Partida Rol por web

La druida miró el tallo de la reina, mientas se percataba por aparte de Violed y su grito de ayuda a Dramón, que la bruja se había ido. Entonces coorió al otro lado de la planta, en el que dispondría de un buen hueco en el que cortar con libertad el tronco que sostenía a aquella aberración.

Sonrió Shinobu, pensando en la bruja, le hubiera gustado estar presente cuando la bruja viera su colección de libros en llamas. Sabiendo que había lanzado por el lugar un puñado de semillas que con las cenizas de aquellos árboles muertos con escritos, crearían posiblemente nueva vida que purificaría el lugar.

Alzó sobre su hombro la guadaña y ¡zas! El sonido del viento cortado por la hoja se dispuso a separar a ese ente del mundo que pretendía destruir. Si cabía la posibilidad de hablar cara a cara con la bruja, en algún momento le pediría, que de utilizar magia negra, por favor dejara fuera a la naturaleza. El bien y el mal debían convivir, ella lo único que pedía era que dejaran en paz a los bosques y a las criaturas que se ocupaban de forma natural de ese equilibrio de benignidad y maldad.

La espada se hunde hasta la empuñadura y termino de tragar el extraño fruto que me ha ofrecido la druida, lo cual tendré que agradecerle después.

El látigo de Lilith demuestra ser muy efectivo contra la reina y el corte que le produce parece quemarse así que sin duda alguna su próximo ataque será igual de efectivo, pues el cuerpo de la reina no parece estar muy protegido.

No me entero en absoluto de lo que le ocurre a Dramon, pero ya debería haber disparado a la bruja...

Pero ahora mismo no estoy tranquilamente tomando un vino en una taberna como para comentar con mis compañeros cómo ha sido el combate. La guadaña de Shinobu pasa muy cerca de mi cabeza después de que la reina atacara con sus tentáculos así que reacciono con presteza dispuesto a seguir atacando a fondo.

Desenvaino sin durar un instante mi otra espada, esperando poder recuperar la buena del cadáver de esa monstruosidad, y usando mi estoque clavado y el propio cuerpo repugnante de la regente patatil me impulso hacia arriba para asestar una nueva puñalada buscando algo que pueda ser una cabeza un ojo o simplemente algo a lo que hacer daño que no se lo hayamos hecho ya.

El puerto estaba bastante vigilado. Pude contar varios guardas en el puerto más un par de ellos en cada embarcación. Al amparo de la noche decido que mi objetivo será el barco grande.

Durante el día había conseguido reunir información sobre el cargamento de entrada y de salida de los barcos. El de entrada, de momento no me interesaba y, en todo caso, ya iría a echarle un vistazo en otro momento. Mi objetivo actual era el cargamento de salida, y en especial los barriles de aceite. Si pudiera derramar el aceite por el barco y encontrara algún barril de pólvora, tenía pensado organizar un pequeño espectáculo luminoso en el puerto aquella noche.

Estaba escondido en la esquina de un edificio controlando las idas y venidas de los guardias del puerto, intentando identificar algún patrón en las rondas. Veía algún punto intermedio en el que podría esconderme antes de subir al barco, cerca de la cuerda de amarre y usaría esta para subir hasta él.

Me eché la capucha oscura sobre la cabeza y salí de mi escondite aprovechando un punto muerto en la ronda de los guardas para llegar a una pila de cajas cercanas y esconderme detrás. Desde allí veía la cuerda de amarre, un último intento de llegar hasta ella y trpar hasta el barco.

habían alcanzado a la reina y el poder del látigo hacía hervir su sangre mientras golpeaba el tallo de aquella planta demoníaca disfrutando del dulce sabor de una victoria al alcance. Los tentáculos de aquél ser impactaban, errados, a su alrededor, mostrando la debilidad de la que su enemiga era presa. Podía ya saborear el triunfo sobre aquél engendro y en su mente, mientras un nuevo ataque abría una supurante brecha en el tallo, se imaginaba la mirada de admiración de los demás, la recompensa de su mecenas Gaylord y el especial agradecimiento que se cobraría de la bruja cuando todo eso acabara. 

Ah, se sentía plena, exultante, llena de ambición y fuerza. Tanto que tras el daño causado una vez más se atrevió a mirar por encima del hombro hacia la cornisa donde Dramon y su "prisionera" debían estar observándolo todo. Pero algo iba mal, terriblemente mal. El noble estaba inmovilizado, y en lugar de la hechicera estaba Violed. ¿Qué estaba ocurriendo? ¿Les había traicionado? Si era así aquella mujer lo pagaría caro en cuanto la encontrara, y daría con ella, pues tenía planes que no estaba dispuesta a dejar escapar. 

Con un grito de furia redobló su esfuerzo por acabar de una vez por todas con ese combate. Una vez lo hiciera tenía una presa a la que cazar...

