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Crónicas del Fin I: Camino Sin Retorno

Capítulo II: Las Guerras del Norte

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13/05/2019, 00:10
Narrador

Arahan no tuvo suerte en su búsqueda de posibles materiales con los que rellenar su petaca tras el tratamiento adecuado, aunque todavía le debía de quedar para lo que quedaba de día si lo racionaba un poco. Al avanzar por el bosquecillo, se le probó que aquella previsora medida no habia sido en vano. En cuanto el grupo se encontró con los mercenarios en mitad del camino, Arahan hizo lo mismo, pero allí en el bosque.

Moivéndose entre los árboles, en paralelo con la parulla a campo abierto, pudo detectar como mínimo otros dos luceranos equipados con ballestas y armas de mano. No era raro pensar que en la línea de árboles del otro lado había igualmente otro grupo de tiradores que atacarían por sorpresa a cualquier enemigo... Y aunque por el momento, ellos no parecían serlo, los ballesteros se apostaron entre los árboles, con las armas preparadas por si acaso.

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13/05/2019, 00:11
Narrador

A medida que el combate avanzaba, pronto quedó claro que los de Odrin, a pesar de su ventaja inicial, llevaban las de perder. Apenas quedaban un puñado de guerreros de Penda en pie, pero el rubio del hacha a dos manos compensaba su menor número con creces, batiéndose como un auténtico león y matando enemigos sin que estos llegaran siquiera a acercarse a él. Y sobretodo, la ayuda de los enanos, a pesar de haber perdido a uno de los suyos y de esar algunos heridos, fue lo que decantó la balanza, aunque al ver caer a su compañero apretaron la formación y avanzaron con más cautela.

Los que protegían la caravana solo tuvieron un revés. De entre los árboles salió solo uno de los mercenarios, el que tenía pintas de lucerano, que corrió directamente hacía Belandir. El general enano todavía se recuperaba del golpe, cuando un enorme mastín salió de la nada y se lanzó contra él. Las fauces del animal no tenían nada que hacer frente a la dura coraza de acero enano, pero distrajeron a Belandir lo suficiente como para que Duque pudiera tomarlo por sorpresa.

El mercenario lanzó ataque tras ataque, no dejando recomponerse al enano en ningún momento, esquivando o desviando sus martillazos sin mucha dificultad, hasta que su espada logró atravesar el guantelente acorazado de Belandir, arrancando uun gruñido de dolor al veterano general. El metal trabajado de manera artesanal impidió que el golpe fuera fatal, pero aun así la herida duraría un tiempo.

Pero antes de que pudiera aprovechar más la ventaja que tenía con el enano casi a su merced, otro más le cayó encima, lanzando más martillazos. Era el otro anciano, este ya con claros cabellos canos, pero no por ello había que menospreciarlo. Uno de sus golpes logró alcanzarlo en el brazo, pero apenas de refilón, quizás le ocasionaría un moratón durante un par de días y poco más.

Aquello le sirvió para ver a Duque que la pelea general no iba bien. Su bravata había hecho que los de Odrin todavía se arriesgaran a quedarse y luchar, esperando que la captura de aquél líder les diera la victoria, puesto que no había duda ya de que no la conseguirían por la fuerza.

Korben seguía sin salir del bosque, pero Erin y Gorsha no se quedaron quietas. Avanzaron entre la línea de árboles discretamente, acercándose hacia la parte más profunda de la cantera, donde estaba el carro y los que desde el mismo observaban el combate sin atreverse, o sin poder, intervenir. Nadie podía saber que intenciones debían de llevar las dos mercenarias, aunque si se las arreglaban para capturar a alguno de aquellos o el carro, sin duda darían un vuelco a la situación. Fuera lo que fuera lo que tuvieran en mente, por suerte no fueron detectadas en su aproximación. El joven enano con el trueno de mano estaba centrado en el combate de Belandir y Thánur con Duque, apuntando su arma hacia el lucerano, pero no apretaría el gatillo mientras hubiera posibilidad de darle a alguno de los suyos. Ni siquiera las armaduras enanas serivirían de nada contra el proyectil que disparaba aquella temible arma.

- Tiradas (19)

Notas de juego

Guardias enanos Ini 5 [Unidad, magnitud 9/15] -> Ataca a la unidad de Odrin con 1 éxito, elimina 1 puntos de magnitud.

Duque Ini 3 -> Ataca a Belandir con 3 éxitos, supera con creces su defensa y le inflige 7 de daño. Recibe 2 de daño (FUE 1 +2 daño del arma +1 éxitos sobre la defensa, -2 protección) de Thánur, lo que le provoca una Magulladura.

Norteños Penda Ini 3 [Unidad, magnitud 5/12] -> Ataca a la unidad de Odrin con 5 éxitos, elimina 5 puntos de magnitud.

Gorsha Ini 2 -> Corre junto a Erin. No es detectada por Therm.

Fronar Ini 2 -> Ataca a la unidad de Odrin con 2 éxitos, elimina 2 puntos de magnitud.

Norteños Odrin Ini 2 [Unidad, magnitud 3/20] -> Ataca a la unidad de Penda con 2 éxitos y a la de enanos con 1 éxito, eliminando 2 y 1 puntos de magnitud respectivamente. Atacan a Fronar pero pifian. A pesar de las bajas, se mantienen en el sitio.

Korben Ini 2 -> No hace nada por el momento.

Thánur Ini 1 -> Ataca a Duque con 3 éxitos, supera la defensa en 1 (tiene un +1 a la tirada por superioridad numérica), con lo que inflige 2 de daño (Mantiene el +1 Prot. este turno, pifia en defensa pero nadie lo ataca, de nuevo).

Erin Ini 1 -> Echa a correr hacia el carro siguiendo el bosque. No es detectada por Therm.

