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Crónicas del Fin I: Camino Sin Retorno

Capítulo III: Los Primeros Compases del Mal

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28/07/2021, 11:58
Narrador

El rostro de Nimrod se ensombreció cuando escuchó a Erin hablar de Syndra - La recuerdo, sí. Era una hechicera más engreída y altanera que poderosa, pero aun así... había algo en ella, más allá de su actitud, que me ponía los pelos de punta. Déjame ver ese libro...

El mago cogió el tomo negro que Ussia le había entregado a Erin, y lo abrió para ojearlo. A medida que pasaba las páginas, su ceño se fue frunciendo más. Por primera vez desde que lo conocía, Erin pudo ver a Nimrod realmente enfadado - ¡Esto es...! ¡Qué arrogancia! ¡Cómo pudo atreverse a...! ¡Precisamente una elfa debería conocer mejor la historia! - exclamó, visiblemente furioso antes de cerrar el libro de golpe y mirar a Erin - Los hechizos y experimentos que hay anotados en este diario... Me alegro de que haya muerto por otra mano, de lo contrario me vería obligado a enfrentarme a ella yo mismo. Syndra era una aprendiz y practicante de nigromancia, una de las mayores blasfemias dentro del mundo de la magia. Achaea ya sufrió bastante durante la Gran Plaga, como para arriesgarnos a que algo así se vuelva a repetir - se guardó el libro bajó la túnica, más calmado, aunque todavía serio - Guardaré esto hasta que pueda destruirlo con seguridad. Nadie debería tener estos conocimientos. Hay magia que se considera prohibida por una razón, Erin, y aunque no veo en tí nada de la ambición que suele llevar a los insensatos a interesarse por ellas, espero que nunca recorras ese camino. Por tu propio bien - Nimrod miró hacia la aldea, en la que parecía haberse formado algo de revuelo frente a una de las casas - Volvamos con los demás.

Notas de juego

Te junto con el resto si no tienes nada más que quieras añadir :)

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28/07/2021, 11:58
Narrador

La mediana corrió a asistir al anciano cuando a este le dio su ataque, pero tan solo pudo evitar que los temblores fueran a más a base de agarrarlo por el brazo y sujetarlo con fuerza contra la silla. Borka seguía dando voces y gritando aquél par de palabras, amén de varios sonidos que emitía de vez en cuando. Los demás observaban la escena sin poder hacer mucho, ya que las preguntas de Yriel cayeron en saco roto debido al estado en el que se encontraba el escuálido norteño.

Los gritos empezaron a atraer a la gente, y por entre las casas y callejuelas empezaron a aparecer las miradas curiosas de los habitantes de la aldea, aunque ninguno se atrevió a acercarse. La puerta de la casa de Borka se abrió de repente, saliendo del interior una joven que rápidamente acudió al lado del anciano y ayudó a Ussia a mantenerlo bajo control y a sentarlo de nuevo en la silla - ¡Borka! - lo llamó mientras trataba de hacer que la mirara a los ojos - ¡Borka, tranquilo! ¡Estás en la aldea! ¡Estás en casa! - fue diciendo en una forma similar a Ussia. Poco a poco, los temblores fueron perdiendo intensidad, aunque puede que se debiera al cansancio del hombre, y ambas mujeres pudieron por fin dejarlo de nuevo sentado, con la cabeza dejada caer hacia atrás y el cuerpo perlado de sudor, respirando agitadamente.

La muchacha se agachó para pasar un brazo de Borka sobre sus hombros para tratar de levantarlo - Tengo que meterlo en casa, o con el sudor y este frío acabará enfermando - les dijo con una mirada cargada de recelo mientras intentaba hacerse con el peso del anciano.

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28/07/2021, 21:37
Erin
Sólo para el director

Sin nada más que decirle a Nimrod, Erin le agradeció sus consejos y regresó con él hasta la aldea.

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29/07/2021, 17:30
Yriel Alessar

El estado de Borka era lamentable, se arrepintió de no haberse preocupado más por él. Hubo de venir alguien del pueblo a hacerse cargo, entonces Yriel trató de recuperarse también del estrés que la situación suponía. Miró a Arahan asintiendo a sus palabras aunque ahora quería echar una mano.

