Partida Rol por web

Crónica del Heredero - Episodio II - El Ascenso.

V - El Preludio

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06/03/2015, 09:50
Morwing

Morwing se detuvo al instante de comer cuando el paladín comenzó a criticar la actitud de Findoren. En un inicio el elfo veía una acción un tanto fuera de lugar a pesar de que sus argumentos estaban bien reforzados, sin embargo, la sospechosa reacción del gobernador hizo que frunciera el ceño y clavara su mirada con desconfianza sobre él. – Ese anillo…, el gesto de Findoren había sido demasiado descarado como para pasarlo por alto, - …ya nos encargaremos de él…

Cuando Allen concluyó de recitar su salmo de detección, una sensación de alivio y decepción recorrió el cuerpo del hechicero. – No habrá detectado mal, pero hay algo que no nos está contando… ¿qué ocultas maldito bastardo?, se preguntaba para sí mismo. Ya no había marcha atrás, tras la intervención del paladín, el gobernador había pasado bruscamente para Morwing de ser un buen aliado a una amenaza inminente.

- ¡Sin duda, señor!, exclamó ayudándole a cambiar de tema, - Felicite al cocinero de mi parte. De forma muy forzada trataba de dar el tema por zanjado apoyándose en algo tan básico como el clima. – Me temo que el camino que nos encontraremos tendrá sus dificultades, sí… ¿quizá podría recomendarnos alguna ruta segura y con menos complicaciones para llegar a Athkatla?, pregunto mientras se limpiaba la boca con la servilleta. – Pero no responda todavía…, interrumpió cuando iba a responder y se levantaba del asiento, - Los duros días que hemos pasado a base de raciones de viaje han limitado severamente mi estomago para aceptar este tipo de comida…,¿podría indicarme dónde está el baño?, pregunto mientras se daba pequeñas palmaditas sobre su tripa…. – Discúlpenme, señores…, se excusó una vez le indicó el camino.

Al cruzar la esquina de la habitación, Morwing aligeró el paso… disponía de poco tiempo y mucho que hacer para no levantar sospechas…*

Notas de juego

*..y no precisamente cagar xDDDDDDD

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06/03/2015, 10:13
Morwing
Sólo para el director

Una vez en el pasillo, Morwing fue asegurándose de no estar siendo vigilando por nadie. Haciéndose un poco el despistado fue ojeando varias de las habitaciones por las que iba pasando. – Si consiguiese encontrar los aposentos de Findoren, quizá tendría tiempo para echar un pequeño vistazo…, se animaba sí mismo.

Una vez en el baño, Morwing comenzó a conjurar. Sumido en un estado de concentración pleno a pesar de las circunstancias, trató de detectar todas las auras mágicas que se encontraban cerca.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Lanzo Detectar Mágia (3 asaltos - 60') - Descontado

 

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06/03/2015, 14:14
Davros Zokk

El paso a través de los Picos Nublados no fue problemático, cómo esperaba el grupo de aventureros, gracias a la inesperada ayuda de los soldados de Crimmor y la magia de Morwing, no tuvieron que demorarse demasiado. Ayudándose de las monturas, cuerdas y fuerza bruta, solucionaron el problema de aquél obstáculo rápidamente. Davros tenía la sensación de que sería inútil todo aquel esfuerzo, serviría únicamente para calmar la conciencias y dar por cumplida la misión que les encomendaron en un principio. Aquellos cuervos... parecía que varios coincidían en que podrían ser algún tipo de vigilancia, si era así, era probable que en pocas horas erigieran el bloqueo de nuevo, con lo que de poco habría servido.

Al menos, no les retrasaron con ningún ataque - Aunque hubiese sido divertido, y podríamos habernos desperezado. - Pensaba Davros, últimamente, un día sin combate para él, era un día sin sol.

El barco y el sendero a través del río por el cual llegó le sorprendieron, con seguridad debía costarles constantes esfuerzos para mantenerlo abierto. Era fácil el pensar, como bien indicaron alguno de sus compañeros a Findoren que si podían abrir un canal en el hielo para atravesar el río, podrían crear otro para evitar el avance a través del hielo hacia la orilla de la ciudad, lo que ayudaría a la defensa ante el ejército orco. Pero Davros no era experto en estrategias de guerra, aunque fueran parecidas a las de los combate menos numerosos, y prefirió guardarse sus opiniones, por el momento. Incluso se guardó las palabras, que por poco se escaparon de su boca, para los soldados que vigilaban en paso del río - Pobres insensatos, espero que sus superiores sean indulgentes y les manden retrasar sus posiciones... -

- Hembelan Findoren... jodido y pomposo guaperas estirado... - Muchos de los que ostentaban altos cargos en las ciudades, casi todos realmente, eran así, nunca sabría si el poder los hace así o llegan a él por ser como son, pero Davros los odiaba igual, y ahora además desconfiaba más que nunca. - Un placer. - Respondió Davros ante la cálida bienvenida de Hembelan, mientras le estrechaba la mano. No perdió la ocasión de observar la mano en busca de un anillo igual al encontrado en posesión de aquel pajarraco de Nashkel, estaba convencido de que encontrarían alguno más, puede que no en Crimmor, pero en algún sitio habría más demonios aparentando ser quienes no eran.

