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Crónicas de los Condenados. [+18] Cap 2: Intrigas Palaciegas

[Capitulo 2] La Familia esta primero. - Alessio Montesco.

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11/02/2018, 03:03
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Alessio Montesco.
Nacido huérfano, Alessio creció en los barrios bajos, donde aprendió a sobrevivir por sí mismo. Allí las reglas de la naturaleza se aplican de igual forma que en la naturaleza, solo sobrevive el mas apto. Allesio no era el más grande, ni el más fuerte, pero compensaba sus faltas con inteligencia y destreza. Arrojar una roca a un niño, dejarlo inconsciente, era mucho mejor forma de robarle que ir a los puños con él. Un anciano mendigo de nombre Vario lo inicio en los secretos de los venenos, aunque varias veces se aprovecho de él, dejándolo sin dinero o con gente que lo golpeara, el siempre fue agradecido, pues le enseño la principal de las lecciones. Solo puedes confiar en ti mismo. Se extraño que muchos fueran a su funeral, y que un hombre muy bien vestido y perfumado, le tocara el hombro y le indicara que lo siguiera. Fueron en carroza a un sitio de comidas, donde Alessio comió como nunca había hecho, probando por primera vez algo que no fuera de la basura. El hombre, se presento como Giovanni Montesco, luego de permitirle comer opíparamente los manjares que solo había visto o soñado durante sus años de infancia, le hizo una propuesta. Que Vario había hablado bien de el, y que le gustaría que formara parte de su familia. Le explico que los Montesco eran nobleza, pero no una nobleza real, si no comerciantes que se habían hecho con el poder por medio de intriga, política, engaños y sobre todo dinero. Dinero obtenido de intercambios ilegales, venta de productos de mercado negro, asesinatos, chantajes. Que los Montesco, muchas veces no tenían ningún lazo de sangre, si no que elegían a sus hijos entre los más capaces. Y que Giovanni tenía que elegir el suyo. Y él podía ser ese, si el estaba dispuesto.
Obviamente acepto. Paso a vivir en la mansión Montesco, donde por fuera podía parecer una preciosa y enorme casa en la campiña, pero lo cierto es que era un lugar de entrenamiento letal. Se dio cuenta de que había muchos que pretendían ser el hijo de Giovanni, al menos veinte, todos de su edad aproximadamente, pero otros más grandes, de edad y tamaño. Fueron años difíciles para Alessio, donde sufrió heridas, venganzas, realizo crueldades, y sobrevivió, porque si algo era, era un sobreviviente nato. Los profesores, que había y a montones en la Mansión, le enseñaron matemática, política, geografía, disfraz, falsificación, tasación, etiqueta, y pulió su engaño y su forma de percibir a la gente, sus emociones. Prostitutas lo entrenaron en el arte del amor, y maestros de lucha le enseñaron como usar dagas y puñales, arcos y ballestas. Otro, le enseño sobre preparados místicos, de amor, filtros, antídotos y venenos.
Al final, solo habían sobrevivido cinco, Alessio entre ellos, de los veinte, el había sido responsable de la muerte de tres. Antes de la semana, solo llegaron al final tres, y los tres fueron seleccionados como hijos. Alessio termino siendo el tercer hijo de Giovanni, sin derecho a heredar, pero si para comerciar y seguir probándose a sí mismo.

[Este periodo puedes rellenarlo más tú con detalle, si lo deseas]

Ya como Montesco, realizo varios recados, hasta que adquirió experiencia. A veces comerciando, a veces realizando contrabando, otras viajando y copiando secretos y puntos débiles de castillos.
Luego de varios años, se junto con Carlo, e intrigaron juntos para matar al heredero, por lo que solo quedaban dos hijos de Giovanni. El mismo Giovanni se junto cuando regreso a la casa, luego de años, para ofrecerle un trabajo, que estuviera a las expectativas de él. Alessio observo algo que no había visto en los ojos de su “Padre”. Miedo. Si Carlo moría, el próximo blanco era muy claro. El mismo.

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11/02/2018, 03:05
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Acepto el encargo de Giovanni, para estar lejos de las maquinaciones de Carlo, y para ganar tiempo y hacer un plan a largo plazo, y quizás porque no deseaba matar a Giovanni, no solo era lo más cercano a un verdadero padre que alessio había tenido, sino que además, su puesto implicaría una pérdida de libertad, no mas viajes y prepararse para ser un blanco de los otros Montesco, de los otros nobles, de sus hijos adoptados, y de posibles rivales comerciales. No quería eso, estar en la cima no era bueno, no al menos por ahora.

Quizás para su vejez.

