Partida Rol por web

—¿Más personas como ellas? ¿Por qué piensas eso…? Si lo que sea que hacen sirve para salvar de la muerte, cada vez que lo hagan debería llamar mucho la atención —razonó Nao.

Ante la pregunta sobre si había sangrado en alguna otra ocasión de esa manera, la chica se sorprendió. No creía que hubiera sangrado así nunca antes. Aunque no podía estar segura, claro.

Cuando preguntó sobre si pensaban que pudiesen estar contagiando a otros, Nao mostró cara de preocupación.

—¿Por qué pensáis que podría ser contagioso? No creo que algo así se contagie —dijo, aunque sonó algo insegura. Si eso fuese así, entonces el instituto sería un auténtico foco de contagio…

Al ver la imagen que mostró Rin, Nao se limitó a bajar la mirada, incómoda. Sus sospechas se habían confirmado. ¿Cómo había podido Aoi tener una relación con un profesor?

—Lo… Lo siento, Rin… —murmuró. Si él se mostraba un poco espabilado, podría darse cuenta de que Nao no estaba tan sorprendida como debería.

Sata mira con cierta sorpresa a Rin cuando habla, parecía extrañado, entonces enseña su móvil mostrando una foto, el periodista se sorprende abriendo los ojos bastante y mira a Mieko con cara interrogante, sin embargo, la ver la reacción de esta parece tranquilizarse un poco, después mira de nuevo a Rin.

No os preocupéis, esta no es una revista de esas sensacionalistas. Nosotros somos una revista de ciencia y de misterios paranormales, ese tipo de cosas no nos interesan… como le dije a Mieko hace unos días, al principio de todo esto, estoy investigando lo que sucede por la rápida recuperación de Aoi, para saber si es algo científico, paranormal y sobretodo si es algo bueno o malo.

Después mira a Nao, se queda unos segundos pensando en lo que ha dicho la chica y añade:

Quizás si o quizás no. Puede que estén aun en fase experimental de los tratamientos y no quieran que se entere el gran publico, quizás están perfeccionandolo o quien sabe. No olvidemos que tanto Makie como Aoi son dos chicas anonimas… ideales para poder hacer pruebas

Después mira de nuevo a Nao y dice:

Bueno, digo contagiando porque no quiero cerrarme a ninguna opción, no se si les estaran administrando alguna medicina o algo, pero cambia contagiando por extendiendo.

Se acerca a Rin y le coloca una mano en el hombro, con cierta preocupación y le habla en tono amigable:

Es normal que te afecte, pero piensa que en esa foto se le ve feliz y por lo que me habéis contado de ella es una chica muy madura, lo que si estoy seguro es que ahora mismo debe estar pasándolo muy mal con lo que ha pasado y que es el momento de estar con ella, ¿no crees?

Rin levanta su cabeza para mirarles a todos y sonríe con amargura.

-Eso no puede negarse, pero mi malestar no es porque ellos tuvieran una relación, es el hecho de esta revelación me hace dudar del accidente, estaba totalmente convencido de que fue Seto San quien la empujo, pero ahora no se si fue ella quien salto-

El solo pensar en ello lo hacía estremecerse, se levantó del suelo, pero aún se vería la indecisión en su rostro, tomo su celular y envío algunos mensajes.

-Takeuchi San, aparte de la foto ¿Ha descubierto alguna otra información?-

Había preguntado por más información, pero luego de recibir respuesta del correo enviado, sabía que debía partir de inmediato.

Miro al periodista y luego a sus compañeras -Lo siento, debo irme, ya luego pueden contarme si saben algo más, pero ciento que es más urgente mi presencia en otro lugar- hizo una gran reverencia y se disculpó, salió corriendo del lugar, se dirigía a la casa de su amiga.

En su mente las palabras de Sata resonaban:

Es normal que te afecte, pero piensa que en esa foto se le ve feliz y por lo que me habéis contado de ella es una chica muy madura, lo que si estoy seguro es que ahora mismo debe estar pasándolo muy mal con lo que ha pasado y que es el momento de estar con ella, ¿no crees?

Y la advertencia del policía ya no le importaba, eso es lo que haría Kenji Kun y su obligación ahora que él estaba lejos.

Eso de que el hombre no quisiera hacer pública la historia de Aoi con el profesor era buena señal. Pero todo lo demás que estaba contando era una locura. ¿Estaban administrando un tratamiento sin permiso y sin que nadie se enterara? Aquello era digno de una historia de terror. Y además no ellos no podían hacer nada.