El gesto del anillo hizo que Davros parase de engullir, - ¿Qué coño hacía con el anillo? Desde luego fue algo extraño, pero de eso se ocuparían los conocedores de magia, podía seguir comiendo.

- ¿Quién coño es ese Mikaal Krimmevol? - Preguntó con la boca llena a Ogna, mientras seguían con su conversación.

No le faltaba razón en sus palabras al decir que si habían planeado el ataque durante años, sabían que necesitarían a todas sus tropas aquí y no podrían ayudar a Athkatla, probablemente aguantarían el asedio del ejército orco, además quizás sólo atacarían Crimmor con las fuerzas justas para mantenerlos entretenidos y el resto se dirigiría a Athkatla. Aún así, aunque aguantaran los envites de los orcos, caerían tras Athkatla, de ser conquistada.

Aprovechando la excusa de Morwing, Davros se levantó también, acabó su copa de un sorbo y dijo - Desde luego no me vendría mal a mi tampoco, hay que aprovechar cuando puedes hacer de vientre sentado... todo muy rico Hembelam, gracias. - Davros siguió al hechicero - ¿Hay algo raro en él, verdad?¿A qué coño ha venido lo del anillo?Puede que esté bajo el control de alguien, porque está claro que no es igual al de Nashkel. Si te sirvo de algo, dímelo, si no... voy a cagar.- No mentía cuando decía lo de sentarse, cagar al aire libre no le importaba, pero quién podía negarse a hacerlo sentado en la cálida madera, sin que se te congelaran las "partes nobles".

 

- Tiradas (1)
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06/03/2015, 15:33
Losse

Cuando el grupo encontró el segundo bloqueo, todos avanzaron cautamente. Losse comprobaba los alrededores una y otra vez, pensando que aquello debía de ser alguna trampa. Sin embargo, Ogna parecía un tanto aburrida y recordó su niñez jugueteando con él a pesar de la seriedad del elfo. - ¡Ogna! - Sin embargo, la humana, a pesar de separarse durante unos segundos, volvía y de nuevo continuaba, hasta que en una de las ocasiones introdujo su gélida mano por dentro de sus ropajes hasta tocar su piel, cosa que lo extremeció ante esa desagradable sensación - ¡Hija de... Faerun! - La humana se separaba con risitas y, pese a que Losse intentaba mantener la seriedad, no pudo evitar reírse ante la broma de la artista del grupo.

Morwing logró echar abajo el muro utilizando un saquito con polvos. El hechicero había demostrado, una vez más, su utilidad. El paso quedó desbloqueado y todos avanzaron hasta Crimmor.

Allí les recibió el sospechoso Hembelan, que intentaba darse más protagonismo del que hubieran imaginado aunque con un aire misterioso. Por alguna extraña razón se comportaba de esa manera. La magia de Allen fue inútil para descubrir lo que pasaba y, con ello, las esperanzas para obtener respuestas se esfumaban cada vez más. ¿Éstaría alguno de esos diablillos invisibles rondaba la sala?

Losse estaba ya bastante cansado de ese hombre que aparentaba absoluta normalidad y, por tanto, no tardó en dirigirse a él. - Veamos, señor Hembelan. No me apasionan que digamos los acertijos, ya he vivido demasiado tiempo con preguntas en mi mente como para seguir con estos enredos. Ya que no está dispuesto a hablar, ¿lo estaría a que revisáramos cada estancia de este lugar para esclarecer las sospechas sobre usted? - Se acercó a él y le susurró - A lo mejor estaríamos haciéndole un favor. -

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06/03/2015, 16:32
Hembelan Findoren

El gobernador rió abiertamente ante la extraña propuesta del elfo explorador. Sin embargo, para incredulidad de los allí presentes, Hembelan atrajo para sí más aún a Losse. Tanto como para que sus rostros casi se rozasen.

Estáis echando todo a perder maldita sea... Nos están observando, ¿acaso no os dais cuenta? Os informaré en cuanto pueda, pero no aquí.

¡Qué idea más graciosa! ¿Qué sospechas podrían tener sobre mi? - Continuó en voz alta una vez se separó de Losse, a quien lanzó una mirada seria pero sin parar de reír. Debe ser el cansancio el que les está haciendo ver cosas donde no las hay. Cuando hayan descansado seguramente verán todo con mucha más claridad. No sé qué es lo que habrán sufrido pero, tranquilícense, están ustedes entre amigos.

Aguardemos a que sus compañeros regresen de los aseos y brindaremos. - Propuso levantando la copa y actuando como si nada hubiese pasado.

