Partida Rol por web

En el plato de ella, apenas quedaba algún despojo de hoja verde que había escapado del tenedor.

-Creo que no habrá impedimento en seguir con ambas cosas. Despues de todo, no creo que el hecho de realizar un pequeño encantamiento nos quite la voz, ¿o si? De paso también podré tomar nota de lo que pueda apreciar.

Le sonrió lisa y llanamente mientras se ponía de pie, con el libro en la mano izquierda.

-¿Necesitáis algún ingrediente u objeto especial, además de la gema?

-El dibujo que me enseñaste antes nos vendrá bien. Cuanto mas se sabe del sujeto que se quiere escudriñar, mejor.- Él también se levantó de la mesa e hizo ademán en dirección a las escaleras. -No te garantizo que funcione.- Dijo con una sonrisa sincera. -En Idu siempre se ha practicado la adivinación, pero a mí nunca me interesó demasiado. Estaba lleno de farsantes que engañaban a la gente para que malgastaran sus ahorros en ellos. Siempre pensé que era un timo. Pero cuando estudié magia descubrí que se podía hacer de verdad. Así que, aunque no soy un experto, algo aprendí.-

Rió algo cortesmente.

-Es una magia con mucho rango de imprecisión, pero siempre esta la posibilidad del éxito. De todas formas hay farsantes en muchos sitios y ámbitos distintos, aunque obviamente algunos campos son mas fáciles que otros para fingir.

Subió las escaleras delante de él, buscando al llegar al segundo piso la página indicada. Siguió caminando, mientras sacaba de un bolsillo la llave de su habitación, y se acercaba a la puerta numerada con el 13. Destrabó sin mucho misterio e ingresó a la habitación, que estaba enfrentada a la tuya. El interior era exactamente igual en comparación al cuarto al que estabas destinado en cuanto a amoblamiento y decoración, solo que aqui la ventana era algo mas grande. Por el cristal se podía apreciar que ya había empezado una tormenta y una ducha de agua fría arremetía contra el vidrio.

-Adelante, comandante.

La gema de Idu que colgaba en su pecho, brillaba tenuemente a través de la ropa. Era un resplandor mortecino, pero suficiente para que junto con la luz que entraba del pasillo, ubicara y encendiera los puntos de luz de la estancia.

Se acercó a la cama y se sentó en un lado. Del bolsillo extrajo la piedra que iba a utilizar para adivinar, y la depositó junto a él. -Cuando estés lista empezamos.-

Tras encender las lámparas de aceite sin dificultad, pudo ver que Scire se encontraba mirando por la ventana, absorta. Se giró al escucharle, y anduvo hasta el lecho sentandose a su lado con suavidad. El libro de apuntes estaba abierto en la página de la ilustración que anteriormente había enseñado.

-Estoy preparada ya, espero vuestras indicaciones

Tomó el libro de apuntes y se concentró en el dibujo que tenía en frente de él. Lo observó unos instantes y trató de crear una imagen mental de aquél ser. -¿Alguna vez te has comunicado con alguien a través de sueños?- Levantó la vista y la miro a ella. -Conocer a la persona es imprescindible. Para adivinar no lo es, pero como ya te he dicho, facilita mucho las cosas.

He tratado de imaginarme a este ente. En mi cabeza le he dado forma. Pero dudo mucho de que se parezca a la real.- Con la mano derecha tomó la gema y la sostubo entre los dos, a la altura de los ojos.

Los naranjas y amarillos de las llamas de las lámparas fluían por la cristalina piedra. Resbalaban por la superficie, se colaban por las vetas y parecían dibujar formas en su interior.

Shadar rotó ligeramente la gema y los dibujos cambiaron completamente. Las llamas danzarinas construyeron un mundo nuevo de luces y sombras, de manchas, que podían significar todo o nada.

¿Ves algo aquí dentro?

Entrecerró los ojos centrandose en la pequeña gema transparente. Parecía bastante interesada ahora, de hecho.

-Parece que se esta formando algo, incluso empiezo a creer que los reflejos en su interior estan formando imágenes insospechadas. Pero no las veo nítidas, supongo que he de concentrarme mas en su aspecto.