Belandir Ini 0 -> Ataca a Duque con 2 éxitos, pero no consigue superar la defensa. Recibe 7 de daño (FUE 4 +2 daño del arma +3 éxitos sobre la defensa, -4 protección), lo que le causa una Herida Grave en el brazo (sin penalizador todavía).

*Pues al final sí que habría pasado lo que describió Duque en su post xD Como va el pobre Belandir con las pifias.

Enlace al tablero, podéis mover vuestras fichas en el asalto 3 (que es el de ahora).

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13/05/2019, 08:30
Narrador

Tras el cruce de advertencias, el grupo y la mediana se separaron de nuevo, cada uno hacia su destino. El ánimo de Ussia decayó levemente al pensar que, si volvían a encontrarse, seguramente lo harían en bandos contrarios, y quizás en unas circunstancias no tan buenas. Pero cada uno debía tomar sus propias decisiones. Ella no podían hacer más que desearles toda la suerte del mundo, y seguir por su camino. Y eso hizo. Además, como le habían dicho, quizás pudiera echar un cable a Gorsha y Erin, si todavía estaban en Odrin.

No tardó demasiado en encontrar un soporte lo bastante alto como para volver a encaramarse a su montura, con lo que pudo seguir el resto del viaje como antes... aunque mejor sería no volver a bajarse salvo que fuera realmente necesario.

A medida que se internaba en el reino de Odrin, pudo comprobar, no sin alivio, que la guerra todavía no lo había tocado, o al menos, aquella zona. Las aldeas, aunque más vacías, a pesar de que se veían pocos hombres en ellas, seguían con su rutina habitual. Pero con las fuerzas de tres reinos en marcha, ¿Quién podía asegurar por cuanto tiempo?

Al día siguiente, pudo divisar de buena mañana la familiar silueta del asentamiento de Odrin. Todo el movimiento que había a su alrededor en los días antes de que se fuera se había desvanecido completamente, y apenas quedaban los restos de unos campamentos levantados y desmontados a toda prisa, y señales en la tierra de que por allí se había movido un gran número de personas, aunque era imposible hacer una aproximación.

Los guardias la detuvieron en la entrada, pero cuando les dijo su propósito, la reconocieron y la dejaron pasar al interior del asentamiento. Este estaba igual de vacío por dentro que por fuera, aparte de los guardias, la cantidad de hombres presente se había reducido bastante, aunque el número que quedaba tampoco podía considerarse pequeño. Avanzó con su caballo entre las desiertas calles, el barro estaba algo fresco, señal de que no hacía mucho debía de haber caído una ligera llovizna, por lo que cualquier cosa que tocara el suelo quedaría prontamente manchada.

Dejó a su montura en el mismo establo en el que se la habían entregado, y ascendió las escaleras en dirección al castillo, cruzando las puertas para entrar de nuevo en el familiar salón del trono. Mildred estaba allí, sentada en su asiento acolchado al lado de la silla del rey, esperándola. La mediana cruzó la distancia que las separaba hasta quedar cerca de la reina, que la recibió con una sonrisa.

- Parece que los acontecimientos han jugado en nuestra contra esta vez, y que el tiempo se nos ha echado encima antes de estar preparados del todo - dijo, lamentando el hecho de que sus fuerzas hubieran tenido que ponerse en marcha sin tener toda la información posible sobre el enemigo - Pero cuéntame, ¿Qué has logrado averiguar? Algo habrá que nos pueda ser de utilidad.

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13/05/2019, 08:30
Aelirenn Feiniel

En cuanto la sombría preguntó aquello, hubo silencio al otro lado de la puerta durante unos segundos, hasta que volvió a escucharse la voz de Aelirenn - ...¿Syndra? ¿Eres tú? - luego un nuevo intervalo sin palabras, y finalmente el sonido del cerrojo de la puerta al abrirse desde dentro.

La hechicera dio un empujón a la madera y entró en la estancia. Esta estaba impoluta, como si nadie hubiera movido de sitio o siquiera tocado lo que en ella había. La disposición de la habitación era la habitual en aquél castillo: los mismos muebles de madera, el armariete, el escritorio y una mesita, aparte de la cama. Sobre la mesa había una bandeja con un plato de estofado a medio comer, ya frío, la cuchara de madera aún dentro del plato.

Aelirenn se había apartado de la puerta una vez quitó el cerrojo y se había retirado al fondo de la habitación. Tenía un aspecto bastante desmejorado, con profundas ojeras y los cabellos pelirrojos sueltos y despeinados. Su espada, y su arco y carcaj estaban apoyados en la pared, y su armadura de cuero extendida sobre la cama, con lo que la silvana iba vestida solo con sus ropas de viaje.

- Pensaba que te habrías ido también... - dijo, mirando al suelo - Aquí hay tan poca vida... Todo está hecho con cosas muertas, apenas puedo sentir la energía del Tairre'Tal aquí... - entonces alzó la mirada y observó a Syndra - ¿No lo sientes tú también? Entre estas piedras se puede oler el hedor de la muerte...

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13/05/2019, 16:34
Arahan
Sólo para el director

Aquello no le gustó al elfo silvano que, en cuanto percibió a la comitiva que iba por el camino se quedó quieto, como si fuera un árbol más. Atentó a su alrededor acabó por descubrir que dos más iban por ese lado del bosque, por lo que pensar que en el lado opuesto del camino habría más no era descabellado. Entornando los ojos y poniendo todos sus sentidos en lo que le rodeaba, Arahan sacó su amado arco, colocó una flecha pero no tensó el arco, se mantuvo a la espera, como un buen cazador, ya que temió que, si era descubierto, lo atacarían al verlo tan preparado.

Su mirada se centró en la cabeza del más cercano y esperó a que los acontecimientos se fueran desarrollando... 

