Partida Rol por web

Acompaño a Ghamsa y Hannibal al sanatorio.

Resultado de la investigación de Adhal.

Encuentras sectas que lleven el pelo rapado y/o se hagan cicatrices rituales por todo el Tercer Horizonte, lo que te hacer imposible localizar una en concreto. Son más comunes en planetas más apartados, pero hay en todos lados. Aunque creen en los Iconos, o en alguno es concreto, son sobre todo seguidores de algunos aspectos más radicales o discutibles, más alejados de la doctrina oficial de la Iglesia de los Iconos.

Respecto de los Místicos, es un fenómeno que empezó a aparecer cuando aparecieron los misteriosos Emisarios de Xene, afirmando ser encarnaciones de los Iconos. Uno de ellos, quien dice que es la encarnación del (o la) Juez, está viviendo en Coriolis. La Orden del Paria, o Samaritanos como se conocen en Coriolis, consideran este "ser" una blasfemia que no debe ser tolerada y ha originado muchos roces políticos.

Encuentras noticias sobre secuestros y asesinatos de místicos en los últimos meses, y como el sentimiento "anti-místico" va en aumento. Respecto de conspiraciones, tienes las que quieras. La orden del paria tiene muy mala fama debido a las Guerras de los Portales y a que son bastante estrictos en sus creencias. Hay teorías desde que ellos crearon a los Emisarios, que en realidad el Paria es la Oscuridad entre las Estrellas o que comen niños chicos para cenar. 

Y por último, ves que los Samaritanos tienen algunos anuncios para que los místicos acudan a su Sanatorio, donde todo el mundo puede acudir a curarse gratis, lo que hace que los enfermos de las capas más bajas de la sociedad acudan a tratarse a allí.

Justo enfrente de la Infotheca, a un corto paseo desde el distrito universitario, se encuentra el Sanatorio Samaritano. Es un complejo bastante grande, al que se accede por una gran puerta principal.

La gente que entra y sale del edificio son o bien religiosos de la orden o enfermos de clase social bastante baja, lo que se nota por sus ropas, imagen, olor corporal....

Desde fuera hay poco que podáis hacer.

Lo suyo es que alguien entre a pedir 'información' para combatir su mal

Creo que Salah se ofreció para tal menester.

-Por las barbas del juez! Yo no entro ahí si no es disparando por la puerta... Pero espera..

Me acerco a alguno de los menesterosos que van a entrar e intento entablar conversación con él. Saber cómo se llama, qué va a hacer allí, cómo tratan a la gente, etc...

Salah

Una mujer mayor se acerca al Sanatorio acompañada de una niña (posiblemente su nieta). La ropa gastada te indica que no les sobran birr para adaptar su vestuario a la moda primavera - verano. 

La mujer te mira con ojos velados, seguramente cataratas.

Sahib, seguro que es usted nuevo en Coriolis. Estos clérigos tienen mala fama, pero para nosotros son una bendición. A mi Ayxa le curaron el brazo cuando se lo rompió jugando con sus amigos, y a mi me han dicho que me van a dejar la vista mejor que cuando era una muchacha.  Y lo mejor, no nos cobran nada. Y nos cuidan, nos dan de comer. No escuche a los que hablan mal de los Samaritanos, señor. Los Iconos los bendigan.

Me dirijo a la entrada del sanatorio y al primer empleado que vea.
"Estoy buscando a un familiar. Donde puedo informarme"

Ghaamsa entra en una enorme recibidor, con altos techos arqueados. El suelo es de reluciente mármol blanco, el mismo color de las paredes, lo que hace que el conjunta parezca transmitir paz y pureza. En un mostrador dos religiosos sonrientes te saludan con sus hábitos blancos ribeteados en negro. Un poco más allá, dos enormes arcos comunican con un gran patio en el que se ven multitud de edificios bajos construidos  de arcilla blanca,

Saludos, hermano. ¿Me podrías decir el nombre de tu familiar para indicarte donde debes dirigirte?

Se llama Noor. Es mi ahijada. Su padre murió hace poco y debo preocuparme por ella.
Acabo de volver a La Estación y sus amigos me dicen que podría estar aquí.
Bajo la voz para lo siguiente.
El tema es un poco embarazoso para mi. Me han dicho que podría tener una enfermedad de esas psiquicas de las que se habla tanto ahora.
Miren.Esta es la chica.
Y les enseñó la foto conmigo.

Me acerco a donde está Ghamsa hablando con los dos religiosos, para darle mi apoyo tácito... Y de paso, fijarme bien en los caretos fe los religiosos al escuchar las palabras de Ghamsa...

   Bueno, la opinión de los locales era sin duda positiva hacia la orden de los Samaritanos, pero dejando de lado a esos misteriosos rapados eran los únicos que parecían estar buscando activamente a místicos, así que se acercó al mostrador y habñó con el otro religioso.

-Vi vuestro panfleto el otro día sobre los afectados por la enfermedad del místico, conozco a alguien que parece estar sufriendo de esos síntomas y desea deshacerse de ellos... Pero no pienso traerlo hasta que me expliquéis como se cura-

   Puede que eso le provocase alguna emboscada en los próximos días. Tocará estar atento.

Atendiendo por orden de llegada, el tranquilo y atento samaritano que está en el mostrador responde lo siguiente:

A Ghaamsa: Hermano, por aquí pasan todos los días decenas de enfermos y sus familiares. Siento no poder ayudarlo. 

A Khemet: Hermano, espero perdones mi ignorancia, pero trabajo en el mostrador de atención porque mis conocimientos médicos no son suficientes. Si me das tus datos, podría organizar una cita con el Hermano Ramas, que a buen seguro sabrá calmar tu inquietud. 

Salah, el religioso de la puerta parece tener muchos tiros dados, y no parece inmutarse ante la solicitud de Ghaamsa.

Adhal espera en la Garuda a que el resto vuelvan de sus pesquisas. Ghislaine anda correteando arriba y abajo y te entrega un libro. Toma, esto lo trajo antes Ghaamsa y no le dio tiempo a mirarlo bien. 

El libro es el diario de Noor, y te sorprenden las entradas finales, de hace unas dos semanas. La forma de expresarse es de alguien que no se encuentra muy centrado.

No puedo dormir. No me atrevo. Tengo la maldición, soy de quien están hablando. Todo lo que dicen, me está pasando a mí.
-
Aram tenía razón. Los medicurgos en el Sanatorio realmente escuchan. Todo va a estar bien, dicen.
-
Es contagioso, dicen. Debo mantenerlo dentro de mí, no debemos permitir que nadie más se vea afectado por esto.
-
He recibido un regalo. ¡Los iconos me han bendecido! El Emisario me habló en mis sueños. ¡Un tiempo de cambio estará pronto aquí!

Hermano.
Estoy seguro que no tienen tantos pacientes digamos especiales.
Habrá alguien con quien pueda hablar.

-Claro, ningún problema...hermano-
   Habida cuenta que la mística no vivía en su piso y aún no le había visto nadie entrar en la Garuda, Khemet no dudó en dar sus datos personales para hablar con el tal Ramas.

-Entonces dígame hermano, ¿el señor Ramas es médico o su tarea es más sacerdotal?- Lo dijo en un tono desenfadado, para hacer tiempo mientras negro trataba de convencer al otro.