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06/03/2015, 16:45
Zanc Piesligeros

Sumido en sus pensamientos y conjeturas el Gnomo cruzó el canal, observaba de lado a lado analizando las defensas de la ciudad de Crimmor, buenas murallas, pero el río sería un problema. Quizás después aportaría con alguna de sus geniales ideas, por ahora continuaba junto a los demás hasta el palacio del regente del lugar. El ostentoso palacio estaba lleno de lujos, Zanc no hacía mas que observar de lado a lado e imaginarse cuanto dinero habrían gastado en él, sin duda aquel gobernante debería ser dueño de una enorme riqueza, quizás deberían aprovecharse de eso para solicitarle favores para estar mejor preparados cuando iniciara la guerra.

-Increíble....- Exclamaba el Gnomo cuando veía el banquete que servían en su mesa, sin dar más espera el pequeño pícaro recordó sus años de soledad en el bosque, por lo que no escatimó en devorar todo cuanto pudiera, un banquete de héroes, pensaba para sí mientras saciaba su apetito con aquellos manjares. En medio de ello algo lo hizo detenerse y prestar total atención en aquel tipo, Hembelan Findoren empezaba a actuar de manera sumamente sospechosa ante las indagatorias de los compañeros, -¿Que pasa con ese anillo?. - No dudó en preguntar después de tragar la comida a medio masticar ayudandose de un buen trago de vino mientras lo señalaba con dedo acusador, no entendía porque se lo había quitado y no pensó en preguntar de frente lo que era obvio para todos, pero que por alguna razón habían ignorado en preguntar.

En cuanto Morwing y Davros se levantaron pidiendo el baño, supuso lo que planeaban, sin embargo era hora de decir lo que su mente estaba pensando desde hace mucho. Limpiándose con la servilleta de seda el Gnomo se levantó sobre la silla para quedar a la vista de todos. -Señor Hembelan, debo agradecerla por la bienvenida y por la exquisita comida, la mejor que he probado!, sin duda!- Felicitaba acompañado con un par de palmadas a manera de ovación. -Como dicen mis compañeros, no debe subestimar la amenaza que se cierne sobre su bella ciudad y aunque creemos que su objetivo principal es Athkatla, no descartamos que no quieran aprovechar para empezar a conquistar las ciudades de los valles, es más, a los orcos les han prometido estas tierras para ellos!, pero son sólo peones de un estratega mucho más audaz que aquellos brutos pielverdes... Por lo cual no debemos escatimar en prevenir el desastre.- Observó a su interlocutor mientras bebía un nuevo trago del fino vino. -Veo que es un hombre pudiente y su ayuda para con nosotros puede suponer que inclinemos un poco la balanza a nuestro favor. Conozco a mis compañeros y sé de todas nuestras capacidades, así que algo de su ayuda para reforzarnos sería para nosotros muy valiosa, todo en pro de un bien común... Evitar la conquista de Amn.- Se detuvo mientras miraba se miraba sus ropas y la de sus compañeros -He de suponer que una ciudad tan próspera como esta debería tener objetos mágicos poderosos que nos ayudarían en nuestra empresa y estoy completamente seguro que usted puede facilitar nuestra tarea... Sólo debe dar la orden. Gustoso ayudaré en algunas ideas que tengo para la defensa de sus murallas antes de partir a Athkatla, y esperaría lo mismo de su parte, brindarnos su ayuda- Finalizó mientras sostenía la copa en la mano y esperaba la respuesta. ¿De donde había sacado el Gnomo tanto verbo?, nunca se debía subestimar la ágil mente del pícaro, quien absorbía como una esponja todo lo que veía, Morwing y Allen se destacaban por su labia y de ellos había aprendido mucho.

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06/03/2015, 16:47
Director

Davros y Morwing alcanzaron una pequeña habitación donde existían, separados en cubículos, varios agujeros en el suelo. Éstos daban a unos conductos llenos de agua que, de no haberse encontrado congelada, se habrían llevado los excrementos hacia el río. Mientras Morwing escrutaba mediante su magia los alrededores, siempre oculto de los guardias, Davros se dedicaba a asuntos mucho más mundanos.

Un mundo de color se abrió ante los ojos del hechicero elfo: puertas, pasillos, ventanas, diversos puntos en los techos y losas en los suelos, contenían conjuros en funcionamiento. Unos eran más poderosos que otros pero lo que estaba claro es que aquel lugar contaba con más protecciones de las que pudiese parecer a simple vista. Lo que en un primer momento podría parecer extraño para Davros, no lo fue así para su compañero elfo.  Era normal que los gobernantes se protegiesen bien contra intrusiones o intentos de asesinato, cosas ambas que crecían en frecuencia a medida que uno escalaba en la empinada cuesta de la política Amniana.

