Partida Rol por web

Sigues a las criaturas por el estrecho túnel y caminas largos minutos hasta llegar a una sala grande donde hay una veintena de xvarts y, en medio, un centauro anciano y moribundo. Parece estar ciego pero nota tu presencia.

-Adoradora de Helm... acércate.

Innovaz sale corriendo sin pensar en los demás como es normal en ella, conseguirá que nos maten o que la maten, no entiendo como ha formad parte de un grupo hasta ahora.

- Ven Raunix, tenemos que pararla antes de que cometa otra locura, intenta no hacer ruido o nos rodearán.

Si pillamos por sorpresa a los de la hacienda puede que estos bichos azules tengan éxito y evitemos un baño de sangre.

Raunix hace un rápido análisis de la situación, y la peor opción es pasar la noche donde les alojaron por lo que a pesar de no querer apoyar una revolución, decide eguir al resto, y cuando sea el momento de unirse a Boff y Hardem lo hará. Estaba claro que no pintaba una noche tranquila desde el principio.

Avanzáis por el diminuto pasillo. Está todo oscuro pero oís voces muy lejos. Avanzáis durante minutos que os llegan a parecer horas hasta llegar a una cueva bastante grande, toda llena de xvarts.

Allí está Fuxan y también la paladina, mirando atónitos la escena. En medio de los xvarts está el anciano y ciego centauro que buscan las autoridades de Tethyr.

-Vaya, más invitados a la fiesta. ¡Bienvenidos! ¡Contemplad el poder de Karon, el mago supremo de las Llanuras del Este!

-No os veo pero puedo sentir vuestro poder. Siento lo que voy a hacer, perdonadme. 

Sin que os de tiempo a reaccionar veis como el resto de xvarts, con puñales en las manos, comienzan a acuchillar al pobre Fuxan, sin que él pueda hacer nada ni esquivarlo a tiempo. En el momento en qué os lanzáis a intervenir, un campo de fuerza invisible os lo impide.

De pronto, todos los xvarts acercan el cadáver de Fuxan al centauro y este comienza a recitar unas palabras mágicas. La sangre del cadáver cae al suelo pero rápidamente comienza a flotar en el aire. Se crea un círculo de gotas cada vez más y más grande hasta que al final se crea un portal. De él sale algo terrible, de más de dos metros y medio de altura, que atraviesa con facilidad el campo de fuerza y sale corriendo por el portal sin que vosotros podáis hacer nada.

Cae el campo de fuerza. El centauro parece desvanecerse por el esfuerzo mientras que los xvarts (hay siete) se interponen entre él y vosotros. ¿Qué hacéis? Uno de ellos, aún con la sangre de Fuxan en sus brazos, os dice:

-No tenemos nada contra vosotros extraños. Esto es entre los esclavos y el mediano del vestido blanco. Hoy la Venganza Suprema se consumará y todos, ¡TODOS seremos libres al fin!

El espectáculo era dantesco, el centauro ciego uso la sangre del pobre Fuxan para invocar algo terrible y lanzarlo en la plantación, estos bichos son capaces de matar a Boff y ha Hardem, hay que impedirlo.

- Creo que no veis el problema de usar cosas de otros mundos para eso, ese centauro os va a exclavizar igual!

Tras lo cual saca su ballesta y ataca al bicho más cercano, esperando aprovechar la sorpresa.

El primer xvart recibe un virotazo que le destroza la oreja izquierda. Esto hace estallar de rabia a los seis enanos azules que le acompañan y todos, con sus espadas cortas, cargan hacia vosotros tres.

-Pues empezamos bien la cosa, de una rebelión acabamos en una emboscada, os quedan prohibidas las tomas de decisión en una temporada.

Raunix se prepara para un nuevo e inesperado combate. Esperaba poder combinarse bien en la lucha, Inovaz ya había demostrado sus capacidades de lucha y Freith parecía ágil y audaz.

-Intentemos acabar con los máximos que podamos y corramos a la mansión, no me gusta la pinta delo que han conjurado...