Se levantó. Se acercó a un candil.

Al acercar la gema a la danzarina llama se formaron pequeñas copias de la misma. Parecían pequeños planetas flotando en un universo de cristal.

-Si ahora empezara a hacerte preguntas sobre ese ser y te pidiera que volvieras a mirar en la gema seguro que te parecería ver algo mas aquí dentro. Te parecería confuso, pero seguro que creerías ver algo.

Quién sabe, si en ese momento hubiera un relampago, tal vez te parecería ver un lago.- Anda y se coloca delante de ella. -Pero esto no funciona así. Este juego de luces sólo sirve para que uno vea lo que quiere ver. Muchas veces no somos conscientes de que conocemos las respuestas a nuestras propias preguntas.-

La miró a los ojos y sonrió. -Pero si queremos ver algo de verdad hay que ir mas allá…- Hizo un rápido gesto con los dedos, cerrándolos en abanico sobre la palma. Y la gema desapareció con tan fugaz movimiento. Luego pareció que decía algo, una breve palabra de mando, pero de sus labios no salió palabra. Lanzó el brazo hacía adelante, justo donde estaba Scire, y antes de acabar el movimiento abrió la mano del mismo modo que la había cerrado.

De pronto, habían un montón de diminutos cristales en suspensión envolviendo a la joven. Reflejaban jugetones, las luces de la estancia y caprichosos, cambiaban de color según les parecía.

-Ahora concentrate y dime lo que ves.-

Algo no parecía ir bien, pero no era relacionado a la ejecución del conjuro, sino a ella. Su gesto tranquilo había cambiado y por primera vez le estaba viendo una mirada desconcertada. Incluso parecía haber adquirido un leve y perlado tono en la pálida tez, indicando sudor.

Y repentinamente algo inesperado sucedió: en redondo cayó con suavidad de espaldas, sin conciencia alguna. Por el subir y bajar de la túnica a la altura del pecho seguía respirando con normalidad, por lo cual se podía tratar de un simple desmayo casi con seguridad. Pero, ¿porque?

De un brusco manotazo finalizó el conjuro. Los fragmentos de la gema se oscurecieron de golpe y cayeron al suelo, esparciendose por toda la habitación.

-¡Scire!- La cogió por los hombros y la zarandeó suavemente. -Scire, ¿me oyes?- Se fijó en que respiraba. La tumbó del todo en la cama y le levantó las piernas para que la sangre volviera a fluir hacia la cabeza.

Paciente, esperó a que recuperara la consciencia.

Al momento que colocó la mano en el hombro derecho observó algo inusual. Aún con la tela oscura se translucía un leve resplandor, algo estaba brillando debajo y parecía pegado a su piel, porque no sintió nada abultando aquel lugar. Pasaron algunos minutos, y al parecer su estado iba volviendo a lo habitual porque el rostro, que si antes era de un pálido acentuado ahora había tomado un tono bastante menos saludable, pero estaba volviendo a sus parámetros.

Al parecer estaría en condiciones de despertar pronto por si sola, aunque quizá ya reaccionara a que le sacasen del sueño por medios externos.

-Me pregunto si ha Blanca también le pasó lo mismo.-

Decidió esperar a que recuperara la consciencia por si misma. Colocó la almohada doblada bajo los pies para que los siguiera manteniendo en alto.

Se separó un poco de la cama y empezó a entonar un nuevo conjuro. Los cristales volvieron a flotar por la habitación. Los agrupó de nuevo y los trajo hasta su mano. Cerró el puño y con una palabra de mando similar a la que había utilizado para deshacer la gema y ejecutar el sortilegio la volvió a recomponer.

Cuando abrió los dedos en abanico los cristales volvían a formar una única gema.

-Hmmm...

Cuando volvió la vista a ella, tenía los ojos abiertos y su expresión usual de divagancia. Estaba mirando al techo.

-No esperaba tener un rechazo tan fuerte, será mejor que lo anote.

Se sentó en su sitio frotandose el hombro y buscó el libro con la mirada, y se encontró contigo.