- Voy a ayudaros si me lo permitís, es lo menos que puedo hacer.

Se ofreció a ayudar a transportar al cazador a su morada, donde podría reposar las horas necesarias aunque las sombras parecían estar aquí con él, en lugar de en lo profundo del bosque.

Cuando hubieron terminado con el viejo regresó junto al resto.

- Hay que partir pero a buscar al templario, va a ser mejor viajar juntos.

Observó para saber si estaban todos bien, pensando en su próximo paso que iba a ser marcharse en cuanto dieran con Erin.

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31/07/2021, 01:58
Narrador

Siguiendo a Nimrod de vuelta hacia la aldea, Erin no tardó en encontrar de nuevo al resto de sus compañeros, metidos de lleno en alguna clase de problema. Estaban frente a una de las casas, con una pequeña multitud mirándolos con curiosidad desde una cierta distancia.

Al acercarse, pudo ver que estaban hablando con una muchacha nativa que en esos momentos cargaba con un enclenque y casi inconsciente anciano sobre sus hombros hasta meterlo dentro de la casa, tras dedicar unas últimas palabras a los aventureros.

Notas de juego

Marca a los demás en tu post

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31/07/2021, 02:07
Narrador

Al ver que Yriel se acercaba para echarle una mano, la muchacha lo detuvo con una mirada tan fría como las palabras que le dedicó - Ya habéis hecho bastante. Le habéis recordado el bosque, ¿Verdad? Espero que hayáis podido sacarle algo de provecho, porque ahora necesita descansar - y tras aquello, se apartó de Ussia y llevó al anciano a cuestas al interior de la casa antes de cerrar la puerta.

La pequeña multitud de curiosos empezó a dispersarse, y de entre ella aparecieron Erin y Nimrod, que debían de haber presenciado los últimos acontecimientos.

Notas de juego

Marcad a Erin en vuestro post

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05/08/2021, 12:52
Ussia

La mediana ayudó en lo posible a conseguir que Borka se calmase y no se opuso a que la muchacha se lo llevara al interior de la casa. Se quedó mirando al suelo con gesto culpable y musitó un pequeño "lo siento" que seguramente la joven no habría llegado a oír. En cuanto ambos cerraron la puerta, Ussia suspiró largamente y miró a los demás. 

- Bueno, supongo que eso no ha sido precisamente de ayuda... - dijo, sin dejar claro si se refería a las palabras del anciano o a lo que habían hecho el resto. Al ver a Erin, la saludó con la mano mientras se acercaba hacia ella y Nimrod - ¿Qué tal os ha ido? Espero que mejor que a nosotros...

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05/08/2021, 13:27
Gorsha

Puede que Borka no les hubiera dicho gran cosa de palabra, pero con su reacción, Gorsha ya había averiguado lo que necesitaba. Lo que había en el bosque era extremadamente peligroso. O, como mínimo, lo bastante perturbador como para hacer que un cazador curtido perdiera el juicio de aquella manera. Claro, que Borka era solo uno y ellos eran un grupo sensiblemente más numeroso, por lo que el nivel de amenaza en ese caso no era exactamente el mismo. Pero eso eran detalles que ya discutirían entre ellos. Ahora lo importante era reunirse de nuevo y hacer como Yriel decía: ponerse en marcha.

Erin y Nimrod aparecieron de entre la multitud justo a tiempo. Ussia fue la primera en acercarse a ellos para preguntar qué tal por su parte mientras se lamentaba del resultado que ellos habían obtenido con el interrogatorio al cazador.

 -Al menos ahora sabemos que la amenaza es real. O al menos Borka la percibió como real. Cualquier cosa que sea capaz de reducir a un hombre a esa sombra de sí mismo es peligrosa y, como mínimo, merece ser investigada sobre el terreno.

Saludó a Erin y a Nimrod cuando se acercaron lo bastante.

 -Llegáis justo a tiempo. Yriel decía de ponerse en marcha cuanto antes y yo también creo que es lo mejor. Así que, pongamos en común todo lo que hemos averiguado. El tiempo apremia.

