Partida Rol por web

Crónicas de Gnosia

Episodio Primero: Toldoth.

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16/10/2013, 12:03
Roman Vladevier

El Capitán asiente ante tu petición. "Está bien, vayamos a mis habitaciones privadas. De todas formas me dirigía hacia allí". Tras despedirse de los veteranos que están en el balcón, y dar un par de órdenes operativas a un grupo de guardias, Roman te guía a través de un pasillo de piedra hasta una puerta gruesa de madera guardada por un soldado pertrechado con una armadura completa, y entra contigo al interior.

Los aposentos del Capitán no son gran cosa; de hecho son ridículos comparados con los de Sir Vubio, al que acabas de abandonar hace apenas una hora. Solo tienen una ventana, cerrada con una contra de madera, y consta de dos estancias sobrias y apenas adornadas con algunas espadas en las paredes y unos muebles prácticos de madera.

Roman se sienta cómodamente en uno de ellos, (un escritorio algo manchado de tinta), y se cruza de brazos, observándote valorativamente. "¿Y bien?. ¿Qué puedo hacer por los Caballeros Custodios?".

Notas de juego

Mordred: 32 Px + 15 Px por postear + 1 Px por humano = 48 Px totales.

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16/10/2013, 12:13
Altur

Tu mentor se sonríe; "Mmm... dudo que sea una damisela en apuros, lo dudo mucho", dice. "Lo cierto es que esa tal Goldie se puso a trabajar en palacio como sirvienta, y ahora ha desaparecido. Junto a un mapa de las catacumbas bajo la ciudad, lo cual es bastante sospechoso".

Después suspira profundamente. "Hay gente que cree que es una agente del enemigo o algo así, intentando encontrar una ruta para entrar en la ciudad que no esté vigilada. Pero el Capitán tiene buen corazón, y cree que es otra cosa. Estoy reuniendo un grupo que la busque y averigüe qué demonios hace ahí abajo".

El ladrón se lleva la mano a la barbilla, y da un par de vueltas con una expresión bastante cómica. "No es la primera vez que trabajo para el Capitán, y si él dice que Goldie es trigo limpio me inclino a creerle. Pero no me inclino tanto como para caerme, así que ándate con ojo. En fin... mañana preséntate en la Taberna del Grifo Azul, ¿vale?. Tus compañeros estarán allí; les identificarás porque llevarán un lazo anudado en la muñeca izquierda".

Hurgando en su bolsillo, Altur saca una lazada roja y te la ata en dicha muñeca. "Como este. El pago consiste en cincuenta piezas de oro por cabeza... y cualquier cosa que podais encontrar en los túneles bajo la ciudad, claro".

Notas de juego

Isbell: 15 Px + 15 Px por postear = 30 Px totales.

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16/10/2013, 12:29
Isbell
Sólo para el director

"Agente del enemigo". Levanto un poco la ceja derecha al oir eso, pero luego parece que Altur no esta cien por cien seguro de que asi sea. "Bueno le daremos el beneficio de la duda." Aparte el capitan cree en ella, por lo que solo la tendria vigilada, aunque primero habria de encontrarla.

¿En serio?. Pregunto cuando me ata un pequeño lazo rojo y me hace una lazada en la muñeca. Bueno Altur lo habia asi dispuesto. El pago me parece bien, pues mañana ire a la reunion como has dicho. "Interesante un trabajo en grupo hacia mucho que no hacia uno asi." Normalmente me contraban para trabajos en solitario, pero no tenia problema con el trabajo en grupo, siempre dependiendo del grupo.

Pues si me disculpas sera cosa de descansar bien para prepararme para mañana, que me parece sera un dia largo. Le digo a Altur mientras me quito la capa y las armas para dejarlas en la silla, mientras le hecho una mirada dandole a entender que no me quitaria la ropa delante suyo, pese a que me criara ya no era una cria.

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16/10/2013, 12:40
Jose Roleiro

Es importante mantener la relación con la estirpe. Por eso te encuentras en la Biblioteca de la Universidad de Toldroth, charlando con los archiveros enanos que se encargan de desempolvar y ordenar los antiguos tomos, escritos en riguroso enano, que se han ido atesorando en la sala enana de la Biblioteca. Tienes tus narices metidas en un hermoso libro de culto, decorado con dorados y carmesíes, cuando unos pasos pesados se acercan a tí. Alzas la mirada de la mesa de lectura, y ves a un viejo conocido de la familia, al que cogiste en brazos cuando nació hace algo más de cien años. Hoy, está claro que no podrías cogerlo en brazos.