Notas de juego

Conocimiento de Morwing sobre Mikaal Krimmevol:

Mikaal Krimmevol fue el gobernador de Crímmor durante ocho años hasta que un par de años atrás fue cesado en de su cargo por el Consejo cuando la familia Findoren presentó contra él diversos cargos de contrabando, chantaje y extorsión, que a la postre resultaron ser ciertos. (Esto es algo que se sabe en todas las ciudades de Amn, y Morwing, antiguo consejero, es algo de lo que escuchó hablar en más de una ocasión)

Desde entonces, Hembelan Findoren ha ido el gobernante de Crímmor. Sin embargo, la familia Krimmevol, grandes y poderosos comerciantes, siguen controlando gran parte de la ciudad por medio de propiedades, ya sean comerciales, de patrimonio o simplemente socios clientelares.

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06/03/2015, 16:58
Kormack Quebrantahuesos

El enano tenía muchas preguntas que hacer a aquel tipo que no parecía estar ni cómodo, ni natural. Parecía estar rígido, como los herreros enanos cuadro entraba padre en la herrería con su pésimo humor esta idea hizo reflexionar al enano. Quien dejó de mirar inquisitivamente a Hembelan. Por contra sus compañeros no dejaban de juguetear y comportarse como críos maleducados. Morwing y Davros se levantaban para ir al baño, Zanc y Losse parecían ser mucho más descarados en el arte de la oratoria que en la del sigilo. Rrrrespetemos a nuestrrrro anfitrrrrión. No seáis buitrrres! dijo a modo de broma el enano, pero aquellas palabras parecían esconder un código. Pese a lo que sus compañeros pensaban Kormack era un tipo bastante inteligente, sólo que no había hecho falta necesidad de ello hasta ahora. Parecía que lo que el enano se refería es que les observaban, como había comentado Hembeler a Losse y que igual los "buitres" como en Nashkel estaban presionando a Findorren como lo hacían en el pueblo vecino, desde las sombras. Así que el enano quitándole importancia a todo lo dicho en la mesa dijo. Perrrro no podemos abandonarrrr Crrrrimorrr tan rrrrápido. en sus palabras existía cierta pena. Morrrradín tiene un templo en esta ciudad. dijo como si fuese un hombre pío ​Quizá quierrrra acompañarrrrme. sería la excusa perfecta para aquel hombre expresarse en otro sitio alejado de la mirada de aquel que estuviese observando. El enano extendía una mano amiga y como bien decía Zanc, no sería por puro altruísmo sino por interés.*

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06/03/2015, 17:15
Hembelan Findoren

El placer ha sido mío en tenerlos aquí señor Zanc. No podría ser de otra forma teniendo en cuenta lo valioso de su información. Pero creo que ya han hecho suficiente por nosotros, es hora de que se dediquen a sus vidas y dejen esto en nuestras manos. Le agradezco igualmente el ofrecimiento. - Contestó con una sonrisa que iba siendo cada vez más forzada a raíz de cómo se desarrollaba la cena.

Mis hombres de confianza están ya al tanto de lo que debe hacerse para la protección de la ciudad. No conozco los detalles específicos aún ya que he de reunirme con ellos en unas horas. - Comentó antes de ser interrumpido por Ogna.

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06/03/2015, 17:17
Ogna

Crimmor no estaba nada mal. Con cada palada de los remos que les acercaban a la ciudad, Ogna resurgía de sus cenizas como el ave fénix. Le dolía el culo de tanto cabalgar y no veía la hora de pagarse una buena habitación con una de sus magníficas actuaciones y asentar sus posaderas en cojines de pluma y seda. Y eso parecía que iba a ser. El salvoconducto de Tugman "Dientesdeleche", así le había apodado la bardo, les abría las puertas como si fueran alguien importante. Ella, que había comenzado como ayudante de porta-antorchas, ahora era besada en la mano como una dama de alta alcurnia. Y es que ese amable gesto del representante del Consejo, el apuesto y educado Hembelan Findoren, fue tan inesperado para la humana que hasta se ruborizó un poco, dando color a la pálida piel de su rostro. Sonrió nerviosa e hizo una perfectamente medida reverencia.

- Encantada de conocerle.- Sabía que Findoren había sustituido, con gran éxito, al anterior gobernante de Crimmor, de la familia Krimmevol. Esta vez trataban con alguien importante y que valía para lo que hacía, así que Ogna se relajó un poco, sobre todo al comprobar el trato que les daban. Buena comida, alojamiento de lujo y un trato exquisito. Le costaba eescuchar las reticencias de sus compañeros, aunque no le parecían nada descabelladas después de lo vivido. Pero es que sustituir a alguien como Findoren no era tan fácil como hacerse pasar por el tesorero bajo el mando de "dientesdeleche".