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05/08/2021, 13:59
Duque de Montalbo

-Será mejor cargar tanto aceite y antorchas como podamos. Es lo único que he sacado en claro de todo ese galimatías, sea lo que sea esa cosa teme el fuego.-Duque no puso mucha pega a la situación, sin embargo prepería ir lo mejor preparado antes de adentrarse en el bosque.

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05/08/2021, 19:37
Erin

Erin regresó cambiada. Parecía que había más confianza en sus ademanes: también más pena en sus desiguales ojos.

—Bien, ha ido bien. El entorno es bonito —se limitó a decir.

Sonrió a Gorcha y a Ussia, hasta que el lucerano abrió la boca y la joven dio un respingo: por alguna razón, lo que había dicho no le había gustado nada, y tenía una mueca de desagrado cuando le respondió.

—Si nos vamos a meter en un bosque, los que tenemos que temer al fuego somos nosotros. Nada de aceite. Ni de antorchas — dijo tajante.

Suavizó el tono antes de volver a dirigirse a Duque de Montalbo: 

—Nosotros deberíamos hablar.

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06/08/2021, 00:28
Narrador

Una vez reunidos de nuevo, los aventureros se encaminaron hacia la salida del pueblo, donde les estaban esperando Estraven junto con buena parte de los habitantes de la aldea. Allí, les hicieron entrega de lo prometido la noche anterior, comida para ellos y el animal de Yriel, flechas y más ropa de abrigo, lo que, complementado por los intercambios de Ussia, hizo que su carga y su prepración para el terreno aumentara considerablemente.

No tardaron en despedirse y partir, pues el bosque estaba lejos y tenían que aprovechar todo lo posible la luz del sol. La travesía a través de la llanura norteña fue tan tranquila como aquella que los había llevado hasta la aldea, pero con unas temperaturas perceptiblemente más bajas.

Finalmente, siguiendo las indicaciones de Estraven, llegaron a la linde del mencionado bosque. Los árboles estaban ennegrecidos, y sus copas y hojas mostraban un color oscuro. Los troncos se retorcían y doblaban sobre sí mismos antes de ascender hacia el cielo. Quizás por el frío, una densa neblina cubría la superfície del lugar, ocultando el suelo de debaj y los pies y raices de los árboles.

El bosque sin duda tenía un aire de lo más siniestro, pero no habían llegado hasta allí para nada. Habían sobrevivido a todo cuanto el Norte les había echado hasta el momento, incluyendo cosas que nadie habría imaginado, y ahora no sería diferente. De modo que, uno a uno, se adentraron en la foresta, en la oscuridad de su interior, ya que los rayos de sol apenas alcanzaban a penetrar entre las hojas.

El frío hacía que pudieran ver su aliento al exhalar, y el único sonido que se escuchaba era el de sus pasos sobre la tierra húmeda, las ramas y las hojas caídas, así como el de sus respiraciones. No se oyó, ni mucho menos se vio, la presencia reciente de ningún animal, tal y como les habían dicho. Todo apuntaba a que estaban solos en aquél extraño bosque, pero en ningún momento desde que entraron en él, pudieron quitarse de encima la sensación de que alguien los estaba vigilando.

Notas de juego

Todos, tiradas de PER+Alerta. Erin, tirame también SIN+Dominio de la Magia.

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07/08/2021, 12:09
Duque de Montalbo

El mercenario podía ser muchas cosas, pero no le gustaba perder el tiempo con discusiones sin sentido. Sabía lo que había hecho Erin con sus heridas, entendía en lo que la muchacha se estaba convirtiendo y en parte sentía lastima por ella; otra historia de inocencia robada. Duque había visto tantas a lo largo de los años que una más no le impresionaba.

Antes de partir procuró reunirse con ella de manera discreta sin que los demás se percatasen de ello.-Entiendo que tú en parte sepas o comprendas a que nos enfrentaremos en el bosque, piensa que aunque tú puedas hacerle frente el resto estaremos indefensos sino llevamos nada con lo que quemar a esa maldita oscuridad. Nos estamos metiendo en la boca del lobo, no podemos ir desarmado ¿quieres hablar hablemos? pero no nos envíes a tan funesto destino sin que podamos blandir nada más que tus artes sin la cosa se tuerce.-no había acritud ni malos modos en las palabras del mercenario, mucho menos acritud. Era alguien simple, conocedor de su oficio si había que matar algo Duque gustaba de llevar siempre el arma adecuada, de no ser así quería al menos saber el por qué de todo aquello.