- Tiradas (4)

Notas de juego

Sigilo +1: 5 éxitos

 

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13/05/2019, 22:33
Yriel Alessar

La despedida de Ussia fue rápida, el semielfo no llegó a expresar el último pensamiento que pasó por su mente: el lobo había sido hechizado por Syndra, para a continuación arrasar con todo un pueblo. La vida de dos personas por la de varias decenas, más la de Erizo. Ojala los dioses hubieran querido que el monstruo hubiera muerto en ese justo momento, en lugar de escapar para sembrar una destrucción sin sentido. Mas ahora muchos hombres iban al encuentro de otros para realizar una nueva masacre, poco podía argumentarse en favor de la racionalidad de los seres humanos. Y se preguntó Yriel si los elfos actuarían de modo diferente. Con él venía Arahan, quien estaba más preocupado por los alrededores y los sonidos que por mantenerse junto a ellos, ¿era eso un síntoma de un mejor entendimiento del mundo?

- Creo que es el momento de comentar que necesito que mi herida sea atendida. Si alguien tiene conocimientos medicinales le agradecería que los pusiera en práctica conmigo.

Iba a necesitar estar en buenas condiciones para la lucha que debía de avecinarse. Entonces se dieron de frente con otros mercenarios, la sangre ya debía de bullir en sus cabezas, pues las primeras palabras venían cargadas de un perceptible gusto por la violencia.

- Don Rojas, claro que nos hemos visto antes. Veníamos con una orca y un semiorco en aquél momento. Somos los Cazadores Grises, trabajamos para el Rey. Con nosotros vienen los Gorriones, que también son conocidos por Cregan. Nos ayuda un explorador elfo y también tengo el gusto de presentarle a Wade Sallow, un ilustre comerciante, acompañado por sus sirvientes. No va a ser necesario que nadie recurra a las armas por muy expertos que seamos en ellas, pues somos aliados. 

Se fijó en el resto, en Logan, en Gwyl y los otros dos hombres que venían con ellos.

- Tenemos prisa en ver al rey.

Añadió para que tuviera claras sus intenciones. En poco tiempo estarían delante suyo, conversarían para posiblemente acompañarle. Atrás habían quedado más de la mitad de los Cazadores Grises, iba a ser necesario encontrarlos para que cobraran la parte de la recompensa que les correspondía.

- Creo que pronto daremos la vuelta para retornar hacia Odrin. Queremos acabar con esa tirana, no va a conseguir dominar el Norte.

El objetivo de Gwyl y él era bastante claro.

Notas de juego

¿Alguien por ahí que pueda haber tirado inteligencia + medicina para curar la herida de Yriel?

He editado el post porque me dice Arahan que está escondido. Al final he optado por hablar indirectamente de él porque de no hacerlo se puede luego complicar todo cuando estemos ante el rey.

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13/05/2019, 23:53
[Muerta] Gwyl

- Así es - dijo Gwyl poniéndose al lado de Yriel exhibiendo una expresión grave que parecía extraña en su rostro juvenil. - Fuimos como exploradores en Odrin y tenemos que ir cuanto antes con Cregan a informar de todo lo que hemos averiguado. Os aseguro que lo mejor que es que no dilatemos demasiado nuestro encuentro con él... La situación, me temo, no es muy halagüeña. Tanto el señor Wade como los Gorriones e incluso el elfo Arahan traen consigo información valiosa sobre lo que está sucediendo en Odrin.

Miró a Yriel de reojo y sitió una punzada de culpabilidad, como si hubiera traspasado al semielfo parte de su odio a Mildred. Era cierto que la mujer era despreciable, y solo bastaba el entendimiento que había tenido Wade cuando le había contado que venía de Domhnall... Pero no podía evitar sentir que estaba arrastrando al buen hombre a una batalla que no era la suya, y lo peor es que parecía estar más que dispuesto en luchar en ella con todo lo que implicaba. ¿Quizás... Yriel de verdad podría ser qué...? Detuvo el pensamiento en ese instante inquieta, dispuesta a concentrarse en lo que tenía en frente, pero sin poder evitar mirar al hombre de vez en cuando de reojo. Quería estar a solas con el y poder hablarle sinceramente de aquello, saber por qué se implicaba tanto y la ayudaba... "Porque eres una dama y él un caballero, ¿no es así como funciona?" dijo una voz irónica en su cabeza. La sola idea le hacía gracia. Miró también a Wade durante un instante ¿Que pensaría el si supiera quien era la misteriosa Bruja del sur? ¿Y si supiera quien era ella misma? El comerciante le caía bien, y por eso, precisamente, le daba miedo lo que pudiera pensar... Y es que había muchísimas implicaciones que la situación de Mildred respecto a la suya planteaban y en las que la muchacha había evitado pensar. Porque si Mildred y su hijo ya no estaban quería decir que ella... Pero no, era imposible. Nadie en la nobleza de Altairea estaría de acuerdo, o casi nadie. La joven suspiró.

Tampoco podía dejar de pensar en Gorsha y en Erin, deseando que Ussia, o incluso Syndra, pudieran ayudarlas, y en la elfa pelirroja a la que habían dejado atrás. Se mordió el labio preocupada y miró al mercenario lucerano - Por favor, nuestras compañeras han tenido que quedarse ahí corriendo un gran peligro. Estoy segura de que entiendes esa sensación ... Nos urge llegar lo antes que podamos, o habrá sido en vano. -

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14/05/2019, 00:43
[Muerto] Belandir

La mano del enano dolía, en su rastro no había mueca de dolor, al contrario, un éxtasis oculto desde hace mucho tiempo hacia que una enorme sonrisa sobria se desarrollara en su rostro, amplificada aún más al ver como el arquitecto se lanzaba en su defensa, quizás aquella escena había evocado un recuerdo enterrado hace muchas décadas de cómo sus guerreros se apoyaban sin temor a una muerte segura, lo que hizo que unas silabas en enano fuesen hacia su patrón.

