Partida Rol por web

Crónica del Heredero - Episodio II - El Ascenso.

I - Un acaudalado enemigo

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06/08/2014, 20:04
Kormack Quebrantahuesos

El enano sentía sus brazos más fuertes. Las noches un rugido le sobresaltaba y durante el día podría jurar ver los ojos de aquel tigre en las chispas que saltaban. Ensimismado sólo golpeaba, golpeaba y con gran fuerza. Aquel demonio pudo haberle devorado. Necesitaba nuevas armas...
Brunal era un ser simpático y bonachón. Le agradaba su forja y parecía ser bienvenido allí. Volverré amigo. Puedes jurrrrarrrlo. Estas cicatrices son ganadas y más que me debo! JA! - dijo antes de darle un buen apretón para despedirse de él, aunque algo en aquellos ojos le decían que no sería una despedida. Si no un ser que buscaba ayuda...

Notas de juego

1400. Lo anoto y miro en que gastarlo.

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06/08/2014, 20:33
Ogna

El sonido de la música traspasaba la puerta que no era más que una pesada cortina. Eso era una buena señal que hizo que Ogna se sintiera cómoda inmediatamente.

- Qué os parece si os divertís un poco en ...- Hizo una pausa para mostrar con un movimiento abierto del brazo el lupanar.-...El Palacio de Klarisse. - Puso a sus amigos al día sobre lo que había averiguado.- Divertíos y yo me ocupo de la dueña.- Se ajustó el laúd a la espalda, aunque no era más que un adorno, puesto que siempre le había gustado más cantar a viva voz. Al entrar se quedó cerca de la puerta para no incomodar a las chicas  y esperó a cruzar la mirada con Klarisse sin duda, la mujeres con el vestido de seda que aleccionaba a una de las mujeres. Le hizo un gesto con la mano pidiendo permiso para acercarse.- Buenas noches, mi nombre es Ogna. Me gustaría hablar con la dueña de...digamos que de negocios.

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06/08/2014, 20:46
Klarisse Vensatal - Madam del Palacio de Klarisse

Oh! Vaya, ¿Qué tenemos aquí? - Preguntó la mujer andando de forma sugerente mientras contoneaba las caderas pese a su edad. Al acercarse hacia el recién llegado grupo aplaudió para que varias de sus mujeres se incorporase y recibiesen a los varones. 

La mujer examinó a Ogna descaradamente y alargó su arrugada aunque impoluta mano hacia la cara de la chiquilla. Le acarició las mejillas con delicadeza y pasó sus dedos por el cuello. Bienvenidos sean al Palacio de Klarisse - Comentó haciendo una ligera reverencia - están en su casa caballeros. - Dijo a los hombres que acompañaban a Ogna. No me gusta la palabra dueña muchacha, llamémoslo mejor la diligente madre que se encarga de éste nuestro hogar. - Puntualizó sonriente, hecho que remarcó aún más las arrugas en las comisuras de sus labios. Aunque Klarisse no podía ocultar su edad, sí que podía disimularla con su forma tranquila y agradable de hablar, sus medidos gestos perfeccionados durante décadas, y las toneladas de maquillaje traídas desde lo más remoto de los reinos.

¿Que puedo hacer por vos preciosa? - Preguntó cuando una de las mujeres que se había levantado de los cojines se acercó hasta ellos con una bandeja con varias copas de cristal y una jarra de vino.

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06/08/2014, 21:06
Morwing

Poco tardó Ogna en iniciar una conversación con la dueña de El Palacio de Klarise. El salón tenía un aspecto agradable y acogedor adornado con hermosas mujeres posadas en cojines y vestidas con prendas seductoras. Varias chicas se aproximaron al grupo pero una de ellas, acomodada en uno de los cojines de la sala, llamó la atención de Morwing, que siempre había sentido cierta “debilidad” por el género femenino y más si eran tan bellas como esta humana. Se trataba de una chica joven, con el pelo negro como la noche y unos ojos azules como zafiros.

-¡Guau! – Ahora vuelvo..., dijo Morwing al resto de sus compañeros tras guiñar el ojo.

El hechicero, tomó una de las copas ofrecidas y se aproximó a la humana con el rostro oculto bajo su capucha.

-Buenas noches señorita, ¿me permitís acompañaros? Dijo el elfo haciendo una disimulada reverencia.

