Partida Rol por web

Crisis en el Cuadrante Beta (USS Excalibur)

Escena II - El factor romulano

Cargando editor
19/03/2013, 03:07
Director

Pronto se reunieron con el almirante que los esperaba en la sala de transportación, allí estaba también la doctora Kala que se despidió de ustedes en nombre del personal de la Base luego de intercambiar cálidas palabras y reiterarles que la Base siempre estaba a su disposición si llegaban a necesitar examinar muestras o hacer reparaciones.
Fueron energizados al puente de la Excalibur en donde los esperaba parte de la tripulación que estaba en sus funciones en ese momento.  Luego de pasar revista y saludar junto con Mertens a los presentes dio comienzo la ceremonia en la que se ascendió a Tova’Daq a capitán de la Excalibur, el almirante Paris le colocó el pin correspondiente a su nuevo rango y dijeron las palabras propias del relevo, luego tuvieron un minuto de silencio en memoria del capitán Johnson.
El teniente junior encargado de la recepción de la nueva comandancia anunció que el resto de la tripulación estaba ya agrupada en las diferentes cubiertas para conocer al nuevo capitán y al nuevo primer oficial.
Fueron haciendo la recorrida por los distintos niveles, conociendo a los civiles que viajaban en la nave, a las familias de la tripulación y al resto de la crew. Finalmente, hubo una pequeña recepción que ayudó a alivianar el aire de preocupación que pesaba alrededor del resto de las personas en la nave pero en la mente de los jefes de sección, del primer oficial y del capitán las distintas conjeturas sobre lo ocurrido a Johnson y sobre su enfermedad, los pensamientos alrededor de la nueva misión, sus peligros y oportunidades, no dejaban de dar vueltas y crear nuevas interrogantes.
Pronto llegó la hora de descanso y aunque algunos oficiales se quedaron charlando en el bar de la nave la mayoría que no trabajaba en el turno nocturno se retiró a sus habitaciones. Había llegado el momento de tener un poco de paz y de relajarse, un momento en el cual podrían repensar a solas lo ocurrido o solo dormir.

Notas de juego

*Tienen pase libre para rolear su momento personal durante la hora de descanso, puede ser individual o no, son libres de charlar con cualquiera de sus compañeros si así lo desean; tampoco es necesario que sea en su habitación, puede ser en cualquier otro lado de la nave en la cual su personaje se sienta relajado. Mientras tanto termino de reunir la información de la que les hablé.

Cargando editor
19/03/2013, 06:11
Capitán Jor-tova'Daq

 

Antes de despedirme de la Dra Kala y el Almirante Paris les comento, con los comandantes Eclecson y Mertens a mi lado, que nos gustaría encargar un par de transbordadores especialmente equipados, con un diseño interior nuevo, desde cero.  Pensamos que la cuarentena y biofiltros podrían ser insuficientes para mantener el principio de seguridad redundante que creemos corresponde al nivel de riesgo que enfrentamos.

El objetivo es tener todo un laboratorio médico de investigación en los transbordadores que se asignarán a los equipos de desembarco, para que puedan ser totalmente independientes de la nave en caso de que fuera necesario.  

Mi nueva tripulación tiene en gran admiración a sus astilleros, almirante. -miró a Eclecson- Me dicen que no habría mejor lugar en todo el cuadrante para hacer esto que pedimos.  ¿Podríamos tener su autorización para este diseño ex-profeso?   

 

Cargando editor
19/03/2013, 18:25
Almirante Owen Paris

-No veo el inconveniente si los diseños fueran aprobados por nuestros ingenieros -contestó el almirante -Sería cuestión de que el comandante Eclecson nos mande los planos en cuanto los tenga listos con las indicaciones que crea convenientes -completó la explicación, luego miró al jefe de ingeniería y preguntó -¿Está de acuerdo comandante? ¿Cree poder cumplir con este encargo o necesita apoyo vía intercomunicador de nuestros ingenieros?

Notas de juego

*Saqué al resto del equipo de la conversación para que puedan rolear lo que les puse más arriba. Esto sucedería en el pasado inmediato y terminaría brevemente, así podemos proseguir con la aventura.

Cargando editor
19/03/2013, 22:36
Tte. Comandante Karl Lightman

Después del protocolo pertinente, me apetece estar un rato tranquilo y relajado.
Me dirijo a mi camarote, donde espero poder hablar con mi mujer respecto a que decide hacer, si quedarse en la nave o pedir un traslado para evitar peligro de contagio.