La verdad, es que la paladina no estaba por poner objeción. Se imaginaba que sería un sacrificio, y por el poder de la sangre, se haría una invocación especial. No le sorprendía nada en este momento; o por lo menos, aquello, no lo consiguió. Ni si quiera se abalanzó para intentar salvar al reo del sacrificio. Vio el campo de fuerza, luego. No lo notó. No se imaginaba que sería el camino este, pero estar ante una revuelta de esclavos ... no le parecía mal. Incluso la apoyaba. Lo que no estaba por permitir es que luego la tacasen.

Se tomó la pocimita que le quedaba, que no pareció hacer gran cosa y contraatacó. La verdad, es que usó el mismo sistema que antes. Quería deflectar el ataque de aquellos monstruitos, y luego, empezar con la limpieza.

- Seréis petardos. Los insultó entre dientes. - Que vuestro engendro mate al tipo de blanco ... me parece bien, ... dejó que la frase se estirase por si sola, ... pero allí tengo amigos, y no controláis sus actos.

El más enclenque de los xvarts carga con su cuchillo hacia Freith pero es esquivado fácilmente. El problema está en el segundo, el que tenía la oreja destrozada por el virotazo, el cuál lanza un espadazo al costado del gnomo. El arma, muy afilada, atraviesa carne y hueso con mucha facilidad, dejando al gnomo malherido.

Dos xvarts más cargan contra la paladina, la cuál, sin armadura, parece ser un objetivo fácil. La cogen bebiendo la poción, momento que aprovechan para acuchillarle el vientre.

Dos xvarts huyen pese a los gritos del goblin azulado con la oreja reventada. Ese parece ser el líder. 

Por último, uno de los xvarts carga contra el umbrío, pero éste esquiva al goblin con suma facilidad.

La situación está complicada, especialmente para la paladina, que necesita atención médica inmediata.

-Malditos bichos azules, en ningún momento parecían de fiar, y ahora se vuelven completamente locos. -gritó el guerrero, mientras ejecutaba un veloz movimiento sobre si mismo aprovechando la incercia del mismo lanzó un poderoso golpe que le permitió decapitar a su enemigo.

-Tenemos que salir de aquí y correr a la mansión. -Les indicó a sus compañeros.

La cabeza rodando del xvart puso nerviosos a los demás, que vieron como aquel ser encapuchado y de piel oscura no tenía reparo alguno en combatirles. Los dos que luchaban con Inovaz se pusieron en el camino de Raunix, protegiendo al líder.

Mientras el combate continua Freith da un paso atrás mientras prepara otro virote y lo lanza contra el Xvart que le estaba atacando junto al que ya había recibido, esperando acabar él y que el otro se desangrara.

El virote traspasa la frente del xvart como si fuera mantequilla. Al caer él, todos los demás huyen despavoridos hacia el interior de la cueva, dejando al centauro ciego solo.

Pese a ello, Inovaz está en el suelo, moribunda, y debéis hacer algo rápido.

-Freith si puedes ayudar a la paladina hazlo, sino la cargamos al hombro y nos la llevamos, debemos de salir cuanto antes para advertir a los demás. Los azules ignorantes no saben ni que han convocado.

El umbra agarró con fuerza la espada, caminó hacia el centauro para comprobar si seguía con vida y poder saber algo sobre la bestia convocada. La situación se había descontrolado por completo en unos instantes. Confiaba en que el pícaro pudiera hacer algo por Inovaz pero tenía calro su prioridad. En caso de que fuera una carga la dejaría atrás.

La mujer había perdido arma y escudo. Había perdido todo lo que no estaba firmemente asido, pero la motosierra, aferrada con ambas manos, era lo que le ayudaba a presionar sobre la herida y miticar el dolor. Cuando más dolía, más se apretaba, y si no fuera por que tiene un asidero que hace que esté aferrada a su mano derecha, hubiera perdido aquello también. La sierra no se movía. No tenía fuerza para presionar el accionador que tenía, y además, su desmayo y caída habían hecho que se calase y esta, por si sola, se había apagado.