarse sobre él, o ello, o lo que fuera. Pero no tenía sustancia. No tenía nada. No podía hacer nada.

Mira hijo de puta. Haz el favor de matarme de una vez, pero por los iconos deja de darme la tabarra. No me entero de una mierda de lo que me estás contando.
Así que por mí puedes irte al infierno ese del que has salido y dejarme en paz. Porque, o me matas o cuando salga de aquí te mataré yo. Y no te va a gustar como lo voy a hacer.

Vamos a poner que si y así lo tienes todo un poco más correcto todo.

Eres un humano muy curioso. Poco inteligente y corto de miras. Se te h dado la oportunidad de aprender algo que muchos llevas años soñando solamente con atisbar. Muy bien, hijo de Al Arda, si tu senda es la del guerrero, y prefieres mantenerte fiel a ella, entonces te pondré a prueba. Si elegies no responder me temo que te espera una eternidad de tiempo perdido y aburrimiento catatónico.

Con actitud altiva el Djinn parece estar ciertamente divertido con tu situación y la repuesta que le acabas de dar.

—Tres pruebas te aguardan. Un prueba de intelecto, una prueba de valor y una prueba de fe. La recompensa que puedes obtener será incomparable. Tu poder será insólito y tus enemigos te temerán allá por donde osen enfrentarse a ti. Aunque no todas las batallas se pueden librar en el campo de guerra. Ahora tú debes decidir

La primera pregunta es:  Hay una casa a la que uno entra ciego y sale viendo. ¿Qué es?—

Sin prácticamente dejarte tiempo a responder se lanza con la siguiente pregunta.

Humano, acierta la segunda pregunta y estarás más cerca de un destino glorioso.

Esta cosa devora a todas las cosas; Pájaros, bestias, árboles, flores;

Carcome el hierro, muerde el acero; Muele duras piedras y las reduce a harina;

Mata al rey, arruina la ciudad, Y derriba a la montaña. ¿ Qué es humano?—

De nuevo no espera.

—La tercera prueba humano es la más dura. Si tuvieras que elegir a uno de tus compañeros para que muriese a cambio de recuperar tu cuerpo, ¿quién sería?—

Si Vanth pudiera lanzarse contra aquella cosa, aunque muriera en el intento, lo haria sin dudar. Pues era un soldado, por más que intentase negarlo. Siempre lo había sido. Y nunca se había sentido más a gusto que cuando peleaba. Hasta aquel día. Entonces comprendió que no quería serlo más y desde entonces ha tratado de negarlo.

Pero estar allí. Delante de aquello. Le había devuelto su ira.

Joder. Callaté de una vez.

Muy a su pesar el Djinn no paraba de hablarle, y él no podía hacer nada salvo escucharle. En un principio pensó en ignorarle, tal vez si lo hacía se callaría e incluso puede que lo matase. Pero su cabeza, que le dolía, iba a toda velocidad. En la academía de instrucción también le pasaba. Había pruebas en las que les torturaban físicamente mientras les hacían preguntas para averiguar su capacidad de concentración en medio de una batalla o estando heridos. No se le daban mal. En contra de lo que pensaba se descubrió contestando.

La Escuela, el Tiempo y tú puta madre.

Escupió casi sin aliento, o eso creía.

No voy a elegir a ninguno de mis compañeros por mí. Mí trabajo es cuidar de ellos. Protegerlos. Hacer las cosas que ellos no pueden o no deben hacer. Incluso si salgo muerto debido a ello.
Así que no vas a poder tentarme. Ya seas el Jugador, el Mercader o el Juez, no tienes poder sobre mi alma.
Estoy muerto, y mis compañeros encontraran la manera de matarte. Así que vete despidiendo de la vida hijo de mil padres.

La mirada de Damaris permanece fijada en los ojos de Azdem mientras Nadwa entra en la sala y como si estubieran solo le responde en voz alta y clara:

- Haz lo que tengas que hacer, mi trabajo es manteneros a todos de una pieza y eso te incluye a ti... De momento... Como parte de la tripulación de la Serenity. Pero que no te engañe mi dedicación a mi trabajo, no hay nada más importante para mi que la familia y tu no perteneces a ese reducido circulo, por lo que te recomiendo dejar de insultar a mi familia en mi presencia.

Me retiro un poco del cuerpo de Vanth y apoyo mi mano en la rodilla de la pierna donde tengo mi cuchillo.

- Si me haces elegir entre tu y cualquiera de ellos, CUALQUIERA, no dudare ni una fracción de segundo y la decisión no te va a gustar.

La postura es desafiante más que amenazante, visiblemente afectado por la situación de Vanth, Damaris a perdido también algo de su acostumbrada frialdad.

Chicos, esto se está calentando, y no hablo metafóricamente. anunció Mike por radio Esa estrella está cada vez más cerca. No se queé diablos estáis haciendo pero tenéis que volver ya a la Serenity. Además, no me apetece que los polizones esos decidan que tenemos que llevarlos a ellos también...

El piloto ya había colocado la nave de la banda anclada a la esclusa de acceso a la Orunn II, por lo que lo único que tenían que hacer era correr. Claro estaba, que Mike no tenía ni idea de qué era el dichoso djinn ni de si se había metido o no en el cuerpo de uno de los suyos. El viaje de vuelta prometía ser interesante...