(Sigue...)

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16/10/2013, 12:41
Boroin Martillocertero

"Que la Roca te acompañe, venerable", te sonríe intentando no alzar demasiado la voz. "Perdonad mi intromisión, pero el Reino, y todos los enanos de Toldroth, te necesitan".

Boroin es un enano de confianza. Lo conoces desde hace tiempo, y sabes que aunque trabaja como herrero mayor para el Rey, su lealtad está y ha estado siempre con el pueblo enano. También sabes que ha enviado despachos secretos a las montañas de Corazón de Piedra, alertando de secretos de la corte que hubieran perjudicado a los enanos, gracias a los cuales se evitaron muchas desgracias.

Sales con él a un lugar más despejado, y vuelve a tomar la palabra. "Mi señora, me envía el Capitán de la Guardia de la ciudad. A pesar de su humanidad es alguien honrado, y ha ayudado a los nuestros en varias ocasiones. Por eso, me gustaría que aceptarais su petición".

Con todo el respeto del mundo, y sin sonreir ni gritar como es su costumbre en situaciones menos graves, el enano pasa a relatarte lo sucedido. "Veréis... hace unos meses entró a trabajar en palacio una nueva sirvienta, a la que llamaban Goldie. Ella ha desaparecido, y ha robado la única copia que los humanos tienen del mapa de las catacumbas bajo la ciudad. Todos creen es una agente del enemigo, y que quiere usar el pasaje para hacer entrar a las fuerzas de los Mil Califatos, pero el Capitán la conoce y no cree que sea así. Está reuniendo a un grupo que se adentre en ese lugar, para encontrarla y averiguar porqué robó los planos. Pero no tienen ninguna copia de ellos. Solo hay una copia, y pertenece al pueblo enano. Está en esta misma biblioteca, y a una venerable como tú se los darían sin rechistar. El grupo necesitará a un enano capaz de leer esos planos, que les acompañe en la peligrosa empresa. El Capitán paga cincuenta piezas de oro. ¿Qué responde, Venerable?".

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16/10/2013, 12:51
Jose Roleiro

¿Aceptarás la peligrosa empresa?. Sin duda será una aventura digna de lo que estás buscando, pero también tendrías que asociarte con humanos. Es tu turno, y tu decisión ;)

Notas de juego

Enda: 0 Px.

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16/10/2013, 14:28
Sir Mordred Camlann

El Capitán Vladevier aceptó su petición, se despidió de los suyos y, tras dar un par de ordenes a los soldados se puso a caminar por los pasillos del castillo. El camino hasta las habitaciones transcurrió en silencio. El joven caballero estaba buscando una forma de preguntarle sobre la espía sin que pareciese una acusación. No quería enfadar a aquel hombre y ni él mismo se creía la acusación velada que había hecho Sir Vubio.

Cuando entró a los aposentos del Capitán se sorprendió de la sencillez de los mismo. Tan solo una pequeña ventana daba al exterior e iluminaba las dos estancias en las que estaba dividida la sala. Unas espadas adornaban las paredes y tan solo unos pocos muebles adornaban la estancia. Sin duda eran las habitaciones de un hombre humilde.

El Capitán se sentó con los brazos cruzados en un escritorio y le preguntó por el motivo por el que estaba ahí. - Verá Capitán, me han encargado una misión. - comenzó a decir el joven caballero. Hizo una pequeña pausa para pensar como seguir pues era una tema delicado. - Una de las sirvientas de su majestad ha desaparecido llevándose consigo algo de la biblioteca real. Esa sirvienta, una espía casi seguro, ha robado unos planos de las catacumbas que hay bajo la ciudad en los que se puede encontrar un paso hacia el exterior. - Sir Mordred guardó silencio un momento para que el Capitán se diese cuenta de la gravedad del asunto. - Estoy aquí Capitán, porque la sirvienta en cuestión se llama Yena Goldhair. - Tragó saliva y guardó silencio otra vez. Aun no había encontrado una forma de preguntarle por ella sin que pareciese que le acusaba. - Me han dicho que ustedes se llevaban bien así que he venido para preguntarle sobre ella. - dijo finalmente. - ¿Podría describírmela?¿Sabe usted donde puede estar?¿Tenía algún amigo o algún familiar que pueda mantenerla escondida?

