Partida Rol por web

Crónicas del Fin I: Camino Sin Retorno

Capítulo III: Los Primeros Compases del Mal

Cargando editor
29/05/2021, 16:27
Ussia

Ussia bufó con una sombra de sonrisa ante la respuesta de Gorsha. En ese caso, no puedo culparla. Se quedó en silencio mientras Estraven hablaba con los más humanos del grupo, en el sentido más literal de la palabra. Siguió observando a los norteños que se marchaban ante la orden de Estraven, aún atenta por si alguno se ponía más nervioso de lo normal y decidía no obedecer. Sin embargo, parecía que por allí estaban a salvo. De momento. 

Con ojos curiosos, la mediana estudió el lugar mientras pasaban, pero solo encontraba pobreza y dejadez allá donde miraba. Son tierras frías, sí, ¿pero qué pueblo dejaría echarse a perder una cosecha de esta forma? Y tampoco es que tengan mucho más de lo que ya vemos. Pero llevarán tiempo viviendo aquí, ¿no? Algo tendrán... A medida que pasaban, la mediana aprovechó para echar algún vistazo rápido a lo que se pudiera ver en el interior de las cabañas, buscando algo destacable, algo que pudiera ser distintivo de ese pueblo. Cualquier detalle que pudiera servirle para saber por qué necesitaba una empalizada de forma tan urgente ese lugar. 

El lugar al que les invitaron era bastante sencillo, pero Ussia lo aceptaría gustosamente en cuanto pudieran encender un buen fuego. Por supuesto que antes de eso, tendrían que ver cómo negociar con ellos. Así que en cuanto les dejaron a solas, con gesto cansado, se dejó caer de culo sobre uno de los jergones, estirando las piernas. 

- Supongo que es mejor que nada. Pero opino que cuanto menos nos quedemos aquí, mejor. No sé para qué se están preparando, pero tanto si es vuestro "amigo" el rey, como un grupo de mercenarios, o incluso alguna... bestia del bosque... - dijo bajando la mirada momentáneamente - ... preferiría no tener que encontrarnos a nadie.

Cargando editor
29/05/2021, 18:14
Arahan

Arahan seguía sin estar convencido, pero el anciano había abierto las puertas del poblado para ellos. El elfo, agradeció el gesto y la hospitalidad con un asentimiento de cabeza, pero no se movió de donde estaba para acercarse con el resto, solamente los miró con calma - voy a ver si encuentro alguna pieza para cenar, vuelvo en seguida - y atajando cualquier posible replica, se giró, no sin antes añadir - iré solo - y sin más se marchó desandando el camino.

Notas de juego

pretendo, cubrir nuestro rastro como prioridad máxima y si me diera tiempo, cazar algo, venado? jabali? algo que de condumio para mas de un par de personas si fuera posible 

Cargando editor
31/05/2021, 18:57
Yriel Alessar

Tras la bienvenida de Straven vinieron los recelos a hablar sobre el propio pueblo y eso no lo había esperado el semielfo. Los lugareños solían ser abiertos y afines a contar sobre la historia de sus hogares, aquí por el contrario no había interés, quizás por el mismo miedo que les hacía levantar la empalizada.

La casa donde les alojaron daba pena, venía a ser la peor morada que Yriel había visitado nunca. Se preguntó cómo podían dar tan pésima recepción a unos desconocidos que habían tratado de ser amables. El joven pensó en que mitigaría el frío y con suerte tendrían una noche tranquila, solo que se había acostumbrado a estar alerta en todo momento y hoy no sería diferente.

- Sí es que este viaje es de todo menos normal. Pero mira, seguimos adelante, y cuanto más perdidos más a salvo nos encontramos, por raro que suene.

Dejó sus pertrechos cerca de unos de los jubones.

- No nos engañemos, escucharemos la historia de lo que sucede y lo mismo hasta les ayudamos, no seríamos nosotros sin meternos en problemas. Y al final, de lío en lío encontraremos al "imperio onírico". Si hay alguien con ganas de perderse en unas ruinas esos somos los cazadores grises.