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06/08/2014, 21:14
Ogna

Las palabras de la madame sonaban tal cual se las había imaginado Ogna. La cosa era saber si todo era eso, palabras, o de verdad la señora se preocupada de sus trabajadoras. Dejó que Klarisse la examinara sin reparo. Ogna llevaba una cola de caballo que acentuaba sus orejas de soplillo. Además adornaba su rostro con un maquillaje natural: sus ojeras.

- Esa música ha llamado mi atención. Me gusta cantar y he estado actuando en El Festín de los Mares. - Hizo un gesto como de desagrado, indicando que no era donde quería hacerse famosa en el futuro. De paso si la mujer quería alguna referencia podría conseguirla fácilmente hablando con Pulgar, al que seguro conocería bien.- ¿Quién es el que toca?- Un poco de charla intrascental para llevar a la mujer cogida del codo con delicadeza fuera del alcance de oídos indiscretos.- No me importaría trabajar aquí, cantando quiero decir, no soy tan guapa como sus chicas pero mi voz es mucho mejor que mi aspecto, se lo aseguro.- Se arreglaba sin mucho éxito los mechones d epelo lacio que se escapaban de la coleta.- Verá, me gustaría proponerle un trato.- Desde que había entrado en el lupanar no había ocultado la abultada bolsa con monedas de oro que pendía de su cinturón.-Busco información. Sé cómo funciona un lugar como este. Cómo los hombres se relajan, y relajan su lengua, cuando alivian sus necesidades. Y a esa esperanza me aferro.- Ogna dudaba sobre cómo abordar el tema. No conocía nada a la mujer y podría jugársela a una sola carta. Si era como pensaba, y aquella mujer protegía a sus chicas, quizá le tocara la fibra sensible con sentimentalismos.- Busco a un familiar...que ha desaparecido.- No quería relacionar la desaparición con el tráfico de esclavos para no asustar a la propietaria y espantarla.- He seguido su rastro hasta esta ciudad tras mucho esfuerzo y me encuentro estancada. Me preguntaba si aquí, donde parece que se preocupa tanto por estas chicas, hubieran oído algo. Quizá sepáis de la desaparición de muchachas o hayáis oído algún rumor al respecto. Agradecería cualquier ayuda, puedo pagarle si es necesario o trabajar aquí incluso, como le he dicho.- Visiblemente afectada, Ogna tiró un poco más de la cuerda.- En la Corona de Cobre casi me muelen a palos sólo por preguntar...pero...aquí...es distinto con una mujer...- Apelaba a solidaridad femenina. Sólo una igual podía comprender lo que una muchacha que se dedicara a ese trabajo podría sufrir.- En esta ciudad se comercia con todo y temo que haya sido llevado a la fuerza para ser vendido como esclavo. ¿Pero a dónde? ¿quién podría hacer algo así? Tengo que encontrarlo. He oído un nombre que hace a la gente estremecerse...un pirata que trafica con hombres...Steznag.

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06/08/2014, 22:29
Klarisse Vensatal - Madam del Palacio de Klarisse

Klarisse pasó con delicadeza su brazo sobre los hombros de la chiquilla y dejó que Ogna la alejase del grupo principal. Comprendía que había cosas que era mejor hablar con otra mujer alejada de oídos masculinos, sin embargo su sorpresa inicial fue mayúscula cuando la muchacha le confesó que era cantante. Ya veo Ogna- pronunció saboreando el nombre - bonito nombre, me recuerda al nombre de la diosa. ¿Es por eso que te lo pusieron tus padres? - Preguntó con curiosidad. 

Nuestro músico se llama Thenan, es un eunuco que llegó aquí desde la lejana Calimport, y tiene un manejo excepcional del arpa. Supongo que el mantener su mente alejada de los placeres de la carne le ha hecho ser un maestro tocando el único instrumento que le aporta placer. - Comentó risueña. Supongo que harías un buen dueto con él, tienes una voz muy linda... Aunque no deberías menospreciar tus otras cualidades Ogna. Yo podría convertir en una diosa a la mujer más fea de los Reinos, con práctica - volvió a acariciar a la joven mientras soltaba su coleta y colocaba su pelo lacio ocultando en parte sus orejas  - modales, maquillaje y... tacto, todo puede mejorarse. 

Ante la mención al Festín de los Mares ella también frunció el ceño. Hmmm sí, sé que la clientela de esa taberna no es la más exquisita de la ciudad aunque no es de las peores, conozco a su dueño y la forma en la que lleva su negocio. Como verás los regentamos de manera totalmente distinta. - Comentó haciendo un amplio barrido con su brazo para mostrar los bellos tapices que colgaban de las paredes y la limpieza inmaculada del local.

