Partida Rol por web

Freith intenta parar las hemorragias de la paladina, pero no logra discernir bien sus heridas entre tanta sangre, si esto continua así la perderán, Raunix no parece interesado en ayudar, así que observando al centauro se dirige hacia el:

- Tu centauro, puede que estés ciego pero sé que puedes oirme, seguro que tienes magia para curar a Inovaz, si ella muere tu serás el siguiente, te atravesare la cabeza con un virote tenlo por seguro.

Era la única baza que le quedaba, no era muy buena pero no se le ocurría otra cosa.

El centauro, con dificultad, habló:

-Acercadla a mí. Es lo mínimo que puedo hacer para compensar lo que estos pequeños diablos me han obligado a hacer.

Con unas palabras mágicas, el centauro cierra la herida de Inovaz, pero no así sus huesos rotos ni sus magulladuras. Deberá descansar mucho para recuperarse.

-En otros tiempos, gnomo, tus palabra te hubiesen causado la muerte instantánea pero ya mi magia y mis dedos no son lo que eran. Entiendo que queráis matarme por lo que acabo de liberar, pero creedme, éste solo va a matar a aquel que oprime y esclaviza a los goblins azules, a nadie más. A vuestros amigos no les pasará nada... a menos que uno de ellos sea el propietario de la plantación -las risas terminaron en una sonora tos. Aquella broma no os hizo la menor gracia.

Por suerte el centauro colabora y la paladina ya no esta a las puertas de la muerte, ha estado cerca y sirve para recordar que esos bichos azules pueden ser muy peligrosos.

- Bien centauro, que clase de criatura es esa que habéis invocado, los xvart no tienen nada para pagaros, por que hacéis esto? - mira hacia sus compañeros - si podéis moveros será mejor que sigamos delante y cubramos a Boff.

El centauro ríe.

-Siempre he odiado a nobles y explotadores. Lo que se ha invocado es un ser del inframundo, de otro plano de existencia. Es un cazador imparable y no parará hasta que haya acabado con su objetivo.

Ya había escuchado suficiente, se acercó al Centaura y puso el filo de la espada en su cuello.

-Está bien, tu historia ha sido muy bonita, pero lo que has liberado amenaza a mi pagador que ahora es propietario de la plantación, por lo que tu muerte está escrita, salvo que puedas curar a la paladina.

Raunix comenzó a presionar con la hoja de la espada mientras comenzaba a salir un poco de sangre

-Tú decides, y no me caracterizo por mi paciencia.

-En dos siglos de vida me han amenazado muchos, joven, y nadie jamás ha acabado conmigo. Estoy débil pero aún puedo usar algo de magia para enviaros a vosotros tres a otro plano de existencia. Entiendo vuestro enfado y comprendo que queráis vengaros pero no es la solución.

Su cara cambió. Parecía estar hablando muy en serio.

-Hay una forma... hay una forma de enviarle al inframundo otra vez pero estoy demasiado débil para viajar en busca de lo necesario. ¿Lo haríais por mí? 

Por un momento parecía que Raunix iba a cabrear al centauro y hacer que nos enviaran ha algún infierno perdido de la mano de los dioses, por suerte el viejo está demasiado débil como para atacarnos, pero el guerrero tiene que ser más cuidadoso con lo que dice, y la paladina no es que sea un parangon de la simpatía.

- Muy bien, si hay una posibilidad de acabar con esa cosa hay que aprovecharla, tenemos que volver cuanto antes con Boff, así que dinos que hay que hacer.

Esperemos que el resto este igual de colaborador que yo.

Antes las palabras del centauro, el Umbra separa su espada y la guarda en la vaina. La gran tensión del momento hizo sacar su temperamento agresivo, pero por suerte antes de cometer una estupidez, Freith había actuado con cabeza, eligiendo sabias palabras.

-Estoy de acuerdo con lo que dices Freith, si podemos frenar esta locura es el momento de hacerlo.