Se despidió de Arahan cuando se marchó, deseando buena caza y que no tardara en volver a riesgo de perderse una conversación de interés. Entonces fue pensando en encender un fuego para evitar así quedarse quieto.

Cargando editor
02/06/2021, 21:54
Erin

Erin siguió a Arahan con la mirada. En otras circunstancias, hubiera querido acompañar al elfo a los bosques. Pero tenía que cuidar de Aiden: temía que el chico se asustara en una aldea remota, rodeado de desconocidos y habiendo transcurrido tan poco tiempo desde que intentasen matarles a todos. Y, antes de eso, secuestrarle.

Hizo que el niño ayudase a Nimrod a acomodar sus cosas: el maestro había perdido a Philipp temporalmente, y al niño le vendría bien estar ocupado para distraerse. Todos ganaban.

Ante las objeciones de Ussía, respondió para intentar calmar sus temores.

—Estraven dice que las guerras de los Pequeños Reinos no llegan hasta aquí. Y todas esas empalizadas... Si hubiera algo ahí afuera, una bestia como la que Syndra y tú os encontrásteis — y, al mencionar ésto último, bajó la voz para que Aiden no lo oyera — Creo que es mejor estar a este lado de las defensas. Al menos, hasta que alguien nos explique qué está ocurriendo.

Cargando editor
02/06/2021, 23:30
Gorsha

Siempre era de agradecer encontrar gente amable por aquellas inhóspitas tierras, pero Gorsha no pensaba dejar que ese gesto de amabilidad le hiciera bajar la guardia. Las colmenas estaban llenas de miel dulce, pero también de furiosas abejas. Uno nunca podía ponerse en lo mejor si quería sobrevivir. ¡Llenos estaban los cementerios de gentes con exceso de confianza!

La orca siguió a sus amigos en silencio hasta la casa que el portavoz del pueblo les había cedido para que descansaran. No sería una posada lujosa, pero a Gorsdha ya le valía para dormir el sueño del justo por la noche. Pero antes de dormir, tocaba cenar. Y antes de eso, sus compañeros comentaban el ambiente tan extraño que rondaba por el pueblo.

 -Ciertamente, para ser una zona lejos de conflictos bélicos, tienen muchas defensas. Así que o nos están mintiendo a la cara o nos están ocultando algo. Así que sí, espero que nos aclaren qué pasa por estas tierras. Y entonces ya decidiremos si nos quedamos a ayudar o nos largamos cuanto antes.

Si había el más mínimo indicio de que Logan o asalariados suyos estaban por las inmediaciones... Saldrían por patas, bestia o no bestia. Porque lo que no podían permitirse era tener otro enfrentamiento como el que habían tenido en la torre en ruinas, no sin un parapeto decente.

Cargando editor
07/06/2021, 02:27
Narrador

Mientras los aventureros se acomodaban a sus parcas dependencias y hacían sus comentarios y elucubraciones sobre el lugar y lo que en él debía de estar sucediendo, Arahan decidió salir de allí en busca de algo con lo que rellenar sus menguantes provisiones. No obstante, cuando abrió la puerta y salió al exterior, vio que el anciano, que se alejaba del lugar, se giró hacia él.

- Por favor, aguardad en el interior. Os traeremos algo de comer dentro de poco, tened paciencia - dijo de nuevo con tono amable. La pareja de fornidos hombres que flanqueaban la puerta a espaldas de Arahan daban fuerza a sus palabras, con lo que el silvano no tuvo más remedio que volver con el resto.

Aidan, por su parte, se acercó con no sin algo de temor a Nimrod, y juntos fueron colocando madera y ramas secas en un círculo en el centro de la sala. El fuego surgió del montoncito sin previo aviso, ante un gesto del hechicero, algo ante lo que el niño observó totalmente asombrado, alternando la mirada entre las llamas y el hombre.

Mientras descansaban, el rugir de las tripas de alguno empezó a escucharse, poco antes de que, tal y como había prometido, apareciera Estraven de nuevo, entrando junto a dos norteñas cargadas con grandes cuencos humeantes, de los que sobresalían varias cucharas - Ah, veo que ya os habéis puesto cómodos - dijo el anciano, mientras las mujeres dejaban los cuencos en el suelo, al lado de la hoguera, y salían de la vivienda, cerrando la puerta tras de sí.

