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Creación, Olvido.

Forjados.

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01/05/2015, 12:47
Gargoltar el Forjador

Forjados

 


Descripción

 

Los Forjados son la raza hija de Gargoltar, unos seres creados a partir de la pureza y resistencia de los metales de los que su creador es amo y señor. Suelen medir entre 1,80 y 2,40 metros, y tienen un elevado peso, cuyo mínimo ronda los 120 kilos, ya que, al fin y al cabo, están hechos de metal. Son seres con una fuerza relativamente elevada, y una alta resistencia al daño, que junto con la ausencia total de dolor les hace bastante peligrosos. Por suerte o por desgracia, suelen ser pocos en número, en comparación con otras razas inteligentes, además de ser una raza no muy belicosa por naturaleza.

La lógica y la razón guían sus actos, así como la curiosidad y el ansia de descubrimientos. Éso fue lo que Gargoltar implanto en ellos, aunque los Forjados, ya sea por que el dios Forjador no quisiera o no pudiera, carecen casi totalmente de sentimientos. Cosas como la alegría, la pena, el miedo, el odio o la compasión les son totalmente ajenas y extrañas. Las comprenden a un nivel básico, pero no con la profundidad que la empatía y la posesión de ellas puede aportar. Ellos simplemente hacen lo que deben hacer. Entienden el valor de la cordialidad, y suelen ser educados y respetuosos en sus tratos con otras razas pues, como se ha dicho, no buscan el conflicto armado activamente. 

Sus sociedades están organizadas en torno al descubrimiento y la veneración de la ciencia y la tecnología, y, aparte de mantener un cierto equilibrio para poder continuar con su modo de vida, poco más les importa realmente.


Estructura, funcionamiento y repoblación.

 

Los Forjados, en general, siguen una estructura base similar. Constan de un torso con una cabeza, un par de extremidades superiores y otro par inferior. La cabeza consta de un par de aparatos que se podrían llamar ojos, y de una boca más o menos refinada. Las similitudes externas acaban ahí. Parece haber diferentes variantes o modelos especializados, cada uno con funciones marcadas desde el nacimiento hasta la muerte. Todos en esta raza saben eso, y nadie lo pone en duda, ni piensa siquiera en ser otra cosa: no sería lógico ni plenamente funcional.

Todos los Forjados están hechos de metal vivo, pero este material se altera antes del momento de nacer, dejando de ser esa peligrosa y variable amalgama para convertirse en otra cosa. Así, todo su cuerpo se transforma en metales existentes que pueden encontrarse de un modo u otro en la Creación. Mientras que los mecanismos internos, salvo algunas excepciones, suelen estar compuestos de metales de resistencia media-alta, las planchas exteriores, que podrían corresponderse con la piel, varían entre distintos metales en cada Forjado. Esto en términos sociales es puramente estético, salvo en los muy escasos individuos que nacen con una porción significativa de platino en sus "pieles". Estos se consideran tocados por Gargoltar, y suelen ocupar posiciones de sacerdocio o importancia.

Diseminados por la superficie y el interior hay diversos micro receptores de daños, que informan al individuo del deterioro o ataque que sufre su cuerpo.

Los mecanismos motrices normalmente son relativamente simples. Un conjunto de pistones, engranajes y demás maquinaria llevan la fuerza a las extremidades y hacen que puedan moverse, así como a la mandíbula. Los mecanismos de los dedos, en caso de haberlos, son bastante más refinados, constituyendo una auténtica y precisa obra de relojería. Sin embargo, lo importante son los mecanismos internos. Hay cuatro máquinas que posee todo Forjado en su interior: La bobina de potencia, los cilindros cognitivos, el horno de alimentación y el manto aislante.