—¿Que fue ella la que saltó…? No… No creo… El profesor parecía bastante alegre aquel día, así que nadie debía de haber descubierto nada todavía. No. No creo que su relación con él tuviese nada que ver —explicó Nao.

—¿Te vas…? —Parecía extraño que quisiera irse tan rápido, cuando estábamos discutiendo información importante sobre su amiga. ¿Qué podía ser tan urgente?—. Vale. Si necesitas algo, llámanos.

—¿Más personas como ellas? ¿Por qué piensas eso…? Si lo que sea que hacen sirve para salvar de la muerte, cada vez que lo hagan debería llamar mucho la atención —razonó Nao.

—Sí, pero si lo han probado ya con Seto-san y Aoi... ¿qué nos asegura que no lo hayan probado en más personas, o que piensen hacerlo? Si pudieras traer a alguien de la muerte... ¿elegirías a las personas más cercanas a ti, como podría haber pasado con ellas dos, o aplicarías la cura indiscriminadamente a todos los que pudieras? ¿Y qué supondría en el mundo este cambio?—empiezo a entender el porque a Sata y a la revista les interesaba este tema. Cuando no teníamos seguro de que fuera verdad, teorizar sobre el tema abría muchos debates y problemas. Ahora que parecía ser real, la puerta se había abierto de manera definitiva. Ya tenía ganas de leer el artículo terminado y todo.

Asiento ante prácticamente todas las palabras de Sata, solo deteniéndome cuando habla de manera directa a Rin. No porque no esté de acuerdo, sino porque verle responder de esa manera, tan seguro y dando un punto de vista nuevo sobre la situación... La verdad es que me gustaría aprender eso de él.

—No, la verdad es que no sé mucho más...—le respondo a Rin cuando pide información, aunque el chico ya estaba prácticamente yéndose. Me pregunto adonde irá con tanta prisa, él solo. Al menos sabe que nos puede llamar si necesita algo en algún momento...

Una vez se va, me giro hacía Nao y hacía Sata. Sentía que habíamos cerrado una parte importante del caso, pero por otra parte...

—¿Por dónde deberíamos continuar investigando...?-pienso en voz alta mientras ordeno mis pensamientos. ¿Y si...?

La teoría de Mieko hacía que la cara de Nao palideciese. Lo que decía era terrible. Administrar un tratamiento a muchas personas sin permiso, para experimentar. ¿Cómo podrían ser capaces de hacer algo así?

—Pues… No lo sé… —contestó a Mieko, indecisa—. Podríamos intentar averiguar si ha habido más casos similares a los de Aoi y Makie. Además, la policía debería investigar al doctor Seto. —No se me ocurría mucho más. Éramos unas simples estudiantes de instituto, no detectives.

Me preguntaba por qué se había ido Rin por su cuenta. Nosotras también queríamos descubrir qué estaba pasando, pero no nos había ofrecido ir con él. ¿Acaso creía que no le seríamos de ayuda? ¿O es que era algo tan delicado que prefería que no lo supiéramos?

Tras un buen rato, casi una hora debido a la lejanía de la casa de Aoi y que el transporte publico era especialmente lento ese día por fin Rin llego a la casa de Aoi. Como el sabia, la casa de la chica estaba en una de las zonas mas pudientes de la ciudad, una casa de estilo occidental, con un patio delantero y dos plantas. Rin sabia perfectamente que los padres de Aoi trabajaban muchos meses en el extranjero y en esos momentos estaban en China, sin embargo, eso era algo que a la maura Aoi no le importaba demasiado.

Al llegar a la puerta exterior Rin pudo ver como pese a estar cerrada no lo estaba con llave, en lugar de ello pudo entrar fácilmente. La casa estaba en silencio y la puerta principal estaba entre abierta. Desde ahí podía ver como todo estaba tranquilo y en silencio, al estar las cortinas echadas y las ventanas cerradas estaba todo a oscuras y en silencio, unicamente había un sonido que provenía del cuarto de baño de la planta superior, un goteo incesante de agua.