Lord Mikaal Krimmevol era el anterior dirigente de Crimmo, Davros.-A veces hablaba al bárbaro como si fuera un niño pequeño, despacito para que asimilara toda la información sin que se le cruzaran los ojos.-Cayó en desgracia al ser destapado su negocio de contrabando, tuvo que dejar el cargo. Nuestro anfitrión se ofreció a ocupar el cargo de Representante del Consejo. Su labor de gobierno ha sido ejemplar hasta ahora.- Sonrió tímidamente a Findoren.- Por cierto, ¿qué ha sido de Lord Krimmevol?¿Sigue viviendo aquí?- Comió y bebió controlándose para parecer una mujer refinada, observando cada entrada de los sirvientes y la extraña actitud de Findoren.

Se sintió un poco apurada por las acusaciones veladas que lanzaban los aventureros y las respuestas esquivas cada vez más evidentes del gobernador de Crimmor. No dejó escapar el gesto del anillo, pero no sospechando que pudiera ser un truco con el que engañarlos, sino por curiosidad con respecto a tan magnífico objeto. Cuando Zanc fue tan descarado como para poner en palabras sus pensamientos, Ogna le arreó un puntapié con sus botas.

- No seas impertinente.- Pero el gnomo no le hizo mucho caso, como siempre, y le soltó la lengua como pocas veces le había visto hacer. Ogna se golpeó la frente con la palma de la mano, resoplando como la montura que la había llevado hasta allí. Estaba haciendo verdaderos esfuerzos por no pedir a Mielikki que le tragara la tierra. Sorprendentemente fue el enano el que más rápido captó la situación.

- Claro, mañana temprano podríamos acompañarte, mi buen y valiente amigo.-Soltó Ogna sorprendiendo a sus compañeros dirigiéndose al enano con un tono dulce, como si fueran uña y carne.- Ahora deberíamos irnos a descansar  para estar recuperados lo antes posible y presentarle nuestros respetos. ¿O es que quieres que vaya con este careto?- Con un dedo estiró la piel de debajo de sus ojos mostrando unas marcadas y oscuras ojeras. Era evidente que, antes de presentarse ante Moradín, la bardo debía descansar.

Dicho esto, y esperando a que sus compañeros terminasen la cena y dejaran de hacer preguntas incómodas, Ogna estrajo bajo la mesa a su fiel Vishna y comenzó a limpiarla con gesto relajado mientras le preguntaba acerca de si notaba algo extraño en el lugar.

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06/03/2015, 18:21
Vishna

Vishna, quien había pasado inadvertida durante largos periodos de tiempo mascullando en su propia mente, volvió a la cabeza de Ogna tan pronto ésta la llamó. Sus vibraciones no eran tan intensas como otras veces y su "voz" mental daba la sensación de estar cansada.

¡Oh Manos-Delicadas! ¿En qué puede servirte la siempre atenta Vishna? Todo lo que se encuentre en mi ingente conocimiento está disponible para ti. - Dijo en modo servil. Cuando el pequeño diablo supo de que se le requería de nuevo para saber si alguna clase de demonio se encontraba cerca, éste guardó silencio durante unos instantes.

No noto nada extraño Manos-Delicadas. ¿Pasa algo extraño? Te noto relajada...

¿No deberíamos estar perforando vientres de nuestros enemigos? - Preguntó sin saber muy bien a qué venía esa pregunta que su portadora le había hecho y que poco tenía que ver con su relajación.

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06/03/2015, 18:30
Hembelan Findoren

Morwing y Davros no tardaron en volver de los aseos al darse cuenta de que la residencia, como era lógico, se encontraba vigilada por soldados y algunas defensas mágicas. El haber intentado llegar hasta los aposentos de Hembelan hubiese llevado demasiado esfuerzo y tiempo, algo de lo cual carecían si su intención era pasar desapercibidos. 

Su anfitrión los recibió con un brindis tras el cual los sirvientes volvieron a entrar en la sala cargados con más bandejas de comida. Las conversaciones, encauzadas con mucho esfuerzo por Hembelan, evitaron por todos los medios, algunas veces incluso descarados, tocar tanto el tema de la invasión como el de las defensas de la ciudad. El asunto más acuciante que se cernía sobre Crímmor se había convertido por alguna extraña razón en algo empujado a un segundo plano. En vez de eso, y para rellenar los incómodos silencios, la conversación giró en torno a la figura de su predecesor, Mikaal Krimmevol.

Como bien había informado Ogna, el antiguo Lord, había sido cesado de su puesto al descubrirse los sucios negocios en los que estaba metido. Extorsiones, sobornos, contrabando y un sinfín de diversas acciones que siempre acababan en un beneficio económico para su persona. Realmente, ya fuese en Amn, Tezhyr , Puerta de Baldur o Luskan, esta clases de negocios turbios era el día a día en la mayoría de los puestos de poder, si no dándose todos juntos al mismo tiempo y en la misma persona, sí gran parte de ellos. La suerte que tuvo Mikaal de salir de aquellos sucesos con la cabeza sobre sus hombros fue, y ésto era conocido por todos, la fortuna e influencia de su familia. 