La bobina de potencia es el mecanismo que mantiene vivos a los Forjados. Genera, de manera eficiente y continua, una gran cantidad de energía eléctrica, que sirve para alimentar al resto de mecanismos y que el individuo mantenga sus funciones motrices, cognitivas y cualesquiera otras que deba desempeñar. La bovina se mantiene funcionando a pleno rendimiento un mínimo de 300 años, en muchos casos incluso 500. Sin embargo, a partir de este momento la bobina empieza a fallar, teniendo picos de subidas o bajadas de energía, o incluso apagones. Un apagón definitivo, o un pico demasiado elevado, son la muerte que espera a todos los Forjados.  Al ser un mecanismo tan complejo, no tolera bien el trato violento. No son raras las ocasiones en las que un Forjado que ha muerto en combate sufre una sobrecarga y electrocuta a su asesino... O directamente estalla, diseminando metralla por todos lados. Suele encontrarse en la parte superior del torso.

Los cilindros cognitivos se encuentran diseminados por el torso y la cabeza, y son los que controlan los sentidos y pensamiento de los Forjados, además de almacenar sus recuerdos y conocimientos. Tienen una gran capacidad de almacenamiento de datos, casi infinita, y de hecho no es raro que los Forjados mueran con mucho espacio en sus cilindros aún. 

El horno de alimentación se encuentra en la parte baja del torso. La boca del individuo conecta con la cámara de fundido de este horno portátil de gran potencia, y es aquí donde se procesa el metal ingerido y se aprovecha, devolviéndolo temporalmente a su función de metal vivo mientras se dirige a donde sea necesario. Aquí cabe destacar una peculiaridad de los Forjados. Normalmente, no necesitan ninguna clase de alimento. Simplemente viven impulsados por su bobina. Pero no pueden generar su cuerpo de la nada. Son los individuos recién nacidos, o aquellos que han sufrido deterioros en su cuerpo, aquellos que deben alimentarse. Los Forjados jóvenes aún no han alcanzado su tamaño y potencia plenas, y deben ingerir alimentos procedentes de seres de metal vivo para expandirse y alcanzar su plena funcionalidad. En cuanto a los deterioros, un Forjado puede sufrirlos por métodos violentos, o por el simple paso del tiempo. Muchas veces las condiciones climáticas o el uso oxidan y desgastan, con el tiempo, alguna extremidad, cosa que ocurre mucho más en la "vejez" de la raza. En estos casos, basta con que se desprenda de lo dañado y vuelva a alimentarse, para poder regenerar lo perdido. 

Por último, está el manto aislante. Esta pieza es una capa protectora que recorre todo el cuerpo del Forjado bajo la capa externa, aislando el exterior del interior. Esta formada de una rara aleación de alta flexibilidad y carente de propiedades conductoras o de oxidación. Tiene una doble función. Por un lado, preservar y proteger los mecanismos internos de cada individuo de las condiciones ambientales. Por otro lado, preservar al exterior de los mecanismos internos del Forjado. El interior de cada individuo es un lugar recorrido por descargas eléctricas de una potencia brutal, así como temperaturas elevadísimas cuando el horno está en funcionamiento. Por ello, sin un aislante, todo ello se transmitiría con el toque de los Forjados, pudiendo provocar accidentes no deseados. 

Finalmente, cabe mencionar el método de reproducción de esta raza. No poseen ninguna clase de órgano sexual, ni rito de apareamiento. Ni siquiera una unidad familiar. Por tanto, la reproducción de la raza forjada se produce, podríamos decir, de manera externa. Son generados por enormes máquinas, al igual que el resto de animales creados por Gargoltar. De momento, sólo han encontrado una gigantesca máquina-catedral, a la que han llamado Inicio. Como es evidente, estas máquinas escasean, y alrededor de cada una suelen organizarse las ciudades de esta raza. Su complejísimo funcionamiento sólo está al alcance del dios que las creó, que a su vez se mantiene de hacerla funcionar. El ritmo de generación de Forjados puede parecer aleatorio, pero realmente responde a la voluntad del dios, creando más cuando son más necesarios o corren más peligro. 


