Partida Rol por web

La trill sonrió ante su nerviosismo, le pareció tierno. Había entrado al camarote de Mertens enfundada con una pashmina de seda cultivada en su planeta natal, una finísima tela color ámbar que le resaltaba los ojos y que llevaba encima del uniforme.
-Claro que puedes tutearme -respondió sonriendo y bebió de la copa un sorbo, luego dijo sin sacarte la vista de encima -Agradezco que disimulara que estábamos en algo oficial, esta visita no está en el cronograma de trabajo -se rió delicadamente. Había algo que te llamó la atención, esta chica no era en cierta forma la misma que habías conocido hoy por la tarde, parecía más centrada y astuta, no era aquella muchachita excesivamente confianzuda con la que habías hablado. -Lamentablemente, no está en mis manos decidir si me uno a su tripulación o no, comand... -se detuvo -Mertens.  La consejera de esta nave ya ha sido designada y no soy yo -hizo un gesto encogiéndose de hombros como de "otra vez será" -Por eso, Mertens -apoyó la copa en la mesa y camino hacia una ventana que daba la exterior, el cúmulo de estrellas era impresionante y a lo lejos había una nebulosa de tintes dorados y violetas que atravesaba el horizonte en zig-zag, se volteó luego hacia tí -Es que debemos aprovechar este momento para conocernos, no sé si tendremos la oportunidad de vernos otra vez.

Mathew dio vueltas un rato antes de ponerse manos a la obra con los planos, el encargo comenzó como un simple listado de qué necesitaría cada nave para cumplir sus acometidos científicos y médicos en el lugar y cuando menos se dio cuenta ya estaba esbozando los gráficos a mano alzada en su padd, en un rapto de inspiración. Una vez terminados los perfeccionó en la computadora de la nave agregádoles información de la base de datos.
Se había inspirado en las naves clase Defiant y había obtenido un resultado muy interesante, compacta y potente, dinámica en su diseño interno y poco ostentosa pero eficiente en todos sus puntos, ideal para las misiones científicas y médicas a las que estaba destinada.
Preparó los archivos para enviarlos al almirante Paris pero antes ultimó detalles:

Ficha técnica:

Medidas:
Largo: 57 metros
Ancho: 45 metros
Alto: 30
Cubiertas: 3
Tripulación estándar 25, límite de evacuación 75.

Propulsión:

Motor warp (Warp Máximo: 9). Con modificaciones, 10.
Motores de impulso.
Barquillas geométricas.

Armamento:
2 Fáser de tipo Pulso.
1 Banco de Fáser
1 Tubo de Torpedos Quántum
1 Tubo lanzador de pruebas/Fotón
1 Reactor secundario

Defensas:
Sistema de escudos.
Casco Ablativo
Sistema de integridad estructural.

Agregó también los planos de los compartimentos modificados para la misión:

Puente:

Estación científica:

Enfermería:

E ingeniería:

Había puesto especial cuidado en estas secciones debido al carácter de la misión y por ello había sido más minucioso en su representación, había una segunda enfermería más grande para casos de emergencia y cuarentena, por ejemplo.
Una vez conforme con los planos iba a mandárselos a Paris, pero entonces se dio cuenta de que todavía no había bautizado a su creación.

¿Gusta unirse al trote comandante?  -a Jor le da gusto que haya aceptado su invitación.  Me agrada particularmente esta combinación de hacer ejercicio y revisar algún tema al mismo tiempo.  De alguna manera "recorrer" los espacios de probable intervención me hace entenderlos mejor. 

Mire, abre los brazos señalando todo el espacio del holograma - esta es toda la zona neutral.  Apunta con una mano: ¿Reconoce ahí los principales sistemas solares?  Están los de los tres poderes, y los de la zona propia neutral, con diferentes tintes.  