No obstante, Belandir, sabía que no podía seguir en aquel improductivo sueño y con gran velocidad sus ojos comienzan a mirar el campo de batalla, analizando sin problemas lo que se desarrolla a su alrededor para luego tomar su cuerno de batalla y soplar en ella-. Muevan sus patéticos traseros asquerosos hijos de puta-. Unas nobles palabras salieron de la boca del enano-. ¿Cómo miraran a sus esposas siendo violadas por estas escorias si caemos? ¡Mátenlos y desgárrenlos como si fuesen simple ganado! ¡si es que no quieren que yo mismo les meta mi martillo por su recto! -. fueron las palabras gritadas a los norteños, un tono de voz que mostraba cierta locura oscura que podría hacer danzar a los vástagos del dios de la guerra y de la masacre. Sin embargo, el viejo enano no se quedó allí, soplando de nuevo su cuerno en una forma que solo los guerreros de la piedra podrían entender que estaba dirigida a ellos, declarando, después unas fuertes palabras en enano que mostraban sus intenciones con respecto a la batalla.

Una vez hecho eso, Belandir mira a Thánur con complicidad macabra para luego lanzarse al combate en contra de aquel interesante humano

- Tiradas (3)
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14/05/2019, 00:47
[Muerto] Belandir

Palabras de Belandir para Thánur.

-. Me has salvado la vida hijo de la tierra, el contrato ha sido reestablecido por sangre y deber-. Sus ojos se enfocan en la figura del enano-. Sin embargo, la batalla aún no termina y quizás terminemos muertos entre estos barbaros por eso mismo te pido que seas mi escudo para aplastar a este hijo de puta-. Termina a destajo mirando con una animada sonrisa a su camarada.

Palabras en enano para las tropas enanas (parece trabalenguas de tercera)

-. ¡Retrocedan al carro! Pueden que haya más como estos mal nacidos por los alrededores o ¿quieren ofender a sus antepasados entregando los tesoros de nuestra gente a un grupo de incivilizados de mierda? O ¿quieren que yo mismo le aplaste sus malditos cerebros para que piensen? ¡Muevan sus cortas piernas, soldados de tercera!

Notas de juego

Master, aprovechando este espacio ¿como funciona las bonificaciones cuando una orden es una amenaza y una indicación militar a la vez? serian un +2 o solo un +1? Por lo mismo no puse ninguno hasta estar seguro sobre la tirada de comandar. Sobre el martillo ¿la debilidad hacia las armaduras como funciona en estricto rigor? 

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14/05/2019, 03:19
[Muerta] Syndra
Sólo para el director

Al escuchar la voz de la montaraz, la sombría sonrió complacida por el hecho de que Aelirenn le hubiera respondido. Por un momento, había pensado que ésta no deseaba conversar incluso con ella, si bien parecía que no era así, que tan sólo parecía desconfiar del resto de los habitantes de la fortaleza, algo que era de esperar, ya que ella tampoco habría confiado mucho en ese montón de campesinos ignorantes. - Sí, soy yo, querida. No debes temer. Tu amiga te ayudará a alejar esos temores. - Aseguró en un tono gentil, en el momento en el que esperaba a que la silvana le abriera la puerta para poder pasar. Con aquello, había comprobado que la elfa no era una espía, sino que parecía haber algo en su mente, algo que la aterraba, o tal vez sólo la incomodaba. No estaba segura, y no lo estaría hasta que la bella pelirroja se abriera a ella, una vez que se expresara lo suficiente y le dijera lo que la preocupaba. Aún así, no podía negar que la silvana se estaba comportando de una manera realmente adorable para ella. Le encantaban las mujeres que se mostraban tan... indefensas, tímidas, delicadas. Bueno, en realidad, le encantaban todas las mujeres, siempre que fueran lo suficientemente atractivas para ella. Fueran tímidas o extrovertidas... aquello tenía poca importancia, si bien no podía negar cierta debilidad por las que eran bastante frágiles, las que parecían poseer una mentalidad sumisa en ciertas ocasiones. Eran ciertamente deliciosas para la hechicera, y no había duda de que la pelirroja entraba en esa categoría en ese momento. Casi igual de adorable que Ussia.

Una vez la montaraz le permitió acceder a su habitación, la sombría no tardó mucho en entrar, manteniendo una sonrisa gentil en su rostro, buscando desarmar a la pelirroja, la cual parecía haber cambiado, en cierta forma, durante tan poco tiempo. Había algo que la mantenía despierta en la noche, más que seguro, lo que hizo que Syndra se preocupara un poco por la salud de la silvana. Después de todo, detestaba que la belleza se echara a perder de esa manera. La mirada de la sombría paseó por un momento por la habitación, notando cómo la misma no parecía haber sufrido cambio alguno, a pesar del tiempo en el que Aelirenn se había encontrado encerrada en dicho lugar. - Mm, deberías salir un poco más, mi querida. No es bueno tanto encierro. - Aconsejó en un tono suave, gentil, mientras volvía a mirar a la elfa a los ojos. ¿Qué era lo que la asustaba tanto? ¿Acaso había visto algo en la bestia que había dado caza? No... debía de ser otra cosa, si bien era un poco preocupante. Había esperado que la montaraz se sintiera a gusto en aquel sitio, al poder comer lo que quisiera, y tener un lugar donde descansar sin preocupación alguna. Sin embargo, parecía que la pelirroja no compartía el mismo gusto que la nigromante. Era verdad que aquella fortaleza no podía compararse con su antiguo hogar, y que tampoco gozaba de los mismos lujos, si bien, no dejaba de ser un buen sitio donde refugiarse en aquella condenada región. ¿Cómo podía estar descontenta en aquel sitio? Era algo que la sombría no podía comprender muy bien, aunque era posible que se debiera a ese gusto por la naturaleza que los silvanos solían tener.