Estraven les indicó con la mano que se acercaran a comer, sentándose a su vez de espaldas a la puerta - No es mucho, pero os reconfortará - señaló los cuencos, que contenían un espeso caldo amarronado en el que flotaban varios pedazos pequeños de carne, así como unas pocas verduras, principalmente zanahorias. Había más caldo que otra cosa, de todas formas, y no iba a ser raro meter la cuchara en el cuenco y sacarla sin nada sólido en ella.

Nimrod se sentó frente al anciano, cogiendo una de las cucharas. Aidan miraba la comida con ganas, pero miró a Erin antes de atreverse a hacer nada. Una vez empezaron a comer, Estraven rompió el silencio - Así que... vuestro motivo para estar tan al norte...

- Sí - respondió Nimrod - Estoy buscando unas ruinas, muy antiguas. Pero no como las que hay desperdigadas por el Norte. Estoy buscando los restos de una ciudad entera. Pero no soy más que un estudioso, y dada la fama de estas tierras, me aseguré de llevar protección conmigo. Por supuesto, no sabía que cuando les contraté, la joven venía con su hijo a cuestas - dijo, mirando a Aidan de reojo, que no pareció acusar el comentario - Ah, y esa otra joven, no se trata de una niña, sino de una mediana. Pueden parecer como niños a ojos de los humanos, pero seguramente tenga más inviernos encima que muchos en esta aldea.

- Ya... veo... - Estraven echó una mirada a Aidan, y otra a Erin, cuando Nimrod los mentó, pero no añadió nada más. El anciano estaba solo en la estancia, pero seguramente había norteños fuera, preparados ante cualquier eventualidad, como había podido descubrir Arahan - No llego a entender qué interés pueden tener unas ruinas para alguien que no sea usarlas para construir algo nuevo... pero en cualquier caso, sed bienvenidos a mi aldea. Es la primera vez que tenemos tantas visitas en tan poco tiempo, pero aunque nuestra situación no es la mejor ahora mismo, si necesitáis cualquier cosa, seguro que podemos llegar a un acuerdo.

Cargando editor
08/06/2021, 17:51
Erin

Erin sonrió al ver el asombro de Aidan. A ella le hubiera encantado vivir la magia con esa naturalidad. Se fijó en Nimrod: no parecía incomodarle utilizar sus poderes así, delante de otros; entonces, ¿por qué a su padre sí? ¿De qué huía Breann, exactamente? Decidió que necesitaba tener una charla a solas con Nimrod, y buscaría el momento de hacerlo más adelante.

La joven enrojeció al escuchar la explicación de Nimrod. Ella misma era casi una cría, y Aidan tenía la edad de su propio hermano. Era imposible que tuviera un hijo de esa edad. De hecho... era materialmente imposible que hubiera tenido un hijo, y al caer en la cuenta enrojeció más todavía, una reacción que se acentuó bajo la mirada de Estraven.

No le parecía que aquella explicación fuera creíble. Además, ¿cómo era posible que nadie se llevara a su hijo pequeño por ahí, de aventuras? ¿Qué clase de madre haría algo así? Aparte de Mildred...

Agradeció la comida, y se aseguró de que Aidan hiciera lo propio: no sería su madre, pero ahora era la responsable de que adquiriera unos modales apropiados... dentro de lo que cabía.

—No quisiéramos ser una carga — dijo al anciano — Soy buena cazadora, aunque no tan buena como ese de ahí — explicó, refiriéndose a Arahan — Y curandera.

Erin no terminaba de saber si podía confiar en aquellos extraños; daba la impresión de que, más que invitados, eran prisioneros: al elfo le habían impedido salir de allí. Mencionar la posibilidad de salir a cazar, o a buscar hierbas, podía servir para saber si estaban encerrados o podían salir libremente.

—Estraven... no quisiera ser indiscreta, pero creo que todos nos preguntamos lo mismo: ¿para qué fortificáis la aldea, si no es por la guerra en el sur?

