Partida Rol por web

Te aproximas a la cerradura y miras a través de ella. Al otro lado ves a Intisar trazando unos esquemas en el suelo, mientras murmura palabras en un idioma que solo tu podrías identificar como un dialecto del antiguo egipcio hablado:

Su Agua, su viento,
Sus plantas y todo su ganado,
Todo lo que vuela, todo lo que se posa,
Sus reptiles y su caza del desierto,
Le han sido concedidos al hijo de Nut,
Y las Dos Tierras están satisfechas con él.
Mostrándose en el trono de su padre,
Como Ra cuando se eleva en el horizonte,
Da luz a la oscuridad,

La setita hace hace gestos ene l aire con una vara de incienso y un cetro de oro coronado por el símbolo de un disco entre dos cuernos. Cuando cambias un poco de posición, puedes ver un pequeño altar decorado con la figura de una mujer egipcia tras la que hay otra figura extraña, esbelta y de piel verde, con alas pegadas y espinosas además de un alto tocado blanco.

Al llegar a la biblioteca hecho un rápido vistazo alrededor. Me esperaba quizás algo más grande y útil, algo más espectacular en un monasterio alejado de la mano de Dios. Pero realmente parecía sólo la biblioteca privada de alguien con bastante tiempo libre. Y se supone que tenía que creerme este aspecto.

- Buenas noches, Lord Mendel. - digo, recordando el nombre que Giani me había mencionado anteriormente.

Camino un par de pasos desde el punto donde estamos hablando, visto que Lord Mendel se dirige a Giani sólamente. Voy ojeando títulos donde pueda y valorando el estado de los escritos.

- Disculpad mis malos modales y mi precariedad de lengua, Lord Mendel, pero dudo mucho que un vástago de la gran casa Tremere se encierre en una biblioteca en un templo a leer poseía vampírica y drama humano inglés. - digo, girándome hacia él, a sabiendas del farol que me estaba echando. - Otra cosa es que los libros realmente interesantes estén vetados. - muestro mi sonrisa cómplice, esperando ver su respuesta.

- O no. - respondo. Tan sólo depende del punto de vista y de lo que se pretenda conseguir. - añado mientras una no tranquilizadora sonrisa se dibuja en mi rostro.

- Aha, - dice sin mucho interés en lo que pudieras decir - tienes una última oportunidad de irte. Dame una excusa.

habla dando un par de pasos en círculo hacia un lado obligándote a voltear la cabeza si quieres aguantarle la mirada

Todo está relativamente tranquilo en el salón principal. Tus compañeros se ocupan con facilidad, unos hacia la biblioteca y otros a conversar con los anfitriones. Además, sigue habiendo dos de ellos: Milos y Sav de quienes no tienes todavía constancia.

De repente escuchas algo, un sonido penetra por las ventanas que separan las gruesas paredes del lugar con el patio exterior, es el inconfundible golpeteo de unos cascos de caballo.

- ¿Y si decidiese quedarme? - pregunto sin dejar de mirarla fijamente. Puede que la conversación con vos sea más interesante que lo que tengo en mente para el resto de la noche...

El sonido me obligo a levantarme y hacer que mis pasos me dirigieran hacia la ventana, aquel sonido de cascos “¿Quién puede venir a este lugar ahora?” Pensé, aunque cabía la posibilidad que fuera alguien huyendo del lugar. Por ello fui rápido para asegurarme. Limpie algo del vaho que se había formado en la ventana para ver mejor.

La mujer no gasta ni un segundo en valorar tu ofrecimiento, en lugar de ello sus ropas se elevan en el aire mientras da una vuelta sobre si misma con el brazo extendido y su cuchillo centellea en dirección a tu corazón.

A través del trozo limpio del empañado cristal ves a maese Frazier de pié en el patio, contemplando la partida de un jinete. El caballo se mueve demasiado rápido y el exterior está demasiado oscuro para poder ver algo que no sea el caballo o el jinete.

El disco entre dos cuernos del cetro y la estatuilla de la mujer egipcia son sin duda representaciones de la diosa Isis, o como se la llamaba en el dialecto antiguo: Ast. La diosa de la fecundidad, madre, reina y maga.

Mendel mira a Aricia con interesante sorpresa

- De hecho justamente muchas veces me disgustan los "buenos modales," prefiero a la gente directa y sincera ...justo cómo usted Lady Aricia.

Entonces se levanta de su silla meneando la cabeza

- Si, si, hay libros vetados en esta biblioteca.

Saca un volumen de uno de los estantes, en él no se ve nada más que unas calaveras quemadas sobre el cuero negro formando un círculo que le da un efecto de relieve.*

- Pero no para nosotros o nuestros invitados, son libros que quizás vetaría la Camarilla. Aquí las cosas son distintas. ¿Es eso lo que buscáis?**

Sin ningún problema esquivo el cuchillo.

- Al final va a ser más divertido de lo que pensaba. - comento. ¿Qué ocultas que con tanto celo guardas?

La sonrisa de Veradis se ensancha al ver que esquivas su intento de empalarte, lo qual solo la excita más todavía.

Sin ninguna intención de responder a tus preguntas, una lluvia de filos cae sobre ti. Cortes transversales y horizontales se suceden en su rápida danza donde lo único que reluce entre la oscuridad es el filo de sus cuchillos.

No me quedaría con la duda y deje que mi instinto me guiara. Por ello tome el camino al exterior tras ver partir a ese jinete. Maese Frazier no parecía alarmado, por lo que contaba con su bendición, pero deseaba saber quién era y a donde marchaba. En aquel lugar cualquier hecho podría convertirse en importante.

Recordé que aún no había visto un par de compañeros, pero ahora me centraría en el jinete. Sentí el frio al salir y la brisa me golpeo ligeramente, pero mi vejado y maltrecho rostro estaba hecho ya a ello.

Isis?.Pienso mientras intento entender que esta pasando pero aún así sigo mirando incapaz de dejarlo porque mi curiosidad va en aumento al ver una estatua de la hechicera que tanto mal ocasiono al cazador  .¿Que significa todo esto?,

Una parte de la conversación entre Aricia y Mendel se me escapa, tal vez desentenderme tanto de la sociedad vampirica no haya sido la mejor de las opciones por mi parte durante estos siglos.

El libro que nos muestra es... interesante, sin duda profano, ¿es el libro que robo Ambrogino? dificil de creer que cediera su premio, aunque aparte del libro robado en el vaticano hubieron muchos otros antes

-bien podría ser lo que buscamos si. ¿Me permitiriais estudiarlo?-

El robusto hombre ya empezaba a darse la vuelta cuando sales del salón y te acercas a él.

Te mira con su rostro afable habitual

- Buenas noches, hijo ¿Va todo bien? 

Me acerque despacio pero con paso firme, mire al tipo. Hice una pequeña reverencia con la cabeza.

-Buenas noches. Voy tirando como siempre ¿Quién era el jinete?¿Ocurre algo?- Pregunte de manera directa mirando el camino que había tomado el jinete ya siendo una sombra en la oscuridad.