Tras tomar asiento sobre la cama, la hechicera no dudó en dedicarle una cálida sonrisa a Aelirenn, esperando calmarla un poco, mientras escuchaba lo que ésta tenía para decir. - No. No pienso participar de la guerra. No de manera directa. Sería una tontería de mi parte. - Se explicó con rapidez ante el comentario de la montaraz. Incluso si era posible que Mildred habría deseado tener a alguien como ella en el campo de batalla, dudaba mucho que hubiera podido ser de utilidad, antes de recibir una flecha en la garganta, o que un maldito bárbaro le aplastara la cabeza con un martillo, a menos que gozara de un ejército considerable de cadáveres, algo que la reina no parecía muy dispuesta a aceptar. Por esa razón, era mejor que se mantuviera alejada de la guerra, y servir a la humana de otra manera más apropiada para alguien como ella. - ¿Cosas muertas? Ah... ya sé a lo que te refieres, aunque... es normal. No deberías de preocuparte mucho por ello, Aelirenn. Debes pensar que tienes un sitio donde descansar, y comer para recuperar tus energías. - Le explicó con paciencia, dejando en claro que no tenía mucho de qué preocuparse. ¿A quién le importaba si no podía sentir tal energía? Había peores cosas por las cuales preocuparse, la verdad, al menos en su caso, como el hecho de no haber podido tener éxito en su maldito experimento. - ¿Hedor de la muerte? ¿No estás exagerando un poco? Además, la muerte es algo natural. No te preocupes por ello. ¿Es eso lo que te preocupa? No pareces estar muy bien. Deberías descansar. - Aconsejó de manera gentil, en el momento en el que le daba unos golpecitos a la cama con su mano, indicándole que se sentara con ella en la misma. - Ven, acércate. Puedo ayudarte a descansar un poco. Confía en tu amiga. El descanso te vendrá bien. - Aseguró con aquella suavidad característica, para luego sonreírle de manera encantadora.

- Tiradas (1)
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14/05/2019, 13:16
Ussia

La mediana recorrió el resto del camino con las dudas asaltando su mente. ¿Y si se había equivocado? La promesa de una recomopensa en un bando ganador la había cegado, le había hecho ignorar las consecuencias de ello. ¿Y si no era el bando ganador? ¿Y si descubrían su trabajo? ¿Y si Mildred decidía exterminar a todos los mercenarios, estando algunos de sus amigos entre ellos? Ya está hecho, no puedo preocuparme por ello ahora...

El camino fue tranquilo al menos y no tuvo problemas al entrar de nuevo a Odrin, como había esperado en un principio. Y el combate no había llegado hasta allí de momento. Dejó a su alto caballo en el establo, casi con ganas de bajarse de él, y se dirigió al castillo, limpiándose los pies de barro lo mejor que pudo antes de entrar. Al ver a la Reina allí, esperándola, hizo una profunda reverencia y esbozó una sonrisa, algo incómoda.

- Yo tampoco esperaba que el conflicto empezase tan pronto. - suspiró y rápidamente asintió, recordando la información que había conseguido descubrir - Hace tres días, cuando partí de Cregan, también lo hicieron sus tropas para ir contra Penda. Parece que a ellos también les pilló por sorpresa que se lanzasen al campo de batalla tan pronto... - Aunque eso seguro que ella también lo sabe... - Pude ver al menos cuatrocientos guerreros al servicio de Cregan, además de una compañía de un centenar de mercenarios luceranos. Por lo que entendí, son conocidos como los Bravos de Rojas. - la mediana no dudó ni un instante al decidir no revelar a los Cazadores ni a los Gorriones. Eran compañías pequeñas y no quería marcarlos como objetivos de la reina, si podía evitarlo. Por no decir que ni siquiera sabía si seguían con vida... Echó calculos unos momentos antes de continuar - Y si contamos mercenarios sueltos o grupos pequeños sin nombre, además de algunos soldados que no haya podido contar a tiempo... Estimaría un total de quinientos cincuenta, o seiscientos efectivos.

Terminó mirando a la Reina casi con algo de preocupación. Dudaba si ellos tendrían tanta fuerza de ataque, más aún sabiendo que había terminado reclutando a los Buscasangres. En ese momento otra compañía le vino a la mente y Ussia alzó la cabeza, con intención de decir algo, esperando que la Reina le diese permiso.

- Al poco de salir de aquí, me encontré con una compañía más... Estoy bastante segura de que se trataba de la Loba de Viavenna con su Compañía Azul, pero me gustaría saber si llegó aquí y decidió unirse a este reino en la batalla. Más por saber si resulta otro grupo del que preocuparse o no... - añadió rápidamente. Había comenzado como pura curiosidad, pero en ese momento estaba en un trabajo en el que la curiosidad no era algo casual. 

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14/05/2019, 19:03
[Abandono] Thánur Dangorín

El anciano arquitecto prefería resolver las diferencias con la palabra en lugar de la violencia, pero había aprendido con los años que una vez que el combate comenzaba, no finalizaba hasta que las emociones que le daban origen fuesen saciadas. Por eso había sumado su acero enano a la defensa de su compañero, y había logrado propinarle un golpe al humano que lo había atacado. Perdió de vista a Gorsha y a Erin en la maniobra, pero a él le bastaba conque no interviniesen a favor de Odrin en su plan de matar a los enanos. Y eso no era poco, pues sin su apoyo, los enanos habían torcido la balanza de un modo contundente, apenas habían sobrevivido unos pocos humanos de ese feudo. La batalla ya estaba decidida y la única amenaza que Thánur veía seguía siendo el hombre que tenía frente a él.