Cargando editor
11/06/2021, 23:12
Yriel Alessar

Miró enseguida a la mediana cuando entre la conversación apuntaban a su posible edad. Yriel no creía que Ussia tuviera tantos años, pero bien podía ser que tan al norte los hombres y mujeres murieran demasiado pronto. En un entorno tan duro la vida podía ser corta, el recipiente con la comida atestiguaba la dureza del lugar, era muy escaso, al tantear con la cuchara comprobó que casi todo era líquido. El semielfo había asentido en agradecimiento cuando lo recibió y no tardó en probarlo mientras escuchaba la historia de Nimrod. Sí, las ruinas, si las hallaban quizás la suerte cambiara para ellos pues para el joven estarían llenas de magia, de otra manera no habrían albergado una civilización.

Quería ser positivo acerca de los días que tenían por delante, incluso esta amenaza que venía a por estas gentes podía ser la oportunidad de contar con su apoyo para algo como conseguir unos guías, ¿porqué no? en la expedición no había nadie de estas tierras, aunque Gorsha se movía con bastante naturalidad por ellas.

- Cierto, no nos habéis preguntado sobre la guerra al sur, parecéis ajenos a ella y es una suerte.

Dijo con tono casual, más interesado en saber por el ataque que esperaban que por la relación del pueblo con los tres reinos que habían dejado atrás.

- Arahan es buen cazador, lo más seguro es que venga con algo de carne.

Y si hubiera algún peligro bien podría dar con alguna pista.

Cargando editor
14/06/2021, 19:38
Ussia

La mediana no podía rebatir los argumentos sobre quedarse allí, a pesar de que eso de identificarse con meterse en problemas, según Yriel, le hizo soltar un sonoro bufido casi de indignación. Por suerte para ella, y para no perder más compañeros de viaje, Estraven volvió antes de que se desatara otra vez el mal humor de Ussia. No solo por estar allí, sino por el hambre que empezaba a tener la mediana. Tomó el cuenco casi con ansia, pero la ilusión de comer algo decente se desvaneció al ver que casi todo era sopa. Seguro que si echásemos aquí todos los problemas que se quiere comer Yriel, nunca más pasaríamos hambre. 

Su humor cambió a uno algo mejor cuando Nimrod la presentó como una mediana y no una niña. Dejando un momento el cuenco, la mediana hizo una ligera reverencia con la cabeza con una amable sonrisa hacia Estraven. Aunque viendo la reacción que tenía con Aidan y Erin, empezó a sopesar que tal vez lo más fácil hubiera sido decir que Aidan era otro mediano. 

- Y es curioso que lo diga, porque precisamente somos más de prestar ayuda que de pedirla. Así que no os cortéis, por favor. Llevamos días sin encontrar a nadie con quien intercambiar favores. - añadió a lo dicho por Erin, en un tono que no quedaba del todo claro si era o no sarcasmo pero no había perdido su sonrisa amable en todo momento.

Notas de juego

Mil perdones, se me pasó la semana volando ^^"

Cargando editor
16/06/2021, 19:10
Arahan

Oh - exclamó al escuchar al anciano. Tenía otros planes en mente, pero quizás sería demasiado grosero por su parte, Arahan no sabía muy bien porque, pero se sentía unido a gentes como estas, desarapados, independientes, alejados de toda urbe y control de un rey o un noble que lo único que merece es un buen rato en la picota. El elfo, sin decir nada más, se dio la vuelta y siguió a los demás. 

Mientras todos iban lanzando sus preguntas, Arahan se quedó extrañado con la ultima cosa que el venerable anciano dijo. Se pasó la uña por entre los dientes sacando un trozo de carne enquistado entre sus dientes, y contuvo un grito de jubilo, aquel polizón le llevaba fastidiando desde hacía un par de días. Tras comprobar que era comestible, lo tragó de buena gana y miró al anciano - ¿quién más os ha visitado?

Cargando editor
16/06/2021, 19:22
Narrador

Estraven iba dando cucharadas con lentitud mientras respondía a Erin. Apenas sacaba algo sólido del cuenco por muchas veces que metiera la cuchara, lo que podía indicar que, sabedor de lo parco de la comida, estaba dejando lo mejor para sus invitados - Oh, la caza abunda en estas tierras, sí. De ella conseguimos casi toda nuestra comida en invierno, y no poca el resto del año. Pero no hemos podido cazar mucho estas últimas semanas, y con nuestras manos ocupadas en otros asuntos... - dijo, refiriéndose claramente a la empalizada. Sonrió hacia Ussia en respuesta a su comentario.