Dramon, joder, espabila. Tienes tu maldita pistola. Cuando las palabras ya no pueden ayudar más, es el momento de que hable el plomo.

El noble contempla la situación. Sus compañeros parecen haber entrado en esa espiral de adrenalina contra lo que se supone que es el enemigo a abatir. Todo o nada. Las últimas fuerzas del grupo han de servir para acabar con ese engendro líder, o caeremos indefensos y sólo podremos esperar... la muerte, quizás. Pero... ¿morir en una húmeda mazmorra por causa de una maldita cena de kóbolds que despertó de repente cobrando vida? No, ni mucho menos. Aquello no podía vencerles.

Su posición en lo alto de la colina le permitía apuntar con precisión, y unido a su habilidad con el arma de fuego le ofrecería una buena posibilidad para disparar a algún punto concreto sin herir a sus compañeros. La bruja parece haberse posicionado, al menos de momento, de su lado, por lo que el noble descuida su "arresto" y se centra en conseguir un buen disparo, tras haber cargado su pistola una vez que Ian se la entregó.

El noble guiña su ojo y eleva lentamente su brazo totalmente estirado cuando, de repente, una sensación de rigidez recorre su cuerpo. Sus pies permanecen clavados en el suelo, mientras que sólo tiene tiempo de encoger un poco sus brazos para quedar paralizado en una posición como si una fuerte soga rodeara su tronco inmovilizándolo. Está siendo presa de alguna maldición. El noble tensa sus músculos luchando contra el poder arcano, no consiguiendo en principio nada más que agitarse un poco. En ese momento ve cómo Violed acude en su ayuda, desenvainando la espada y envuelta en una pequeña nube de ceniza que le indica que ha utilizado uno de sus pergaminos. La bardo no duda en atacar a aquello que le está inmovilizando. Una especie de tentáculos que... en fin, no sabía muy bien de dónde habían salido, ni le importaba, pues a su favor, a pesar de estar paralizado, tenía el hecho de estar empuñando una pistola. Y cargada. Sólo necesitaba un dato. Decidir a qué punto dirigir su bala.

¿¡Qué demonios es esto!? Maldita sea, los tentáculos no tienen vida por sí solos. ¡Necesito ver aquello que los mueve!

El noble intenta localizar un punto más o menos corpóreo, y dedica todas sus fuerzas a un único acto. Girar, aunque sólo sea un mínimo su muñeca derecha, en cuya mano tiene su arma, apuntando al mejor objetivo, y poco a poco apretar el gatillo. Si consigue vencer la fuerza de esa maldición, aunque sólo sea en esa parte de su cuerpo, espera escuchar un disparo lo antes posible.

 La reina patata sigue luchando, a pesar de los golpes recibidos y las brutales heridas que Lilith e Ian le han provocado, seguramente esta condenada ya, pero aun permanece en pie y mientras lo haga el peligro de que una lluvia de patatas entrando por los pasillos es real.. y la bruja escoge este momento para huir de vosotros! Hasta ahora ha ayudado, eso es verdad, pero parece que ha llegado a la conclusión de que estáis ganando la batalla y aunque parece que va a estar en el bando ganador, no quiere estar aquí cuando todo acabe. 
Aprovechando la lucha y la libertad para moverse y conjurar, cambia de estilo y objetivo lanzando un “inmovilizar persona” sobre Dramon para poder escapar del lugar tranquilamente. 
Al ver esto, Violed, corres a ayudar al noble, el resto están combatiendo a la reina, tantos a la vez no podéis ni acercaros sin molestaros entre vosotros. 

Dramon realmente no estaba ni siquiera apuntando a la bruja, pero claro, eso no quiere decir que la fuera a dejar huir, Dramon estaba apuntando a la reina... cuando los tentáculos lo atrapan, la cosa es que el noble (y nadie) sabe si estos son causados por la bruja o por la reina patata.. y empieza a luchar contra el conjuro con todas sus fuerzas mientras que Violed acude al rescate. 
Por el camino Violed consumes un nuevo pergamino que se disuelve en cenizas en tus manos mientras que tus heridas se cierran y las fuerzas regresan a tu cuerpo, cuando llegas a Dramon este lucha por liberarse de esos tentáculos de fuerza o al menos de uno, lo suficiente para apuntar y disparar! Con la llegada de Violed, combinando los esfuerzos de ambos, los tentáculos “explotan” al verse forzados mas allá de sus limites y Dramon eres libre, podéis mirar a vuestro alrededor. 
La bruja no esta, conocedora de estos pasillos y seguramente de una o dos salidas y puertas secretas, ha huido, lo que si veis es las oleadas de patatas que llegan, podéis ver tres pasillos de entrada y por los tres vienen olas y olas de patatas asesinas armadas con palos, piedras, trozos de metal oxidado... sabéis que individualmente apenas tienen peligro, pero son cientos! Mas! Os pueden matar aunque sea solo por aplastaros con sus putrefactos cadáveres! Y vienen a montones! 
Solo hay un pasillo por el que se ven retrasadas, en el, Lobo, la mascota compañera de Shinobu, cubierto de heridas, debilitado y con patatas trepando por todo su cuerpo y atacándolo por todas partes, sigue luchando furioso aplastando a cuantas puede... 