El destino ofrecido era el Tri-Reino, la Familia Montesco tenía negocios en la mayor parte de la civilización, pero muy poco mas que informantes en el Tri-Reino. Una isla de gran tamaño, casi un continente pequeño que se compartía entre tres reinos. Grendopolan, Vania, y Meridian.
Grendopolan era un reino mediano, con una familia real cuya estirpe tenía la peculiaridad de poder usar magia, por lo que eran temidos. Sus ejércitos estaban organizados, y era normalmente un gobierno benévolo. Vania, era un lugar raro, considerado un principado y de muy pequeño territorio. Era famoso por la riqueza de sus habitantes, y por la escasa cantidad de pobladores. Aun asi, sus tropas estaban soberbiamente equipadas, y entrenadas, y la mención un caballero de Vania hacia retroceder al más audaz de los bandidos, su población era tranquila y amable, y sin embargo su Rey, Vaneer, era un soberbio bastardo, con un corazón y mentes afilados para la intriga, el pragmatismo, y el engaño. Muchos en la familia lo consideraban un Montesco Honorable.
Quedaba entonces Meridian, el reino más grande y prolífico. Era un reino dividido en grandes extensiones, con ejércitos de dimensiones importantes, pero no particularmente bien equipados, salvando algunos caballeros y tropas particulares.
Estos tres reinos, que conformaban el territorio conformado, acostumbraban a guerrear para demostrar su valía, quedarse con trozos de territorio y casarse entre si para hacer alianzas y obligarse a romperlas.
La última información que poseía, era que los invasores habían incendiado un “puerto franco” VandallHeim, uno de los pocos pasos que permitían el cruce entre los Reinos, y la invasión de un territorio a otro. El otro era un bosque enorme al Norte, y finalmente estaba el Desfiladero que concluía en el Castillo de la Brisa de Zafiro, o Castillo Brisa, como solían decirle, que pertenecía a la Familia Yannur. El duque, era conocido por ser un maldito. Y ahí era adonde debía ir. Lo que faltaba en su informe era que el territorio de Meridian había sido invadido casi en un 85% por una fuerza organizada y desconocida. Hombres y mujeres de rostros pálidos. Los Paladines del Reino, juntaron una fuerza que unía a los Nobles de Meridian, mercenarios el mismísimo Rey, y sus hijos, en una batalla y fueron a derrotarlos, pero fueron brutalmente derrotados, mejor dicho destruidos, y ahuyentados en una batalla. Las expulsiones de los paladines no funcionaron sobre los hombres pálidos, demostrando que o estaban muy protegidos o no eran muertos vivientes. El rey cayó y murió en la batalla y sus hijos murieron o desaparecieron. El Duque, quizás el hombre de mayor rango que existe en el Reino, celebra su Corte de Invierno, y se aprovecha de los comerciantes, nobleza y campesinado por igual, exprimiendo sus posesiones y divirtiéndose con ellos bajo una falsa impresión de amabilidad y hospitalidad.

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11/02/2018, 03:12
Director

[Dos meses atrás]. Mansion Montesco.

El salón era enorme, una mesa de roble cortada en una sola pieza que podía albergar a mas de cuarenta comensales, veinte por lado. Ahora, estaba sentado él y llegaba su “Padre”, y una de las figuras más importantes de la familia. Vestía con una gabardina oscura, un tricornio, y un pañuelo de seda. Su rostro tenía una barba candado muy bien recortada, y patillas algo largas, como era la moda entre la nobleza. Era sabido que Giovanni disimulaba las canas con tintura, y las arrugas no le quedaban mal.
Se sentó y levanto una mano, al tiempo que observaba a su hijo adoptivo. De inmediato servidumbre vestida de domésticos ingreso trayendo una bandeja de té y bocadillos. Sirvió una tasa a cada uno, y se retiro a una distancia prudencial.
- ¿Como estas hoy, querido hijo? – pregunto directamente, mirando a los ojos al Joven Montesco.
Pero sus manos manifestaron otra cosa, haciendo pequeños gestos, con contracciones de meñique, lo que decía, podía decir algo, o negarlo completamente, en este caso, esto fue lo que dijo.
[Me alegro que hayas aceptado, es una misión difícil, pero si lo consigues te dará un prestigio enorme, Alessio.]

- El joven Alessio quiere mas dulce su te, Gustav. Has el favor de agregarle miel al mismo.- indico al sirviente, mientras con la otra mano tamborileaba tres veces.
[Confió en que hayas estudiado el informe. ¿Hay acaso alguna pregunta que quieras hacerme?]

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11/02/2018, 17:56
Alessio Montesco

El dia estaba empezando de una manera de lo mas interesante. Tenia que reunirme con "padre" creo que a decir verdad si era mi padre aunque no hubiese participado en mi concepción era aquel que habia creado mi identidad, me habia alimentado y me habia mostrado el mundo y sus maravillas, lástima que algún dia tuviese que faltarle, es ley de vida, pero aún queda para eso... es demasiado pronto, aun hay mucho mundo que descubrir, mujeres que amar y dinero que conseguir.

Como era de costumbre llevaba mis ropas negras, mi camisa de buena calidad,cómoda para este clima, abierta ligeramente dejando ver algo de mi pectoral. En mi cuello un sencillo collar trenzado de cuero nada que pudiese reflejar la luz y lo suficientemente facil de sacar como para usarlo de garrote si llegase el momento.

Ya llegaria el tiempo de la penuria y del mal tiempo, del polvo de los caminos y el olor de las bestias de carga de las caravanas. Ahora solo habia que prepararse y estudiar, pues una mente aguda es mas util en estos tiempos que cualquier daga. Aparte de la mercancia de especias, afrodisiacos y algun veneno con su antidoto, me hice con un pequeño muestrario para uso personal, habia pasado la semana buscando informacion sobre la gente y sus costumbres y aunque no creia que tuviera que usarlos no esta mal ir preparado para cualquier improvisto.

-Oh padre hoy hace un dia estupendo me encuentro fenomenal probablemente vaya a visitar al la bella Marianna la hija pequeña del comerciante de vinos Allegro, es una chica encantadora.- dije con un tono frivolo, mientras olia el te y lo volvia a dejar en la mesa sin beberlo.

[La dificultad es lo que lo hace lucrativo padre, pienso cumplir con mi obligacion hacia la familia y sobretodo hacia ti]

-Si la vida ya es suficientemente amarga para tener que engullir el te sin nada dulce- continue diciendo mientras cogia la cucharilla y golpeaba la taza ligeramente incitando al criado a servirme algo de miel.

[Todo lo que he leido esta muy claro para mi, no tengo ninguna duda, solo ansia por emprender el viaje y demostrar mi valia]

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12/02/2018, 02:13
Director

Al no manifestar ninguna duda sobre lo que debía hacer, el resto del encuentro se habló de cosas intrascendentes, en ocasiones moviendo los dedos aleatoriamente para desconcertar posibles espias. Giovanni acepto particularmente fácil la lista de cosas que solicito alessio para la misión y agrego algunas cosas de cosecha propia, avisándole que entregarían los cofres con candados de combinación en el navío. Saludo a su hijo con un fuerte abrazo, y dos besos uno en cada mejilla, antes de despedirlo.