- La guerra no llega hasta esta aldea, sí. Cuando me cansé de luchar en los conflictos sinsentido de los pequeños reyes, reuní a todo el que encontré que pensaba como yo, y nos fuimos hacia el norte. Cuando estuvimos lo bastante alejados de todo aquello, fundamos esta aldea. Fueron tiempos duros, y perdimos a mucha gente, pero sobrevivimos, y creamos nuestro hogar. Puede que no sea mucho, pero al menos es un lugar seguro. O, al menos... lo era.

El anciano dejó de comer y bajó la mirada hacia sus piernas, visiblemente apesadumbrado, antes de volver a mirar a los aventureros - Desde los últimos días de invierno, no hemos podido cazar nada en el bosque al norte. Al principio era solo en la zona profunda, pero ahora tampoco hay nada en la linde. Hay algo allí que ha... asustado a los animales, y del último grupo de caza que enviamos... solo volvió un hombre, hablando sobre cómo algo se había llevado a los demás. Aún no se ha recuperado - habló con pesadumbre en la voz - Creemos... que se está extendiendo. Por eso estamos levantando esa empalizada.

Ante la pregunta de Arahan, el norteño se giró hacia el semielfo, ocupado con la comida - Hace dos días llegó aquí también un hombre, un jinete solitario. Le dimos cobijo, y nos dijo que estaba buscando algo como lo que os acabo de contar. Al día siguiente, el hombre partió hacia el bosque... y no hemos vuelto a saber de él - Estraven hizo una pausa, pensando en como decir una cosa. Su tono y su expresión eran unos de imploración - Decís que vais hacia el norte también, en busca de ruinas. No sé si encontraréis ruinas... pero os estaríamos enternamente agradecidos si pudierais ver que sucede en el bosque, o, al menos, si podéis descubrir algo sobre ese hombre - los miró en silencio - Sé que es mucho pedir a unos desconocidos, y sé que no tenemos mucho, pero... cualquier cosa que podáis querer o necesitar, os la daremos.

Cargando editor
17/06/2021, 18:05
Erin

—Todos los lugares son seguros — se dijo Erin — hasta que dejan de serlo.

El relato de Estraven hizo que la joven adoptara una expresión sombría: la historia le resultaba familiar. ¿Era eso lo que había hecho Breann? ¿Creó un lugar seguro para su familia, lejos de...?  Sea como fuere, aquello no había funcionado para su padre, y Erin dudaba que pudiera funcionarle a aquellos norteños. Atrajo a Aiden hacia ella, y le acarició el pelo distraídamente. Si no existía un lugar en el que poder refugiarse, ambos estarían condenados a pasarse la vida huyendo.

Una vez más, recordó al hombre del escudo rojo: "Matad al brujo; quemad todo lo demás"...  Ahora ella era la que mataba, pero seguía huyendo.

Levantó la cuchara, y dejó caer el caldo de vuelta al cuenco.

—Ya nos habéis dado lo poco que podíais darnos — y, mirando a Nimrod, añadió — Pero esa decisión le corresponde a nuestro patrón.

Cargando editor
17/06/2021, 20:01
Yriel Alessar

El semielfo aprovechó las explicaciones de Estraven para llenar el estómago con la sopa, el calor era de agradecer. Escuchar sobre las dificultades para la caza fue algo inesperado,se preguntó qué podría causar esas carencias, no pensaba que una criatura pudieran lograr algo como eso ella sola, esquilmar una zona sería más propia de un grupo de humanos, de un ejército. Yriel sabía que los soldados no habían llegado tan al norte por lo que era una idea a desestimar. Luego esa figura misteriosa, casi seguro se había metido en problemas al viajar en solitario. 

Miró hacia sus compañeros cuando finalmente el líder del poblado pedía ayuda, luego a Nimrod preguntándose si tenía ya algunas intenciones respecto a ese lugar. Como asumía que no, terminó hablando.