Mientras tanto, Lilith, Ian y Lilith seguís luchando contra la reina, al flanquearla de esta manera podéis atacar a placer, aunque Lilith no puedes sacar provecho a tu amplio conocimiento de anatomía y “donde duele mas” porque la cosa de las narices no tiene una fisiología lógica o conocida...
Ian usa su espada, clavada, para trepar y clavar otra aun mas arriba, al daño de ese nuevo golpe se suma el daño de pisar y hacer fuerza sobre un arma ya clavada! La reina patata se retuerce y tiembla, como cuando la alcanzan guadaña y látigo. La monstruosidad esta recibiendo una cantidad enorme de daño y sin embargo aguanta, con terribles marcas y heridas supurantes, pero aguanta, su tamaño masivo y la magia oscura que la animan ayudan a esto.. sin embargo podéis comprender que le queda poco tiempo.... la cosa es: podréis matarla a tiempo? Su muerte acabara con todo? Mas vale, por distintas entradas a la sala, como un grifo, empiezan a llegar desbordando el lugar, patatas asesinas...
Un tentáculo golpea a Shinobu en el hombro derribándola, otro se enreda en la pierna de Ian tirando de el... pero no logra separarlo de su presa!  

Durzo tienes un plan, un plan que requiere una cuidadosa planificación. Los guardias que vigilan el muelle están allí para evitar robos y a ver, puede que pasar entre ellos cargados con cajas y sacos fuera a ser imposible realmente, pero tu no vas a hacer un “robo” convencional, solo vas a hacer desaparecer cosas tirándolas por la borda, lo cual no implica pasar por delante de ellos cargado y te da una oportunidad. 
Evitar a la patrulla es relativamente fácil, la rutina y el aburrimiento los ha convertido en una fuerza peligrosa pero demasiado predecible y simplemente esperas a que hayan pasado de largo para esquivarlos. 
Subir al barco sin que te vean los de a bordo es algo mas complicado, mas que nada porque solo hay una pasarela y la vigilan, sin embargo es fácil trepar por otros puntos, una vez mas, están pensando en mas de un ladrón que intenta llevarse cosas voluminosas, eso si seria imposible, no esto que estas haciendo. 
La cubierta esta llena de cajas, barriles, bultos envueltos en tela y atados, estos últimos seguro que son los altares de madera... 
Ahora solo tienes que decidir que tirar, como, donde... que daño hacer al negocio de tu objetivo. 

Vida, muerte, Shinobu nota como su compañero animal está bastante grave, ella, también, y ya no hay un momento que perder, una barbaridad de patatas vienen de camino y su lucha se transforma en un todo o nada. La naturaleza estará orgullosa de ella si lo da todo en el intento de acabar con esa aberración, y sonríe dispuesta a dar su vida por el siguiente movimiento.

Nota como el impacto del tentáculo hace que su hombro golpeado retroceda - ¡AAAAAHHHHH! - su grito le ayudaba moralmente a coger impulso y sin frenar el movimiento de rotación del golpe, dando a penas medio paso atrás para reestabilizar su cuerpo, aprovechó para apoyar con fuerza la vara de su guadaña en su cadera y sujetarla con fuerza con su diestra, con lo que parece ser un agresivo movimiento con intención de cortar un árbol muerto, y eso era para ella esa desagradable creación, un árbol a talar por tal de que su posible enfermedad no pudiera propagarse al resto. Pero ese movimiento no era su única gesta.

Un pensamiento en grito a su compañero (que no mascota >.>), culminaba su intención de vivir o morir aportando su mayor esfuerzo, su lobo no aguantaría otra arremetida como la anterior, ni ella otro golpe como ese, y por ello su todo o nada debía estar a la altura de su orgullo por todos los que habían caído antes - ¡SALTA! - Parte de su mensaje fue claramente audible, llevada por la adrenalina del momento - ¡SALTA! SOBRE LA REINA, tu y yo, vivos o muertos, pero con nuestro orgullo intacto - los dientes de su compañero se mostraron, y pese a que podría parecer una amenaza a las patatas que se acercaban, era una sonrisa que su lupina mente compartía con la druida.

Ignorando a las patatas que venían y sin usar escalera alguna, aprovecharía la altura para saltar sobre la reina, en el que compartido con el destino de su loca hermana, pretendían acabar con aquella patatemonia o morir en el intento.

Violed consiguió al fin liberar a Dramon. El noble buscaba a la bruja entre confuso y enfurecido pero, sobre todo, en su mirada se leía la determinación de quien sabía que debía olvidarse de una rápida venganza para centrarse en problemas mucho más inminentes.