Cuando Ogna habló sobre la desaparición del familiar y la recopilación de información madama Klarisse escuchó con atención asintiendo ante las observaciones de que allí los hombres relajaban aparte de sus cuerpos, sus lenguas. Ciertamente la mujer disponía de alguna clase de empatía que la hacía parecer muy cercana a aquellos con los que hablaba, Ogna se sentía bastante confortable contándole su pequeña mentira; puede que ese hubiese sido uno de los motivos de su éxito. Sin embargo, cuando el nombre de Steznag salió a la luz el rostros y el cuerpo de la mujer se tensaron por unos instantes, fue un movimiento casi imperceptible de haber sido porque Ogna podo a poco iba dándose cuenta del miedo que inspiraba ese pirata. Klarisse tuvo que hacer el esfuerzo de mirar dos veces a la muchacha incrédula por haber escuchado ese nombre en la boca de la delicada chiquilla. ¿Steznag? - Susurró - Ya veo porqué te haces acompañar de esos hombres y porqué casi te muelen a palos en la Corona de Cobre. ¿A quién se le ocurre? No puedes ir a ese antro preguntando por piratas y mucho menos por "ese" pirata. - Comentó mientras sujetaba la cara de Ogna y la hacía mirarla directamente a sus profundos ojos negros. Me parece hija mía, que ese dinero que pretendes pagarme será mejor que te lo ahorres si quieres encontrar a ese...malnacido. Steznag no sólo trafica con arte, bienes y hombres, también con sus almas. Ninguno de sus hombres es bienvenido en mi casa, puedes estar tranquila, pero hasta mí llegan las noticias de sus fechorías, y algunas veces más que las noticias... 

Ese ser, nacido de la corrupción entre humanos y seres del inframundo, llegó hasta estas tierras cuando yo era una jovencilla. Según cuentan llegó desde Zhay y ya para entonces era temido entre las gentes de mar. Su barco, La Ola de Ceniza, ha hundido más barcos que los que se podría contar en una noche. Miles de marinos han muerto bajo sus garras o caído bajo su yugo... Eso lo hizo ganarse en pocos años una fama que hasta el día de hoy no ha parado de crecer. Desde hace unos años ha dejado de asaltar barcos y ahora son sus sirvientes quienes lo hacen por él. Ha conseguido aunar a piratas de toda la costa de la espada bajo un único estandarte y ahora él se pavonea de corte en corte alquilando sus servicios.  Es bochornoso... - Protestó visiblemente afectaba por lo que estaba contando.

Siento si te puedo parecer cruel pequeña pero...tu familiar probablemente haya sido esclavizado, si no vendido, a algún señor de tierras lejanas. La mujer se mordió el labio durante unos segundos mientras observaba a la aparentemente apenada Ogna. Hay un pirata... - Comenzó diciendo lentamente. - que puede que esté trabajando para él, pero no le he vuelto a ver en la ciudad. Creo, y son sólo rumores, que vive junto a su tripulación en una cala entre acantilados a unos cinco días en dirección a Puerta de Baldur. No puedo ser más específica porque lo que te digo lo escuché hace más de dos años, pero no sé, puede que te sirva de ayuda. Su nombre es Todlar el Tuerto, un semielfo asesino exiliado de la ciudad y que patrulla esas aguas asaltando a mercaderes incautos que viajan sin la protección de los convoyes.

 

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06/08/2014, 23:39
Erenil - Meretriz del Palacio de Klarisse

Por supuesto mi señor, su compañía es todo un regalo para mi... - Ronroneó la pelirroja meretriz mientras tamborileaba sus dedos en el muslo de Morwing muy cerca de su entrepierna. ¿En qué puede servir oh ésta simple damisela a un elfo tan hmmm atractivo como vos? - Preguntó con tono sensual mientras acercaba su bello rostro a la oreja puntiaguda de Morwing y permitía que el elfo apreciase su olor a flores del bosque además de notar sus pechos contra el brazo.

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06/08/2014, 23:46
Morwing

Morwing sintió un intenso escalofrío por todo el cuerpo cuando la meretriz pelirroja, sí pelirroja, acarició sus orejas puntiagudas… La chica era bella, pero la percepción de lejos del elfo con respecto al color del pelo le había jugado una mala pasada… ya ni siquiera estaba seguro si el color de ojos era verde o azul. - ¿Qué demonios llevaba esa jarra de hidromiel?