Psicología y Sociedad

Como se ha mencionado, los Forjados son ajenos a la mayoría de sentimientos, si no todos. Su vida se rige por la lógica y la razón, la eterna búsqueda del progreso y la perfección, y sólo eso los mueve. El trabajo, por tanto, es un pilar fundamental de la sociedad. Ésta se divide en cuatro facciones, cada una designada en función de su ocupación. Están los Trabajadores, que se dedican a las tareas de producción y recolección, tienen en sus filas desde mineros, cazadores y "agricultores" hasta herreros, joyeros... Después están los Defensores, que se componen de las fuerzas militares de la raza, desde soldados hasta altos tácticos o ingenieros de asedio. La tercera facción es la de Desarrollo. En ella se encuentran todos aquellos que hacen avanzar la tecnología, toda clase de inventores, químicos, ingenieros (salvo los de asedio)... Por último, se encuentra la Iglesia de la Rueda Dentada. Esta última facción, mucho más reducida que el resto, es la que dirige los asuntos espirituales y de adoración de la comunidad.

Entre los Siete Primeros, había dos individuos de cada una, salvo de la Iglesia de la Rueda Dentada, de la que sólo había un individuo. La selección para una u otra facción se realiza desde el nacimiento, analizando las capacidades del nuevo Forjado. Toda la raza es dirigida por un consejo, formado por el miembro más brillante de cada facción, que deciden el destino de todos los Forjados. 

No hay ninguna clase de estructura familiar o afectiva en la sociedad. Se considera que es el deber de todos los Forjados cuidar y proteger a sus iguales, pues todos los individuos son útiles para que la sociedad prospere. De ese modo, son "criados" y educados entre todos. 

En cuanto al trato con otras razas, los Forjados suelen preferir la diplomacia, pues saben que los conflictos armados requieren desviar esfuerzos de otras tareas, y por tanto son un retraso en sus metas tecnológicas. 

 


Adoración

La Iglesia de la Rueda Dentada es la facción que se encarga de las cuestiones de fe y que dirige los cultos religiosos en honor a su creador, Gargoltar. Siendo todos los miembros de la raza fervientes adoradores del Forjador, y teniendo el máximo representante de la Iglesia un puesto en el Consejo, en cierto modo podría pensarse que la sociedad es una especie de teocracia. Pero no es cierto. La Iglesia de la Rueda Dentada impulsa más bien una tecnocracia. 

Se entiende que la tecnología y las máquinas son dones que Gargoltar da al mundo. El hecho de que ellos, sus hijos, estén tan íntimamente relacionados con ello, hasta el punto de estar hechos de maquinaria, además del metal que Él trabaja, no es si no otra prueba de su favor. Se saben bendecidos por el dios y adalides de su palabra, por lo que predican en la sociedad, y en aquellas otras que quieran escuchar, las bondades del desarrollo y el trabajo, del descubrimiento y el progreso frente al oscurantismo y salvajismo. 

El principal punto de adoración, por tanto, son las gigantescas máquinas-catedral en las que nacen los Forjados. Allí se realizan todos los ritos, y los sacerdotes, conocidos como Tecnócratas, son los que dirigen las oraciones. Eligen, cada siete años, a uno de entre ellos para que actúe como Alto Tecnócrata, jefe de la religión, y por tanto ocupe el asiento del Consejo. 

Desde los eventos de la llegada de las sombras y los "estigmas de sombras" que estas causaron, y que fueron anulados por la voluntad de Gargoltar a través de sus poderes y la fulgurita, se ha reconocido abiertamente la pureza y condición sagrada de todo metal creado por el Forjador, y añadido ese precepto al culto.