La muchacha miró de reojo las entradas hacia la sala de la reina y observó con horror como las patatas parecían multiplicarse y salir por todas partes. El lobo estaba superado y no creía que fuera a aguantar mucho.

Una idea cruzó su mente.

- Voy a utilizar otra de las piedras trueno para frenar a las patatas- avisó a Dramon- ¡Lobo! Sal de ahí, ayuda a Shinobu. Concentrar todo vuestro fuego en la reina patata. Si ella cae, las patatas caerán. O eso espero- terminó diciendo para sí. 

No sabía si el animal la había entendido pero el caso es que giró sobre sus patas y se lanzó de cabeza hacia la reina patata.

Violed agarró una de las piedras truena de la mochila y asintió a Dramon para darle a entender que tapara sus oídos si no quería quedar atontado por el ruido atronador.

Cuando el lobo alcanzó una distancia prudencial y el mar de patatas empezaba a colarse sin parar por las puertas, la bardo lanzó el poderoso artefacto, esperando que les diese el tiempo suficiente para acabar con aquel ser infernal.

Había conseguido colarme con relativa facilidad en el barco. Una vez en cubierta, identifiqué rápidamente los bultos y más o menos lo que podían contener. Quizás lo que hiciera finalmente más daño a los Zaffa sería la pérdida de los altares de madera. Parecían bastante pesados, pero debía encontrar una manera de tirarlos por la borda. Si no pudiera, debería dirigir mi atención a los barriles y tirar cuantos más mejor.

Antes que eso, investigaría las bodegas. Esperaba encontrar allí algún cargamento de pólvora o algún material inflamable, que pudiera encender. Mi objetivo era hundir el barco directamente o, al menos, provocar un incendio a bordo que consumiera la máxima cantidad de carga posible.

Me moví con sigilo por la cubierta hasta encontrar la puerta que bajaba a la bodega. Bajé en silencio. No esperbaa encontrar a nadie allí abajo, pero cuanto más sigilosamente me moviera mejor. Busqué en la bodega si encontraba algún barril o algo que pudiera servirme de acelerante.

Aquello empezaba a ser peligroso, y no es que antes hubiera sido un camino de rosas, pero es que el tiempo ahora se agotaba y si caían esta vez no habría nadie que le devolviera a la vida. A su alrededor todo parecía ralentizarse mientras la adrenalina recorría sus venas y los movimientos de sus compañeros y enemigos se veían ajenos a ella, casi como si fuera una simple observadora en la distancia. 

Ian escalaba el tallo de la reina acuchillando y pisoteando, haciendo un daño abrumador que había incluso desviado la atención de su látigo. Por otro lado Lobo se había retirado, llamado sin duda por Shinobu, y ahora druida y animal atacaban con todas sus fuerzas al unísono, una combinación mortal de acero, garras y dientes, un torbellino de destrucción que alcanzaría a aquél monstruo en tantos sitios que apenas lograría contener a los atacantes. Y después estaba Dramon, incluso desde la cornisa transmitía la furia y el odio que sentía al darse cuenta de que había sido engañado por la bruja y que no podría vengarse; apuntaba su nefasta arma contra la embrujada planta dispuesto a esparcir trozos de aquél demoniaco por toda la sala. Por último Violed, también sobre la cornisa, apuntaba al verdadero peligro que ahora corrían; la marea de patatas - inofensivas por separado pero mortales en aquella horda - se apelotonaban en un río interminable que bajaba por el pasillo dispuesto a ahogarles en un mar de podredumbre y muerte. 

El retumbar del trueno cuando la piedra de la bardo impacto en medio de aquella masa, ralentizando al grupo hasta prácticamente detener su avance durante unos valiosos segundos, la despertó de aquél extraño trance en el que se había sumergido y volvió a centrar su atención en lo que tenía por delante. Aquél podía ser un último ataque a la desesperada, un último golpe que acabaría con aquél ser o con ellos. 

Aquél cuerpo no era humano ni remotamente, no tenía puntos débiles como podía tenerlo cualquier otro enemigo al que se hubiera enfrentado, pero si había aprendido algo durante años causando un dolor inmensurable, es que golpear sobre una herida abierta era una tortura en sí misma capaz de enloquecer a cualquiera. Dispuesta a vengarse de todo lo pasado, entrecerró los ojos y analizó su siguiente embate. Ahora que los tentáculos de aquél bicho la habían dejado en paz podía moverse a placer, y guiada por la sed de sangre flanqueó a su oponente, hizo chasquear su arma en el suelo mientras tensaba el cuero negro moteado por afilados cristales rojizos y en un segundo golpeó sobre una de las supurantes marcas que había anteriormente dejado. 

Era el final de todo y lo disfrutaría, pasara lo que pasara...

La reina no termina de morir aunque parece que está en las últimas. Apenas puedo observar como Shinobu recibe su ataque, pues con uno de sus tentáculos atrapa mi pié, lo que me obliga a aferrarme con todas mis fuerzas para no salir despedido hacia cualquier parte.