Sata parecía reflexionar sobre todo lo que decían las chicas, en cierto momento comienza a hablar:

Entonces, recapitulemos un poco… sospechamos que le han hecho algo a Aoi y a Maki, lo cual tiene sentido, si Maki es Makie esta claro que el doctor Seto haría lo que fuera para recuperar a su hija que murió trágicamente… o al menos eso es lo que supongo que haria cualquier padre

Mira a las dos chicas unos instantes, después al techo y luego empieza a hablar mientras vuelve a mirarlas:

Eso nos da un motivo para Maki, pero para Aoi… supuestamente es amiga o bueno, lo fue de Maki pero Aoi no lo recordaba y ella estaba bien antes del incidente del tejado… lo piense como lo piense todo me lleva a doctor Seto...

Todo le parecía extraño a Rin, porque se dejaría la puerta abierta, el terror comenzó a apoderarse de él, se preguntó si alguien había llegado antes que él, lo peor de todo era el goteo de la planta superior, su mente estaba durativa, por un lado quería correr hasta arriba para ver si su amiga estaba bien, pero por el otro lado le apenaba que pudiere encontrarle en una posición que los avergonzara a ambos, estuvo unos minutos respirando pesadamente donde estaba.

Las ideas de Nao y Sata me intrigan mucho, además de que tiene sentido de que sean nuestros siguientes pasos a seguir. Pero no me pasa desapercibida la indecisión de Nao, que desinfla un poco mi energía. Claro que sé que de estos temas se deberían ocupar los adultos, pero no es lo mismo que lo investiguen unos policías anónimos a que lo investigue Sata, con quien siempre puedo hablar.

—¿Le vas a investigar, no? Necesitas el "por qué" para tu artículo, y el Dr. Seto parece la clave. Y podríamos ayudarte.

Espero que mi propuesta no suene tan desesperada como me suena a mí. Pero aparte de poder acercarnos a la verdad a través de Sata, no quiero perderme la oportunidad de verle en acción.

Mieko no parecía querer quedarse al margen. Estaba dispuesta a seguir investigando lo que estaba ocurriendo. Concretamente quería investigar al doctor Seto. Nao se sintió indecisa. Por un lado, aquello parecía mucho más grande de lo que unas simples estudiantes de instituto podían abarcar. Pero por otro, todo aquello había involucrado a una amiga, y podría afectar a ellas también. Además de que si se echaba atrás, Mieko quedaría sola.

—Sí… Si quieres investigar esto, nosotras podemos ayudar en lo que podamos… —murmuró Nao, con la voz cargada de inseguridad. Ella no quería involucrarse en un asunto tan complicado y peligroso, pero también quería que todo aquello acabara.

Rin se siente unos momentos duditativo, realmente notaba como no sabia que hacer, sentia cierta duda, o quizás miedo de adentrarse en la casa, sin embargo, quizás el pensar en que le pudiera suceder a algo a Aoi, hizo que e armara de valor y de decisión. Tras tomar aire profundamente se dirige prácticamente corriendo hacia la planta superior.

No tardo demasiado en llegar, allí el lugar estaba igualmente a oscuras y en silencio, tras andar unos metros nota que pisa algo, es un liquido, el suelo esta algo resbaladizo, por lo que tiene que andar con cuidado para no resbalar. Apenas quedaban unos pasos, cuando esta a punto de caerse ya que aquel liquido viscoso que no conseguía ver bien que era casi le hace resbalar.

Al llegar al baño puede ver que junto a la puerta hay un cuchillo de los grandes de cocina que esta lleno de sangre, o al menos parece sangre, ya que es quizás demasiado oscura por lo que puede ver, aunque no esta muy seguro. Aoi no parece estar allí, pero al fondo de la sala se encuentra la bañera, tapada por la cortina y de ahí es de donde proviene el sonido del agua que gotea

Sata observa a las chicas unos segundos, tras unos segundos en silencio finalmente sonríe levemente y colocando la mano en la cabeza de Mieko dice:

Vaya, parece que tenemos a toda una investigadora aquí mismo.

Luego mira a Nao y añade:

Claro que agradeceré mucho vuestra ayuda.

Toma una libreta y un bolígrafo, ademas de una mochila bandolera y añade:

De hecho quería ir ahora mismo a hablar con el doctor Seto… bueno, he conseguido una cita con el, como esta revista también habla de avances médicos y demás, he conseguido una reunión con el, ¿queréis venir conmigo?

El terror recorre todo su cuerpo, no sabe qué hacer y no se atreve a entrar en el baño, teme lo peor, rápidamente toma su móvil y manda un par de mensajes.