-Parece que he arruinado la sesión, os pido disculpas. Vaya, si hasta me habéis acomodado al parecer, os lo agradezco.

-No hay de que.- guardó la gema en el bolsillo y se sentó a su lado. -Te agradecería que me cuentes que ha pasado y que has visto. Aunque si primero quieres tomar nota, adelante. No quiero que pierdas ningún detalle.-

Conforme pilló el libro se puso a anotar tras sacar una pluma del interior de sus páginas. Absorta, acercó la punta a un dedo, pinchandose intencionalmente durante un instante en el cual el color del instrumento varió levemente, tornandose algo rojizo. Y empezó a escribir con avidéz, en letra roja y manuscrita. Pensó por un instante que le estaba ignorando completamente, pero entonces empezó a hablar. Aunque mas bien parecía que dictaba lo que estaba escribiendo.

-Tuve una reacción bastante molesta que ha incluido la perdida del conocimiento en el proceso de ejecución de un conjuro de adivinación ejecutado gracias al comandante Fezbane, lo que quiere decir que el resto de mi magia ha de estar en un punto de auge como para rechazar tan violentamente la velada por el sello. Esperaba solo un mareo. Pero por lo menos no ha interferido en absoluto con mi recuerdo del resultado del hechizo, que aún tengo nítido. Ví a un hombre joven, un muchacho, cabellos naranjizos. Y era feliz, pero también estaba un poco triste en su vida diaria, al parecer noble. Seguramente sea porque me he concentrado no solamente en saber donde estaba aquel ser que rastreaba hasta hoy, que pude ver esta y otras cosas.  Observé desde mi lugar en la nada en aquel momento, como ese joven era asesinado a sangre fría por un hombre hecho y derecho con rasgos parecidos a los suyos. Mismo cabello, mismo color de ojos y facciones bastante similares, aunque las del joven eran mas suavizadas. Vi esa masa de sombras arrastrarse hacia el cuerpo innerte, ahora colocado sobre varios circulos y símbolos superpuestos los unos a los otros. Fue una vista fugaz, pero alcanzé a reconocer algunos como carácteres de transmutación sumamente alterados con magia oscura y demoníaca, que usualmente se confunden pero no son lo mismo. Estoy segura de que había mas tipos de hechicería mezclados, y eso deja ver la inestabilidad y de hecho, la falta de seguridad para un ritual como ese. Lo que me lleva a pensar que era un simple experimento, puesto que estaba demasiado improvisado como para ser de fiar. Esa formación oscura la conozco perfectamente. Es lo mismo que Madre, pero en una forma mas primitiva, estoy casi segura. Empiezo a entender finalmente.

Tomo aire y la pluma dejó de rasgar el papel por unos instantes. No parecía acabarse la "tinta" de ella. Luego agachó nuevamente la cabeza y continuó.

-Tenía mis dudas antes, pero ahora las he confirmado. El frasco faltante en mi dormitorio, que tenía parte del caldo básico que utilicé para la creación de Madre, que me había faltado hacía dos meses, ha sido robado, utilizado y mutado de las formas mas insospechadas, y nada mas ni nada menos que por el propio rey Gamías es el responsable. Esto quiere decir que aquella cosa no es un demonio, sino un simple muñeco hecho de magia, mi magia y la que haya sido imbuída de forma extra por parte del monarca. Aunque parece que la mía es mayoritaria, dado que aún conserva su apariencia "fetal" por decirlo de alguna forma. ¿Pero...porque entonces me parecío percibir un ápice de sentimiento ajeno en el último instante de la visión? Sin duda que la magia adivinatoria es confusa y caprichosa...Probablemente ahora tenga un pequeño gran conflicto por delante, dado que lo descubierto esta noche es de una magnitud bastante importante y da lugar a varias teorías. Me pregunto, ¿que estará pensando el comandante ahora mismo?

Fue entonces cuando dejó de escribir de forma definitiva y le miró cordialmente, esperando su reacción ante tales palabras.

Según avanzaba la narración, el rostro de Shadar se volvía mas serio.