El estruendo de las hordas de patatas que se aproximan está mucho más próximo, el tiempo se nos agota y el sudor cae por mi frente. Probablemente no salgamos vivos de esta, pero tenemos que acabar con esta abominación para que el resto aunque viva no tenga un líder que los dirija para causar el mal.

-No se supone que eres letal Lilith jajaja- reconozco que en medio de la lucha y más si es una lucha desesperada y con posibilidad de muerte, me encuentro feliz, eufórico y con ganas de vivir.

La reina sigue intentando librarse de mi con todas sus fuerzas y soy consciente de que el estoque es demasiado largo como para poder agarrarme firmemente, así que recurro a mi daga y apuñalo repetidamente a la planta esparciendo trocitos de podredumbre por todas partes y esperando que realmente la esté dañando, pues la hoja al ser mucho más corta tal vez no alcance nada importante.

-Matando una planta demoníaca casi a mordiscos...no se si es lo que espera ella de un mosquetero a su servicio...necesito otro tipo de trabajos...-pienso mientras con los dientes apretados apuñalo una y otra vez

Al lío! Solo dos cosillas que hay que tener en cuenta.

En el grupo de la reina patata: Shinobu le pides a Lobo que deje un combate para unirse a otro distinto, eso obliga al animal a servir de blanco para ataques de oportunidad patateros por flanco y espalda! A la hora de escribir esto aun no he tirado nada, pero no suena nada bien.

En el barco: Durzo si tuvieras un barco mercante de muchas miles de piezas de oro y estuvieras en un mundo con magia dime una cosa: Para que prepararías alarmas? Lógicamente no puedes poner alarmas para que se muevan  o no cosas, la magia no diferencia entre que estén cargando o descargando o robando... pero la magia si que puede sonar si hay lo mas temido en un barco “fuego” 

Dicho esto, que espero que suene muy lógico... vamos a ver que pasa.

Y ahora a la acción, como todo lo anterior lo escribí sin tirar nada de nada, a ver que pasa ahora.

Las patatas empiezan a desbordar por todos los pasillos! Docenas de caminos por los que llegan mas y mas patatas locas, armadas con palos, piedras, trozos de cristal, jeringuillas usadas! Vale, eso no, pero cualquier otra cosa, clavos, trozos de metal informe, ramas, de todo!

Violed y Dramon parece que habéis roto el hechizo que retenía al noble y justo a tiempo, Dramon se vuelve y... la bruja ha desaparecido por a saber que pasillo lateral que ella conoce y que vosotros no, esta es su casa y seguro que se esta escabullendo ya de ella... pero aunque la bruja ha desaparecido, no así las patatas del mal que Lobo esta reteniendo como puede, el resto de los pasillos están inundados, pero este, el que tenéis cerca vosotros, se libra por momentos gracias al animal, sin embargo si el cae recibiréis de pleno una oleada de patatas salvajes...

Dramon dispara y su bala abre un agujero en la masa de patatas destrozando a los dioses saben cuantas de ellas en el proceso, da igual porque pronto otras ocupan el lugar de estas, la masa ha sido dañada, pero dista mucho de ser detenida.

Violed preparas una piedra trueno, con suerte os dará algo de tiempo... pero necesitas que Lobo se quite de en medio, por suerte al mismo tiempo que tu ruegas por que se quite, Shinobu lo llama y Lobo, tras morder una ultima patata, se vuelve a la carrera.

Y al hacerlo las patatas caen sobre el, lo pisotean, lo muerden, lo arrastran y arrasan, Violed ves desaparecer a Lobo en medio de la vorágine de patatas! No puedes esperar, si no lanzas ahora puede que no solo os arrasen a vosotros dos también, es posible que maten a Lobo si no lo sacáis de este lío pero ya!

El sonido de la piedra trueno, atrapado y amplificado por el túnel, parece aturdir, atontar y paralizar a las patatas... por cuanto tiempo? Quien sabe...

Mientras tanto, Shinobu lo sientes, dolor, mucho, Lobo esta en peligro, lo han mordido y pasado por encima y esta caído en el pasillo debajo de las patatas, Violed intenta ayudarlo pero si no lo sacáis de allí poco podréis hacer por el la verdad...