El carruaje llevo a Alessio al puerto y el barco salió a las dos horas. El capitán ya estaba informado de todo. El barco era un buque mercante, “la Marianna”, y Alessio salió de allí bajo un nombre falso, previo desembolsar algunas monedas adicionales, para asegurarse también comida confortable y un camarote para él solo.
Una vez allí, y tomadas las medidas de seguridad pertinentes entre las cuales se encontraba bloquear la puerta del camarote, procedió a revisar el cofre.
El cofre, una vez que esquivo las agujas envenenadas de la cerradura, contenía lo que se esperaba de un viajero, cartas de comercio, mudas de ropa, libros contables, dagas, etc. Lo realmente bueno estaba en un compartimiento oculto.
Lo fue sacando. Habían allí cuatro dagas, de hoja de cristal. Las conocía, eran famosas dagas de un solo uso. Dos estaban embadurnadas con un veneno que adormecía, las otras dos, con uno que mataba. Clavabas la daga, girabas la muñeca, y la hoja quedaba profundamente enterrada en el cuerpo, ampliando el daño producido, y evitaban el chorro de sangre que indicaba el asesinato. Seis pergaminos que indicaban: Estructuras de Navíos mercantes rápidos, traídos del Sur, donde los ingenieros de la gente del desierto hacia avances inusitados en el área de la navegación, catapultas avanzadas de los reinos del Norte, diseñadas para romper asedios, y balistas de cadenas, para atacar formaciones conjuntas de ejércitos y causar daños masivos, y seis viales. dos que estaban catalogados como venenos leves, dos como afrodisíacos, y dos como venenos instantáneos.
También había allí una carta. Sellada. Al abrir el sello, esta decía.

“Carísimo protegido. Cartas como estas merecen ser incineradas luego de leídas. Alessio, hijo mío, te envió lejos no solo para darte una oportunidad de crecimiento en la casa, si no porque aun no estás listo. Debes saber que no puedes confiar en nadie, ni siquiera en tu familia. Carlo no desea esperar y hará su movida rápidamente. He perdido apoyo estos últimos meses, y no creo que esté preparado para tomar mi lugar, aunque el mismo no lo entiende. Debes pensar antes en la familia, que en ti mismo, y es en ello, que Carlo siempre fallara.
El Castillo de la Brisa es mucho más que una fortaleza fronteriza. Es un punto de inflexión de hace varias generaciones de sobornos, maquinaciones palaciegas, tesoros ocultos y allí se encontrara la nobleza sobreviviente del Reino. Es una oportunidad para hacer negocios, aprender secretos y entablar relaciones comerciales, no solo con el Duque. Que este sea nuestro eslabón que forje nuestra cadena de éxitos, o caigamos en el oprobio del olvido.
Tu orgulloso padre, Giovanni Motesco.

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12/02/2018, 15:28
Alessio Montesco

Al leer la carta mis sospechas se confirmaron, así que Carlo tenia prisa... las prisas nunca son buenas consejeras en negocios como el nuestro pense para mi adentros esperando que mi padre pudiese aplacar las maquinaciones de Carlo al menos lo suficiente para que no me afectase en mi mision.

Aun así por primera vez entendi la dimension de donde se me habia mandado... Aparte de los negocios estaba bien hablar con la nobleza y en algunos casos hasta podia resultar provechoso, una viuda rica con un titulo era un bien muy preciado y claramente algo a lo que alguien como yo salido del arroyo nunca soñaria poder alcanzar. Los titulos y el poder estan para los que los desean...siguiendo la maxima de querer es poder que siempre habia imperado en mi dia a dia.

Todo se iba precipitando...odio la precipitación, lo lógico es que todos trabajemos para la familia Montesco...la familia era algo mas que sangre... era un objetivo común en si mismo. Odiaria tener que cambiar de apellido, Montesco siempre ha sonado muy bien en mis oidos y tiene un peso en los negocios... pero si Carlo conseguía tomar el control, las cosas se pondrian muy dificiles para mi al menos en los primeros compases de este juego de ajedrez.

Los viajes en barco siempre me han parecido de lo mas aburridos y como no habia mucho que hacer pase la mayor parte de mi tiempo fuera de mi camarote, en cuestion de pocas horas ya conocia a toda la tripulación, luego sus defectos y virtudes, sus deudas... sus sueños....sus miedos. La información es poder.

Durante el viaje lei un par de libros de historia y compartí mi conversacion con el capitan que era experto en geografia cosa que me resulto muy util para hacerme una idea de la situación geopolitica del lugar. Aun así esto solo era un pequeño trabajo de campo previo. Cuando llegase veriamos cuantos rumores podia sonsacar a la guardia, los esclavos, criados o a los propios nobles... a la gente le gusta hablar cuando se sienten atrapados y ese castillo era una gran ratonera de egos y maquinaciones.

Los barcos por lo general no me gustan, prefiero las  caravanas por tierra...pero eran un mal necesario

Todo sea por la familia...

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16/02/2018, 20:17
Director

El viaje en barco transcurrió rápidamente, aunque fueron tres meses agotadores, por su monotonía. El tiempo para estudiar cuando había poco viento, fue aprovechado para revisar una y otra vez los escritos sobre la zona. En dos ocasiones, barcos los persiguieron, pero la nave resulto ser más rápida, después de todo había sido construida según los últimos diseños, y si habia algo que la familia Montesco sabia era de “conseguir información”.
“La parte que le competía era el Reino de Meridian. Los últimos informes hablaban de una batalla importante con parte del ejército de Meridian comprometido. Meridian tenía un ejército con sistema Feudal, con Ducados, Condados y Baronías. Sus nombres, solian ser Rigoberto, Ferdinando, Rignardo, o Alanna, Deodora, y sus nobles acompañaban su nombre de pila con el lugar del que provenía. Eran Famosos su futuro anfitrión, Yves del Valle de la Brisa, señor del Ducado Yannur, Alessandro de la Rosa Dorada, o más comunes, Enrico Salazar del Puente, Rignardo del Condado de la Vega, entre otros. Eran nobles altivos, y orgullosos de su nivel de vida, que se creían mejores, como todos los nobles.
Yannur en particular era el combo perfecto del vividor, y hedonista. No tenia escrúpulos en tratar con malvivientes, ladrones, contrabandistas, traficantes, esclavistas, mercenarios. No se negaba ningún lujo, ni escatimaba en lo más mínimo para obtenerlos….”