Una algaravía comienza a oírse por todos lados de la cueva. Los xvarts, al ver algo en la mansión, han comenzado a slair de sus chozas y están amotinándose por toda la plantación

-Ahora... ahora empezará la revolución. Centenares de estos bastardos azules saldrán al campo y arrasarán con todo. Yo, yo crearé una barrera y me mantendré escondido aquí, además intentaré daros tiempo, lo necesitaréis. Apuntad, una... una escama de tres dragones diferentes, uno de cada alineamiento. Necesitamos una piedra o tierra del lugar de donde procede la criatura y, y...

Una tos fuerte le interrumpe. Luego, el ruido de los pequeños seres yendo por los pasadizos de la cueva invade toda la cámara.

-Tres escamas, una de un dragón de diferente alineamiento. Tierra o piedras del plano del cuál procede la criatura y ya está. Vienen, y van a daros problemas. Dadme, la mano, confiad en mí y os sacaré.

A regañadientes os dais la mano y Raunix se la da al moribundo centauro. No sabéis que es lo que trama pero oís a muchos, muchos xvarts. El anciano pronuncia unas palabras en un idioma que desconocéis y ¡puf! de pronto aparecéis en la mansión.

El carro de Amazo os lleva presto a Vastallanura, la cuál está completamente en llamas. El olor a tabaco quemado inunda todo el valle y la mansión... lo que queda de ella se podría decir, está siendo consumida por el fuego. Por todos lados andan esos xvarts rebeldes que, ante la ausencia de guardias y del señor Spencer, se han tomado la justicia por su mano.

Cuando el carruaje sale del portal y os deja enfrente de la mansión, Amazo te pide la tarjeta.

-Y hasta aquí llega el trato que te ofrecí. A partir de ahora, para seguir usando mis servicios deberéis pagar cómo el que más... o volver a trabajar para mí. Os dejo con vuestros... peliagudos asuntos. En cuanto al elfo, considerad un regalo que lo haya transportado gratuitamente. ¡Suerte!

El azulado ser se despide con un gesto y al grito de ¡arre! sus caballos de ocho patas volvieron a correr hacia un nuevo portal.

Ahora debíais localizar al centauro y a vuestros amigos, de los cuáles no había ni rastro.

-Menudo lugar para salir del portal. Ha sido un placer, pero yo aquí no me quedo.

Y dicho esto el elfo sale corriendo entre los campos de tabaco.

"Si lo pillan los esclavos lo van a decapitar" piensa Raunix. 

Estáis solos, los dos y una Cecil bastante debilitada. Aún era noche cerrada por lo que aún había tiempo de frenar al Acechador y evitar que eliminase a Boff a partir del alba. Recordáis que la escritura dice que heredará al pasar una noche en la mansión, por lo que el monstruo, encargado de matar al propietario de Vastallanura, primero debe eliminar a Spencer y luego, a partir de la mañana...

-¡Maldita sea Raunix, ahora lo entiendo todo! Esto ha sido una pantomima, ¡Spencer ha provocado todo esto, ¿no te das cuenta? ¡Si sobrevive a esta noche el ya no será el dueño legal de la plantación, el Acechador matará a Boff y el podrá volver a quedarse con todo sin la menor sospecha! ¡Debemos hacer algo, debemos ir a ayudar a Boff! -explica Hardem.

A lo lejos veis un grupo de cinco xvarts armados que chillan y brincan. Es probable que os vean si continuáis allí en medio. ¿Qué haréis, ir a ver al centauro y esperar a vuestros amigos? ¿Esconderos y esperar? ¿Registrar la casa? ¿Encontrar un modo rápido de ir a Zazesspur en busca de Boff y los demás?

Gracias a Amazo habían llegado a su destino rápido. - Muchas gracias Amazo. La próxima vez que nos veamos seguramente será para trabajar de nuevo juntos. Seguramente cuando esta aventura acabe. Si la acabamos con vida. le dijo sonriendo mientras este ya marchaba. 