Cargando editor
20/03/2013, 01:07

Había llegado el momento de separarse, cada uno de los oficiales disponía de un tiempo precioso para ellos mismos, para advertir a sus famílias del peligro donde podrían meterse de cabeza o simplemente descansar. Ledger no tenía necesidad por el momento de ninguna de las dos cosas. No tenía familia con la que estar y su cabeza bullía con demasiadas ideas como para poder pensar en aquel momento siquiera en dormir.

Se limitó a permanecer al lado de la doctora y escoltarla al destino que ella decidiera, ya fuera la cubierta médica o sus habitaciones. Andó en silencio al lado de ella, sin importunarla con conversación banal, simplemente a su lado fiable como la nave misma.

Cargando editor
20/03/2013, 02:33
Director

Karl recorrió los pasillos de la nave y descendió algunos niveles hasta donde estaban las habitaciones en las que vivía su familia, apenas atravesó la puerta pudo notar que su hijo estaba durmiendo, había estado muy alborotado con la llegada  de los nuevos integrantes de la tripulación y luego lo había visto corretear de aquí para allá en la recepción al capitán.
Amaia estaba recostada dormitando sobre el sofá que estaba junto a una de las ventanas por las que se veía el cúmulo de estrellas propias del vacío negro del espacio en el que estaban. Sobre la mesita ratona del recibidor habían dos tazas de café, ya frío; de seguro te estuvo esperando para charlar, su turno como maestra de la nave terminaba por la tarde pero siempre te esperaba con la cena hecha y una taza de café cuando te demorabas por el trabajo. Cuando estuviste a unos centímetros de ella abrió los ojos lentamente y te miró.

Cargando editor
20/03/2013, 03:01
Amaia Lightman

-Mi amor, por fin has llegado -dijo en voz baja mientras se estiraba desperezándose -¿Todavía hay tiempo para charlar o estás muy cansado?

Cargando editor
20/03/2013, 09:41
Tte. Comandante Nerys Koral

La doctora hubiera agradecido un hueco en la apretada agenda para poder sentarse y respirar, pero no tuvo tiempo, de un lado a otro tenía que mantener la sonrisa y continuar con los protocolos previstos.

Una vez hubo terminado todo, se sentía agotada. Así que decidió retirarse, al menos a un lugar más tranquilo.

Cargando editor
20/03/2013, 09:43
Tte. Comandante Nerys Koral

Cuando se marchaba, se dio cuenta de que Ledger estaba junto a ella, como un fiel guardian. En realidad había estado mucho más tiempo, pero no había tenido tiempo ni de percatarse.

Sonrió sin mirarle, al parecer entre ellos no era necesario mucho más. Le conocía desde hacía poco, pero sentía un presentimiento curioso hacia aquel hombre que mantenía siempre el semblante frío y tranquilo, todo lo contrario que ella, que demostraba sus sentimientos y pensamientos mucho más abiertamente.

No iba a decir nada, pero estaba en su naturaleza no mantenerse en silencio demasiado, cuando habían dejado atrás al resto de personal, comentó sin mirarle: Estoy agotada, ¡vaya día eh! Aún así... no pretendía invitarle a una copa, pero tampoco sabía muy bien dónde ir. No tenía ganas de más gente... me vendría bien un lugar tranquilo. ¿Conoce alguno Ledger? No se atrevió a usar su nombre de pila, de hecho no lo conocía. Siempre era el Teniente Comandante Ledger y odiaba tanta palabrería, era un oficial y con eso sobraba, no era necesario nombrar su rango cada vez que le hablaba, pero delante del resto de oficiales creía que debía hacerlo para no faltar a nadie al respecto. Al igual que hacía con todos, no podía permitirse hacer excepciones, al menos no delante de los demás. Pero ahora... a solas... tal vez su apellido fuese suficiente ¿no?

Cielos, le dolia la cabeza... cuánto agradecía que Ledger no fuera un parlanchín que ahora tratara de averiguar sus opiniones con respecto a todo lo acontecido.

Cargando editor
20/03/2013, 10:44
Comandante Mathew Eclecson

Eclecson sonrió ante el comentario del capitán sobre su admiración de los astilleros. Era del todo cierta. Y aunque a él le gustaba más surcar el espacio, no por ello dejaba de impresionarse con las habilidades y diseños que se les encargaban.