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16/10/2013, 16:24
Enda Viskunnar
Sólo para el director

¡QUÉ ME DICES!- La voz exaltada de la enana, para su vergüenza, reverbera por todo lo alto y ancho de la biblioteca... y eso que se habían desplazado a un patio interior apartado para hablar.

La visita de Boroin ya habría constituido, por si sola, toda una sorpresa para lo que estaba siendo un día de rutina en la biblioteca; pero con todo lo que había venido después... había sido simplemente demasiado para Enda, que no pudo contenerse más.

Consciente de lo inapropiado de su conducta y tratando de recomponer la compostura, carraspea primero y luego continúa en el tono monocorde que se supone propio de un clérigo de su jerarquía... - Pero esto es... - deja la frase en el aire negando con la cabeza con discreción, como si al pronunciar en alto la gravedad del asunto pudiera invocar la fatalidad. - Si los enanos no colaboramos, tal y como están las cosas en Palacio, podría llegar a perjudicarnos gravemente. Si es cierto que los Mil Califatos están bajo sospecha, el Rey León no tardará en reaccionar de la peor manera imposible... tú mejor que nadie deberías saberlo.

No; debemos atajar este asunto cuanto antes para evitar en el mejor de los casos un conflicto diplomático. Los enanos hemos de tomar la iniciativa y demostrar que estamos de parte de la seguridad Toldoth.

Has hecho bien en acudir a mí. - Estira el brazo sobre el poderoso hombro del herrero y concluye en tono solemne. - Puedes decirle a tu capitán de la guardia que me voy a ocupar del asunto personalmente y que pienso descubrir la verdad. Nos conviene que él esté en lo cierto respecto a la humana, la tal Goldie; seguir alimentando la paranoia del Rey podría resultar... peligroso. Confío en tu discreción como si fuera de roca.

En cuanto recoja los planos me reuniré con vosotros en el edificio de la guardia. - Dicho lo cual, se da media vuelta y aprieta el paso hacia la biblioteca... y... algo extraño: cierra los ojos y eleva una sonrisa, oculta bajo su tupida barba.

Que el clan de los Viskunnar caiga en el olvido si te defraudo; oh, valiente diosa... te doy las gracias por ofrecerme una oportunidad de luchar a tu lado. 
 

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22/10/2013, 09:44
Roman Vladevier

El capitán escucha lo que le dices sin mover una ceja, y deja pasar un momento de silencio antes de contestar, durante el cual el sonido del viento silba contra la contra de la única ventana de la estancia.

"A ella le gusta que la llamen Goldie. Se crió en el barrio de las Pulgas, un mal lugar para crecer. Yo me crié en un lugar parecido, y por eso nos caímos bien desde el principio. Es una muchacha tozuda y valiente, y no le gustan nada las normas, pero solíamos charlar a menudo y no creo que haya robado los planos para el enemigo. Ella amaba la ciudad, aunque no le gustaran los guardias, y estoy seguro de que no metería aquí a las tropas enemigas para destruirla".

Suspira profundamente y te mide con la mirada. "Supongo que la misión que te han encargado proviene del mismo Rey, y consiste en recuperar los planos y traerle su cabeza. Yo mismo he organizado un grupo para que la encuentre antes y recupere los planos, dejando su cabeza en su sitio. Si te interesa unirte a él, puedo ofrecerte cincuenta piezas de oro por el trabajo, y en lugar de llevar cabezas la llevarás a ella a mi presencia. Los demás se reunirán mañana por la mañana en el Grifo Azul, una posada del Barrio de las Pulgas, y llevarán un lazo rojo en la muñeca para identificarse. Como este", apuntilla enseñándote un lazo del largo de tu antebrazo.

Tras entregártelo, asiente con la cabeza. "Preséntate allí mañana si quieres compañeros".

(Sigue...)