- No creo que tengamos intención de evitar el bosque, si hay algo acechando puede acabar cruzándose en nuestro camino. En cuanto a pedir algo a cambio, yo necesito abrigo y lo que pueda llevar para alimentar mi caballo. Un puñado de flechas también me vendrían bien.

Unas peticiones sencillas destinadas a unas personas igual de simples, no creía que tuvieran mucho más para ofrecerles, ni siquiera un guía. El bosque del norte casi seguro estaba en su camino, era un buen lugar donde buscar rastros del imperio abandonado.

- Entonces ese hombre ni llegó a presentarse. - Ahora le pasaba por la cabeza que fuera alguien conocido, una de las personas con las que compartieron noche en la posada del paso, le parecía que habían trascurrido meses desde entonces en lugar de semanas. - Quizás llevaba algún símbolo que le distinguiera.

Imaginaba el de los Templarios de Luminaris, pues había perdido el rastro de aquél templario hacía ya mucho tiempo y ni escuchó sobre él durante la guerra, la debía de haber evitado o quizás murió demasiado pronto. Ahora notó una fuerte curiosidad por esa persona que había viajado a solas hasta una zona tan peligrosa como aquella.

Cargando editor
18/06/2021, 18:05
Ussia

Ussia escuchó en silencio lo que les contaba Estraven, tomando a pocos aquel caldo con tropezones y sin haber perdido de vista también el del jefe de la aldea, comprobando que efectivamente no tenían mucho más. La historia del pueblo podría llegar a ser conmovedora para la mediana: Un pueblo que había renunciado a la guerra y había buscado la paz en tierras más inhóspitas era algo bastante admirable. Pero no dejaba de ver la situación en la que se encontraban y aunque una parte se preguntaba si de verdad aquello merecía la pena... La otra comenzaba a estar aterrorizada. 

La cuchara cayó con un chapoteo en el bol de Ussia, quien bajó rápidamente la mirada y se intentó recomponer con una sonrisa avergonzada. Sin embargo, al intentar coger la cuchara de nuevo, se dio cuenta de que terminar de comer no iba a ser una tarea fácil. Las manos le temblaban de forma que, si no fuera porque el frío del lugar también le provocaba algunos escalofríos, habría sido imposible ocultarlo. La estancia se volvió más roja bajo su mirada y los trozos que podían encontrarse en el caldo dejaron de verse apetitosos... Más parecidos a los restos de una masacre que a una comida caliente. Ussia tragó saliva y se arropó mejor con su capa, intentando controlar su respiración. Cuando lo consiguió, intentó hablar de nuevo, con la mirada todavía perdida, distraída entre el fuego y el suelo a su alrededor.

- ¿Qué... a qué os referís, exactamente? ¿No será un grupo de mercenarios? ¿O algún animal muy... enfadado? - preguntó, con una risa nerviosa, sabiendo que algo así no podría causar tantos problemas - ¿Y cómo que se está extendiendo? Alguien más lo habrá visto para saberlo... ¿no?

Cargando editor
20/06/2021, 23:41
Gorsha

Gorsha había permanecido en silencio todo el tiempo que sus amigos habían estado de charla con el líder de la aldea. La guerrera rumiaba cada pieza de información que Estraven les iba proporcionando. Así que había "algo" que estaba diezmando la caza y que no sólo se atrevía con bestias, sino que también atacaba a los hombres. Le recordaba a las criaturas que provocaron la muerte de Erizo. ¿Sería un monstruo similar? ¿O algo completamente diferente?

Yriel había preguntado justo lo que le interesaba saber acerca del desconocido que había acudido al pueblo persiguiendo a la criatura. Porque si esa cosa estaba siendo perseguida por un cazador profesional o un miembro de algún culto, como mínimo querrían saberlo.

En cuanto a la petición que les hizo Estraven... Ella no tenía problema en rastrear el bosque, buscando pistas o indicios que pudieran arrojar algo de luz sobre el asunto.

 -Si hay algo en el bosque atacando a la gente y a los animales, es un peligro, está claro. Yo creo que deberíamos echar un vistazo. Aunque sea para agradecer la hospitalidad otorgada.