Luego respira profundamente y se dispone a entrar en el baño.

No puedo dejar de sonreír. Al final, habían resultado ser infundados mis temores a que estos dos mundos míos, por una parte mis amigos de clase y por el otro Sata, no encajaran. No solo me había equivocado, sino que esta unión iba a ser de gran utilidad, gracias a la invitación de Sata para que le acompañemos. Quizás, si lo hacía muy bien podría llegar a trabajar junto a él. Este lugar, él, la revista... ahora mismo era el lugar que imaginaba cuando pensaba en el futuro.

Mientras Sata se prepara para salir, yo hago lo mismo, buscando a toda prisa algún boli y libreta dignos de lo que se venía ahora. Claro que por casualidad vi la notificación emergente del móvil, con el mensaje de Rin... Levanté la vista hacía Nao y Sata, ya sin ninguna sonrisa.

—Es Rin, dice que algo ha pasado con Aoi en su casa.—mientras hablo, araño sin darme cuenta la cubierta de la libreta elegida. Sé que lo correcto sería correr a casa de Aoi sin dudarlo, pero me siento indecisa. Me gustaría tanto ir a la entrevista del doctor Seto... No, Mieko, olvídate de eso. Inspiro.—Creo que deberíamos ir con ellos.

Si el día ya había comenzado de manera extraña, a medida que avanzaba se iba tornando en una espiral desconocida de la cual se sentía atraído aunque sabía que podía resultarle perjudicial al final del trayecto. Había estado toda la noche dándole vueltas al tema de Seto y Aoi, a su extraña “resurrección” (si es que podía llamarlo así) y el cambio que ambas parecían haber dado, tanto físico como mental. Tenía sus razones para investigar, las mismas que a cada nuevo descubrimiento le hacían tener rayos de esperanza para su propio problema, pero temía las consecuencias de la misma.

La muerte del profesor fue un caso aparte, o al menos así quería verlo. Evidentemente no se alegraba por ello aunque reconocía que tampoco sentía ninguna simpatía por el hombre, cuyo único propósito parecía observar a las chicas mientras sudaban en clase. Tampoco le importaban, por lo tanto, los rumores sobre romances o a saber qué que comenzaban a circular, posiblemente la primera de cientos de historia para saciar la morbosidad de la gente, pero sí que quería descubrir si, después de todo, también “volvería”.

No tengo relación con ninguna de las dos implicadas, desconozco si antes habían tenido ese problema de “sangrado negro” – Se encogió de hombros cuando dejó sus pensamientos a un lado para responder al hombre, aunque su testimonio no valdría de mucho.- Tenemos una enfermería, Eiko se encarga de ella.- Al llamarla por el propio nombre, sus compañeros pudieron imaginarse que tenía cierta confianza con la enfermera.- Si hay algún tipo de malestar general supongo que habrán ido a verla, ¿no? – Alzó una ceja, como si acabara de decir lo más evidente del mundo aunque ni siquiera a él se le había ocurrido antes.- ¿Habéis hablado con ella?

El periodista agradeció la ayuda de las chicas. Aunque Nao no estaba convencida de que ella fuese a ser tan útil.

Cuando les ofreció ir con él a ver al doctor Seto, Nao se sintió un poco nerviosa. Al fin y al cabo, iban a ver a un médico reconocido y famoso, que además parecía estar implicado en una serie de actos terribles. Aun así, asintió.

Viendo que ambos tomaban papel y bolígrafo, Nao sintió que debía hacer lo mismo, aunque no sabía qué podría apuntar.

—¿Puedo tomar esto prestado? —preguntó, señalando una libreta y un bolígrafo.

Mientras se preparaban para salir, llegó una notificación al móvil de Nao, quien lo miró con preocupación. ¡Algo estaba pasando en casa de Aoi! ¡Y parecía grave!

—Sí, deberíamos ir. Lo siento, señor Sata. Es urgente —se explicó Nao. Debían ir lo antes posible.

Rin camina con precaución, el baño esta a oscuras y apenas puede ver, aunque si lo suficiente. En el lavabo había varias cuchillas con restos de sangre y un cuchillo. Con cuidado para no resbalarse llega a la bañera y entonces lo ve

El agua era casi negra y estaba a punto de rebosar, en ella con el cuerpo boca abajo y con el pijama puesto estaba claramente Rin la cual parecía no moverse