Iba a continuar con la lectura, pero Alessio encontró un movimiento inusual sobre cubierta, escuchaba el trajinar de botas corriendo de un lado a otro, y cuando salió de su camarote, vio la sección bajo cubierta, donde solía dormir la mitad de la tripulación, casi completamente vacía. Tuvo la desgracia de que uno de los únicos tripulantes que quedaba en las hamacas colgantes, fuera uno que el sabia, era mudo. Cuando le pregunto que ocurría, señalo el techo, y paso a ignorarlo.
Intrigado, subió a cubierta, para comprobar una actividad febril, marineros corriendo de un lugar a otro, llevando cubetas, otros enrollando cuerdas, y muchos colgados de las velas. El Capitan Hanno, hombre de barba divida, gritaba hasta quedarse sin voz, indicando una serie de tareas que debían hacerse de inmediato. Sin embargo, el horizonte estaba muy calmo,
Un marinero se choco a Alessio, y este sintió los dedos del mismo hurgando en sus bolsillos, por lo que se movió para evitar el hurto. El marinero se mezclo entre los otros, con un “disculpe Señoría” mientras corría. Observo al Capitán. No estaba atento a lo que ocurría, por lo que podía ser un hecho aislado, o bien era muy bueno en lo de robar a uno de sus pasajeros.
Un marinero a su lado, agarraba cosas que alguien de la cubeta en el palo mayor le arrojaba, y a su vez, las arrojaba a otro cercano a uno de los pozos de descarga.
Cuando Alessio se dirigió al Castillo de popa, la parte trasera del barco, un fornido marinero se lo impidió. ¿Debia insistir para llegar a cubierta y hablar con el capitán, o hacer otras cosas o volver a sus actividades en su camarote?

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16/02/2018, 20:34
Alessio Montesco

El tedio del viaje parecía haber adormecido mis sentidos. Es por eso por lo que no me gusta viajar en barco. Es como dejarle que el caballo maneje la caravana... nah, al menos en tierra firme podía hacer cosas... aquí lo único que podía hacer era aguantar el vaivén del barco, charlar ocasionalmente con el capitán o marineros y sobretodo leer sobre a donde iba.

Todo ese sobresalto me sacó de mi rutina y todos mis sentidos se fueron activando poco a poco. Comprobando la situación en la que me encontraba y sobretodo empezando a ser consciente de algunos de mis automatismos.

Un ratero intentándome robar...bueno ya veremos que hago con el en otro momento. No me gusta que me traten por idiota, aunque haga grandes esfuerzos por parecerlo.

Me moví esquivando a la gente y fui hasta el castillo de popa. Que demonios estaba pasando?

-Se puede saber que esta pasando? dónde esta el capitán?- dije con voz autoritaria al marinero que estaba delante de mi.

Si estaba pasando algo lo mejor era prepararse de antemano, no me gustan para nada las sorpresas. Todo debe ir como en mis planes.

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18/02/2018, 03:03
Director

El Marinero observo la disposición de Alessio y flaqueo en su negativa, y se dio vuelta, observando arriba, al castillo de popa, donde el Capitán gritaba ordenes una y otra vez.
- ¡Zafarrancho de combate!!- grito a voz en cuello. Miro al Montesco.- Usted! Si va a estar molestando, suba aquí y átese a una cuerda, o baje a su camarote.
Alessio no iba a bajar sin saber que ocurría, por lo que flanqueo al marinero y subió al castillo de popa, una especie de lugarcito donde estaba el timón, bordeado de un bordecito de madera bien trabajada, para que la gente no se cayera por la borda. Había unas cuerdas y el capitán sabía lo que hacía, así que se ato y le pregunto que ocurría, porque para su punto de vista, estaba todo calmo, demasiado incluso. El no era ningún hombre de mar.

El Capitán explico, tirando todo el timón con una maniobra continuada, todo a estribor.
- Esta todo demasiado calmo. El mar nunca se comporta asi, mucho menos en esta zona. La temperatura bajo dos grados. ¡Se nos viene el Mac Lir!

De que hablaba el Capitán, no sabía, pero si sabia esto, en cuestión de un minuto exacto, el mar frente a sus ojos empezó a oscurecerse, y las nubes a condensarse, y mientras observaba, el cielo se oscureció rápidamente llenándose de nubes, con el consiguiente viento. El capitán había ordenado desplegar todas las velas y bajar todos los aparejos, guiándose únicamente con las velas mayores. El barco desplego muchísima velocidad, tirando hacia atrás a todos, haciendo que Alessio le costara recuperar el equilibrio y pudiera afirmarse a la soga que tenia para con el. En pocos segundos, zarcillos de agua que conectaban el cielo con el mar se había formado en dos, no tres lugares, y los vientos se habían hecho con todo lo que fuera liviano. El barco saltaba como si de alguna clase de animal marino se tratara.
- Hay que llegar a la zona de escollos!
Otra locura, pero el capitán sabia lo que hacia, aunque no tenia claro de que servia llegar a un lugar donde el barco encallaría.

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18/02/2018, 13:48
Alessio Montesco

Bueno, recuerdo que dije que no me gustan los barcos... he cambiado de opinión, odio los malditos barcos con todas mis fuerzas.