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07/08/2021, 12:16
Duque de Montalbo

Aquel lugar no le gustaba en absoluto, hacia que se le pusieron los pelos como escarpias, sin duda alguna Max no merodearía por ahí dentro ni loco. Mientras exhalaba un profunda bocanada de vaho contemplaba el rostro de sus compañeros, no hacia falta ser un genio para saber que aquello les gustaba tan poco como a él. Dio dos pasos para atrás haciéndole una señal con la cabeza a Gorsha, a esta no le costó entender que el mercenario se había colocado a uno de los lados de Erin para cubrirla en caso de necesidad. Tal era la tensión que se respiraba en el ambiente que Duque ni siquiera había abierto la boca, algo totalmente fuera de si para un bocazas como él.

El viejo perro de la guerra estaba siempre pendiente de las reacciones de la montura de Yriel, en aquellas cirscunstancias el animal era el más fiable de todos. Si en algún momento algo innatural se acercaba a ellos el caballo sería el primero en darse cuenta.

- Tiradas (2)

Notas de juego

4 éxitos.

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08/08/2021, 11:19
Arahan

La reunión con ese pobre diablo había ido como el mismo había previsto, mal y sin sacar nada nuevo. Se abstuvo de comentar nada, ya que se limitó a lanar miradas desaprobadoras para luego irse a beber algo de alcohol hasta que llegara la hora de partir, ni ganas tuvo de decirle al Duque lo loco de su idea, pero Erin se había adelantado a él.

Llegado el momento de partir, Arahan se puso en cabeza como era costumbre para él, para algo era un elfo de los bosques, pero ciertamente, aquel lugar, tenía un aspecto amenazante, uno que no tranquilizó demasiado a Arahan, que miraba preocupado a los demás en algunos momentos. No quería hablar, de hecho trataba que todos se mantuvieran en silencio para evitar atraer la atención de algo indeseable.

Con el arco preparado, el elfo empezó a moverse con mayor habilidad, evitando dejar marcas de huellas o de emitir sonido alguno.

- Tiradas (6)

Notas de juego

5 éxitos

e intento ir en sigilo 4 éxitos

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08/08/2021, 12:08
Ussia

Ussia miró con curiosidad a Erin cuando mencionó lo del fuego, pero si ella lo decía sería por algo, así que se limitó a asentir y a preparar las cosas. La joven mediana mentiría si dijera que no sentía algo de envidia por Aidan, quien había podido quedarse en la aldea. Pero si de verdad tenían que cruzar por allí a toda costa, no le quedaba otra opción. Cuantos más seamos, mejor...

En su vida había pasado por muchos caminos distintos. Algunos entre bosques, donde las hojas apenas dejaban que entrase la luz, otros entre zonas casi desiertas, incluso de noche y pasando por alguna tormenta. Pero siempre había "vida". Ese lugar le daba la impresión de que incluso los árboles estaban muertos y solo eran sus restos lo que quedaba para llenar el lugar. 

Silbar... Silbar siempre ayuda a pasar el miedo... Pero habiendo una bestia por aquí, no creo que sea buena idea precisamente... Con la ballesta firmemente aferrada entre las manos, Ussia se mantenía en el centro de la formación, cerca de Erin. De vez en cuando, un fugaz escalofrío le recorría la espalda y la obligaba a girarse para comprobar que todos los demás seguían allí. Pero por lo demás, la mediana se mantuvo vigilando las zonas altas del bosque, casi esperando ver algún lugar por el que pudiera llegarles más luz.

- Tiradas (1)

Notas de juego

3 éxitos pues.

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08/08/2021, 15:55
Erin

Erin alzó la cabeza para mirar al lucerano, y enarcó una ceja, sorprendida. No era aquello de lo que quería que hablaran, pero, ya que sacaba el tema...