Cargando editor
21/06/2021, 23:57
Narrador

Aidan se acomodó entre los brazos y piernas de Erin y poco a poco fue empezando a dar cabezadas debido al cansancio y al agradable calor de la precaria estancia, a pesar de que se esforzaba por mantenerse atento ante aquella historia que hablaba de bosques prohibidos y misterios que resolver. Estraven miró a Erin cuando habló, para luego girarse hacia Nimrod con rostro implorante, pero el hechicero guardó silencio por el momento, siguendo dando cucharadas a su cuenco.

Algo abatido, el anciano pasó a responder a Yriel, ya que el había roto de nuevo el silencio - Dijo llamarse Nizalian Tremus, y vestía una especie de túnica blanca sobre una armadura entera de metal - respondió a la pregunta sobre el jinete solitario - Aunque parecía saber lo que hacía, por estas tierras no es sensato viajar uno solo... - volviendo a su primer comentario, Estraven asintió ante la petición del semielfo - Podemos daros eso, si. Lo tendréis listo antes de partir - prometió, y ni siquiera sonaba a que estuviera dando por hecho que irían al bosque del norte.

Ni el tono en la voz de Ussia ni el temblor de sus manos pasaron desapercibidos para nadie, provocando una mirada paternal por parte del norteño, que a pesar de la corrección de Nimrod seguía viendo un rostro infantil en la mediana - ¿Mercenarios? Tan al norte no hay nada que pueda atraerlos, aquí no hay plata ni poblaciones que saquear. Y de todas formas, podríamos defendernos de un puñado de guerreros. Es más probable que se trate de una bestia, o varias, pero, si es así, no sabemos de cuál puede tratarse. Solo el viejo Borka regresó de la partida de caza. Podéis hablar con él si queréis, pero os advierto de que no le sacaréis mucho en claro. Solo hemos podido entenderle que, de repente, se fue la luz del sol, como si los árboles se hubieran juntado tanto que no le dejaban paso, y que entonces surgieron garras de la oscuridad que arrastraron al resto. Él corrió y consiguió escapar y volver hasta aquí... pero me temo que su juicio haya quedado dañado para siempre.

Al decir aquello, Nimrod detuvo en el aire la cucharada que iba a llevarse a la boca y frunció el ceño. El hechicero volvió a dejar el utensilio lentamente en el interior del cuenco, posando este en el suelo antes de poner las manos sobre sus rodillas e inclinarse hacia adelante - Coincido con Gorsha. Os ayudaremos. Tenemos que ir al norte de todas formas, lo que buscamos puede estar cerca de ese bosque que mencionáis, o no. En cualquier caso, no estará de más que miremos a ver qué está sucediendo - habló por fin.

Estraven mudó su expresión por una de gratitud y alivio, y se deshizo en agradecimientos y alabanzas mientras se ponía en pie y abandonaba la vivienda para ir a comunicar la buena nueva a los suyos, recomendando a los aventureros que aprovecharan para descansar cuanto pudieran. Al día siguiente tendrían reunido todo cuanto hubieran pedido, y cuanto los aldeanos creyeran que podrían necesitar.

Quedaron de nuevo solos, una vez la mismas mujeres que habría traido las ollas y cuencos se las volvieron a llevar, ya vacías. Para entonces, Aidan ya había caido rendido, y otros, como Duque, se preparaban ya su jergón para pasar la noche lo más cómodamente posible. Nimrod procedió a hacer lo mismo, colocando el suyo en una de las esquinas de la cabaña, algo apartado del resto.

Cargando editor
22/06/2021, 17:45
Arahan

Debemos ayudarles - dijo el silencioso Elfo que poco había aportado a la conversación, se había limitado a escuchar mientras se quitaba la roña de entre los dedos de los pies. Ciertamente, la historia de la partida de caza y el único supervivientes dejó algo preocupado a Arahan, pero al menos no dio mucho viso de ello, simplemente había alzado ambas y musgosas cejas, sin duda no le gustó aquel relato e intentó recordar si había escuchado alguna historia o similar, allá en su infancia o viajes de un lado para otro por el continente. Sin mucho más que poder aportar, esperó a que el grupo decidiera si iban a hablar con el superviviente o no.