Belandir comenzó a dar ordenes a humanos y enanos por igual, a cada uno en su lengua, y él asintió a sus palabras. Ambos habían hecho un buen equipo en los combates previos, comenzaban a entenderse de un modo casi instintivo, sus movimientos se complementaban llevando las fortalezas de cada uno a su máximo. Si hemos vencido a la mole de piedra, podemos con éste, pensó el arquitecto mientras alzaba su escudo y daba un paso hacia el hombre, bloqueando su avance hacia Belandir.

- Tiradas (2)
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14/05/2019, 19:23
[Muerto] Korben

Tras escuchar las palabras de Gorsha acerca de los enanos y su caravana, Korben no tuvo más remedio que recapitular mentalmente, al menos rápidamente con el tiempo que tenía para actuar.

Estaba allí con un objetivo claro, y por una extraño azar del destino había aceptado dejarse llevar si eso a la larga lo llevaba hasta él. Pero el camino que se le ofrecía se mostraba mucho más claro. Tropas invasoras iban a asediar la ciudad, tropas que iban contra Odrin y sus gobernantes, tenía mucha más lógica actuar en ese sentido.

Además, Erin y la orca no habían hecho nada aún, lo que les concedía el beneficio de la duda y conocían a los enanos... buena gente había dicho... mucho más de lo que podía decirse de los norteños con los que iban.

Tomó una decisión. No les habían pagado, no había jurado leatad (obviamente a drede) y tan solo había estado con la compañía por obligación desde que salieron de la torre, al margen de esas dos mujeres. Si quería forjar su destino tendría que hacer algo. Y lo haría.

Desde donde estaba, salió de la espesura, el combate se desarrollaba lejos de él. Situación perfecta para llevar a cabo su plan, todo acabaría rápidamente. Apuntó a Emil, si acababa con el líder los demás dejarían de luchar, y entonces podrían estimar qué opciones tendrían uniéndose a las tropas de Penda o cuántas si seguían por su propia cuenta.

Volvió a apuntar, no quería fallar y no quería necesitar un segundo disparo. Colocó la cabeza del guerrero en el punto de mira, manteniendo la tensión de la cuerda. Y entonces soltó su flecha.

- Tiradas (2)

Notas de juego

No puedo mover mi personaje en el tablero, y veo a los guerreros de Odrin pero no a Emil. Si puedes colócame donde tenga visión.

Edito, que acabo de repasar las reglas: Como es apuntando tengo +1, así que si que tengo algún éxito más (total 3). Tiré con DES pero es con PER, quita el último dado. Y olvida ese 1 repetido.

Edito: Si tras el tiro vienen a atacarme y me quedo sin espacio, tiro el arco al suelo y saco la espada para estar preparado.

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14/05/2019, 23:32
Duque de Montalbo

La linea enana no se había quebrado, tampoco es que le extrañase, aquellos tapones eran la peor panda de barbudos tozudos que se podía conocer. El Lucerano valoró el pulso del combate, el ritmo, el enano viejo que se había sumado a la refriega parecía más valiente que no ducho en el combate y su capitán empezaba a estar malherido, por contra la linea de Odrin hacía aguas por todas partes. En mitad del caos había perdido de vista a Erin y Gorsha, tanto daba, lo único que estaba claro era que no estaban en la refriega, habían sido más listas que el pobre Korben, si alguien de Odrin sobrevivía seguro que el muchacho acabaría con un precio sobre su cabeza; aunque bien pensado eso tampoco era malo para su bolsillo.

En un momento se llevó la mano a la boca para dar un agudo silbido indicándole a Max que corriera hacia la espesura, ls piernas cortas de los enanos les harían la huida más fácil, aquella batalla había terminado antes de empezar por las malas decisiones de Emil; ahora con la "deserción" de varios mercenarios y la inquebrantable linea enana estaban totalmente vendidos. No valía la pena morir por aquello, era mejor luchar otro día, así pues entre sus hojas y Max se fueron cubriendo para retirarse ordenadamente hacia la linde del bosque para arrancar a correr, pies para que os quiero, en cuando les hubo sacado algo de ventaja a los dos enanos. Vivir un día más siempre era la mejor de las victorias.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Mil éxitos para huir XDDDDD, el Pj lo lleva en la sangre.

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15/05/2019, 12:44
[Muerto] Wade Sallow

- Buenos días, buen señor. - Dijo Wade con una perfectamente calculada calma. Fruto de los años de trabajo como comerciante. - Percibo cierta hostilidad en vuestro tono y no creo que sea necesaria. Bastante violencia hemos sufrido todos nosotros como para necesitar más. - Señala a Gwyl y a Yriel con la mano. - La chica y el semielfo tienen razón. Y el tiempo apremia.

El comerciante, pese a todo, se bajó del carro. No quería problemas, pero tanto él como sus sirvientes estarían listos si éstos se les presentaban tan de cerca. Con un tierno gesto, retiró a Kam de su hombro y éste fue a posarse a un árbol cercano, acto que sus sirvientes tomaron también como señal.

- Cuando todo vaya bien volverás. - Pensó el comerciante con cierta urgencia. - E irá bien.

Los sirvientes de Wade Sallow también sabían qué hacer y se ubicaron cerca de su señor en una actitud claramente defensiva. Si era el momento de jugar, que así fuese. Y una sonrisa se dibujó en las facciones del no muy bien encarado hombre, haciendo que pareciese todavía unos años mayor.

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15/05/2019, 16:43
Erin

Erin cruzó la espesura como una exhalación, sorteando las raíces nudosas y las ramas más bajas, mientras abajo a su derecha, en la cantera, se desataba la carnicería. A su espalda podía escuchar los pasos de Gorsha, que, a toda prisa, se había lanzado a seguirla por el bosque.

Bordeando la linde, la joven corrió hasta situarse en el otro extremo, detrás del carro y sus defensores. Una vez allí, se asomó entre el follaje, y espió: por suerte, parecía que nadie la había detectado.