 


El avance del progreso

-Bendiciones:

                -Fulgurita (Turno 14)

-Avances Tecnológicos (7):

                -Herramientas (Turno 1)

       -Uso de Piedras de Fuego (Turno 4)

       -Forja simple (Turno 10)

       -Herramientas de metal (Turno 11)

       -Minería (Turno 13)

       -Escritura (Turno 15)

       -Matemáticas (Turno 16)

-Avances de Colonización (1):

       -Orientación básica (Turno 6)

-Avances Religiosos (2):

                -Honra a la Máquina (Turno 2)

                -La pureza del metal (Turno 14)

-Avances Militares (1):

       -Armas primitivas (Turno 5)

-Avances Arquitectónicos (3):

       -Foso primitivo (Turno 8)

       -Iluminación simple (Turno 9)

       -Cantería (Turno 12)

 

Sacerdotes

 

Nº de Devotos: 1

Nº de Oráculos: 1

 

 


Ciudades

 

Cualquier ciudad forjada crece alrededor de una máquina generadora de estos que se descubra y active. Ya que es el único método de reproducción de la raza, es normal que sientan la necesidad de protegerlos, además de la lógica de quedarse cerca para educar a nuevos miembros de la raza y asimilarlos en la comunidad. Pronto otros edificios, de piedra cuando no hay suficiente metal, son construidos alrededor, intentando imitar la gloria de la máquina. Éstos muchas veces son acompañados de plantaciones de especies vegetales propias del ecosistema metálico, así como de algunas bestias. 

Nº Ciudades: 1

 
Inicio (W-7)
 
 

La primera máquina-catedral, y cuna de la raza de los Forjados. El interior del edificio es alumbrado por extrañas luces y súbitas corrientes eléctricas, además de pantallas, y cuenta con una tecnología que está adelantada por mucho a cualquier cosa que exista en el mundo... Y puede que a cualquier cosa que exista jamás. Alrededor de ella, con tiempo, la raza va construyendo toda una serie de edificios, intentando emular el estilo y la gloria de la Catedral de Inicio, que tiene un aspecto engañosamente arcaico.

Situación actual: la ciudad va creciendo. Lo que empezó sólo con la Máquina-Catedral como refugio para los hijos de Gargoltar, y que estos fortificaron y aseguraron con un foso e iluminación, ahora cuenta con un muro de piedra alrededor de la ciudad, simple pero efectivo. Más aún, empiezan a levantarse otras tantas construcciones, aunque aún sin techo, que sirven de almacenes o cobertizos, a veces incluso de hogares, para los Forjados. Los alrededores de la ciudad empiezan a ser horadados, con la profusa aparición de distintos túneles de minería que se adentran en las profundidades en busca de rocas y metales.

 

 

 


Ejércitos

Ante la relativa escasez de Forjados, los ejércitos de esta raza son más pequeños en número, aunque están compuestos exclusivamente por seres creados para la lucha, que además se ven respaldados por la superior tecnología y tácticas de los que disponen. Por si eso fuera poco, tienen de su parte la fuerza y resistencia de toda la raza. Todo ello los deja al mismo nivel que ejércitos más numerosos, siendo ampliamente capaces de vencer en combate singular a miembros de otras razas. 

Fuera de situación de guerra, los ejércitos suelen mantenerse cerca de las ciudades, como protección contra seres salvajes, realizando instrucción, o ayudando a la comunidad ante desastres naturales o explosiones. De vez en cuando, estos ejércitos forman parte de expediciones arqueológicas que van en busca de nuevas máquinas generadoras, como escolta y apoyo. 

Nº Ejércitos: 1

-Defensores MEI

 
Primer ejército Forjado. Armados con poco más que mazas de piedra y la voluntad de defender su hogar.
 

Héroes

Nº de Héroes: 1

MEI 1, El Primer Nacido, Primer miembro del Culto, Alto Tecnócrata.

 

 


Historia

-Turno 0: Inexistentes.