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22/10/2013, 09:53
Jose Roleiro

¿Avisarás a Tres Libros e irás a la posada?. ¿O preferirás buscarla por tu cuenta?. Es tu turno, y tu decisión ;)

Notas de juego

Mordred: 48 Px + 15 Px por postear + 10 Px por obtener información + 2 Px por humano = 75 Px totales.

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22/10/2013, 09:57
Boroin Martillocertero

"Gracias, Venerable", dice el enano con una reverencia. "Pero yo no participaré en la búsqueda de esa muchacha. El Capitán me ha pedido que te dé esto", dice ofreciéndote un lazo de seda rojo, del largo de tu antebrazo. "Anudadlo a vuestra muñeca, y presentaos mañana por la mañana en la posada del Grifo Azul, donde los demás compañeros acudirán para conocerse y ponerse en marcha. Se encuentra en el barrio de las Pulgas".

Boroin parece animoso, contento por haber conseguido tu participación. "Que los dioses os acompañen. Si necesitais cualquier cosa, podéis encontrarme en la forja de palacio. ¡Tengo mucho trabajo atrasado, y me paso allí la mayor parte del tiempo!", afirma antes de irse bamboleando su orondo corpachón.

(Sigue...)

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22/10/2013, 10:02
Jose Roleiro

No te es difícil conseguir el permiso para obtener los planos, aunque sí te es difícil encontrarlos en la biblioteca. Tras unas horas removiendo enormes carpetas tapizadas y legajos cubiertos de polvo, finalmente encuentras unos viejos planos deteriorados, medio centenar de anchas hojas amarillentas cubiertas de runas, pasillos y salas, con manchas de humedad y en un estado un poco lamentable. Te das cuenta de que los planos no están completos, les faltan fragmentos y páginas y además son difíciles de leer, pero los entiendes y puedes leerlos.

¿Acudirás mañana por la mañana a la posada del Grifo Azul?. ¡Es tu turno, y tu decisión!

Notas de juego

Enda: 0 Px + 15 Px por postear + 5  Px por interpretación + 5 Px por encontrar planos = 20 Px en total.

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22/10/2013, 10:02
Sir Mordred Camlann
Sólo para el director

Ya ha formado un grupo... - se dijo el joven caballero. - no parece que le pille de sorpresa. - Había algo raro en todo aquello. El Capitán sabía que había desaparecido y sabía que se había llevado el mapa, es más, estaba montando un grupo a espaldas del rey para buscarla y traerla con vida. El Capitán confiaba en ella. - ¿Será confianza de verdad o estará el capitán ciegamente enamorado de la joven?

Con todas estas dudas en su mente, el joven meditó un momento cual sería su siguiente movimiento. Como caballero iba a ser difícil investigar en el barrio de las pulgas. No era su sitio y no sabía a quien preguntar, sin duda la ayuda le vendría bien. Al fin y al cabo el no conocía a nadie del barrio de las pulgas ¿O sí? Una imagen ya olvidada volvió a su cabeza. Una joven de cabello castaño que había conocido una vez, tiempo atrás. Tal vez, si podía encontrarla, estuviese dispuesta a ayudarle.

Esta bien Capitán. - dijo Sir Mordred. - Usted confía en su inocencia así que le daré la oportunidad de explicarse. De todos modos no me gustaba la idea de matarla. No soy un sicario, pensaba llevarla ante su majestad con vida y que él decidiese su destino. Mañana por la mañana me reuniré con sus hombres. Pase una buena noche capitán. - dijo el joven estrechando la mano del Capitán antes de abandonar sus aposentos.

Sir Mordred abandonó el palacio y se dirigió a el barrio de las pulgas en busca de la joven castaña que, tiempo atrás, había conocido.