¿Listo?  Vamos hacia allá, aquella nebulosa verdeazulada. - y empieza el capitán con un trote pausado, el traje mostrando el movimiento de su pesada musculatura klingon combinada, por suerte, con un poco de la gracia betazoide-  Quizá puede ser un poco desorientador al principio, pero funciona bien una vez entendiendo su lógica.  Usted sígame.

Si corre en línea recta avanza sobre el espacio, derecha e izquierda: normal -va respirando fuerte mientras explica-.  Si inclina el cuerpo hacia adelante "desciende", y se "levanta" si hace lo contrario.  El logaritmo de la velocidad del recorrido virtual es proporcional a nuestra propia, así que cambie lento de velocidad hasta que lo controle.  Mire.

Vayamos a ver la simulación de la más obvia estrategia de ataque klingon...  Ahí están los BirdsofPrey de la escuadra principal...  

¿Usted que haría si fuera el almirante romulano en este caso? 

La vulcana revisa concentrada datos en su tableta para la misión, mientras espera a que Eclecson quedara libre. Al cabo de 15 minutos se da cuenta que hace ya rato que se han marchado los oficiales, y los pocos presentes que quedan en el bar tomando algo la miran con curiosidad. Se da cuenta que no encaja en la sala, y con algo parecido a la incomodidad para un vulcano se dirige a la salida de la zona recreativa.

Bien... parece que el resto de la tripulación tiene demasiadas ocupaciones...

Kunaar reflexiona sobre todo lo sucedido, el nuevo capitán y especialmente el nuevo primer oficial. Lo que ha visto no hace más que confirmar su diagnóstico. Un ocampa al mando no es buena elección... rompe los preceptos de la lógica. El resto de oficiales parecen hábiles en sus campos, pero no mantienen un orden mental adecuado, y parecen estar tomando decisiones basadas en sus emociones sin apenas imaginarlo.

Pero el capitán... debía recononocer que le había causado una buena impresión. Escuchaba a sus oficiales, pero tomaba la decisión con mando y sin discusiones. Su dualidad parecía crear un equilibrio de lo más interesante, y el hecho que fuera a ser su oficial al mando le parecía conveniente.

Con estas cavilaciones se dirige a los laboratorios, donde se dispone a revisar las investigaciones en marcha para compatibilizarlas con el trabajo de campo, realizar recopilaciones de datos, y preparar el listado del material que sería necesario transportar en la lanzadera.

Las horas pasaban sin que Mathew se diera cuenta, había pedido que no se le molestara a menos que fuera una emergencia o alguno de sus superiores. Estaba creando, y eso era algo que le gustaba.
todo ingeniero que se precie sueña con poder crear algo que perdure, algo que sea recordado. En el caso de Mathew está seguro de que podrá revolucionar el campo de los motores Warp. Pero el crear una nave desde cero, aunque fuese un transbordador medico-cientifico, era algo inesperado y bienvenido. Le gustaban las naves, tenía fama de conocer todas las características de las naves de la flota, y de la mayoría de otras razas. Se había esforzado en ello tanto por hobby como por seguridad en caso de enfrentamiento.

Los planos surgían de su cabeza y se plasmaban en el padd, los desdeñaba, los reutilizaba, los volvia a quitar y a remodelar una y otra vez.

No sabía cuanto tiempo había pasado, varias jarras de cafe y un par de vasos de un buen caldo escoces estaban por su mesa. Pero había terminado. No sólo eso, también había bautizado la anve. Tanto el modelo como el nombre de la primera. Creía que era un buen homenaje al anterior capitán.

Se lo iba a enviar al Almirante, pero el capitán Jor-Tova´Daq debía verlo primero como su oficial al mando. E imaginaba que el Comandante Mertens también lo debería ver. despues se loe nviarían al almirante.