Conozco las tormentas de arena, los bandidos, las lluvias torrenciales, el sol implacable...pero al menos ahi podia hacer algo por mi mismo. Aqui solo estaba a merced del capitan y de un cascaron de madera que llamaban barco.

Fue una suerte haber seguido el consejo del capitan y haberme atado correctamente. Al notar la primera embestida del oleaje comprendí que si bien las cuerdas me ayudarian a no caer al mar si no iba con cuidado podria acabar severamente herido por los golpes.

Guardé mi equilibrio recordando mi entrenamiento intentando no ser una molestia en estos momentos para nuestro capitan.

Todo lo que pude hacer fue moverme poco a poco al compas del ritmo frenetico de ese barco endemoniado que parecia haber caido en un extraño fenomeno marino...Mac Lir... no se que diablos es eso, pero no creo que sea el momento para preguntar.

Luego escuche como el capitan hablaba de dirigir el barco hacia una zona de escollos...no se suponia que los barcos esquivaban los escollos? Que pasaba ahi había perdido el juicio ? Maldita sea la mar en todas sus versiones!! si no fuese por mi mision no me verian cerca de un barco por nada del mundo y ahi estaba la prueba tangible que la mar tampoco deseaba tenerme cerca a mi.

-Que diablos vamos a hacer en los escollos ? - grité entre el ruido del oleaje

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19/02/2018, 20:36
Director

En ocasiones, incluso si alguien hace todo bien, por extraño que fuera, las cosas pueden resultar mal igual. El Capitán Nornan llevo a la Marianna todo lo posible cerca de los escollos, mientras el repentino y completamente inesperado Tifón asolaba los mares.
¿Por qué quería estrellarse? No parecía tener tendencias suicidas. Los escollos quedaron cerca, a un milla marina, casi un kilometro y medio terrestre. Era algo que salía de lo común, algo sobresaliente que la tormenta se hubiera desatado así, y con tanta potencia.
El viento era enorme y Alessio tenía toda su atención puesta en no molestar, a pesar de que necesitaba estar en control y saber que ocurría, no pudo saberlo. El Capitán grito una respuesta, pero quedo ahogada por los vientos y las olas que los sacudían de cualquier lado.
Y de pronto, una luz veraniega, a unos veinte metros de babor se abrió en la mitad de la tormenta. Era un circulo de unos treinta metros de diámetro, detrás del cual se veía un paisaje calido, de unas islas veraniegas de mares verdes y días soleados. Pero dicho circulo se abrió por poco tiempo, para dejar pasar un enorme barco, que a toda velocidad, se encaro contra la Marianna, golpeándola de lleno y arrastrándola tras el, desviándola del curso. Todo el barco se sintió la sacudida, al tiempo que el buque se cortaba por la mitad bajo el efecto del espolón. ¿Seria ese el Mac Lir que el Capitan había mencionado?
Observo con dificultad la bandera del Barco, y vio el negro paño con tibias y calavera. Era una embarcación pirata.
¿Debia alessio bajar y salvaguardar sus cosas o enfrentarse a los piratas que estaban por atacar el barco?

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19/02/2018, 20:41
Alessio Montesco

Como podia ser que esto le estuviera sucediendo a él? era lo que se repetía continuamente en mi mente.

Primero un tifón y ahora piratas...? que clase de maldita brujeria era esta? tal vez una gitana le había maldito por mirarla mal? o alguna viuda habia hecho alguna ofrenda a una entidad oscura para que cayesen estas plagas en el viaje de la familia Montesco...

Sea como fuere...habia que adaptarse.

El golpe fue violento y la sacudida hizo que casi se cayese si no hubiera sido por las cuerdas que lo sujetaban.

Se desató las cuerdas y recordó por un momento su equipaje. Bueno el pobre desdichado que lo abriese en caso que él muriese, seria tambien una victima que iria justo despues de el al maldito fondo del infierno gracias a las medidas de seguridad instaladas. Pero el tenía una misión y de nada servia la autopreservación si perdia los vienes de la familia y la razón final de su viaje. Ademas no había que saber mucho de ingenieria naval para comprender que el barco parecía que iba a hundirse después de tremendo golpe de espolón.

Con dificultad corrí hacia mis aposentos haciendo gala de mi agilidad y esquivando a los marineros que parecían congregarse en cubierta para defender el barco de un abordaje... para que hundir un barco si no puedes sacar nada a cambio...los piratas nos asaltarian y yo haria lo que pudiese por salvarme.

Abrí el doble fondo del arcón y tomé el contenido del doble fondo, acomodando los viales de metal y los planos dentro de mis ropas, tambien cogí una pequeña mochila de cuero que usaba normalmente en mis viajes por tierra y que no me había podido resistir a traer conmigo por superstición, pues siempre me habia ido bien con ella.

Con todo lo útil en mi persona...cerré el arcón y activé las trampas nuevamente. Comprobé por instinto mi estoque y mi daga

Ahora habia que luchar o morir... no tenía intención de ser pasado por la quilla por una chusma de piratas o peor aún ser convertido en esclavo. Si quieren mi pellejo, van a tenerlo que pagar en sangre pense para mi mismó mientras buscaba la situación mas favorable para emboscar y pelear sin tener que vigilar mi espalda.

Observe con ojo clinico quien podría ayudarme en el caso que tuviese que pelear, la persona con mejor destreza seria mi objetivo, pues me ayudaría durante más tiempo a aguantar a esos piratas para poderme colocar en situaciones ventajosas...luego saltaría y me escurriría en el otro barco si las cosas iban maldadas...para provocar el puto incendio más grande que se haya visto en este hemisferio, todos sabian que el fuego y los barcos siempre son una mala combinación.

Notas de juego

Editado desde el ordenador y completado para enriquecer un poco mas la escena.