-Turno 1: Tras ser creados por Gargoltar, los Siete Primeros, aún solos en el mundo, empezaron a explorar su nuevo lugar de residencia, sintiendo en su interior admiración por su creador y su tremenda obra, y sabiendo que ellos debían honrarle imitándola y progresando. 

Sin embargo, trabajar materiales con las manos desnudas se les hacía complicado. Por suerte, tenían en ellos la chispa de su creador, y por tanto ante cada problema que se les cruzaba tenían la potencialidad de hallar una solución. Así fue como llegaron a crear las primeras herramientas, con las que podrían trabajar más fácilmente cualquier tipo de material. 

-Turno 2: la fabricación de herramientas prosiguió, así como la exploración de su actual hogar. Seguían siendo sólo siete, pero eso cambió cuando algo en el interior de la gigantesca Máquina-Edificio Inicio se activó. Los hijos de Gargoltar buscaron hasta encontrar el origen del ruido y la vibración que aparecieron de pronto, y dieron con una enorme máquina, probablemente el núcleo de aquella en la que vivían, que se había activado, y que estaba produciendo más Forjados.

Ante aquel reseñable hecho, y sintiéndose bendecidos por sus acciones pasadas, establecieron el precepto dogmático de honrar a la máquina, como uno de los pilares de la adoración a su dios creador, Gargoltar. 

-Turno 3: La religión empieza a organizarse. Ante la confusión en varios aspectos sobre como, cuando y dónde realizar los ritos, el primer forjado, MEI 1, se alza proclamando tener una visión de Gargoltar, y se convierte en el líder religioso por aclamación popular y por méritos. Pronto, empieza a formar más forjados para que el culto se expanda.

-Turno 4: la curiosidad sobre lo que les rodea, una vez se ven obligados a conseguir metales de su alrededor para que los nuevos miembros crezcan tan fuertes como deberían, les lleva a la acumulación de piedras curiosas y todas otras cosas que pudieran llamarles la atención. 

Es esto lo que les lleva a acumular cantidades de carbón, que les resulta curioso por lo endeble que es y por como tiñe todo lo que toca. Un accidente lleva a que descubran sus propiedades combustibles, nombrando a aquellas rocas Piedra Fuego. 

-Turno 5: los días y años seguían, y los Forjados apenas conocían la muerte. Sólo los accidentes, o las depredaciones de las bestias salvajes en sus expediciones por la zona, conseguían acabar con ellos. Aquello no agradaba al pueblo de Gargoltar, y pensaron una solución. A base de refinar y especializar algunas de las herramientas de las que disponían (en particular, aquellas que eran más efectivas contra esos ataques), crearon las primeras armas de su civilización, con las que empezaron a defenderse y lograron que la mortalidad en las expediciones descendiera notablemente. 

-Turno 6: con los avances en protección personal, las expediciones de Forjados se pudieron permitir ser más atrevidas y alejarse cada vez más de la cuna de su civilización. Sin embargo, eso conllevó otros problemas, relativos a dificultades para encontrar el camino de vuelta, consiguiendo que varias ralentizaran su retorno en varios días, a veces incluso algún mes. Buscando algo inmutable y visible con lo que poder guiarse, los hijos de Gargoltar se fijaron en los cielos, y aprendieron a moverse usando el movimiento de Ilkáne y las constelaciones nocturnas como guías. 

-Turno 7: un turno poco fecundo para los Forjados, con la llegada del Sol Negro. Este es acompañado de temblores que hacen peligrar la ciudad, aunque no llegan a causar daño. Gargoltar se apresuró a anular aquellos seísmos. La paranoia no se extiende en exceso, y pronto surge una explicación en la que es el dios el que ha tomado prestado el gran fuego del cielo, para un proyecto, y han sido sus martillazos los temblores. Pero se ha preocupado por sus hijos, y ha empezado a trabajar de manera más calmada. La mayoría piensa que les devolverá la luz del cielo cuando acabe, cosa que reconforta a todos. 