Los tentáculos de la reina siguen buscando que golpear, esta vez uno de ellos intenta dar a Ian, que pegado a ella la esta despanzurrando a base de golpes en el cuerpo y repetidas puñaladas salvajes, el mosquetero esta tan cerca, prácticamente metido en ella, que el tentáculo falla su golpe mientras que Ian sigue destrozando con su daga! Shinobu saltas y clavas tu guadaña a la altura mas o menos del estoque de Ian y prácticamente te quedas colgando de ella! Y el ultimo tentáculo golpea, de nuevo, a Lilith, un feo golpe que de paso que destroza parte de la ropa de la ladrona, que amenaza con colapso total en cualquier momento, deja una herida sangrante sobre el pecho de esta... pero es la hora de la venganza y tras los golpes de Ian y Shinobu, Lilith remata con un nuevo ataque del látigo, esta vez parece que es demasiado. Las quemaduras que este arma provoca en la patata reina se amplían mas y mas y se tocan con el destrozo de Ian y Shinobu, con un chasquido desagradable la reina se parte en dos y su carnosa parte superior cae al suelo mientras se pudre a gran velocidad... al suceder eso, como sospechabais, la magia que la anima la abandona en forma de pestilencia y lo mismo sucede con el resto de las patatas que caen, medio podridas e inertes, como comida estropeada ordinaria y corriente! De golpe, en los pasillos y toda la fortaleza, se hace la quietud y el silencio....

Durzo, el plan inicial era tirar cosas por la borda pero eso podría hacer demasiado ruido de chapoteo y si sospechan que lo robado esta junto al barco bajo el agua pueden recuperarlo y aquí no ha pasado nada de nada... necesitas algo mas definitivo...

Con mucho cuidado bajas a la bodega, todo esta tranquilo aquí, cajas, barriles, todo apilado ordenadamente en el lugar,...

Buscas un acelerante, algo que usar para que el fuego lo consuma todo, por suerte hay barriles de aceite lista para la exportación, solo tienes que dar una puntada en uno de los barriles y el oleoso contenido de este empieza a derramarse, entonces tomas una de las lámparas y la destrozas contra la zona empapada de aceite, una enorme llamarada salta al momento y...

“FUEGO FUEGO FUEGO”

Una boca mágica aparece en medio de la bodega gritando como loca esa palabra una y otra vez al tiempo que de la nada empieza a llover, si, llueve dentro de la bodega! No es suficiente para apagar las llamas con aceite pero al menos parecen controlar un poco su expansión! Y guardias y marineros de reten seguro que no tardan en empezar a llegar! Tienes que salir de aquí rápido! El problema es que aparte de la escotilla superior, cerrada, que es por donde suben y bajan la grúa con las mercancías, la única salida es el pasillo por el que llegaste y que es también la única entrada para los que bajen a ver que pasa... 

Violed lanzó la piedra entre la duda y el temor. Si no hacía nada, el Lobo que tanto les había ayudado caería entre un mar de patatas salvajes. Si lo hacía, tal vez la piedra le hiciera un daño atroz en sus oídos ultra sensibles. Pero no tenía elección, era su única arma y debía intentarlo.

Lanzó la piedra y rezó a los dioses para no equivocarse. El estruendo pareció acabar con todo movimiento en el mundo. Por un momento, el tiempo pareció detenerse a su alrededor. Dejó de haber ruido, ruido de patatas salvajes gruñendo, ruido del metal entrechocando, ruido de la reina luchando por su vida...

Supo entonces que, para bien o para mal, todo había terminado.

Su vista buscó a Lobo entre cientos de patatas inertes, vio también a sus compañeros tambaleantes, sangrantes, tratando de recuperar el aliento sobre el cadáver putrefacto de la reina caída, vio a Dramon tan perdido como ella misma, buscando a su próximo objetivo.

Hizo recuento mental, sólo le quedaba un pergamino de curación, no especialmente potente, pero esperaba que al menos sirviese para que el Lobo que tanto había sacrificado por ellos pudiese seguir viviendo.

Casi sin pensar, despegó sus pies del suelo y salió a la carrera en dirección al animal oculto entre los cuerpos ya inertes de sus enemigos, mientras buscaba el último pergamino de curación.

- Ayúdame- le espetó a Dramon al pasar a su lado- no hay tiempo.

¡¡Maldita magia!! Tendría que haberlo tenido en cuenta, pero lo hecho, hecho está. No oigo sonido de pasos que bajen, pero no tardaré en oirlos y en ese momento estaré jodido. No se me ocurre otra cosa que intentar esconderme y escabullirme por la puerta cuando los marineros entren a ver que ha pasado. Con un poco de suerte, bajarán todos los posibles y podré salir de allí... espero.

Mientras tenga tiempo, miro a mi alrededor los barriles e intento arrastrar alguno de ellos cerca de la puerta para poder esconderme detrás de ellos.

El compañero de la druida no había aguantado el envite, aunque por suerte parecía haber acabado, incando un instante la rodilla en el suelo, cogió unas semillas florales de su bolsa y las esparció de un lanzamiento, pues con tanto alimento maldito, las flores purificarían el lugar antes que cualquier otro tratamiento antinatural y mágico.

Se alegró al ver como Violed iba en ayuda de su lobo, y no tardó la druida en hacer mano de otro saquito, con algunas bayas todavía, cuatro en total. Miró el aspecto de los presentes en la zona inferior, y dio esta vez en mano, una baya a Ian; que aun parecía cansado, dos a Lilith; que parecía estar bastante agotada, y una se la comió ella mientras caminaba en dirección a las escaleras, para ayudar ella también a su hermano lobo.