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21/02/2018, 20:28
Director

Una frase habia escuchado en sus aventuras, “si la vida te da limones, has limonada”, bueno, ¡Si la vida te da piratas, lucha!
A pesar de que la superficie no estaba firme, si no considerablemente resbalosa, la madera de cubierta partida, tras haber guardado sus pertenencias rápidamente y haberlas distribuidas en los diferentes bolsillos ocultos que podía y meter el resto en su morral, se armo con su estoque y su daga… justo a tiempo.
Un salvaje, de quizás la mitad de su edad, intento golpearlo de forma brutal con un hacha de abordaje. El golpe de la daga para afirmar el blanco mediante clavarla en su hombro, solo facilito hundirle el estoque hasta el fondo. Innecesario, pero hacia mucho que no luchaba tan abiertamente. Lo que más lamento fue la camisa, sucia de sangre ajena, pero la lluvia y el agua se encargarían de lavarla… un poco.
Salió a cubierta, y pudo hacer juego de su conocimiento de esgrima, y mezclarla con un poco de sudor callejero. No le era ajeno hacer alguna zancadilla, no habia ahora testigos que te reprobaran. También sabía que no era necesario hundir la hoja hasta el fondo para matar o incapacitar. Solo hacia fondos cuando el enemigo estaba lejano, y lo alcanzaba en la yugular o en alguna otra parte vital, apenas rozando con el filo o hundiéndolo menos de unos pocos centímetros..
Ahora que el barco se había encallado con el otro, ambos habían logrado una especie de estabilidad, aunque el Marianna dependía del barco pirata para seguir flotando, cosa que no ocurriría mas cuando el barco pirata se cerrara.
Alrededor de Alessio, se había formado un circulo de muertos, la mayoría piratas, aunque algún otro era de la tripulación que habia caído. El capitán se defendía como enloquecido, revoleando su espada curva contra todo aquel que se le acercara, y un par de marineros con picas ayudaban a que no lo rodearan o golpearan por la espalda. En el otro grupo, mas cerca de proa estaba alessio, haciendo pagar a los invasores por cada centímetro del barco, sobre todo cuando logro unirse con los marineros, que, aunque armados con pequeñas hachas o cuchillos largos, vendían cara su vida.
Un fortísimo estruendo desarmo su formación y vio detrás suyo un hueco formado por un cañonazo. Con ruido en los oídos busco su procedencia y vio uno pequeño, algo mas grande que un fusil ser disparado del barco pirata hacia donde estaba el. La sangre manchaba ahora la cubierta de los marinos, el no había sido alcanzado por suerte. Piratas más fuertes y hábiles cayeron sobre el ahora, lo sabía porque deflectaban sus ataques, desviándolos y le costaba varios golpes dejarlos en el piso, incapacitados o muertos, hasta que vio saltar a uno enorme, vestido con una gabardina roja y un tricornio. Tenía una barba negra, sin bigote y un machete de abordaje. Sin dudarlo, se midieron, aunque el otro parecía tener una sonrisa en su rostro una sonrisa de quien en una mano de cartas tiene la mejor baraja posible.
Cruzaron los aceros, mientras la tripulación restante era reducida, a golpes de machetes y sables de abordaje. Luego dieron un circulo entre ambos, cuando escucho las palabras del pirata líder.
- Sucio y habilidoso. ¿Qué más se puede pedir? Se os nota lo criminal a lo lejos, Mi señor. dijo el enorme pirata de rojas vestiduras, desviando un golpe especialmente bien apuntado, y atacando horizontalmente al Montesco, quien se hecho atrás para esquivar dicho golpe. El ataco entonces con una maniobra avanzada de esgrima, el Golpe del escorpión, que era retroceder para avanzar en un ataque de fondo que terminaba con la mano izquierda levantada y el extendido y un resultado muy similar como al primero de sus víctimas del barco. Atravesado de parte a parte como un espetón.
Antes de que terminara el golpe, el otro rio, una carcajada que su acero interrumpiría, luego, iría a por los marineros y se lanzaría en un asalto suicida para tomar el buque pirata. Allí, rescataría las mercancías y volvería el doble de rico.
La carcajada continúo… y sintió un dolor fortísimo en la muñeca. Su hoja, buen acero templado de castillo, se quebró al alcanzar la piel del pirata con enorme fuerza, primero se arqueo, y luego se partió en seis pedazos, y el hombretón dio un paso adelante, al ahora casi desarmado Alessio y lo sentó de un bofetón de revés.
El resto lo contemplo como aturdido. Saqueaban el barco con verdadera organización, llevándose los bultos envueltos en telas impermeables, y cualquier cosa útil del barco saqueado, lámparas, velas, aceites, trozos de madera, nada era demasiado malo para evitar ser llevado. Mientras él estaba caído y por algún motivo aturdido, y el resto de la tripulación maniatada con las muñecas detrás de la espalda, el Capitán de rojo ofreció a la tripulación unirse a su bando, o una barcaza con víveres para una semana. Dos o eligieron ese destino mientras que unos diez o más comentaron sus virtudes. “Soy Carpintero”, “Se de cocina” “ Se coser” El Capitan de la Marianna, Nornan, quien habia sido capturado vivo, pero tenia el rostro todo golpeado, pidió ser enterrado con el barco.
- Un Valiente. Permitidme que os lo diga. Soy Hannibal Meriadec, Capitan del Mac Lir y usted es un valiente!-
Lo dejaron en el barco y subieron a Alessio al Mac Lir. Al retroceder a fuerza de remos el agua empezó a hacer un hueco y el marianna empezó a hundirse. Hannibal quien habia derrotado a Alessio con extrañas técnicas mágicas, se acerco y le ofreció, muy educadamente.
- Me gustaría hablar con usted mas tarde, en mis aposentos, Señor….- dijo ofreciéndole una copa de cristal a rebosar de vino. Pero antes, permítame honrar al valiente del capitán, que como pocas veces es, pero debe ser, se hunde con su barco.
No estaban lejos, quizás veinte metros, pero el capitán se veía hundirse en el barco. Todos los marineros, se quitaron sus sombreros y pañuelos y el se quito el tricornio de color rojo, poniéndolo en el pecho. Luego dio una señal, y un hombre con una carabina, le disparo al capitán del navio hundido, haciendo que saltara un brote de sangre de su pecho. Murio abrazado al timon, sin el sufrimiento. Luego, hincharon las velas del Mac Lir.
El capitán, que debía medir casi dos metros, le pregunto.
-Viene?-

Notas de juego

Ya me parecia, xD.
Habia leido otra cosa, y tuve que editar el post que estaba por la mitad, jaja. Pense que habia leido mal.