Por el rabillo del ojo vio como Ogna se alejaba con la dueña del salón mientras parecían tener una conversación extensa y esperemos que fructífera.

-No nos desviemos de a lo que hemos venido, pensó el elfo justo antes de resoplar.

- Disculpe damisela, pensé que era usted morena….

Acto seguido Morwing se alejó de la mujer pelirroja, sí pelirroja, y se reunió de nuevo con sus compañeros…

-Pues no era no era mi tipo, no. Anunció con una sonrisa pícara

Notas de juego

Me van más las morenas xDDDD

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07/08/2014, 01:25
Erenil - Meretriz del Palacio de Klarisse

Erenil abrió los ojos sorprendida. Era la primera vez que la rechazaban de aquella mala manera. ¿Morena? Qué tienen las morenas que no tenga yo. - pensó malhumorada pero aún así manteniendo esa sonrisa cálida que le había enseñado Klarisse y que había perfeccionado durante el último año. Eh...-  Consiguió articular avergonzada bajo la divertida mirada de sus compañeras quienes reían ocultando la cara tras sus manos.

Notas de juego

Dios, lo que me he podido reír con tu post. Lo siento, no me había fijado que habías especificado lo de morena... Cada vez que lo leo me muero de risa xD

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07/08/2014, 01:32
Director

Kormack abandonó la forja de Brunal Brasanegra en el Distrito Central cuando caía la noche. Ambos enanos cerraron la puerta y se despidieron de nuevo en la calle donde, tal y como habían vaticinado, nevaba copiosamente y sin descanso desde hacía un par de horas. Kormack cenó y bebió en el Festín de los Mares hasta que no cupo más en su estómago. Se sentía feliz con su nueva adquisición y por otra parte, deseaba que no pasara demasiado tiempo hasta que pudiese darle uso. Cansado y con los brazos doloridos se retiró hasta su habitación, donde colocó su armadura y sus armas con ceremonia sobre una silla. Mañana sería otro día y procuraría levantarse temprano a ver qué habían estado haciendo sus compañeros durante estos últimos días.

Notas de juego

No postees aún porque estoy esperando que esta gente vuelva a la posada a descansar y que podáis estar por fin todos juntos de nuevo.

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07/08/2014, 09:26
Losse

Desde que había llegado a Athkatla por segunda vez, Losse no encontró familiar ninguno de los lugares por los que había deambulado... hasta ahora. - ¡Vaya, éste es el lugar en el que Spujnur vino a visitar a su familiar en nuestra anterior visita! - Pensó Losse mientras recordaba cómo se quedó fuera intentando vender un par de arcos que había elaborado días atrás.

Una vez el grupo de aventureros se introdujo en el interior, comprobó rápidamente que aquello no parecía el lugar de trabajo de ningún familiar. - ¡Maldito Spujnur! Con lo fácil que hubiera sido decir que eras un putero -

El explorador elfo, no acostumbrado demasiado a la compañía de mujeres, no pudo evitar fijarse en las voluptuosas prominencias pectorales de varias de las "damas" allí presentes. Aún así, el hijo de Mielikki, consideraba un tanto indigna esa profesión y consideraba que, en cierto modo, era una forma de esclavitud legalizada a lo largo de Faerun. No pudo evitar sentirse algo decepcionado al comprobar cómo, tras nada más cruzar la puerta, Davros y Morwing ponían a mano su bolsa de monedas esperando lo que, probablemente, consideraban una compañía más amena que la de sus compañeros de grupo.

Así pues, Allen parecía ser el único junto a él y Ogna, centrado en la misión, pero aún así quiso bromear con el humano de actitud tan firme. - Allen, tranquilízate un poco. No vayas a sacártela con esa armadura completa puesta. - Sin duda el elfo, buscaba una situación menos incómoda que el estar esperando a que Ogna terminara su conversación mientras algunas de las prostitutas del local intentaban manosearle con la intención de ganarse otro cliente.

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07/08/2014, 16:35
Davros Zokk

Tras su intento fallido con Pulgar sobre conocer algo que desease suficientemente Lenthinan como para cambiarlo por la información sobre Steznag, se dirigió hacia un lugar más entretenido, mejor que las tabernas incluso, un buen prostíbulo.

Su destino evitaba por completo la desilusión de su, pensaba él, buen plan, que quizás hubiera evitado su visita al lupanar, pero habría facilitado la búsqueda del pirata.