Cogió aire poco a poco, lo aguantó un instante y lo soltó con la misma lentitud que lo tomaba, centrándose en hablar con su compañero, diciéndole que no se preocupara, y que en poco estaría con él.

Mientras no dejo de apuñalar a la dichosa planta, me percato de que parece que pierdo la verticalidad, con lo que me agarro con fuerza pensando que me ha atrapado con un tentáculo y no lo he notado, pero un instante después me doy cuenta que estoy apunto de...

-Uff-choco contra el suelo amortiguado levemente por la masa de la planta de la que me separo rápidamente cuando empieza a descomponerse.

Estoy cansado por el esfuerzo del extraño combate...no increíble combate que acabamos de librar. Si en este momento las patatas siguieran vivas les pediría un instante para respirar que seguro que con su inteligencia me lo permitían.

Shinobu me entrega una de esas extrañas bayas y observo como se dirige hacia los pasillos, supongo que para ayudar a su compañero animal. Por mi parte me acerco a Lilith y le entrego mi baya en silencio, y por supuesto sin ningún tipo de caballerosidad. Estoy cansado y no me voy a decirla cuatro tonterías que me va a escupir a la cara, ni siguiera con un gesto, peor parece necesitar la medicina más que yo.

-Guarda ese látigo antes de que la chica lo haga trizas-digo casi malhumorado ante la espectativa de buscar mis armas entre la masa podrida de la reina.

-Podrías no haberte descompuesto tan rápido...habría sido un detalle por tu parte...

Ahora nos tocará buscar a la bruja, pero ¿dónde se habrá metido?, por lo menos sabemos que no va a invocar a un ejercito de patatas mutantes...

¡Estaba hecho! Había notado como aquél último latigazo acababa con las últimas fuerzas de la reina planta como si la quemara por dentro y destrozara su misma esencia. Ni siquiera aquél último golpe con el que aquél monstruo la había intentado detener había podido con ella, y ahora al fin se había terminado todo. 

Se dejó caer al suelo mientras observaba el caos causado en los últimos instantes y aceptó casi sin darse cuenta las bayas que le ofrecía la druida, que rápidamente salió corriendo hacia la horda de patatas caída y se puso a buscar junto a Violed a lo que suponía serían los restos de Lobo. Si aquél animal sobrevivía a eso merecía un premio, pues entre aquella hueste putrefacta cualquier hombre o mujer habría sido aniquilado, ella misma lo sabía. 

Se metió las dos pequeñas frutas a la vez en la boca y empezó a masticar lentamente, como si el cansancio y el dolor le hubiera quitado todas sus fuerzas, dejándola tan en calma como la quietud que ahora reinaba en el viejo y medio derruido torreón. Sentía el sabor dulce y reconfortante del alimento y notaba como poco a poco recobraba su energía, pero no se levantó ni dijo nada, simplemente aguardó.

Sonrió cuando Ian pero rechazó con un simple gesto el ofrecimiento del mosquetero, luego asintió cuando se refirió al látigo y decidió que era mejor hacerle caso, estaba segura de que a Shinobu aquél arma no le haría ninguna gracia. Después apartó la mirada de su compañero, que empezaba a buscar entre los restos en descomposición de su enemigo, y escondió el látigo enganchándolo a su espalda y tapándolo como podía con lo que quedaba de su - ya de por si escasa - ajada camisa. 

Esperó a recobrarse un poco, a que el soldado consiguiera su equipo, a que las chicas rescataran o se despidieran de la mascota y a que Dramon bajara a unirse a ellos, y entonces se levantó con un pequeño salto, acercándose al grupo. 

- Bueno, parece que esto no ha acabado, tenemos una fugitiva que nos debe un favor, ¿no creéis? 

Entendía el motivo por el que la mujer se había escabullido en cuanto pudo, ella también lo habría hecho, pues de no huir ahora seguramente estaría muerta o peor, en sus capaces manos. Pero eso no quitaba para que hubiera sido de muy mala educación escapar así, sin despedirse ni dar las gracias, y estaba claro que ella pretendía cobrarse con creces el haberla liberado. Sonrió con malicia. Era hora de seguir la caza.

 Bueno lo primero de todo: Shinobu, Violed, Lilith, Ian y Dramon... level up! Podéis seguir en vuestra misma clase o multiclasear si lo desasí aunque en ese caso me tenéis que decir en que para darle el visto bueno. Si sabéis hacer la ficha perfecto y sino decirlo para que yo u otro jugador experimentado puedan ayudaros. 