Kunaar permaneció en el laboratorio colectando los instrumentos que creía que necesitarían para la misión y revisando las investigaciones en curso, hasta que se encontró con el expediente de Johnson. Había algo en la muerte de su antiguo capitán que a la vulcana no le terminaba de cerrar, un factor ilógico que no lograba desentrañar... ¿por qué Johnson? ¿por qué solo él murió de la tripulación que bajó a tierra?
Estaba ocupada en estos pensamientos cuando la puerta del laboratorio se abrió y entró una de los ayudantes de campo, la alférez Robirosa, eran las 2 am y a Kunaar le extrañó su presencia, no tanto como a la alférez que miró asombrada a la vulcana por unos segundos, traía unos tubos de ensayo criogenizados en su guante protector, la escena no podía dejar de parecer peculiar.

-Discúlpeme comandante, no pensaba encontrármela tan tarde por aquí -dijo la muchacha, sonriendo parcamente. Se acercó a los tubos de criogenia y se dispuso a guardar los que traía consigo.

Mathew estaba más que conforme con su trabajo, envió el mensaje por el servicio de comunicaciones interno de a nave al capitán  y al primer oficial y por el canal subespacial de la Flota al almirante, después de todo, el hombre le había dicho que se los enviara a él personalmente.
A todo esto eran las 4 am y su turno empezaba a las 8 am con el Alpha watch. Podía tratar de descansar algo antes de presentarse en ingeniería o podía arriesgarse a permanecer despierto hasta las 16, horario en que terminaba su turno reglamentario.

La vulcana observa cómo entra la alférez y le devuelve una cara inexpresiva cuando ésta se da cuenta sorprendida de la presencia de Kunaar. Responde de manera neutra pero directa, en el tono que usa habitualmente cuando algo que realiza algún subordinado no le agrada.

No entiendo que haya nada que disculpar, Alférez. Pero sin duda sí algo que explicar. ¿Puede decirme qué muestras trae y qué trabajo está realizando a estás horas que no podía esperar a la mañana?

La joven vulcana intenta analizar la situación con rapidez para entenderla. Esto es extraño, pues no deberían realizarse trabajos en su laboratorio sin que ella estuviera al tanto. En un instante su atención se centra en la Alférez Robirosa y en los detalles de sus gestos, voz, ropa y movimientos...

La escuchó y la miró con mucha curiosidad. Y al mismo tiempo, con un deseo creciente e innegable. Sus palabras, su voz femenina... Realmente no había tenido muchas experiencias, comparado con otras personas. Su vida era corta. No obstante, había aprendido bien del pasado. Sus palabras finales le hicieron sonreir. Entonces dejó la copa encima de la mesita y se levantó, acercándose a ella.

-Tienes razón... aprovechemos el tiempo.

Acarició su cabello y la miró muy cerca, acercando sus labios a los de ella.

-En realidad si que tienes unos ojos preciosos -susurro, antes de darle el primer beso.

Un primer beso que fue seguido por otros. Dejó que la pasión tomara las riendas como un caballo desbocado.

Ledger continuó al trote detrás del capitán, su divertimento era curioso cuanto menos pero no pudo evitar encontrarle cierta sabiduría en el ejercicio. Había más panorámica ante él del que se podía vislumbrar desde el puente de la nave. Era una buena idea, en caso de combate habría en su mente una mejor comprensión espacial del escenario. A pesar de aquello una parte de su mente se mantenía distraída pensando en cosas que no quería que su capitán supiere.

La pregunta le cogió unos instantes por sorpresa, afortunadamente para él el Oficial se recuperaba rápido de la sorpresa. 

Mi propia versión del Kobayashi Maru señor -dijo sin apenas pensar-. Ambos sabemos el funcionamiento de la mente Klingon -puntualizó- y sus tradiciones. Muy pocos capitanes del Imperio se podrían resistir a la gloria de atacar una nave Romulana en los bordes de la zona neutral tras sufrir un accidente u otro ataque. Eso sería lo suficiente apetecible como para atraer a los Klingons incluso a través de la zona limítrofe de la zona. Una serie de naves romulanas ocultas que rodeasen a los atacantes podría golpear a los Klingons antes de que se dieran cuenta... Incluso la nave señuelo podría hacer explotar el reactor de antimateria cuando los klingons estuviesen bajando sus escudos para abordarles.