Tras el carro, el viejo y el joven, que se resguardaban sin entrar en combate.

 - Y los enanos les protegen - pensó - ¿Tan importantes son? ¿El arma es suya, quizá? ¿O el arma son ellos?

 

Delante del vehículo, los enanos habían formado una línea de defensa, que soportaba los terribles golpes que Duque de Montalbo y el resto de mercenarios de Odrin les asestaban con furia.

Objetivo cumplido: ya estaba tras el carro. Y, ahora, ¿qué?

 - Ahora, además, eres una desertora. Genial, Erika - se dijo, mientras decidía qué hacer a continuación - ¿Serás también una traidora?

Observó la escena: los hombres de Odrin se veían diezmados, y los enanos parecían guerreros temibles; eso mismo debió pensar el lucerano, que optó por darse la vuelta y alistarse con entusiasmo en el ejército de los corredores.

 - Cobarde - pensó Erin con desprecio - Debería clavarle una flecha en la nuca.

En vez de eso, los extraños ojos de la joven se fijaron, a lo lejos, en Emil, al que ya había alcanzado una saeta de Korben. Ahora ya no tenían opción: los hombres de Odrin iban a perder, ellas habían huído en lugar de responder a la llamada al combate, y Korben, su eventual asociado, se había pasado al bando de Penda.

La culpa de todo la había tenido Emil, ¡que le partiera un rayo!: no debería haber atacado, no así. Además, esas ni siquiera eran sus órdenes: eran una partida de exploración, nadie les exigía que combatieran. Podrían haber esperado a la noche para emboscar a los enanos, o haberles seguido, o haber mandado un emisario para informar a Odrin... de cualquier manera, ahora iban a morir todos sin avisar a la Reina. Bueno, todos menos Duque de Montalbo.

Emil había provocado, con su tozudez, la muerte de sus hombres; y eso, suponiendo que Gorsha, Korben y ella salieran ilesos de aquella. Erin no tenía nada contra él, pero decidió que, si debía caer alguien, Emil debía ser el primero: alimentó su arco con una flecha, lo tensó a la altura de sus ojos, y, entre el brillo de los aceros que entrechocaban, fijó su mirada en la cara del capitán norteño antes de soltar la saeta, que voló con un silbido.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Disparar a la cabeza, un -2 para Erin. De buena se la librado...

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15/05/2019, 19:53
Gorsha

La orca siguió de cerca a Erin, procurando evitar ser vistas y convertirse en un objetivo fácil de las armas enanas. Ya había visto lo que podían hacer, no quería sentirlo en sus carnes. Una vez la muchacha se detuvo, Gorsha frenó tras ella, agachándose a su lado para observar también lo que sucedía en el campo de batalla.

Bueno, la actitud del lucerano no le sorprendió. Ya había demostrado que era una persona que miraba por sus intereses, pero eh, bien por él si sobrevivía. Al menos demostraría que era hábil para mantenerse con vida y eso siempre era de admirar. Eso sí, que no contase con volver a unirse a su grupo de buenas. No después de lo sucedido en la corte de Odrin. Lo que hizo que Gorsha pensara, ¿y si el mercenario decidía regresar y ponerles de traidores para arriba? ¿Ya se arriesgaría a ello? Porque la reina no había acabado especialmente contenta con él. Claro, que si era el único superviviente del destacamento, podría contar la versión que quisiera, lo que igual le podría redimir ante la Reina o sumergirle aún más en el fango. Fuera como fuese, no era realmente algo que le importara ahora. Erin, Korben y ella ya habían tomado una decisión, una mucho más satisfactoria moralmente que quedarse con el tal Emil y sus soldaditos.

Erin cargó su arco y disparó, fallando a Emil por poco. Qué suerte tenía ese bastardo.

 -Muy bien.- la Orca habló en susurros -¿Y ahora qué hacemos? ¿Nos quedamos aquí o nos movemos para que no nos descubran?

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15/05/2019, 23:41
"Don" Nuño de Rojas y Mendieta

Cuando Yriel presentó a los que formaban aquél variopinto grupo, Nuño se quedó pensativo unos segundos mientras una ligera brisa norteña mecía las hojas de los árboles que flanqueaban ambas partes del camino. El oficial lucerano no parecía demasiado convencido por las palabras del semielfo - Seeh.. - dijo, arrastrando con desgana la afirmación - me suena el nombre de esos - dijo señalando hacia Logan para referirse a los Gorriones. Luego se fijó en Wade - ¿Un comerciante? Uno muy bien acompañado, por lo que veo - respondió al ver como el altaireano descendía de su carro y se rodeaba de los suyos - Lo que hay ahí dentro debe de ser realmente importante para requerir tanta gente. ¿Y hostilidad? ¡Para nada, aquí todos somos amigos! Aunque no me diréis que transportáis en el carro, supongo - dijo, encogiéndose de hombros al anticipar la respuesta.

- No veo a ese elfo del que habláis - volvió ahora a la conversación con Yriel - Pero sí recuerdo a la orca y al mestizo, sí - dijo, haciendo memoria, o quizás fingiendo que lo hacía ahora - ¿No os acompañaba otra chica? Una joven, rubia... La que decía que eráis una troupe de artistas ambulantes, y no un grupo de mercenarios - la expresión y el tono de Nuño se habían vuelto tan duros como el acero - Dime una cosa, muchacho... ¿Por qué mentir si somos aliados?

Volvió la vista hacia Gwyl cuando esta se adelantó junto a Yriel - ¿Ahora sois exploradores? ¿Y cómo puedo saberlo yo? También podéis ser asesinos mandados por Odrin para matar al rey y ganar la guerra de un plumazo, para el caso... ¿Y entonces de dónde sacamos el resto del pago? - Nuño puso los brazos en jarras, en actitud inocente, aunque aquello ponía sus manos más cerca de sus armas - ¿Cuál es esa información valiosa? Si de verdad somos aliados, nos la podréis confiar sin problemas, nosotros también servimos al rey Cregan, ¿No? Podemos transmitirla igual de bien.