Preguntó por el Palacio, jarra en mano, por las calles cercanas, la verdad es que no desentonaba nada con la mayoría de gente que andaba por ahí, con la diferencia que ellos sabrían dónde encontrarlo.

Una vez localizado, entró mientras se sujetaba la bolsa de las monedas, la pequeña, ya que tuvo la precaución de separar sus ganancias en dos, dejando solamente una a la vista , mientras la otra, mucho más abultada la guardaba entre sus espesos ropajes de invierno, bien atada a ellos.

Deseoso de encontrar a sus, ahora casi considerados, amigos comenzó a inspeccionar el Palacio, aunque con cada hermosa mujer que encontraban sus ojos se olvidaba un poco más de ellos, mientras se perdía en cada una curvas. Por fin los encontró, en medio de ese soñado paraíso.

-Ahí están -, mientras se acercaba a ellos sus ojos volvieron a desviarse sobre un par de putas que estaban postradas acariciándose y besándose la una a la otra - ¡Por todos los dioses! ¡qué rico! - - Muy buenas, compañeros, muy, muy buenas - saludó sin quitar los ojos de la pareja. - Parece que por aquí lo tenéis todo controlado, voy a ver que hay por ahí, pasadlo bien - dijo mientras veía a Ogna engatusar a lo que parecía la gerente del local.

Cuando empezó a vagar de un lado a otro, subiendo escaleras, desnudando con la mirada a dos de cada tres mujeres con las que se cruzaba, y mientras ellas les saludaban, a él y a su otro gran amigo, que ahora también parecía de acero, le vino una idea que deseó no haber tenido, fue como un cabezazo de un minotauro... no se le quitaba de la cabeza. - ¿Porqué follar aquí, si puedes hacerlo en la Corona?, teniendo algo de suerte igual consigues algo de información útil - decía la voz de su cabeza, que ahora mismo quería creer que no era suya -Jodeeeer- pensaba mientras una bella mujer le mordisqueaba la oreja y acariciaba su miembro. - Discúlpame, he de irme a dar de cabezazos contra la pared - de no saber que haría lo mismo que estaba a punto de hacer a pocos metros de allí, no estaba seguro de ser así de fiel a la pequeña oportunidad de ayudar en la misión.

Volvió sobre sus pasos a avisar a sus compañeros de su pequeña incursión, echó mano de su gran bolsa de monedas y, lo más disimuladamente que pudo, se la dio a Allen - Por favor, guárdame ésto, voy a la Corona de Cobre, no hay nada aquí que no pueda hacer allí, y de paso, puede que oiga algún rumor o le sonsaque algo a alguna. Prefiero no llevar esa cantidad de monedas allí. Si ves a algún gnomo agárralas con fuerza - susurró a Allen al oído.

Salió del local, algo arrepentido, pero se dijo así mismo que volvería cuando atracaran el barco a la vuelta - Ooooh, sí, ya os visitaré y más de una gritará mi nombre, vaya que sí - cruzó unas pocas calles y enseguida se orientó lo suficiente para encontrar su desahogo.

Fue directo a la barra, buscando a Lenthinan, evitando chocar con nadie, no quería problemas que le retrasasen en ninguno de sus dos metas esta noche. Ésta vez, el recuerdo del grupo de bárbaros pasó por su cabeza y mientras miraba a su alrededor, pensaba que cualquier día de éstos podría encontrárselos en un sitio como éste. Al llegar a la barra no pidió ni bebida, enseguida saludó a Lenthinan y le dijo: - Buenas noches, quería la compañía de una mujer hoy, tengo un largo viaje pronto y quería desahogarme, pero no querría a cualquiera, quiero a la mejor, a una que sea capaz de aliviarme por un largo periodo, no sé cuando volveré a tener la oportunidad de usar mi herramienta y quiero que que me la dejen a punto. Algún marinero me ha dicho que hay una mujer así por aquí, que es una fiera, que les dura el recuerdo durante sus largos viajes, y que su polla no se les cura hasta la vuelta, jajaja. ¿Es cierto eso que dicen? El dinero no será problema hoy, pero la quiero a ella. -

 

 

- Tiradas (1)

Notas de juego

Obvio lo de la Corona de Cobre y supongo que Ogna me dijo que irían al Palacio de Klarisse.

La bolsa de monedas, pequeña, contiene 51 monedas de oro, 4 de plata y 1 de cobre. La otra, el resto.

Te dejo una tirada de engañar por si hace falta, pero esa mentirijilla seguro que que tiene gran parte de verdad.