Pudiste notar que tu autoridad y tu rango surtieron efecto en la alférez, que luego de dejar las muestras en un lugar seguro se acercó algo temblorosa frotándose las manos y te dijo -Por favor, comandante Kunaar no me delate con el capitán... se supone que nadie tenía que enterarse de esto pero es que... me dio tanta rabia cuando se llevaron al capitán Johnson y no nos dieron chance de ayudar en su recuperación... -hizo una mueca de nerviosismo, sus ojos, para tu desconcierto, se pusieron vidriosos -Él era como un padre para mí, ¿Sabe? Y no actué de forma racional - se mordió el labio y miró hacia la puerta varias veces como si de un momento a otro las fueran a descubrir -Yo... le tomé una muestra de sangre antes de que el equipo de contención de la Flota interviniera el laboratorio -te confesó al fin.

-Tú también -dijo dejando que sus labios se unieran con los de él. La espontaneidad de aquel beso inicial la sorprendió por completo, sin embargo era lo que estaba esperando y no menos. Cierto. Había un grado alto de morbosidad, nunca había estado con un ocampa y el comandante le había llamado la atención desde el primer vistazo y no por su altura; era un hombre interesante, locuaz y apuesto, cuando hablaba lo hacía para hacer aportes valiosos, no perdía el tiempo con banalidades y eso era algo que no podía dejar de parecerle atractivo ya que pasaba mucho tiempo rodeada de egos inmensos y carácteres ríspidos en la Base y en las tareas que le encomendaban.
A lo largo de sus años y de sus vidas pasadas había sido hombre y mujer y había amado a muchos seres de diversas especies, pero había algo en este joven oficial que la había subyugado, por ello en cuanto tuvo la oportunidad no dudó en tenerlo en su vida y en su cama aunque solo fuera por una noche. Y lo deseaba tanto como él a ella, según veía.
Sintió sus manos recorriendo su cuerpo y sacándole el traje de servicio, ella se dispuso a hacer lo mismo.

Bien, veamos entonces que pasa.  El capitán pulsó unos botones virtuales y la escena se desarrolló exactamente como Ledger había previsto.  El ataque del escuadrón klingon, luego las naves romulanas flanqueando y aniquilándolo, luego el resto de los movimientos de flotas que siguieron en las siguientes semanas, meses, con "sombras" para ilustrar los grados de varianza estimados por los servicios de Inteligencia de la Federación...   Batalla tras batalla se sucedieron, en diferentes sistemas, cambiando los ashurados de ambos imperios según la marea de la guerra. 

Cuando terminaron de darle "vuelta" al sector, corriendo ambos oficiales, el imperio Klingon había ya derrotado al Romulano.

A pesar de que hubiera un capitán tan habil como usted dirigiendo un escuadrón Romulano, los Klingon de todas formas ganarían la guerra.  Podemos dejar correr este escenario unas mil veces para ver en cuántas si alcanzan a rechazar la invasión, pero el hecho es que los Romulanos quedaron tan débiles después de la guerra con el Dominio que, una y otra vez, nuestras simulaciones muestran que son derrotados, conquistados.  

Y si lo sabemos nosotros, lo saben los Romulanos y el Imperio Klingon.  Borró con un ademán rápido la corrida del escenario y lo registró en su bitácora. De ahí lo tenso de la situación y lo urgente de las negociaciones.  

Al salir de holodeck, Jor tomó una toalla, de las de aquellas fibras biodiseñadas, para quitarse el sudor y refrescarse al instante. Ahorita podemos estar seguros que ambos imperios se mueven de mil formas inesperadas para cambiar los odds (volvió a usar el betazoide al hablar de estrategia) pero el peso de los escenarios principales nos tiene en ascuas a todos.  Tenemos que pensar en estos términos, comandante.