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21/02/2018, 23:53
Alessio Montesco

Todo estaba completamente claro en mi mente excepto la última parte. Recordaba con claridad el combate, la sangre y los marineros muertos. Podia repasar todos y cada uno de sus movimientos de esgrima, podia acordarme de la cara de todos los que se habian cruzado conmigo en ese combate, sus cicatrices, sus ojos, su cabello, sus armas, incluso las heridas que les inflingio a cada uno de ellos.

Pero como demonios me habia derrotado el capitan? Mi golpe fue perfecto, ejecutado con la precision y el tempo adecuado, la fuerza fue la justa... y mi estoque era de gran calidad, no tendría que haberse roto. La secuencia logica hubiese acabado con un capitan pirata atravesado como un maldito cerdo... pero sin embargo, mi acero se rompió...

Mi mente recorria freneticamente en un bucle toda esa disertación mientras mi cuerpo...seguía estendido en el suelo de la cubierta, aturdido por el golpe y algo mareado, sintiendo como mi cuerpo no respondia pero mi mente estaba activa. Que clase de brujeria era esta ? había escuchado historias de poderosos guerreros que podian hacer que la gente cayese inconsciente con solo mirarlos, incluso algunos eran capaces de proyectar llamas y sanar las heridas...pero era la primera vez que estaba delante de algo como esto... esa tormenta parecía demasiado oportuna, y luego el barco salio de la nada...de una nada en calma... ese hombre era un brujo ademas de un pirata?

Me había reconocido como lo que era... estaba claro que ese extraño capitan era mas que un simple pirata y ahora solo quedaba saber que demonios iban a hacer con la tripulación y conmigo.

Vi como los piratas actuaban con una sincronización pasmosa para lo que debia ser un grupo caotico de desalmados y asesinos... no obstante estaban comportandose como un grupo de hormigas tomando todo lo util o valioso del otro barco en un tiempo record, habia que darse prisa pues el Marianna no duraria mucho más y cualquiera que estuviese en ese barco acabaria en una tumba de madera en el fondo del oscuro oceano.

Veis por que comienzo a odiar los barcos? Estaba muy claro, en las caravanas no pasaban estas cosas, aparecian bandidos... si claro, pero eran bandidos normales...nada de tormentas magicas y piel que consigue resistir el acero... y sobretodo nada de malditos cañones.

Notaba mi timpano aun vibrante por el sonido del cañonazo tan cercano, al menos parecia que no estaba perforado, pero poco habia faltado.

Cuando ofrecieron unirnos a la tripulación, la respuesta era clara... por supuesto, una barcaza a la deriva no gracias... no me sorprendio la peticion del capitan de la Marianna, un capitan sin barco es solo un hombre con demasiadas deudas, y el precio de ese barco que ahora parecia hundirse en medio del oceano era sin duda desorbitado para poder ser pagado en muchas de las vidas de ese capitan, asi que era mejor así, una muerte rápida.

El capitan Hannibal me ofreció una copa de vino, se veia a la legua que ese cristal era de algun otro espolio anterior, probablemente lo mismo sucedida al vino. Con disimulo examiné el contendido verti el vino al mar, para luego hacer que bebia... uno nunca tiene que beber de la copa que te ofrece alguien que acaba de hundirte tu puto barco...al menos no de buenas a primeras.

Y claro luego estuvo esa peticion para hablar...

-Por supuesto capitan, sera un honor- dije con una ligera reverencia mientras lo seguía

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22/02/2018, 19:45
Director

Bajaron al Camarote del Capitán del Mac Lir, un lugar ricamente decorado con algo que quizás alessio no esperaría encontrar en el. Montones y montones de libros, al menos un treinta, un bien escaso ya de por si, bien apretados contra uno de los rincones, y protegido por un cristal con una cerradura. En sus lomos de cuero de diversos colores, como el rojo y verde gastado, podía leerse su proveniencia en algunos. Libros de Historia y Geografía. También habían velas, candelabros y otros enseres, todo en perfecto orden. También había algo mas, una especie de presencia femenina existía en el ambiente, aunque no fuera posible ver fémina alguna.
Sirvió de una mesita, un buen vino de botella sucia, pero que se veía de calidad, y el Capitán Pirata levanto una copa, y le dijo

- Beba con confianza, mi estimado. Como puede ver, no necesito de un veneno para acabar con vos. Si quisiera hacerlo, mi espada o mi pistolón serian suficiente. Ya debe haber atestiguado, soy un hombre pragmático. –
-
El bebió de la copa que le había servido y de la suya propia, y volvió a servir ambas, esta vez elevándolas para un brindis.
- Mis informantes decían que en su barco habia un enviado de las familias al desesperado reino de Meridian. ¿Es eso cierto? Medite bien su respuesta, no es momento para engaños, mi querido… amigo.

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22/02/2018, 20:06
Alessio Montesco

Era realmente sorprendente que un capitán pirata tuviese un camarote más propio de un erudito o de un cartografo de renombre. Como persona instruida comprendía el valor de los libros y sabía que el hecho de mantenerlos en buen estado en alta mar requería una dedicación extra. 