He puesto el post para todos por no dividirlo, no me da tiempo. Si eso, los siguientes, los pongo sólo para tí.

Engaaa.

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07/08/2014, 17:54
Ogna

Ogna se sentía tan cómoda que hasta se planteaba quedar se allí a trabajar y abandonar a sus compañeros. Klarisse decía que podía convertirla en una mujer deseable, capaz de embaucar al hombre más duro con un medido gesto de su cuerpo. Ogna ya había probado los rigores de este trabajo tan antiguo. Cuando escapó de su casa tuvo que hacer de todo. Los hombres necesitados no hacían ascos a nada y no recordaba haber tenido, a pesar de sus orejas de soplillo que la madame tapaba disimuladamente, ningún problema en encontrar clientes. Si no tenías estómago, o lo tenían tan encogido pro el hambre,  y estabas dispuesta a todo por sobrevivir, clientes tenías asegurados. Pero en este precioso lupanar se imaginaba caballeros fornidos y hombres adinerados con los que merecería la pena pasar un rato, quizás hasta un buen rato. Después de todo, no conocía a muchos hombres que tardarán más en correrse que lo que ella recitaba un cuarteto de un soneto.

Quizás cuando regreses. Ahora tienes un objetivo que cumplir. El hermano de Allen.

- Supongo que mis padres tenían una desmedida esperanza en mi persona, pero se les pasó pronto, la verdad. No me dio tiempo a creérmelo jeje.- Dijo en referencia a su nombre.- ¿Un eunuco?- Se llevó la mano a la boca y abrió los ojos con horror.- Pobre hombre.- Para hacer un eunuco hacía falta una ingente cantidad de crueldad. Lo que había leído sobre ellos era siempre una vida de sufrimiento.- Me encantaría conocerlo y actuar juntos aquí mismo, Klarisse. Pero tendrá que esperar a mi vuelta. - La muchacha estaba decidida y la determinación se reflejaba en sus ojos a la luz de las velas de la sala.- Muchas gracias, Klarisse, te debo una. No sé cómo podré agradecérselo.- Dijo apretando las manos arrugadas de la mujer entre las suyas.- Todlar  El Tuerto...-Repitió como queriendo grabar la información dada por la valiente mujer en su memoria.-  Es lo único que tengo para comenzar mi búsqueda. ¿Sabéis de alguien que pueda saber algo más?La guardia de la ciudad tampoco me ha hecho caso.-  Se irguió tratando de parecer más fuerte de lo que era.- No se preocupe por mí, como bien dice, esos amigos míos me protegen. Son buena gente y muy capaces.- De vez en cuando Ogna miraba alrededor para ver si sus compañeros se divertían en aquel lugar y lo que vio no le gustó nada. ¡Vaya panda de medio-hombres! Se lo esperaba de Allen, quizás de Losse o Morwing (pues eran elfos, como decía Kormack), pero...¡Davros! ¿A dónde iba? ¿No se daban cuenta de que era una falta de respeto no probar la mercancía que se les ofrecía delante?

Había que dejar un poco de dinero aquí, carajo.

Tras escuchar sus respuestas, se despidió cortésmente de Klarisse con la promesa de pasarse de nuevo por allí en cuanto tuviera ocasión. En cuanto se dió la vuelta puso cara de perro a sus compañeros y se dirigió a ellos en tono dae madre cabreada.

- ¡Pero qué demonios hacéis panda de sosos! Ahora tendré que hacer yo algo.- Suspiró con resignación en inmediatamente les puso al día de lo que había averiguado. No era mucho pero al menos tenían un nombre pro el que preguntar que no fuera el de Steznag.- Toldbar el Tuerto. Probemos con ese nombre a ver si es tan esquivo como el de Steznag. ¿Dónde diablos está Davros? ¿Se ha corrido antes de mojarla?- Protestó la muchacha con un lenguaje chabacano que dejaba ver que en su corta vida también había tenido que defenderse en lugares poco apropiados para una dama. Ogna volvió a agradecer a Klarisse su amabilidad y se ofreció a cantar esa misma noche junto con Thenan en agradecimiento.

Notas de juego

Si es necesario Ogna puede cantar esa noche allí antes de irse a dormir.