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22/10/2013, 20:29
Enda Viskunnar
Sólo para el director

Presa de la emoción, a la enana le había costado más de lo acostumbrado dar con aquellos antiquísimos planos, a pesar de que se conocía aquella biblioteca tan bien como los rizos de su barba. Se había pasado la tarde errando de un pasillo a otro sin saber ni cómo ni por qué había acabado en esta u otra sección, y de ahí de vuelta a los archivos de la biblioteca, donde descubría algún que otro título que capturaba nuevamente su atención; ya fueran cantares de viejas gestas de antiguos héroes enanos que avivaban todavía más sus deseos de aventura, u otros que le podían resultar más prácticos para la tarea a la que había sido llamada, tales como: libros de testimonios, historia local y leyendas, relacionados con los túneles y catacumbas que horadaban el interior de la muralla de Toldoth, como uno de esos quesos que había visto traer a mercaderes de las lejanas tierras de los medianos. Como fuere, mientras estudiaba las entradas a las catacumbas con los planos ya desplegados en su mesa de estudio, y quizá algo intoxicada por tantas aventuras que había leído en esa tarde, empezó a plantearse si Hela no la favorecería más, si se lanzara ella sola a la aventura, demostrándola así su valor y alegría por la batalla... Después de todo conocía a los humanos y sabía que de cumplir satisfactoriamente con la misión, seguramente tratarían de adjudicarse para ellos solos todo el mérito... salvo que fallaran y entonces sería de su raza toda la responsabilidad. Es cierto que podía tratar de negociar esto y lo otro con el jefe de la guardia, después de todo era ella la que tenía el hacha cogida por el mango con los planos en su posesión pero... se había cansado de tanta palabrería y diplomacia. Así habría obrado la Enda del pasado pero ahora estaba decidida a pasar a la acción. Por la gloria y la fama de su estirpe. Aunque no estuviera muy segura de por donde empezar a buscar... decidió con un acto de Fe que sería Hela la que guiaría sus pasos. Guardó cuidadosamente los planos de las catacumbas en una funda de piel y abandonó la mesa de la biblioteca con todos los libros que había estado consultando desperdigados sobre ella, junto a un lazo de seda rojo.

- Tiradas (2)

Notas de juego

Esto pasa por recordarme lo de que es mi decisión :P

Dejo un par de tiradas hechas por si encuentro algo interesante en la biblioteca además de los planos.

Al salir de la biblioteca, Enda va a recoger equipo de aventura en su casa y esperará a entrada la madrugada -así también le da tiempo a dormir unas horas, si es que puede de la emoción- para meterse en las catacumbas con nocturnidad y alevosía. Premeditación muy poquita. Si es que hay más de una entrada hacia las cataumbas, y no tiene una idea mejor tras haber estudiado en los planos y los libros, lo hará desde la entrada más cercana a donde fueron robados los planos en primer lugar. 

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24/10/2013, 11:46
Jose Roleiro

La mañana amanece bulliciosa en el barrio de las Pulgas. Fuera de la posada, los campesinos se dirigen hacia los campos fuera de la ciudad, y peones tiran de carros llenos de mercancías para venderlos en calles y plazas.

El Grifo Azul es un edificio de tres pisos de altura, construído en su base con una piedra oscura y húmeda, salpicada de ventanas amarilleadas por el tiempo. Los dos pisos superiores, de madera de roble, muestran galerías con cristal de tiffani y muchas más ventanas, y terminan en un tejado de teja rojo, a dos aguas y con una chimenea por cada una de ellas.

Está claro que es uno de los edificios más lujosos del barrio.

En el interior, el fuego de dos chimeneas de piedra entibia una estancia grande, repleta de mesas de madera toscas pero sólidas y funcionales. El primer piso es una sola estancia, y en ella desayunan entre roncos susurros buhoneros y mercaderes, mientras una muchacha rubia y espigada, de rostro simple, lleva los desayunos con destreza, en amplias bandejas metálicas. Un hombre de mediana edad, calvo y con bigotes largos que se deslizan por su barbilla, se afana al otro lado de la mesa friendo tortas de manteca y harina en una enorme plancha y escanciando vino tibio y especiado para calentar a los recién levantados.

Vosotros, sin embargo, ya llevais un buen rato despiertos. Habéis caminado a través de las calles empedradas hasta aquí, y comenzais a buscaros entre los clientes de la posada, que bajan de las habitaciones superiores cada vez en más número. Mordred, con un mensajero, avisó a Tres Libros de que necesitaría ayuda, y le pidió que acudiera a esta hora con un lazo rojo prendido en la muñeca. El lazo que encontró no es exactamente rojo, (más bien tiene un color entre el granate y el sucio asco), pero hace las funciones. A su lado, (sin lacito, que es una mariconada), un bárbaro del norte se levanta como una torre: Ragnar.