Ante el comentario de la joven sobre Erin y Gorsha, Nuño se mostró impasible - La vida del mercenario, muchacha. Un gran peligro día sí, día también. El que haya sido lo bastante estúpido como para quedarse atrás, o se queda por su cuenta, o depende de compañeros que sean aún más estúpidos y que traten de volver a por él. No estoy diciendo que yo no lo haría, claro - una vez más, el lucerano se encogió de hombros, con aquél característico desinterés con el que parecía tomarse la vida.

Los hombres de Nuño imitaban a su líder, con una actitud y una pose en sus armas de despreocupación, aunque ninguno tenía pinta de ser un novato en el combate. Los Gorriones por el momento guardaban silencio, dejando a la pareja de Cazadores lidiar con los mercenarios. Petyr parecía algo inquieto, y se dedicaba a observar las líneas de árboles que los rodeaban, quizás en busca de algo.

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15/05/2019, 23:41
Narrador

Quieto como estaba, Arahan consiguió evitar llamar la atención de los ballesteros mercenarios. El único movimiento, colocar silenciosamente una flecha en el arco como tantas veces antes, fue ejecutado con una maestría fruto de la experiencia de los años, y siglos, y pasó desapercibido para los luceranos. Estos estaban demasiado centrados en lo que sucedía en mitad del camino, donde creían que estaba el único potencial peligro.

El hecho de que Nuño colocara los brazos en jarras debía de ser algún tipo de señal, pues los tres tiradores, habiendo aparecido uno más que se acercó a la linde para tener una mejor visión y campo de tiro, apostaron sus armas, apuntando a los Gorriones, a Wade y sus sirvientes y a Gywl e Yriel. Si la cosa se ponía fea, aquello se volvería una matanza en poco tiempo.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Pues con la tontería casi consiguen descubrirte xD

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15/05/2019, 23:41
Narrador

La lucha tocaba a su fin, apremiado por la premura, Emil había mordido más de lo que podía tragar. A pesar de que los guerreros de Odrin que quedaban se defendían con bravura y conseguían rechazar a los que les atacaban, logrando herir incluso al norteño del haca a dos manos que se había mostrado imbatible hasta ahora, estaba ya claro que la emboscada había fracasado. Los de Penda remataban a los heridos mientras seguían aconsando a los de odrin, y los enanos empezaron a volver en apretada formación hacia el carro tras la orden de Belandir.

El duelo entre ambos enanos y Duque no duró mucho tiempo más. Viendo que su bando llevaba las de perder, el lucerano y su mastín decidieron que no valía la pena arriesgar el pelljo más tiempo allí, por lo que, tras detener una serie de acometidas del viejo general, el mercenario consiguió salir del alcance de su arma y echó a correr hacia el bosque, con Max jadeando detrás de él.

Korben se había mantenido al margen de todo lo sucedido hasta el momento, mientras decidía qué hacer. Aquella guerra nada tenía que ver con él ni con su objetivo, solo era un medio para un fin, pero seguía teniendo que barajar qué opción lo acercaría más al mismo. Observó el combate con una flecha preparada en su arco, y cuando vio que los de Penda y los enanos se harían claramente con la victoria, hizo su elección.

El proyectil cruzó la distancia que lo separaba en un segundo, atravesando de lado a lado la garganta de Emil, que cayó al suelo de rodillas entre estertores y chorros de sangre. La muerte de su líder fue lo que acabó de derurmbar la defensa de Odrin, cuyos guerreros empezaron a correr hacia el bosque cercano para escapar de las armas enemigas.

Aquella no fue la única flecha que fue disparada. Otra salió volando del arco de Erin, aunque desde la posicón en la que estaba, y sin poder apuntar detenidamente a través de la cantidad de cuerpos que había por en medio de la trayectoria, el disparo se perdió, pasando desapercibido entre los guerreros todavía centrados gritarles imrpoperios a los de Odrin. No pasó desapercibido, pero, para aquellos que estaban cerca del carro. Los cuatro se giraron sorprendidos de ver algo surgir de aquella parte del bosque, y el trueno de mano pasó a apuntar a aquella zona, en manos de un algo más nervioso joven enano. El adulto gritó algo en su lengua a los guardias acorazados, que empezaron a moverse todo lo rápido que podían para interponerse entre el carro y el bosque.

- Tiradas (13)

Notas de juego

Guardias enanos Ini 5 [Unidad, magnitud 9/15] -> Retroceden hacia el carro

Duque Ini 3 -> Se defiende sin problemas de Belandir y huye por patas.

Norteños Penda Ini 3 [Unidad, magnitud 5/12] -> Ataca a la unidad de Odrin con 1 éxito, pero no supera la defensa.

Gorsha Ini 2 -> No hace nada este turno.

Fronar Ini 2 -> Ataca a la unidad de Odrin con 1 éxito, pero no supera la defensa.

Norteños Odrin Ini 2 [Unidad, magnitud 2/20] -> Ataca a la unidad de Penda con 1 éxitos y a la de enanos con ninguno, no superando la defensa y fallando el ataque respectivamente. Atacan a Fronar con 2 éxitos y le provocan una Herida Seria en la pierna.

Korben Ini 2 -> Dispara a unidad de Odrin con 1 éxito, elimina 1 punto de magnitud.

Thánur Ini 1 -> Cubre a Belandir ante un posible ataque, pero este no llega.

Erin Ini 1 -> Dispara a unidad de Odrin, pero falla.

Belandir Ini 0 -> Ataca a Duque con 3 éxitos, pero no consigue superar la defensa.

Enlace al tablero, y con esto fin del combate. No marquéis a Duque en vuestro siguiente post.