Notas de juego

hay algo que recuerde o pueda tirar?

Cargando editor
22/06/2021, 22:51
Yriel Alessar

La túnica blanca sobre armadura le recordaba a la figura de la posada, al templario. Yriel no sabía cuál era su nombre, no había hablado con él ni se había interesado por sus intenciones en aquella región. Convenía que se encontraran con ese tipo pues eran tierras duras a las que era mejor enfrentarse en grupo. La descripción sobre la oscuridad era inquietante incluso para Nimrod, el semielfo ahora no sabía si se enfrentaban a magia real o a supersticiones. Meses atrás lo habría atribuido todo a lo segundo, a la locura. Eso fue antes de mezclarse con verdaderos magos y de encontrarse con la bestia lupina de hacía unas semanas.

Había terminado la sopa, entregado el recipiente para relajar la postura después sabiendo que ya la noche no iba a dar para más, ni para saber sobre el cazador superviviente.

- Un bosque maldito, suena a lugar que no nos podemos perder. Rodearlo no sería prudente.

Medio bromeó, sabiendo que Nimrod querría explorar un lugar así pues no venían precísamente de viaje de placer, sino para descubrir qué pasó por una antigua civilización. Las noticias de las sombras ofrecían una explicación plausible al hecho de que una ciudad entera se hubiera perdido.

- Volviendo a la seriedad, dice que surgieron garras de la oscuridad, hay muchos a los que proteger en el grupo de un asalto como ese. Vayamos mañana a hablar con Borka, puede que no lo haya querido contar todo. Si se ha guardado algún secreto le podemos convencer para que lo comparta.

Miró a sus compañeros creyendo que también tendrían curiosidad por las palabras de ese último superviviente.

Cargando editor
23/06/2021, 15:02
Erin
Sólo para el director

Erin se aseguró de que Aiden estuviera durmiendo y correctamente arropado antes de acercarse a hablar con Nimrod. A su alrededor, algunos ya dormían, y el resto parecían ocupados en sus propios asuntos: quizá ordenando sus pensamientos antes de dormir.

Se acercó al mago y, con la mirada, le dio a entender que pedía permiso para sentarse a su lado.

—Me alegro de que hayas accedido a que vayamos al bosque — le dijo con una sonrisa cansada — Esta pobre gente necesita nuestra ayuda.

Se pasó la mano por el pelo antes de continuar.

—Hace tiempo me preguntaste si seguiría comportándome como una mercenaria, o si tomaría otro camino — explicó, y deslizó su mirada hacia el niño, que parecía dormir en calma — Está claro que voy a tener que elegir otro camino.

Estaba sentada, abrazada a sus rodillas, mientras escrutaba el rostro de Nimrod en busca de alguna reacción a sus palabras.

—Verás: eres prácticamente el único mago que he conocido fuera de mi familia. Mi padre era como nosotros, y también mi abuela: pero apenas tuve tiempo de aprender nada de ellos. He intentado pasar desapercibida, pero... Me siento muy sola con este poder, y no tengo a nadie con quien hablar de ello. No entiendo por qué algunos podemos hacer cosas que los demás no pueden...

Suspiró.

—¿Puedes ayudarme?

Cargando editor
24/06/2021, 19:58
Duque de Montalbo

El Lucerano había escuchado toda la explicación de Estraven sin decir palabra y sin probar la comida. Se había servido un plato marchándose a un rincón desde donde pudiera ver la puerta en todo momento. La idea de volver a bosque no le molestaba, al revés le atraía, eran más posibilidades de encontrar a su viejo amigo. Sin embargo el mercenario había visto mucho durante su carrera, no sería la primera vez que un grupo de aldeanos asustados intentaba envenenar o llevar a unos incautos mercenarios a una muerte seguro. Incluso sacrificar a los extranjeros a algún extraño ser del bosque sería mejor que perder a su propios hijos, por eso Duque no les culpaba en absoluto, tan solo se mantenía observador esperando equivocarse en sus oscuros presagios. Aunque por si acaso ya comería pasadas unas horas cuando viera que el resto estaban fuera de peligro.