Los Krimmevol poseían, como la gran mayoría de las grandes familias mercantiles de Athkatla, bastas posesiones en las diversas ciudades de todo Amn. Sus negocios iban desde las exportaciones de grano hasta zapaterías en pequeños pueblos. Ya fuesen miembros de la familia, incluyéndose aquí a los primos lejanos, muy lejanos incluso, hasta multitud de siervos clientelares que trataban por todos los medios de ascender en la sociedad por medio de sus valedores, todos trabajaban con un objetivo común, dar más poder a la familia y de paso, cada miembro, ascender un par de peldaños en la sociedad gracias ese poder. Muchas voces decían que los Krimmevol tenían a uno de sus miembros en el Consejo de los Seis pero aquellas acusaciones no eran algo nuevo. Era normal escuchar esas mismas afirmaciones cambiando el nombre de su familia por el de cualquiera de las otras quince o veinte con más renombre de la nación. 

El caso es que Mikaal, lejos de ser decapitado, fue sancionado con una multa que no llegaba ni a lo que se embolsaba en un año con su sueldo de Representante del Consejo y fue enviado al continente recién descubierto, Máztica, como delegado en Nueva Amn, el territorio reclamado por Amn en su afán conquistador y que tanto esfuerzo necesitaba para resistir ante las presiones expansionistas de Aguas Profundas en la zona. No se había vuelto a saber nada de él aparte de que seguía vivo, aunque era fácil de imaginar que sus condiciones de vida no tenían nada que ver con las del más común de los mortales. 

Era evidente que la simple mención del nombre de la familia mercante causaba cierta repulsión en el siempre sonriente Hembelan. Al fin y al cabo él era quien tenía que lidiar con ellos o sus representantes cada día en reuniones, reclamaciones sin sentido, bailes y cualquier evento público o no donde hubiese intereses económicos. Que las familias eran competidoras acérrimas saltaba a la vista.

Cuando todos hubieron terminado de cenar se había hecho sumamente tarde y el sueño asaltaba a los compañeros y al mismísimo Hembelan como un lobo ante las ovejas. Aún así hicieron falta varios bostezos para que el grupo abandonase sus dependencias con la promesa del Gobernador de darles las gracias personalmente de nuevo al día siguiente ya que él, según había comentado, no podría ausentarse de su puesto para ir a la pequeña capilla de Moradín con ellos. Se despidió con un fuerte apretón de manos a cada uno y con una mirada que quería decir mucho más. Cuando le tocó el turno a Morwing, Hembelan fue mucho más enigmático diciendo únicamente "excelente es la palabra" y dejándolo marchar. Uno de sus sirvientes "de confianza", algo que recalcó muchas veces, los acompañó hasta la Madre Perla, el edificio más grande e imponente en toda la Carretera Alta.

A su llegada varios pajes sonrientes corrieron hacia ellos apresurándose a tomar sus caballos por las riendas y conducirlos a los establos que había a la vuelta de la calle. El porche frontal de la posada estaba precedido por un jardín que, para desgracia, les recordaba al que la difunta Rose Marie Dlengasin poseía antes de que su casa hubiese sido reducida a cenizas por la mano del demonio Ethegax. No habían pisado ni el primer escalón de los que conducían al interior cuando un hombre, que perfectamente podría haber pasado por un noble, salió a recibirlos con gran pompa.

¡Saludos viajeros! Son ustedes los huéspedes de Lord Hembelan, ¿no es cierto? ¡Pasen, hace frío aquí fuera...están ustedes en su casa!  Sus habitaciones están listas y una tina de agua tibia les espera en cada una de ellas... 

¡Mi nombre es Hamsa Garmurien y estoy aquí para servirlos!¡ - Acabó presentándose tras una reverencia.

Sean bienvenidos a la Madre Perla, sin duda un establecimiento donde los Reyes son ustedes y donde estaremos encantados de hacer sus sueños realidad.

 

Notas de juego

La Madre Perla es el Número 2.

 

 

 

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06/03/2015, 23:37
Morwing

Si Morwing ya tenía bastantes dificultades para dormir, la forma cómplice en la que se despidió Filgoren no provocaría más que desconcertar aún más al hechicero. – Excelente…¿A qué demonios se referirá…?¿Un señuelo?¿Una contraseña?...¿nada?...

De camino a la posada de la Madre Perla, el hechicero seguía con el “run run” de aquella frase. Saludó con un escueto y seco “Buenas noches, señor” a Hamsa Garmurien, su mente no estaba para formalidades en ese momento ni tampoco para gozar de la fabulosa hospedería en la que se encontraban.

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07/03/2015, 00:21
Losse

Losse acató el susurro del gobernador a regañadientes y alejó su insistencia. Parecía que debían esperar a los nuevos acontecimientos para poder obtener más información.