—Si prendéis una sola brizna de hierba os podéis despedir de mis artes — dijo tajante — Si quieres mi ayuda vas a necesitar otras armas.

Su tono de voz indicaba que no estaba dispuesta a negociar aquello.

—Pero no era esto lo que quería decirte. Necesito un trozo de tu ropa: algo que huela a ti. Creo que sé cómo puedo encontrar a Max.

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08/08/2021, 16:00
Erin

Erin caminaba en silencio, con el arco en una mano y un par de flechas en la otra, prestando atención a las largas hileras que se abrían entre los huecos de los árboles como galerías de un laberinto: si lograba ver algo con la suficiente antelación, sería en esos huecos que cambiaban a cada paso que daba.

Además, intentaba ser sigilosa; no sólo haría más difícil que les escucharan llegar, sino que les ayudaría a escuchar mejor. El bosque parecía extrañamente inerte, y cualquier sonido podía delatar alguna presencia: la suya... o la que pudiera acecharles.

- Tiradas (3)
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08/08/2021, 16:40
Duque de Montalbo

El talante y el acuerdo implicito le pareció justo al lucerano o así se lo hizo saber con un leve asentimiento de su cabeza. Acto sequido Duque rasgo su ropa en la zona cercana a la axila, pensando que a mayor olor más posibilidades tendría Erin de dar con su fiel compañero.

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12/08/2021, 21:17
Yriel Alessar

Al abandonar el pueblo y a Aiden le asaltó una sensación de desasosiego que esperaba desapareciera si se daban prisa. Alcanzar el bosque era la prioridad, solo que al dar con él no pudo evitar que se la partiera el alma. Algo en su interior hizo que se arrepintiera de venir hasta aquí, los árboles retorcidos le producían unas náuseas. Yriel se tocó la frente como si con ese gesto pudiera despejarla y se cuidó mucho de trasladar sus malas sensaciones.

- No sé lo que pensáis vosotros, pero habría que centrarse en buscar al religioso, puede servirnos de llave para abrir esta puerta.

Si el destino quería que encontraran la civilización perdida tendría que hacerles ese pequeño favor, Yriel no veía claro que pudieran irrumpir en el corazón del bosque sin algún tipo de ayuda.

- Religioso sin mucha sensatez, si se ha llegado a adentrar a solas en un lugar como éste.

Y con eso trató de aparentar despreocupación, como si tan solo estuvieran explorando el terreno. Luchó así contra sus propias inquietudes.

- Tiradas (1)

Notas de juego

PER+Alerta 1 éxito.

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18/08/2021, 17:46
Narrador

El siniestro bosque parecía cernirse más y más sobre los aventureros a cada paso que daban, las ramas de los árboles se curvaban y retorcían, llegando a tocarse y a enroscarse unas con otras en numerosas ocasiones, lo que daba la impresión de que iban adentrándose en unas oscuras mandíbulas que se iban cerrando a medida que avanzaban, que se los iba tragando poco a poco hasta que finalmente se cerraran por completo.

A pesar de aquél tenebroso ambiente, aquello seguía siendo un bosque, y Arahan habia estado en demasiados como para asustarse por uno más. Se movía tan rápido y hacía tan poco ruido que sus pies parecían no atravesar la neblina que cubría el suelo, sino flotar sobre la misma.

Duque se mantenía tranquilo en apariencia, pero el viejo veterano de guerra sabía que allí algo olía a podrido. Las manos siempre cerca de las armas, una costumbre tiempo ha adquirida, indicaban que el lucerano estaba preparado para saltar cuando fuera necesario, pero el hecho de que hubiera dejado su eterno y agrio humor fuera del bosque era algo mucho más preocupante que el de que presintiera que iban a encontrar problemas pronto.

Ussia aferraba con ballesta cargada con fuerza, asegurándose de estar todo lo cerca posible de Erin, alternando la mirada entre la joven, y las oscuras copas de hojas oscuras que les servían de tejado y que cada vez dejaban pasar menos la luz del día. Erin, por su parte, intentaba imitar a Arahan, con el que compartía habilidades, como había quedado ya demostrado durante el asalto a Odrin. La incipiente maga fue notando una sensación de presión en el pecho, como si le hubieran puesto algo pesado encima y la fuera aplastando lentamente. Había algo oscuro y maligno allí, algo que no era natural, y un solo vistazo a la cara de Nimrod, que caminaba a su lado, le confirmaron que, aunque lo aguantaba mejor, él también estaba sintiendo lo mismo.