La cosa estaba bastante turbia. La plantación estaba en llamas y el anciano no tardó en largarse por patas al ver la situación. - Mucha suerte en tu nueva vida. le dijo al verle partir. - Bueno a partir de aquí debemos conseguir la tierra y reunirnos con el resto. Lo cual no sabemos ni donde están por lo que lo mejor será ir allí donde encontrasteis al centauro que invocó a esta criatura y consigamos la tierra. Con escavar unas capas de suelo deberíamos conseguir tierra lo suficientemente antigua.

La campos seguían siendo una zona de guerra. El guerrero veía que la locura seguía conquistando el lugar, y los Xvart no se frenaban. Al poco Hardem expuso de manera clara y concreta lo que pensaba que estaba sucediendo.

-Creo que en parte tienes razón pero me extrañaría que Spencer deje caer su cosecha, aunque no soy experto en como van estos temas, quizás se puede replantar de forma rápida...pero hay algo en mi interior que me dice que tus reflexiones son ciertas. Vayamos en busca de la tierra y del centauro, si los demás han conseguido las escamas es lo más lógico encontrarnos allí.

Os dirigís con cautela hacia el granero y de allí a la cueva donde estaba el centauro. Raunix se acordaba perfectamente de lo acontecido allí. Cuando llegáis veis al anciano centauro recostado y herido, pero vivo aún.

-Lo... ¡lo habéis conseguido! 

Estudió al centauro herido mientras les hablaba. No parecía estar en buenas condiciones pero debería bastarles para realizar el hechizo que debía de hacer.

- Aunque no se lo crea, tenemos todo lo que necesitamos en esta cueva. Tenemos que buscar una piedra de esta cueva mientras viene el resto. Así de simple era nuestro encargo, sin embargo nos ha llevado a un viaje que ninguno de los dos esperabamos realizar.

Raunix no pudo apenas disimular la muestra de odio hacia el centauro, a pesar de que era el único que podía revertir la situación.

-Efectivamente, lo hicimos pagando un coste muy alto por ello. Hardem encontremos lo que necesitamos y confiemos en que Boff y los demás hayan logrado las escamas.

El Umbra comenzó a buscar la piedra que necesitaban, cuanto antes estuvieran listos más tranquila sería la espera.

-Perfecto, nos habéis hecho un gran favor. Ahora solo hace falta esperar a los demás.

El viejo centauro se quedó congelado de terror. Por el estrecho túnel, ocupándolo casi todo a medida que se acercaba, el asombroso pegatauro, el guardaespaldas de Spencer B. Berwick, Dasshade, os hablaba sonriente.

De pronto, una extraño campo de fuerza os atrapó y nada podíais hacer para liberaros. El pegatauro se acercó al viejo centauro y... 

-¡No, no por favor! ¡Mi familia!

Con un rápido mandoble le cercenó la cabeza. La sangre os salpicó a todos.

-El centauro perseguido por las fuerzas de Tethyr era yo. Siempre he sido yo. El viejo centauro capturado por los xvarts no era más que un miserable anciano que fue capturado y amenazado con la muerte de su familia si no cumplía con la farsa. Cabe decir que la ha interpretado a la perfección. Y tranquilo viejo, tu familia fue liberada hace tiempo, no somos tan malvados.

Una docena de xvarts entraron en la oquedad y os cogieron en volandas, llevándoos al otro extremo del túnel. Una vez fuera os pusieron dentro de un círculo. Dasshade apareció pronto. Los xvarts cantaban y bailaban a vuestro alrededor.

-El Acechador se está retrasando. Y los demás, también. Odio la impuntualidad. 

Aparecéis todos dentro de un círculo, en medio de uno de los campos quemados de tabaco de Vastallanura. Pra vuestra sorpresa, estáis rodeados de xvarts y os encontráis con Hardem y Raunix completamente erguidos, inmóviles. En un instante, todos vosotros, junto con Spencer, sois incapaces de moveros.

-Estaban tardando demasiado, Dashade, y tu maldita invocación tardaba demasiado. ¡Oh, hola Hardem, hola Raunix!