-Turno 8: los Forjados ponen nombre a Ilkáne para celebrar su vuelta, llamando Ígneo al sol. Al ser conscientes del aumento de la hostilidad de los animales, y sentirse por primera vez en peligro dentro de su propio hogar, deciden tomar medidas. Crean un foso alrededor de sus tierras, y también el primer ejército de su raza, los Defensores de la Máquina-Edificio Inicio. 

-Turno 9: Ante las matanzas producidas por las bestias salvajes al amparo de la noche, los Forjados llegan a la conclusión de que para librarse de estos ataques, tienen que acabar con las herramientas con que se producen, lo que les lleva a usar las Piedras Fuego como método de iluminación extendido, para mejorar sus posibilidades.

-Turno 10: un enorme monstruo desconocido para los Forjados, llamado el Reciclador, hace su primera aparición en escena, atacando la cuna de su civilización. El ejército de los defensores MEI sale a recibirlo, y logran rechazarlo aunque con una tremenda cantidad de bajas. Los muertos siguen acumulándose. El azar hace que los Forjados supervivientes puedan observar lo que las fuentes intensas de calor hacen sobre algunos metales, descubriendo la forja simple. 

-Turno 11: ante la relativa paz en que viven estos años, comienzan los trabajos de reparación de todos los destrozos producidos. Se implementa el nuevo manejo de algunos metales a las herramientas, reforzándolas, además de que las nuevas herramientas son creadas directamente de los metales que los Forjados pueden manejar. 

-Turno 12: la paz se mantiene, y la inventiva de los Forjados, junto con sus nuevas y resistentes herramientas, les lleva a valorar la posibilidad de tallar la roca, inspirándose en el edificio que los albergó desde el principio. Los primeros trabajos carecen aún de la técnica y el refinamiento adecuados, pero sí brindan más seguridad a la ciudad al añadir un muro a las defensas. Además, otras pequeñas edificaciones empiezan a surgir, todavía en un estado primitivo, pero lo hacen. 

-Turno 13: la necesidad de más materiales de construcción agudiza el ingenio de los Forjados, y en la búsqueda de técnicas más eficientes de recolección, empiezan con sus actividades mineras, recolectando tanto la roca que necesitaban como vetas naturales de mineral, un hallazgo inesperado pero bien recibido.

-Turno 14: de manera sorpresiva, las sombras se cernieron sobre el pueblo Forjado, contaminando con lo que se llamó "el estigma de las sombras" a todo aquello que tocaban. En respuesta, y al ver que con sus métodos no podían combatir esa amenaza, se encerraron en la Máquina-Edificio Inicio, e imploraron a su creador que les librara de ese mal. Tras un tiempo, Gargoltar lo hizo, usando el viento para arrancar de aquel lugar esas sombras, y arrojando la fulgurita para que la usaran para "curar" los efectos en los metales. Estos, al menos los creados por el Forjador, lo que claramente excluía la Darknita, fueron considerados sagrados y su pureza algo que debían mantener.

-Turno 15: una vez superados los estigmas de sombra, los Forjados reflexionaron sobre su pasado, llegando a la conclusión de que, aunque habían superado de manera notable todos los desafíos que se les habían planteado, no podían seguir asumiendo la pérdida de los conocimientos acumulados por aquellos que murieron. Tras mucho tiempo de deliberación, llegaron primero a la necesidad de preservar el conocimiento de algún modo, y después a la elaboración de un alfabeto y la difusión de la escritura entre sus gentes. 

-Turno 16: el progreso llamaba al progreso, y pronto la invención de la escritura derivó en una ampliación de los esquemas mentales de los Forjados, cuyo razonamiento y lógica se depuró aún más. Fue en estas circunstancias en las que los pensamientos abstractos habían tomado fuerza, cuando se inventó la matemática, que pronto fue adoptada como un conocimiento importante por toda la comunidad. 

Notas de juego

Actualizado: avances, turno 16.