Mordred también camina por allí, gallardo y pulcro, con sus armas cromadas y brillantes, y una pequeña halfling se escurre entre las mesas con otro lazo anudado a la muñeca, (Isbell).

Sois libres de encontraros y saludaros; será Mordred el encargado de exponer la misión ;)

Notas de juego

Mordred: 75 Px + 10 Px por postear + 1 Px por humano: 86 Px en total.

Isbell: 30 Px + 10 Px por postear = 40 Px en total.

Tres Libros: 0 Px en total.

Ragnar: 0 Px en total.

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24/10/2013, 12:06
Jose Roleiro

Mientras se mendiga, una suele enterarse de los últimos chismorreos del barrio. Una de las cosas que más te han llamado la atención es una historia acerca de una tal "Goldie", una joven pícara habitual del Barrio de las Pulgas, que había desaparecido durante un par de años.

En el barrio hay algunas entradas a la muralla, que después se internan en los oscuros y peligrosos túneles bajo la ciudad. Normalmente permanecen cerrados a cal y canto por gruesas puertas enrejadas, para evitar que cualquier cosa de las que se dice que pululan por allí abajo surja a las calles. La gente se mantiene lejos de estas puertas, pues no es la primera vez que algún niño perdido desaparece a través de los barrotes.

El último rumor del barrio es que esa tal Goldie, por quién sabe qué razón, ha sobornado a Dorno el Gordo, el Alguacil del barrio, para que le abriera una de las puertas, (conocida como la Reja de la Gárgola), y después se adentró en las catacumbas bajo la ciudad. Algo que, sin un plano y una buena escolta, suele ser mortal.

El rumor te ronda la cabeza mientras paseas por la posada. Quizás te sea útil en algún momento.

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24/10/2013, 12:30
Jose Roleiro

Antes de irse, el herrero del Rey te dijo que la joven Goldie debía haber accedido a las catacumbas a través del barrio de las Pulgas. Allí, observando los planos, ves que hay un total de siete entradas, todas ellas bien guardadas por gruesas puertas enrejadas para evitar que las criaturas que moran en los oscuros túneles se adentren en las calles de la ciudad.

De las siete, solo tienes acceso a una de ellas, ya que el resto se encuentran bajo la responsabilidad del Alguacil del barrio. La séptima, sin embargo, es utilizada habitualmente por un grupo de enanos para llevar a cabo obras de restauración; los túneles están allí deteriorados, y amenazan con hundir las calles que están sobre ellos. Dejando sobre la mesa de la biblioteca el lazo y los demás libros, te diriges en plena noche al barrio de las Pulgas, (que no es el más recomendable de la ciudad), para encontrar a los enanos encargados de las reparaciones. No debería serte difícil convencerles, ya que estás embarcada en una misión por el bien del pueblo enano.

No te cuesta llegar hasta el barrio a través de la calle principal, empedrada, que termina en la plaza del Mercado. De allí llegas a las calles estrechas, oscuras y malolientes habituales del barrio de las Pulgas. El

 

- Tiradas (1)
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24/10/2013, 12:18
Isbell

Me encantaba aquel ambiente, era el mas habitual para mi aparte alguien como yo solia pasar desapercibida y para mi trabajo venia bien eso. "Hoy no toca levantar bolsas querida." Me digo mientras busco a mis supuestos compañeros que deberian llevar un lazo rojo, pasan unos minutos, pero no me cuesta distinguir a una montaña de musculos sentado junto a una joven, el no lleva ningun lazo pero ella lleva uno de color como granate pero estaba sucio, asi que podia ser o no.

Pase un rato mas mirando y no vi a nadie que pudiera llevar un lazo "¿Seran entonces el grandullon y la chica?." Asi que comienzo acercarme a ellos, observandolos y observando a ojos curiosos que pudieran controlarles.

Hola buenas noches señorita, caballero. Con una ligera inclinacion de cabeza a modo de saludo respetuoso, tras ello tomo asiento y pongo la mano donde esta el lazo en la mesa, mientras tamborileo en la mesa con los dedos ritmicamente. Hace una magnifica noche ¿Verdad?. Comento con una ligera sonrisa, no diria mas por si fuera un equivoco no queria dejar mi nombre en tal caso, ahora solo quedaba ver si eran ellos o no, no me gustaria enfrentarme aquella mole ni enfadarle.
 

