Partida Rol por web

El profesor Karel Urba vivía solo en el nº2 de Stepanská, aunque su verdadera residencia era el despacho.

Tras una pausa para tomar un ligero tentempié, nuestro grupo de investigadores llega a la susodicha dirección encabezado por Jaroslav Heyrovsky, ayudante del profesor en la universidad.

Tomando aliento de tanto correr, Jaroslav os detiene ante el número 2 de la calle Stepanská.

"A ver si hay suerte y se encuentra la asistenta en la casa", os dice mientras golpea la aldaba que adorna la puerta.

Dándole vueltas a la lista de indicios y probables causas que entre todos hemos obtenido, y con el estómago razonablemente lleno, llegamos a casa del profesor. Nuestra baza para entrar es la asistenta, y esperamos que esté en la casa.

Espero pacientemente tras Jaroslav, esperando que sea él quien llame a la puerta. Seguro que tendrá una conexión más clara con el profesor y que la asistenta confiará más en él que en un grupo de extranjeros.

Durante unos instantes que a nuestros amigos les parecen horas ningún sonido sale tras la puerta.

Jaroslav sigue atento ante cualquier movimiento de la puerta. Notando como si la mirada de alguno le atravesase la nuca, vuelve a llamar, pero esta vez con más insitencia.

*** TOC TOC TOC TOC ***

Acompañándo su movimiento de una invitación a abrir.

"Buenas tardes, señora, soy Jaroslav Heyrovsky, el ayudante del profesor Urba en la Universidad", levanta la voz para que lo escuchen al otro lado de la puerta.

Empieza a mirar por las ventanas, esperando encontrar algún signo de la asistenta en la casa

"Que mala suerte, parece que no hay nadie", dice Jaroslav tras golpear una última vez la puerta sin ninguna convicción.

Cuando todas vuestras esperanzas de entrar en casa de Urba se os desvanecen, una voz sale de dentro de la casa.

"YA VA, YA VA...", escucháis la voz de una mujer que sigue hablando pero la distancia y los obstáculos no os permiten oir esta última parte.

Howard (que estaba mirando por las ventanas) ve como una silueta femenina se acerca a la puerta.

"¿Quién es?", pregunta la voz femenina.

Con la cara iluminada de felicidad responde Jaroslav.

"Soy Jaroslav Heyrovsky, ayudante del profesor Urba de la universidad. Veníamos a preguntar por él".

Tras lo que se abre una mirilla en la puerta y sentís como sois observados.

Al abrirse la puerta veis como la observadora era una mujer de unos 45 años, con un plumero en la mano.

"Buenos días, ¿qué sucede?", os pregunta mientras se queda mirando a Jaroslav unos momentos.

Buenos dias, somos amigos del profesor Urba,conocera a Jaroslav, nos ha contado lo que ha pasado con el profesor y veniamos a ver si podiamos pasar a su casa para echar una ojeda sobre un par de cosas.dice mirando a la mujer de forma tranquila y pausada, no quiere asustarla , ya habra pasado bastante.

No me he presentado, que falta de eduacion, perdone.

Dice mientras hace un ademan de disculpa .Soy Charles, detective privado, tambien esta Benjamin que es escritor, Fernando que es periodista, Gustaff, colega de profesion, Howard por supuesto que conocia a Urba y Marcos, un gran anticuario y por ultimo y no menos importante Jaroslav, que ya le conocera me imagino, tal vez entre todos podamos ayudar algo en la investigacion extraoficialmente, nos preocupa lo que haya podido pasarle al profesor.

"Ah,sí, su cara me suena, señor... ¿Jaroslav era?. Yo soy Ana Benes, la asistenta doméstica del profesor", dice mientras os sonrie.

"Pero pasen, pasen, no se queden ahí en la puerta de pie, que hace frío", y os invita a pasar.

A medida que vais entrando, Ana os va retirando los abrigos y colgándolos cuidadósamente en el perchero de la entrada.

Entráis hacia el salón y os vais acomodando entre las dos piezas del sofá que allí hay.

Jaroslav se sienta en una butaca y reserváis la otra para Ana.

La casa es un tanto austera y sin mucha decoración más que fotos de los viajes y expediciones de Urba.

Libros de Geología, Física y otras Ciencias adornan las pocas repisas que hay y abarrotan la enorme librería que se encuentra en el salón.

En una de las fotos enmarcadas sobre la chimenea, Karel y Jaroslav posan en una de las expediciones que hicieron.

Tras unos minutos esperando, Ana sale de un pasillo que suponéis lleva a la cocina con una bandeja llena de tazas y una cafetera.

"¿Un cafécito, señores?. Esto os ayudará a entrar en calor", os dice mientras empieza a serviros el café.

"¿Qué era lo que me decían?", os pregunta mientras bebe cuidadosamente de su taza.

Marcos pasa dentro de la casa del Profesor, mirando con curiosidad todo lo que lo rodea, se acerca a la biblioteca a observar con detenimiento los libros que este tiene, mientras sus compañeros hablan con el ama de llaves

Mientras observo la libreria encuentro una foto en la que aparecemos el Professor Urba y yo en uno de mis estudios en Brno.

No tenemos tiempo que perder tomando el café, Señora me puede indicar el camino al despacho del profesor Urba

Mi estado esta rozando al histerismo

Al ver que la señora Benes trae ese cafe humeante no puedo resistir la tentacion de coger una tacita y decirle GRacias a la señorita Benes.

Luego tras un primer sorbo que deja mi lengua a punto de entrar en llamas digo a la Señora Benes:

Como le ha dicho el Señor Froston ambos somos investigadores, y creemos que siendo el Señor Urba una persona cercana debieramos investigar sobre su desaparición. Tiene sus ultimas cartas recibidas, y algun indice sobre sus trabajos y una guia y/o agenda telefonica? espero no agobiarle con tantas preguntas Señorita.

Mostrando ostensibles signos de preocupación, Ana os contesta cordialmente.

"La verdad es que vuestra visita no hace más que acrecentar mi preocupación", y deja aparte la taza de café.

"La última vez que vi al profesor fue el viernes 17 y, conociendo lo meticuloso que es y que siempre me avisa cuando se tiene que ausentar para que no le haga comida, me extrañó mucho que estén sin tocar las cenas del lunes siguiente y las posteriores", os contesta mientras se hunde meditabunda en la butaca.

Siguiendo en su estado de ausencia debido a la posibilidad que le planteáis os dice,

"Podéis mirar donde queráis, yo seguiré con mis quehaceres en un momento. Si necesitáis algo me podéis preguntar que estaré gustosa de contestaros", y se queda en la butaca un rato.

Tras escuchar a la señora Bene le digo: Usted tranquila tiene mi compromiso de que haremos todo lo posible para encontrar al profesor Urba.

Tras estas palabras me levanto, entonces

Busco entre los libros de la biblioteca para buscar un tipo diario y un lubro de gesiton de meteoritos de forma activa.