Por supuesto Almirante. No debería necesitar apoyo, pero gracias por la oferta. Si me atasco con algo se lo haré saber a sus ingenieros.
Esta misma tarde tendrá las características.

Cargando editor
20/03/2013, 11:04
Comandante Kunaar

Todos vuelven a la nave y proceden con los protocolos y rituales de presentación del capitán y la toma de mando de la nave. Tras todo el proceso, a pesar de tener la oportunidad de relajarse un rato, la mente de Kunaar se centra de nuevo en sus tareas pendientes. Cuando por fin quedan libres de obligaciones, se acerca a la doctora que parecía querer dejar la sala. La vulcana, ajena al cansancio de la bajorana, le hace partícipe de sus cavilaciones.

Disculpe, doctora. Creo que sería mejor hacer ahora esa relación de material y equipo a incluir en la lanzadera modificada. El oficial Eclecson parece estar gestionando que nos entreguen un nuevo prototipo, y deberíamos estar preparados con una idea clara de qué hace falta incluir y qué modificaciones habrá que hacer. Me preguntaba si dispone de entre 38 y 43 minutos para realizar un intercambio de ideas previo que me permita detallar las actuaciones y equipamiento con exactitud y...

La voz de la vulcana disminuye en el tono, cuando ve girarse a la doctora. Su rostro parece cansado, y Kunaar se atrevería a decir que su comentario no es bien recibido.

 

Cargando editor
20/03/2013, 13:18
Tte. Comandante Nerys Koral

La doctora mira a la oficial vulcana, agradezco su interés Comandante Kunaar, pero hoy necesito un descanso. Ha sido un día muy largo. le sonrie pero se denota en su rostro el cansancio de las noticias y acontecimientos ocurridos en el día. Mañana será otro día. En cuanto tengamos un hueco en la enfermería, le busco para realizar esa relación.

La doctora mantuvo la sonrisa, pero se le escapó un suspiro, espero que no le moleste, necesito descansar... o más bien estar tranquila.

Después se alejó en silencio.

Cargando editor
20/03/2013, 13:22
Tte. Comandante Nerys Koral

Cuando se marchaba, se dio cuenta de que Ledger estaba junto a ella, como un fiel guardian. En realidad había estado mucho más tiempo, pero no había tenido tiempo ni de percatarse.

Sonrió sin mirarle, al parecer entre ellos no era necesario mucho más. Le conocía desde hacía poco, pero sentía un presentimiento curioso hacia aquel hombre que mantenía siempre el semblante frío y tranquilo, todo lo contrario que ella, que demostraba sus sentimientos y pensamientos mucho más abiertamente.

No iba a decir nada, pero estaba en su naturaleza no mantenerse en silencio demasiado, cuando habían dejado atrás al resto de personal, comentó sin mirarle: Estoy agotada, ¡vaya día eh! Aún así... no pretendía invitarle a una copa, pero tampoco sabía muy bien dónde ir. No tenía ganas de más gente... me vendría bien un lugar tranquilo. ¿Conoce alguno Ledger? No se atrevió a usar su nombre de pila, de hecho no lo conocía. Siempre era el Teniente Comandante Ledger y odiaba tanta palabrería, era un oficial y con eso sobraba, no era necesario nombrar su rango cada vez que le hablaba, pero delante del resto de oficiales creía que debía hacerlo para no faltar a nadie al respecto. Al igual que hacía con todos, no podía permitirse hacer excepciones, al menos no delante de los demás. Pero ahora... a solas... tal vez su apellido fuese suficiente ¿no?

Cielos, le dolia la cabeza... cuánto agradecía que Ledger no fuera un parlanchín que ahora tratara de averiguar sus opiniones con respecto a todo lo acontecido.

Cargando editor
20/03/2013, 13:52
Comandante Kunaar

La vulcana recibe la inesperada réplica de la bajorana, y se queda quieta y en silencio mientras esta se marcha. La tableta con gráficos y diagramas que quería enseñarle a la doctora sigue en sus manos, en un gesto ahora inútil para iniciar el trabajo. Se gira con cara inexpresiva, mirando a los presentes durante un minuto. 

Tras esto, se pone a trabajar de nuevo en la tableta revisando datos, mientras de vez en cuando busca con la mirada a Eclecson, esperando ver si ha finalizado de ultimar los detalles del transbordador y puede avanzar algo de trabajo con él.