-¿Me dejas el libro? Hay algo que no me ha quedado claro y me gustaría leer.

Hay cosas que no me han quedado claras. Dices que al final has sentido un sentimiento ajeno ¿que era?

Y las sombras que viste no eran demonios, ¿que eran, una especie de homúnculos? ¿Para que querría Lord Nird un homúnculo? también dices que parecía algo improvisado ¿estás segura? nuestro Lord lleva años profundizando en la magia, me sorprende.-

Le tendió sus anotaciones sin ningún reproche.

-Muy entre comillas sería algo así como lo que sugerís. No me pidaís que entienda del todo lo que vi, pero me dio la impresión de que habían cosas tanto pasadas como presentes. Porque el rey que ví en ese entonces era distinto al de ahora, diría que algo mas joven. Pero no le encuentro pies ni cabeza, porque este ser tan particular recién ahora esta mostrandose, si llevara demasiado tiempo existiendo debería haberlo notado antes, supongo. Me pareció percibir rabia, aunque no se porque ni hacia quien, aunque da para hacerse una idea.

Cogió el libro de apuntes y empezó a leer lo último que había apuntado Scire, en busca del lugar donde se menciona por primera vez la proposición de adivinar el futuro que le había hecho. Tomó esa hoja y un par de las siguientes, que todavía estaban en blanco y hizo el gesto de pasar página. Pasar página a algo que todavía no estaba escrito, o que no debería estarlo.

Se escuchó el sonido del papel al rasgarse.

-Lo siento, pero no creo que debas escribir esto.- Arrugó las hojas que tenía en la mano. -Cualquiera que lo lea puede acusarnos de alta traición por espiar al Rey- Un fogonazo iluminó momentáneamente la estancia antes de que las páginas se convirtieran en ceniza. -No me apetece visitar las mazmorras del castillo. Ya sabes lo que cuentan de cuando Sarella la bailarina estuvo allí.- Cerró el tomo y se lo entregó. -Espero que sepas guardar bien el secreto.-

Clavó su vista en el hombro de ella. -Me ha faltado una cosa por preguntarte. ¿Por qué te brillaba? ¿Que has intentado realmente, mientras ejecutaba el conjuro?-

Suspiró observando la rasgadura del papel.

-Puede que haya cosas peores ahí dentro. Pero creo que la traición ha sido de él para conmigo, y quizá para con mas gente en el castillo, e incluso puede que estéis incluido en ese contexto. Vuestro trabajo también es sumamente interesante, no me extrañaría que os haya estado pidiendo prestado -por no decir robando, obviamente- algo de vuestro trabajo de forma clandestina.

Se cruzo de brazos, con el tomo entre ellos.

-¿Ha brillado? Si, en efecto fue fuerte el rechazo. Se trata de un sello exclusivo de los Seimhel, una marca de herencia por así decirlo. Como superior que sois, he de responder con detalle vuestras dudas.

Con suavidad llevó la mano izquierda a la parte de la túnica que cubría el hombro derecho, y tiró de ella aflojando hasta que la parte posterior del hombro quedó descubierta, tras girarse un poco, casi dandole la espalda. Y allí, sobre la blanca piel y contrastando se encontraba impreso un circulo ovoide mas negro que la túnica. Pero lo que llamaba la atención no era eso sino que en el centro del mismo, con tal perfección en cuanto a distancias y simetría que no parecía hecho por una imprecisa mano humana, se encontraba aquel conjunto de lineas rojizas, aún con un leve fulgor. No era nada que hubieses visto antes, ni remotamente parecido siquiera.

-Es una historia curiosa que viene de unas dieciseis generaciones anteriores a la mia. Haciendo un pequeño resumen de su función, digamos que es un potenciador de la especialidad de la familia, pero reacciona de forma adversa cuando se ejecuta y mantiene contacto de forma voluntaria con magia muy dispar de la del linaje. La única que me resultaría prácticamente mortal sería el máximo exponente contrario de la magia de sombras, que es la luz...sobre mi intento, fue simplemente ver su origen, no su ubicación.