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07/08/2014, 18:58
Klarisse Vensatal - Madam del Palacio de Klarisse

Klarisse acarició de nuevo la mejilla de Ogna con la ternura propia de una madre. Para Ogna era un sentimiento nuevo ya que la suya nunca fue demasiado cariñosa al tener que repartir su amor, a parte de la comida, entre tantos hermanos lo que puede que también hubiese atenuado en gran medida sus muestras de cariño. 

Me parece una buena idea chiquilla. - Comentó con agrado cuando escuchó el ofrecimiento de la bardo ante la posibilidad de compartir con el eunuco arpista una actuación. - Me encantaría escucharte si aún estás aquí esta noche, puede que ese sea un buen pago por la información. - 

Todo el mundo conoce historias y rumores sobre piratas pero sólo se atreven a hablar de aquellos que están muertos, o lo suficientemente lejos como para no encontrárselos caminando por la ciudad. Puede que la guardia sea reacia a hablar sobre Steznag ya que al fin y al cabo es un "honorable corsario al servicio del Consejo de los Seis" - Indicó con pompa - Además no conviene ir preguntando por ahí por él, ya que sus oidos llegan a todos los rincones de la ciudad, así como su espada si es necesario.

Dijo sin perder la sonrisa. Haz con ellos lo que tengas que hacer - Indicó con los ojos a los dos elfos y al hombretón que escapaba por la puerta. - y vuelve ésta noche, podrás dormir aquí si así lo deseas.

Notas de juego

Davros fuera del grupo. ¿Próximo destino?

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07/08/2014, 19:07
Lenthinan - Propietario de la Corona de Cobre

Ciertamente el ambiente en el interior de la Corona de Cobre era totalmente distinto, tal y como recordaba Davros. Lo que hacía unas horas eran marineros contentos ahora se habían convertido en energúmenos borrachos, pero no era algo que incomodase al bárbaro quien se movía como pez en el agua por estos lugares.

Lenthinan recibió con una sonrisa al bárbaro. Su frente perlada por el sudor indicaba que la hora de trabajar duro para él acababa de comenzar. Veo que prefieres cambiar de compañía. La verdad que viendo al pellejos que vino contigo no me extraña lo más mínimo. - Dijo refiriéndose a la visita que habían hecho él y Ogna la noche anterior. Parecía que Lenthinan tenía buena memoria para las caras de la gente. -  ¿Un viaje? ¿Vas a zapar o recorrerás los caminos? Porque con este tiempo no es tarea sencilla ninguna de las dos opciones. - Preguntó interesado. Acto seguido observó el cuello del bárbaro donde aún se apreciaba la venda ensangrentada que cubría la herida provocada por el demonio. Bueno...aunque si te has metido en problemas comprendo que desaparecer de la ciudad sea lo más indicado si quieres conservar tu salud ¿No es así? - Preguntó con semblante serio.

En cuanto a lo que buscas tenemos exactamente a una mujer que se ajusta perfectamente a tus deseos. - Lenthinan chasqueó los dedos mientras levantaba la mano para que el guarda que permanecía de pie en la puerta de las escaleras superiores se percatase de que lo avisaban. Hizo un par de gestos con la mano a los que el guardia asintió con la cabeza. - Puedes acompañar a mi sirviente, él te llevará hasta ella.

Notas de juego

Lo dejo ahí por si te quieres explayar en tu vivencia nocturna. Tienes total libertad para contar los hechos que transcurrieron esa noche en el las estancias privadas de la Corona de Cobre. Si tienes pensado hablar con alguien, deja las preguntas y te contestaré en mi próximo post.

Tus compañeros ya están descansando y te he unido a ellos porque mi imagino que no morirás fornicando durante toda la tarde... Si vas a irte a descansar al Festín de los mares déjalo puesto, e incluso si quisieses podrías entrar en el salón porque verás quienes se han ido levantando ya que te incluirán en el post. El post sobre lo que transcurra en la Corona de Cobre déjalo sólo para mi.

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07/08/2014, 20:27
Morwing

¡Vaya que si fue fructífera la conversación con Ogna! Klarisse y la barda habían terminado haciendo muy buenas migas y con ello, la señora parecía estar dispuesta a colaborar todo lo posible ofreciendo incluso empleo y alojamiento a la intrépida barda.