 

Cargando editor
20/03/2013, 16:32

Se me ocurre un sitio -dijo en tono suave y tranquilo bastante diferente de como hablaba en presencia de los demás oficiales o personal de abordo- venga conmigo doctora. 

La escoltó por la cubierta en silencio, en su rostro no parecía apreciarse la fatiga del día. Atento a la doctora no inició ninguna conversación salvo par responder a aquellas preguntas que le formulase la doctora. Al fin llegaron a la Holocubierta.

Computadora activa programa de simulación Ledger 03, hora atardecer, estación inicios de otoño. ¿Me hace el honor doctora? Hizo un ademán con la mano para que entrase ella primero. 

Cargando editor
20/03/2013, 17:52
Tte. Comandante Karl Lightman
Sólo para el director

- Cariño, siento llegar tan tarde - le digo dándole un amoroso beso - Pero hemos tenido reunión y luego presentación del nuevo capitán, y ya sabes como son estas cosas. La gente parece no tener familia o si la tiene, les da lo mismo. Me acerco al dispensador de alimentos y pido una par de cafes, con leche y azúcar, tal como nos gusta a los dos. - Ya veremos como será el nuevo capitán. ¿Sabes que klingons y betazoides pueden procrear? Me hubiera gustado ver su ceremonia de boda.. ¿Se desnudarian los klingons? En fin... Parece un recién salido de la academia, espero que no le de por hacer de superguerrero klingon y haga estrellar la nave para esas cosas del honor del guerrero y esas tonterias. Y no digamos el retaco de su primer oficial. Y tendrias que ver a la vulcana, esa no tiene sangre en las venas. De Ledger ni te cuento, me sigue dando miedo. A mi, pero creo que a nuestra buena doctora le da algo, y no es precisamente miedo... Le acerco la taza y me recuesto en la butaca al lado de la suya. - El único que me sigue pareciendo normal es Mathew, pero cualquier día de estos nos viene con que se ha casado con un reactor. Tomo un sorbo de café, mientras espero que mi mujer no le de sueño por el tostón que le estoy soltando. - Ahora nos han encomendado una misión. Averiguar de que murió el capitan. Cariño, esta misión entabla cierto riesgo, podríamos contagiarnos de lo mismo que mató al capitan. Si quieres, podemos mover los hilos para que os trasladen a ti y al crio a una base y regresar cuando esto haya terminado. Os quiero demasiado como para arriesgaros.¿Qué opinas?

Cargando editor
20/03/2013, 20:51
Tte. Comandante Nerys Koral

Por un segundo se le cruzó algo extraño a la mente de la doctora, aquel hombre no trataría de hacer nada raro ¿no?

Pero luego sonrió y pensó que era absurdo, era un oficial ejemplar, con sus manías, como todos pero nada debía temer, además extrañamente había desarrollado una confianza fiel con él.

Conforme habló le dio mucha más confianza, y aunque estaba bastante agotada, no le apetecía volver sola a su cuarto. Así que le siguió, tenía mucha curiosidad por saber dónde la llevaría.

Durante el camino trataba de no pensar en todo lo que había ocurrido aquel día, el silencio de Ledger la ayudaba a sentirse acompañada pero sola a la vez, era una sensación extraña y agradable. Podía evadir su mente y a la vez sentirse segura.

Cuando llegaron a la Holocubierta, enarcó una ceja, y sonrió, ¡Vayaaaa! no pudo evitar sorprenderse por lo que pedía Ledger. Pasó delante de él con un gesto muy femenino y una gran sonrisa ¡Buena idea! iba a continuar hablando, pero no lo hizo, sabía que el hombre agradecía que no se extendiera en conversaciones banales y lo que iba a decir no era ni mucho menos importante, así que no era necesario decirlo. Prefirió abrir bien los ojos para mirar lo que iba a mostrarle.

Cargando editor
21/03/2013, 00:21

Las puertas de la holocubierta se abrieron, Ledger hizó un ademán para que entrara ella primero para luego seguirla unos pasos después. El olor dulzón de flores exóticas asaltó los sentidos de la doctora Nerys Koral, y la poca luz que se filtraba correspondería supuso a un atardecer.