El grupo al completo se retiró a la posada, con una sospechosa bienvenida. Al explorador toda aquella situación le escamaba y sentía que debía estar cerca del medallón en todo momento. Todos se retiraron a sus habitaciones y, cuando ya se disponía a disfrutar de un rato de intimidad con Ogna, la puerta de su habitación sonó. Zanc y Morwing le convencieron para ir con ellos de vuelta. - Está bien, voy con vosotros. Dadme un momento y salgo. - Losse aprovechó ese breve instante para disculparse con Ogna- Lo siento mucho, pero me temo que debo acompañar a Zanc y Morwing, creo que van a cometer una locura. Tú espera aquí y estáte muy atenta, no me fío de tanta hospitalidad. A la vuelta te contaré cómo fue todo. 

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07/03/2015, 01:22
Kormack Quebrantahuesos

El enano mandó al Kobold a la habitación, quería que descansara, pues tendría que levantarse para limpiar su armadura a la mañana siguiente. Había salido a fumar y a decidir por donde pasearía. Aunque sus compañeros no lo sabían, muchas noches el enano paseaba por la ciudad contemplando la edificaciones. Muchas veces para criticarlas aunque, por mucho que las criticara, bien era cierto que ciertas edificaciones tenían su admiración. 

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07/03/2015, 02:56
Davros Zokk

La escapada de Morwing y Davros no sirvió de mucho, lo único que consiguieron fue descubrir los múltiples hechizos y protecciones que defendían aquel palacio, que Morwing le confirmara las palabras de Ogna sobre quien era ese tal Krimmevol y, por supuesto, que Davros se aliviase - ¡¿Agujeros en el suelo?! Jooder, pensaba que el cagadero estaría a la altura... En fin... -.

Tras el desahogo del decepcionado Davros, volvieron al salón, el ambiente se había enrarecido aún más, a pesar de que seguían conversando, la tensión se palpaba en el ambiente... Y en la cara de Ogna, muy expresiva, ya la había visto otras veces, cada vez que Kormack hacía una de las suyas. De camino a la posada le contaron que ésta vez había sido Losse el que había sido demasiado directo, lo suficiente como para poner a un, supuestamente, vigilado Hembelan en un aprieto. ¿A quién temía tanto? Podría estar siendo manejado contra su voluntad, amenazado de alguna forma. Salir de allí era lo más prudente por el momento, si era cierto que contactaría con ellos, debían estar localizables. Si lo que quería era matarlos, también, ya se ocuparían de interrogar a los que se atrevieran a intentarlo.

Aquella posada era magnífica, excepto por la estúpida pinta de aquellos pajes y el tal Hamsa, Davros no entendía que la gente pudiese llevar ropas tan ridículas y coloridas - Parecen bufones -

- Tened cuidado ésta noche.- Fueron las unicas palabras que pronunció antes de cerrar la puerta de su habitación.

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07/03/2015, 03:34
Davros Zokk

Cerró la puerta tras de sí, soltó los sacos, fue a la bañera y observó la habitación mientras dibujaba círculos en el agua tibia para comprobar la temperatura - Perfecta, bueno... Casi perfecta, una última copa de licor junto al baño, sí. - Así también podía aprovechar para merodear por la posada, conocer la distribución ayudaría en caso de problemas, y conocer las salidas, también, nunca se sabe.

Salió de la habitación, en busca de alguien que le dijese dónde podía conseguir su copa y se encontró con el hombre que les había recibido - Hola de nuevo, dónde debo dirigirme para tomarme una copa, un baño no se disfruta igual sin algo que reconforte el alma, ya me entiende...- Aquel amable hombre con cara de cansado, tras ofrecerse con insistencia a llevársela él mismo a la habitación, le indicó el camino hacia los comedores. - Muchas gracias, pero iré yo mismo,  lo tendré en cuenta para la próxima.-

La idea de Davros era dar una pequeña vuelta por la posada, pedir la copa y volver a la habitación dando un pequeño rodeo a través de los numerosos pasillos, pero a buen ritmo, el agua tibia dejaría de estarlo pronto...

Cuando volvió a su habitación, copa en mano, se acercó uno de los taburetes a la bañera y la depositó en él. Sacó su daga y la metió en el agua, no estaba la cosa para andar se con tonterías últimamente. Apoyó delicadamente la bastarda en el taburete y comenzó a desvestirse tras quitarse la armadura, contempló las vistas desde la ventana y después se aseguro de que estuviese bien cerrada. 

El agua estaba algo fría, pero aún así la disfrutó, junto a aquel extraordinario licor. Por desgracia, no podía quitarse de la cabeza lo que estaba por venir y todas las incógnitas que rodeaban las vidas de sus compañeros y la suya.