Vamos con la acción. 
El problema de las pistolas es que una vez descargadas, tardan mucho en volver a estar listas así que Dramon no pierde tiempo y se pone a recargar. Mientras tanto Violed corres a sacar a Lobo de su prisión de materia pútrida, esta herido y apenas respira, pero parece que aun vive lo suficiente como para salvarlo! Algo de magia curativa no le vendrá nada mal y tiras de uno de los pergaminos para intentar curarlo. 
Mientras tanto, Shinobu entregas un par de bayas a Lilith, otra a Ian y una mas para ti misma y corres a ver a Lobo. Al llegar a donde esta Dramon ves que Violed lo ha sacado a medias de entre las patatas destruidas y ha realizado unas primeras curas sobre el que parece estar algo mejor y lame la cara de Violed en agradecimiento. 
Mientras tanto, abajo, Ian revisas los restos de la patata, no sea que quede alguna simiente o rastrojo o lo que sea y la cosa vuelva a alzarse con el tiempo... y por si hay alguna especie de tesoro aquí, pero nada, nada de nada... solo las semillas de Shinobu ha arrojado sobre los restos para que la usen de abono y creen un jardín. .. y Lilith guarda el látigo no sea que la druida decida que un arma “aniquiladora” de cosas vegetales tiene que desaparecer de este mundo mediante fuego y destrucción... 

 Total que esto es lo que pasa entre que Shinobu llega con Violed entre las dos sacan a Lobo y lo curan y Dramon recarga su pistola y ahora... ahora hay que dar caza a la bruja! 
Con Lobo recuperado es fácil seguirle el rastro, no es además una experta en cubrir su rastro y va con prisa, gracias a eso descubrís la red de pequeños caminos laterales, seguramente caminos de sirvientes, que ha usado para escabullirse y en los mismos encontráis un pequeño nicho oculto pero abierto ahora donde había una caja, la caja parecía contener pergaminos y pociones, seguramente un “alijo de emergencia” por si tenia que escapar o no tenia acceso a su almacén central, su laboratorio, que habéis saqueado antes... 
El rastro os lleva hasta la superficie, la luz del sol y... una tribu entera de kobolds, los mismos que conocisteis ya en el claro de la tumba, están allí de pie, en silencio, al menos un centenar de estos pequeños lagartos, al aparecer su líder del penacho de plumas en la cabeza os habla: -Saludos aventureros, habéis realizado un buen trabajo.- Sois vosotros o ahora habla mucho mejor el idioma? 
-Nosotros agradecidos, dejar ir a vosotros..- Ah pues no: -Bruja decir que ser grandes guerreros..- Así que la han visto! Claro, ha pasado por aquí antes que vosotros. 
-Ir en paz amigos de los clanes, clanes recordar lo que hoy hacer aquí..-  

Durzo, el plan sale bien! Los marineros que están de guardia y los guardias, todos, acuden corriendo al escuchar la alarma, tu a esas alturas ya te estas escondiendo y ni siquiera buscan, dan por sentado por lo que ven que una lámpara de aceite se ha caído o que algún descuidado marinero dejo algo aquí encendido y empiezan a gritar ordenes mientras organizan una línea de cubos desde la sentina hasta aquí para apagar el fuego, tu tienes tiempo de salir y escapar sin problemas... 
Bueno, mas o menos,
Llegas a la cubierta sin que ninguno de los afanados marineros o guardias te descubran y casi estas a salvo cuando por la rampa de acceso, la única manera de salir y entrar, te cruzas, de frente, sobre un tablón de apenas medio metro de ancho que une el barco con el muelle sobre las oscuras aguas, con la patrulla que viene al completo a ver que pasa y ayudar. Los miras, te miran, son una docena! El líder, que va delante, parece sorprendido de verte pero por fin comprende que eres algún tipo de ladrón, saboteador o hijodemilputas loco variado y echa la mano al cinto donde lleva una pistola! 
-Me cago en todo!- grita mientras intenta desenfundar su arma. 

Sin tiempo de ver que tipo de pergaminos y pociones hay, Shinobu tomó un grupo de estos, mientras las prisas por seguir a la bruja sguían patentes en alguno de sus compañeros. La druida que en ningún momento tenia intención de castigar a la bruja, salió la última tras coger los pergaminos y pociones que su petate pudo cargar.

Entonces al salir y ante la recibida kobold, la chica sonrió, al parecer la bruja que querían capturar era la que allanaba la salida, pues los kobolds, aunque magníficas criaturas, a veces se podían dejar llevar por el oportunismo, ella lo sabía, pero igual sentía que les quería ayudar. Esta vez todos quedaban en paz, y sería un honor si realmente decidían recordar aquel momento. Quizás con algún festejo kobold, aunque no dudaba que esa noche festejaran de verdad, sería buen recuerdo para ella creer que dicho furor se repitiera cada año.

Se acercó con calma al líder y se agachó - las próximas comidas lejos de las ollas de esa señorita espero,... cuidaros ¿de acuerdo? - en vez de ofrecer su mano, que podría ser interpretado como desconsideración, puso su mano derecha en su pecho, como saludo, ofreciéndoles su respeto y sus mejores deseos. Ahora tocaría volver al pueblo a informar.