Estaba en la simulación de un mundo muy distinto a los que había conocido y definitivamante muy diferente a Bajor. Ella y Ledger eran los únicos que estaban en todo el panorama que se extendía ante ellos. Era una tierra escarpada, salvaje e indómita pero a la vez de una sobria belleza. Grandes montañas serradas se levantaban cubiertas de lejana vegetación aún no dominada por el hombre. Pero una imagen sobresalía por delante de cualquier otra imagen, una enorme luna tan cercana que parecía que la doctora pudiese tocarla. Dominaba todo el horizonte iluminando el rostro de los dos oficiales. Las estrellas se veían diminutas y con poco brillo frente a la Luna que parecía casi apunto de vencer sobre ellos.

La pareja estaba en una de aquellas montañas escarpadas, a pocos metros de ellos un precipicio que parecía serrado con un cincel. Allí abajo casi hasta donde la vista alcanzaba había una pequeña granja, las personas que se movían eran casi simples puntos difíciles de distinguir.

Estos son los valles de Qu'Vat, la colonia Klingon donde me crié hasta que la Federación me encontró. Yo vivía en aquella granja con mis padres adoptivos, solía escapar a esta elevación cada vez que los otros niños me recordaban que era distinto a ellos o más débil. Esta visión me solía devolver la serenidad. Probablemente porque estaba demasiado agotado al llegar aquí como para seguir compadeciéndome. Se sentó al borde del precipicio con un movimiento fluido y ágil. Venga, sientese aquí verá como la mente se despeja y los problemas se olvidan.

Cargando editor
21/03/2013, 09:22
Tte. Comandante Nerys Koral

La doctora se sentía tan pequeña en aquel lugar, que se aferró inconscientemente a la chaqueta de Ledger, sus ojos dejaron de parpadear por un momento. Era todo demasiado increíble para perdérselo con un simple parpadeo.

No supo cuánto tiempo se quedó embobada mirando la impresionante Luna que se mostraba ante ellos, cuando se dio cuenta había contenido hasta la respiración, pues también parecía insignificante ante tanta majestuosidad y belleza.

Escuchó atenta las palabras de su compañero, y asintió. Esta era una de las pocas veces que la doctora se quedaba sin palabras, pues aunque antes había guardado un silencio voluntario, ahora sentía que cualquier cosa que dijera sería minúscula con la situación que estaba presenciando, o con la pequeña demostración de confianza del oficial. No solo estaba compartiendo parte de su pasado visual, sino también su explicación.

El hombre se sentó en el precipicio, pero la doctora se quedó de pie.

Mirar hacia abajo le produjo un poco de vértigo, pero no dejaba de ser... tan... hermoso...

- Desde luego mis problemas se me han olvidado por completo. sonrió mirando la Luna de nuevo. Esto... Señor Ledger, si quiere que me siente ahí, puso su mano en el hombro del oficial, va a tener que echarme una mano, creo que me tiemblan demasiado las rodillas para hacerlo yo sola. Las alturas, puede sonar irónico, pero no son mi fuerte. Por no decir que le daban hasta pesadillas, pero no quería que su compañero se sintiese mal por escoger precisamente un acantilado.

Notas de juego

Simplemente... IMPRESIONANTE ^^

Cargando editor
21/03/2013, 14:11

Ledger no recriminó nada ni hizo ningún comentario se levantó con un gesto fluido y acompañó a la doctora hasta el precipicio. Tranquila dijo en el mismo tono que hasta ahora solo había visto emplear con ella más desprovisto de sequedad y de aquella inflexión militar que mantenía a los hombres se seguridad de la Excalibur y a otros oficiales constantemente nerviosos.

Tranquila, yo la sujeto. Gentilmente la ayudó a sentarse en el borde, la doctora llegó a notar la presión de las manos del joven oficial, fuertes, férreas pero a la vez cuidadosas de no hacerle daño. Se sentó junto a ella. Supongo que muchos lo hacemos, eso de volver a donde nos sentimos seguros cuando sabemos que se acercan tiempos duros. Se encogió de hombros y miró al precipicio. Supongo que hay siempre algún sitio del que nunca terminamos de irnos. 

Dígame doctora. Empezó a hablar sin mirarla, como si no quisiera importunarla y procurando de exprofeso que se relajara y no pensara en la misión. ¿Que lugar abandonó para unirse a la Flota? No hay muchos Bajoranos por aquí, supongo que debe ser duro.