Un nuevo nombre entró en escena: Todlar el Tuerto. Tras salir del lupanar, el grupo quedó reducido a Losse, Allen, Ogna y Morwing, debido en gran parte a las necesidades imperiosas de Davros por mojar su otro gran amigo. Pronto se pusieron de acuerdo en que lo más interesante, ya que se encontraban por aquella zona, sería tratar de sonsacar algo de información por este nuevo personaje. De modo que se pusieron manos a la obra, en todo momento quisieron evitar La Corona de Cobre, Davros ya se encontraba allí y el escenario era demasiado arriesgado. Por ello pusieron rumbo algo más al sur hasta topar con una nueva taberna, parecía estar bien animada de marineros, más de uno bastante alcoholizado, y de menor tamaño que La Corona aun así…

-¿Os apetece un trago aquí? Preguntó el elfo con segundas intenciones.

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07/08/2014, 20:30
Allen Shesar

Satisfecho, el paladín dedicó unas palabras a Ogna cuando volvió de su animada conversación con la madame y desvelar el nuevo nombre por el que podíamos preguntar. -Buen trabajo Ogna, parece que así tendremos el rumbo mucho antes de lo esperado- Allen pensaba que ahora, sin mencionar a Steznag, el grupo podría relajarse más al realizar sus averiguaciones.

Al salir del burdel, y tras una breve conversación, se decidió buscar una nueva taberna alejada de la Corona de cobre para intentar averguiar algo más sobre el pirata llamado Todlar el tuerto. Preguntando entre la gente que se iban encontrando, consiguieron que se les indicase el camino hacia una taberna que era frecuentada por marineros, pero que distase mucho de la clientela habitual de la ya conocida Corona de cobre.

Cuando llegaron, Allen asintió a la pregunta de Morwing, -Sí, creo que este es el lugar. Recordad, preguntad con cautela. Ese hombre trabaja para Steznag y es posible que la mayoría de la gente también esté al corriente de ello.- Concluyó el paladín mientras el grupo se disponía a entrar en aquel lugar.
 

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07/08/2014, 20:42
Gordan Tanser

El Último Amarre era un pequeño mesón cercano a los muelles de la orilla sur de la bahía. Entre su clientela era habitual encontrar oficiales de marina en sus descansos para tomar el ron del mediodía y que alargaban su estancia degustando los lechones sazonados con especias de Calisham, por los que era sumamente conocido, mientras sus marineros acababan las tareas de limpieza en sus respectivas embarcaciones.

La llegada de los cuatro aventureros no despertó mayor interés que un par de miradas casuales por parte de los parroquianos. El dueño del mesón, Gordan Tanser, era el hijo de Hiblan Tanser fundador de la taberna y oficial retirado de la flota de Amn. Su hijo, que ahora regentaba el establecimiento llevándolo en cuanto a éxito por encima de donde lo había dejado su padre, había preferido no seguir la tradición familiar de ser un marino antes que hostelero; pero la verdad es que su éxito le permitía llevar una vida holgada e incluso hacer sus pequeñas inversiones en el comercio marítimo.

Tengan ustedes un magífico día caballeros y señorita, son ustedes bien recibidos en el último amarre. ¿Qué puedo hacer por vos en un día tan frío como éste? - Preguntó con amabilidad mientras acercaba una jarra de barro con vino caliente y cuatro pequeños vasos de madera.

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07/08/2014, 21:29
Morwing

-Buenos días señor. Unos vasos de ese vino caliente nos vendrán genial, gracias. Dijo Morwing mientras se acomodaban todos cerca de la barra… Mientras Gordan iba sirviendo los vasos, el elfo se dirigió a Allen y prosiguió hablando en un tono más bajo pero asegurándose que el tabernero le oyese.

- Como te decía amigo mío…estás del todo confundido, Todlar el Tuerto lo llaman así porque ¡es tuerto de un ojo! Enfatizó mientras extendía los brazos, luego cogió uno de los vasos que seguía sirviendo Gordan y continuó – No sé dónde habrás oído esas bobadas que si sólo es un alias…pero seguro que cualquier persona que haya oído hablar de él te dirá lo mismo que yo, ja ja ja ¡que bobada!… Morwing dio un trago al vaso y se dirigió en esta ocasión al tabernero.

- Usted mismo señor. ¿Sabe a quién nos referimos?

- Tiradas (2)
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07/08/2014, 21:38
Gordan Tanser

Gordan tosió contra su puño para aclararse la garganta y con aire distraído preguntó - ¿Qué? ¿Quién? ¿Todlar, el Tuerto? ¿El medio-elfo? Sí, lo conozco de oídas. Ey chicos! - Llamó la atención a los tres oficiales que bebían al fondo de la barra. Por aquí dicen algo de Todlar el tuerto, que si es cierto que le falta un ojo. ¿Es cierto?