Yriel y Gorsha cerraban la marcha, el semielfo llevando de las riendas a su montura, que de todos era la que tenía más problemas en avanzar. No por el tipo de terreno, ya que aunque oculto por la neblina, parecía uno bastante estable y sin accidentes, sino porque algo debía de estar alterando a Brioso, que no paraba de resoplar y sacudir la cabeza. Yriel tuvo que sujetar las correas con las dos manos para poder seguir tirando de él y hacerlo avanzar, aunque fuera a la fuerza, para no verse quedado rezagado de los demás.

Siguieron adentrándose en la foresta durante lo que pareció un rato interminable, hasta que, llegados a un punto, la presión que sentía Erin fue tanta que incluso le costó respirar. Y entonces, se hizo la oscuridad.

La luz del sol, aunque dejada totalmente en penumbra, todavía bastaba para poder ver qué había a su alrededor. Pero de un momento a otro, como si alguien hubiera soplado sobre la única vela en el interior de una pequeña habitación, la más negra oscuridad cayó como un velo sobre sus ojos. Habían sido dejados ciegos por completo, y todo cuanto podían hacer era escuchar, y en el silencio del bosque, no tardaron en hacerlo.

Sonidos de pasos arrastrados por la tierra, de crujidos como de madera o hueso al romperse, el tintineo del metal al chocar, entre sí, como si se tratata de campanillas, el rasgar de las uñas sobre el tronco de un árbol, de chasqueo que producen unos dientes al golpearse con fuerza. La negrura del primer momento se fue desvaneciendo, retirándose desde donde ellos estaban hacia sus alrededores, como un círculo... Y a medida que se retiraba la oscuridad, pudieron ver qué era lo que se acercaba hacia ellos produciendo aquellos sonidos.

Se movían despacio, tambaleándose, tropezando con ramas y con árboles, pero sin dejar de avanzar hacia adelante. Los brazos les colgaban a los lados, algunos seguían sujetando objetos como martillos, hachas y alguna espada que otra. Llevaban ropas de abrigo apenas reconocibles por lo sucias y desgarradas que estaban, igual que las cotas de malla de los pocos que las seguían llevando. Su delgadez y palidez era extrema, la carne de su rostro estaba succionada casi hasta el hueso. Los labios habían desaparecido y dejaban ver filas de dientes rotos y podridos, y los ojos hacía tiempo que se habían licuado, dejando dos cuencas negras y vacías en todos y cada uno de ellos. Hombres y mujeres por igual, de todas las edades, de niños a ancianos, norteños todos.

Un amuleto aquí, un pedazo de ropa distintiva allá... A medida que los iba observando, Arahan pudo darse cuenta de que aquellos cadáveres andantes no eran ni más ni menos que la gente a la que tanto tiempo llevaba buscando. El poblado clandestino que lo había acogido y hecho uno de los suyos, forzado a huir al norte por la codicia de una nueva reina llegada del sur.*

Ninguno de ellos tenía ojos para verlos, pero no los necesitaban. De alguna forma, podían sentir dónde estaban. Dónde tenían que ir. La sangre seca de sus ropas, armas, manos y dientes evidenciaba cuales eran sus intenciones.

- Tiradas (3)

Notas de juego

*Pues sí, esta es la gente de cierto poblado que apareció en la partida como parte de la historia de un personaje que se quedó por el camino. De los tres que siguieron esa trama, tan solo Ussia ha llegado hasta aquí para ver qué fue de ellos xD

Todos, tirada de TEM+Disciplina con Dificultad Difícil (2 éxitos). Si falláis, el miedo os atenaza durante el primer turno. Si no, podéis actuar con normalidad.

Arahan 5

Duque 4

Ussia 3

Erin 3 (por la de sintonía)

No muertos 3

Yriel 1

Gorsha 1