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24/10/2013, 13:30
Sir Mordred Camlann

El joven caballero se levantó temprano. Él sol se asomaba sobre las cumbres y se colaba por uno de los ventanucos iluminando la habitación del joven. Se colocó la brillante armadura, sacó la espada de su vaina para comprobar que estuviese en perfecto estado y, tras enfundarla de nuevo, se la ató a la cintura. Cogió su escudo marcado con el emblema de los Custodios del Alcázar y se lo echó a la espalda. Estaba preparado.

Mordred caminó por las vacías calles de la ciudad hasta el barrio de las pulgas. No le costó mucho encontrar la posada donde tendría lugar el encuentro, era uno de los edificios más cuidados de aquella parte de la ciudad. En cuanto el joven caballero entró en la posada supo que estaba fuera de lugar. Ese lugar era un lugar de reunión de mercaderes sin buenas intenciones y buhoneros que no dudarían en vender a su madre por un buen precio. Gente sin honor. 

Pero los motivos que le habían llevado a ese lugar eran mucho más importantes que la gente que había en el lugar así que, tras soltar un pequeño suspiro, se puso a buscar a un grupo de gente con lazos rojos en las manos. No tardó en ver a un hombre alto y fuerte, un bárbaro sin duda, al lado de dos jóvenes. Una joven castaña con un mugriento lazo granate en la muñeca y una joven mediana de cabellos rubios con un lazo rojo en la mano que tenía sobre la mesa.

El joven caballero se concentró un momento en ver si había bondad en el alma de esas personas antes de avanzar hasta la mesa y tomar asiento. 

Bueno días y gracias por venir. - saludó el caballero sin perder su sonrisa. - Creo que antes de empezar deberíamos desayunar algo. ¿No os parece? - dijo levantando la mano para llamar a la camarera. Prefería explicarles la situación mientras todos tomaban algo. Al fin y al cabo, la mendiga parecía no haber comido en mucho tiempo y no quería que se desmayase antes de darle toda la información que tenía.

Buenos días señorita, ¿Sería usted tan amable de traernos 4 desayunos? - pidió el joven sonriendo una vez la camarera se acercó a la mesa.

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24/10/2013, 14:03
Tres Libros

Había magos que eran capaces de volverse invisibles recitando un encantamiento. Tres Libros aún no dominaba ese conjuro, pero tampoco le hacía falta. Cada vez más gente se veía arrojada a las calles en aquella absurda guerra contra los Mil Califatos. Su dolor parecía no tener voz, o tal vez fuera la gente más afortunada que ellos no tenía oídos para escucharlos sufrir y morir en la miseria. Tres Libros era uno de ellos, prácticamente invisible e ignorada por todos.

Pero había gente que aún era capaz de verla. Tres Libros se había dado cuenta de que había gente interesada en lo que ella oía por las calles, y en ocasiones esa gente le daba unas monedas en vez de pegarle una paliza. Râgnar era una de esas personas, y por eso se había pegado a él como una lapa a las rocas. Al fin y al cabo, si hubiera ido a aquella taberna sola, la hubieran echado de una patada en el trasero antes de que pudiera haber abierto la boca.

Esperaba que les hubiera llamado alguien como Isbell. Estaba acostumbrada a tratar con gentes de aspecto sencillo. Pero cuando descubrió que su patrón era aquel hombre embutido en armadura de combate se le aceleró el corazón. El acero era muy caro en época de guerra. Y Tres Libros sabía que las personas que tenían mucho dinero, rara vez se conformaban con lo tenían. Siempre ansiaban más.

«Estúpida. ¿Quién si no alguien con dinero se podría permitir enviar un mensajero a buscarte?» se reprendió a si misma.

Buenos días -dijo en un hilo de voz con el que esperaba no molestar a nadie, y sobre todo, pasar desapercibida. 

Evitó todo contacto visual pero, cuando mencionaron el desayuno le gruñeron sonoramente las tripas.

«Desayunar. En una taberna. Como la gente normal.»

Sólo le había ocurrido un par de veces, y siempre de la mano de Ragnar. Sintió ganas de llorar.