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07/03/2015, 08:48
Ogna

- ¿Enfadada yo?¿Por?- Decía Ogna controlando la rabia e indignación que sentía.- ¿Por qué te vayas con tus amigotes de farra y me dejes aquí tirada?- Gesticulaba ostentosamente, con Vishna en la mano, haciendo silbar el aire alrededor con cada movimiento de su estoque.- Soy mucho más que tu sombra, ¿sabes, Losse? Una mujer independiente.- Así hablaba en voz alta, en la soledad de su habitación. Cuando Losse se había despedido de ella no le había dado tiempo a reaccionar y se despidió de él con un beso, pero ahora que iba pasando el tiempo, cada vez se encontraba más furiosa. No se podía creer que Losse la dejara tirada de nuevo, ya empezaba a ser una costumbre, y que encima se fuera con sus más íntimos "amigos". 

Puto Kormack de los cojones...y esa rata ladrona, ¿no se da cuenta de que un día le meterá en problemas?...¡y el otro! Joder, Losse, conjuró un jodido kobold muerto, la negrura está en su corazón aunque no quieras verlo...

Vestida sólo con el camisón, y con Vihsna desenfundada en su mano, se desahogaba con su estoque mientras agujereaba el aire con su filo.

Se piensan que estoy loca porque hablo contigo, Vishna, pero no tienen cojones de empuñarte para ver que lo que digo es cierto. Les digo que no hay diablillos cerca y les da igual. No me escuchan. No te creen.

- Esta claro que no podía hablar tranquilo allí y , por si no fuera poco la presión que le hemos ejercido en su propia casa, ahora vuelven a la carga. ¿Quien les dice que funcionará el hechizo de Zanc si para el de Allen tuvo que quitarse el anillo? Nos van a meter en un lío.

Caminaba descalza dando vueltas por la habitación. Cogió una de las sillas que había en una especia de tocador y la acercó a la puerta, bloqueando la manilla de la puerta. Por su puesto giró la llave que la cerraba y la dejó puesta en la cerradura.

- Esta noche aquí no entra nadie. Qué duerma con Zanc si tanto le gusta el gnomo.

Se tiró sobre la cama y sin querer agujereó con el afilado filo de Vishna su almohada.

- Ups...-Todo lo que había en la Madre Perla valía un pastón y al ver el estropicio se mordió el labio inferior.- ¡Vishna qué has hecho! Como nos lo cobren lo vas a pagar tú fregando los platos y te saldrá óxido, que lo sepas.- Dejó al lado a su estoque para no escuchar su vocecilla protestando y se abrazó a la almohada. La angustia no la dejaba dormir así que buscó entre sus cosas y sacó un viejo libro para esperar que la venciera el sueño mientras se sumergía en la lectura. Apenas leía un párrafo y debía volver a empezar. Su mente estaba demasiado ocupada, no sólo pro Losse, sino por el gesto de Findoren con el anillo. Rememoró su forma, su color, y trató de visualizarlo. ¿Había leído o conocido algo así? 

Tuvo que quitárselo para que Allen pudiera usar su magia de detección del mal... bien podría ser algo que disipara la magia, o quizá un medio de comunicación con alguien.

- Tiradas (1)
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07/03/2015, 17:55
Morwing

Cuando los aventureros procedían a entrar en sus habitaciones, Morwing llamó la atención del gnomo. – Zanc, espera..., le avisó para que se detuviera frente a su habitación. – ¿No te ha parecido todo muy extraño en casa de Filgoren?, no consigo parar de dar vueltas al asunto… y dudo mucho que pueda conciliar el sueño con esta intriga, comentó algo alterado.

Morwing había elegido al gnomo por dos motivos, la curiosidad innata de su raza y el conjuro que le permitía comunicarse con otras personas con tan sólo mover los labios…un hechizo por el que el hechicero cada vez sentía más interés por él y sus prestaciones. – ¿Qué te parece si volvemos allí? Ese conjuro que usas para comunicarte con otras personas quizá podría esclarecer el misterioso comportamiento de Filgoren en caso de estar cohibido o vigilado por alguien… ¿¡¡Vamos!!?, concluyó preguntando con una sonrisa pícara. 

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07/03/2015, 17:55
Zanc Piesligeros

Zanc se detuvo ante el llamado del hechicero, asintiendo a su propuesta. - Claro, vamos... ¿Porque no?, he quedado con la intriga... Pero deberíamos avisar a Losse, en caso de que algo pase, no veo la necesidad de que todos debamos volver, además presiento que la insistencia de venir a la posada tiene sus motivos, no se... Creo que algo puede pasar.- respondía a medida que cerraba de nuevo la puerta de su habitación y guardaba la llave en su bolsillo, así que sin pensarlo más, partieron hacia el palacio avisando a Losse para que los acompañase y compartiendo sus motivos.

En la salida de la lujosa posada encontraron al enano fumando de su pipa, quien al ver salir al reducido grupo no dudo en sumarse a la comitiva sin necesidad de que nadie le invitase.