Ya habéis oido chicos, volver a la nave ya.  La cosa se esta poniendo fea aquí fuera y no aguantaremos mucho más tiempo.

Las vibraciones de la nave no auguraban nada bueno, cada maniobra se volvía más y más complicada a cada minuto que pasaba, salvar la nave parecía una misión imposible en aquel momento así que al menos debían asegurarse de salvar la vida.

Ignorando por completo las palabras de Damaris, Kembouri se puso delante de Vanth. —Me humillo ante usted oh gran Kh´oudour—. Kembouri se arrodilla y pone sus manos en el suelo. Os recuerda a la postura del milenario Japón feudal que usaban para hacer una súplica formal. —Me ofrezco como su recipiente a cambio de que deje a la tripulación de la Serenity marchar sin daño alguno. Tengo los conocimientos necesarios como para saber que este intercambio puede ser el final de mi existencia, pero aún así lo hago cómo hombre libre. Por favor, úseme—.

—Bien muchacho, parece que mi tiempo en este cuerpo va a ser escaso. Un mejor huésped se ha ofrecido a servirme eternamente. Alguien que sí sabrá aceptar mis conocimientos. Aún así, te recompensaré por mantenerte fiel a tus principios y no traicionar a tus compañeros. Puede que como humano seas simplemente estúpido, pero al menos eres leal, y eso es un don que escasea en la galaxia.—

Notas una fuerza masiva que tira de ti. Te obliga a caer y ardes en unas llamardas de fuego azul y verde que queman pero a la vez reconforta. Tu mente se va fundiendo en negro hasta que al final todo es oscuridad. Notas el frío suelo metálico en la cara, aunque ahora mismo estás demasiado cansado para como para moverte y abrir los ojos. Lo mejor será que alguien te saque de aquí. Estás tan cansado.

Tienes un sueño extraño:

Una estación espacial que no has visto nunca está construida sobre un portal. Sus doce plataformas de atraque de naves hacen que sea simétricamente hermosa. Una enorme capilla se alza magnánima y magnífica entre el resto de edificios que rascan el domo protector de energía.

Echas un vistazo a las estrellas. Te suenan. una palabra se hace eco en tu cabeza. Hamurabi. La cara de una hermosa mujer. Yashintra Hur

El cuerpo de Vanth cae a plomo al suelo mientras una nube de cenizas, humo y fuego parece moverse en remolinos y llamaradas sobre la cabeza de Kembouri. Unos segundos después, esa humareda negruzca entra violentamente por los ojos, oídos y boca de Azdem que queda parcialmente inconsciente. A los pocos segundos se levanta.
—Sí, este cuerpo es mejor, este cuerpo es....especial. Vaya, cuántos secretos guardas aquí, exorcista—. Parece que el Djinn está hablando con Kembouri aunque a vosotros os da la sensación de que habla solo. —Bien, humanos, si el trato sigue en pie, podemos irnos. Coged a vuestro amigo y dejadle dormir. Se lo ha ganado.—

Kembouri dominado por el Djinn comienza a andar hacia la salida a la vez que un enorme meteorito sacude ferozmente la nave. El tiempo se acaba. La estrella cada vez se acerca más y el tiempo corre de forma extraña.

Desde la Serenity contempláis una imagen atroz. Un enorme fragmente de meteorito ha chocado contra la Orunn II y ha seccionado una parte del blindaje.Otro coloso pétreo acaba de asestar un golpe justo en la nave corsaria que acabáis de dejar. Os habéis salvado por muy poco. Donde estaba la nave ahora hay un boquete y de él salen trozos de metal, pequeñas explosiones, trozos de brazos y cuerpos. Al parecer los corsarios se han levado de lleno el impacto y han quedado reducidos a una masa disforme que se funde con el escombro de su nave. Al menos no han sufrido pensáis, no han tenido tiempo para tener dolor cuando algo así te aplasta de forma súbita y masiva. Pero los siguientes podríais ser vosotros. Se os acaba el tiempo y la estrella del Ojo de Anubar cada vez esta más cerca, y su brillo blanquecino os da una sensación de peligro terrible. Es como si estuviera viva. Es como si tuviese hambre.

¡Ostia puta! exclamó Mike fuera de sí a través del canal de voz, solo un par de segundos antes de que algo enorme chocara contra la Orunn II haciendo que se estremeciera como si se estuviera partiendo por la mitad. ¡Chicos, o salís ya de ahí, o me llevo la Serenity. No estoy de broma, lo juro por el Grumete! ¡Están lloviendo montañas!

La situación ha cambiado drasticamente, no aguantaremos mucho más de una pieza.  Mover el culo de una jodida vez, Mike mira a ver si puedes soltar alguno de esos bloques de hielo en remoto quizá nos pueda parapetar de algunos meteoritos.

La situación a bordo de la nave era del todo confusa, Thomas no sabía con exactitud que es lo que estaba pasando así que tomando su arma se dirigió a la esclusa para ver si llegaban sus hombres.

No estoy muy seguro de que sea buena idea, capi... respondió Mike a la propuesta. Si algo lo golpea podría mandarlo contra nosotros igualmente, y sea meteorito, sea bloque de hielo gigantesco, no creo que la Serenity aguantase el impacto.

Me levanto de los mandos y me dirijo lo más rápido que puedo hacia la nave. No es fácil dado lo que pesa el traje, pero me esfuerzo.