Examiné  distraído buscando posibles salidas o incluso personas ocultas... no obstante aunque parecía que había alguien mis sentidos no me dejaban ver quien era.

Era absurdo no beber...estaba claro que el capitán sabia más de mi que yo de él...así que intenté ser cortés y colaborativo... ya que en estos momentos mi vida estaba en sus manos y no ganaba nada buscándome un enemigo más.

-Esta claro que tiene usted grandes informantes entonces... aunque podría haberle sugerido maneras menos exóticas de contactar conmigo.- dije con una sonrisa.

No servia de nada ocultar quien o que era...la única manera de conseguir beneficio aquí era tomar parte por el bando vencedor y en este caso era el del capitán Hannibal.

-Mi nombre es Alessio de la familia Montesco, aunque creo que eso ya lo sabe. En que puede servirle un criminal sucio y habilidoso como yo mi capitán ?- dije levantando la copa y esperando ese brindis.

 

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22/02/2018, 23:29
Director

Hannibal asintió a lo que decía Allesio, aunque agrego una modificación.
- O quizás, mi estimado Alessio, sus informantes y los míos son los mismos, y venden su información al mejor postor. No, no sabía su nombre, ni su familia, pero he oído hablar muy bien de los Montesco. Gente de honor, hasta el punto que una familia como la vuestra puede permitírselo.
El Pirata bebió.
Tal vez podría haber sido más sutil, y conseguir su ayuda por otros métodos, pero ahora tengo las ganancias enteras de un barco, y usted no se encuentra en condiciones de ponerme condiciones, ni negarse a lo que voy a pedirle. Despues de todo, seguramente le conviene. Quiero que vengue a quien no está aun muerta. ¿Es verdad que se dirigue al Castillo Brisa?

Notas de juego

Aclaracion: en el post anterior, cuando hablaba de notar una presencia femenina, no me refería a que hay alguien oculto o invisible observandote ( que puede ser...) si no a que hay un toque femenino en las cosas del capitán. ( no me refiero a que use lenceria o se ponga un corse tampoco xD)

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22/02/2018, 23:43
Alessio Montesco

-Bueno uno nunca puede fiarse de esos rufianes a los que solo les mueve el oro verdad?- dije dando otro sorbo a mi copa de vino.

Estaba claro que la negociación no era tal...pues no tenia ningún tipo de poder para permitir renegociar mi posición, solo la certeza que valía mas la pena servir a un demonio en el infierno que ser esclavo en el cielo. Quien sabe que podía llevar a una persona tan poderosa como ese capitán a necesitar a un humilde ratero como yo.

-El honor, como la familia siempre es lo primero- dije levantando mi copa a modo de saludo

-Esta claro que usted es un hombre directo...es cierto, iba de camino hacia el Castillo Brisa y en cuestiones de venganza a dado con la persona más adecuada...esté o no muerta aún, nuestra familia lleva el concepto de venganza a un estado de arte.- dije con una sonrisa

 

Notas de juego

Jajaja tranqui que lo entendí :), solo queria ver si estabamos solos porque Alessio es un paranoico :P

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27/02/2018, 19:03
Director

El Capitán, al ser un tipo enorme, pues media más de dos metros, no podía evitar tener un rostro que variaba entre el amenazador y el descarado, como del estafador que intenta comprar una historia inverosímil a base de su carisma.

- Perfecto, me encanta que nos entendamos. Ahora que sabe que yo lo necesito, espero que pueda comer algo conmigo.- Golpeo con una cuchara un vaso de vidrio repetidas veces e ingreso uno de los marinos con aspecto más pulcro de lo normal, y trajo una bandeja en una ridícula imitación de un plato de comida bien servido por la nobleza. Una bandeja de plata que al destaparse había una codorniz grande bien cocida, rodeada de papas y otras hortalizas.
Meriadec utilizo su propio cuchillo para cortar un buen trozo de carne, lo rego con buen ron, y se lo sirvió a su invitado, como un anfitrión agazaja a su invitado principal, luego hizo lo mismo con el suyo y empezó a comer con ganas. Con la boca llena, igual empezó a contarle algunas cosas.
- Si, una de mis más prometedoras pupilas quedo atrapada en un viaje y debió hacer escala en el Castillo de la Brisa. La Adivina menciono que ella moriría allí y nada puedo hacer para evitarlo. Por afecto, fidelidad, y reputación, no puedo dejar que el asesino quede impune, de modo que os envió allí como mi ángel de la muerte. Si es necesario, usare a mis propios hombres como venganza. Así que me encantaría hacer un trato con usted. Yo le proporciono pasaje seguro y rápido hasta el castillo brisa, le propongo una recompensa y le ofrezco recursos en caso de que los requiera. ¿Que opina? Creo que es un trato favorable para usted. Obviamente le sirve y ninguno de los patanes sin cerebro que dispongo seria capaz de operar allí igual que usted. … En fin. ¿Acepta? –

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27/02/2018, 19:31
Alessio Montesco

Escuche pacientemente la explicación del capitán mientras me mostraba cortes.

Bebía y comía en su mesa...eso en muchas tierras era suficiente para que no me envenenasen o degollasen.

Comí mientras intentaba memorizar todos los detalles de lo que se me solicitaba. El diablo esta en los detalles y claramente en mi trabajo mucho mas.

Alguien iba a morir...si no estaba muerta ya. Y nada podría hacer el capitán por evitarlo...no obstante no estaba seguro si su adivina contaba con la intervención de un tercero, en este caso yo. Claro a veces el uso creativo de las profecías puede ser algo interesante para experimentar.

Luego estaba la venganza...como buen Montesco siempre he respetado a un hombre que entiende la necesidad de la venganza, y este si era un campo en el que me movía como pez en el agua...no como en los malditos barcos.

-Por supuesto mi capitán, soy su hombre- dije mientras levantaba mi copa para brindar con él por el trabajo.